Escrito por Luis Roca Jusmet
De joven milité en la Liga Comunista. Era un partido izquierdista en el sentido que denunciaba el mismo lenin : confundir los deseos con el movimiento real de los trabajadores y la acción política con el voluntarismo de una minoría organizada. Pero lo que sí aprendí es analizar la situación política con rigor y precisión. Nuesta cabeza pensante, el malogrado Juan Colomer, tenía una extraordinaria capacidad de análisis que transmitía a toda la organización y estimulaba el debate. Una de las cosas que planteaba era que estábamos en una Dictadura militar-bonapartista y no una Dictadura fascista. Consideraba que la victoria militar de los "nacionales" había instaurado una Dictadura militar-fascista, gobernada por el ejército y con un apoyo de organizaciones fascistas. Poco a poco se había ido centrando en Franco como Bonaparte, elemento de cohesión, y las organizaciones fascistas como tales eran un apoyo externo. Esto explica, entre otras cosas, lo que ocurrió tras la muerte de Franco. Era un elemento de cohesión cuya muerte disolvió las faccionmes internas del Régimen. La transición se explica así, porque la iniciativa la tomaron sectores del Régimen, no la oposición antifranquista. Pero este es otro tema.
El Partido Popular surgió, solo en parte, de restos del franquismo. Se integraron sectores que estaban al margen e incluso sectores antifranquistas. Hoy en día hay que caracterizarlo como un partido de derechas neoconservador. Derechas quiere decir hoy, en cualquier lugar del mundo, políticas neoliberales. Dentro de la derecha hay sectores neoconservadores ( como el PP o la minoría del Partido Republicano en EEUU). Hay un neoliberalismo puro, como el que representa Angela Merkel, que lo hace tan flexible y adaptable, por ejemplo, a pactar con la socialdemocracia o el Partido Verde. Y hay una derecha populista, como la que representa Berlusconi. En el Partido Popular, como he dicho, dominan los neoconservadores ( algunos vinculados al Opus, pero no necesariamente). Hay sectores populistas, como los que están vinculados a la COPE o a Intereconomía). Y pueden haber fascistas, pero en todo caso son totalmente marginales. El fascismoestá fuera del PP. Está en muchos grupúsculos minoritarios que algún historiaodr a estudiado pero que no sabemos lo que están haciendo. Aparentemente nunca ha estado tan inactivo como ahora ( salvando hechos puntuales como la acción de Democracia nacional el 11 de septiembre, que en todo caso fue muy "ligth". Estos partidos utilizan un lenguaje demagógico, anticapitalista y antiliberal. Tienen pocos lazos con las clases dominantes. Pocos no quiere decir ninguno, como mostró Salvador López Arnal cuando denunciaba al actual Director del Corte Inglés). Pero hay que estar alerta. Como hay que estarlo también con los sectores populistas del PP, que se mueven en una zona ambigua. Son antidemocráticos, como lo es el Tea Party, Berlusconi y muchos grupos europeos, pero no han entrado en la zona del fascismo. Pero pueden hacerlo. El fascismo es Aurora Dorada. Es un grupo totalitario, abiertamente violento y contrario a las libertades políticas. Su mensaje no es neoliberal Los sectores a los que se dirige no son los mismos que el neoliberalismo. Es un mensaje a los desesperados. Los que votan neoliberales todavía piensan que las cosas pueden ir mejor. Es un mensaje contra el sistema.
Hay que estar alerta a un frente que en cualquier momento puede abrirse, como hizo en Grecia. Y estar preparados. Es un enemigo diferente del PP. Confundirlos puede ser fatal para la izquierda y los ciudadanos que defienden la democracia. Una cosa es una democracia deteriorada, otra es una Dictadura y otra es el fascismo.
Luis Roca Jusmet