Escrito por Luis Roca Jusmet
Después de haber hablado, en las tres primeras partes de su libro
Ética ,sobre Dios, el alma/cuerpo y los afectos, en la cuarta parte trata sobre l
a servidumbre humana o
fuerza de los afectos. Si afirma que la fuerza de los afectos crea servidumbre, es porque considera que las pasiones nos encadenan. Las afecciones son modificaciones del cuerpo, porvocadas por causas externas y que se corresponden con ideas inadecuadas.Las pasiones nos hacen dependientes.
Para Spinoza la libertad es el poder hacer lo que queremos y lo que queremos es lo que necesitamos, lo que responde al conatus, a la perserveración y potenciación de lo que somos. De todas maneras, la libertad será el tema de una última parte del libro, no de la que hablamos. La servidumbre, y en esto también coincide con Nietzsche, es impotencia. Ambos consideran que la teoría del libre albedrío es una ficción. La diferencia entre un hombre libre y otro que no lo es, es que el primero está autodeterminado y el segundo está determinado por lo externo. Es decir, que de lo que se trata es de saber si se está determinado interiormente, lo cual te lleva a la acción, o si está determinado por los otros, lo cual te lleva a la reacción. Pero si para Nietzsche es desde el instinto, para Spinoza lo es desde la razón.¿ Qué quiere decir guiarse por la razón ? No es una cuestión de cálculo, también sino de la intuición y de la capacidad de distanciarnos de nuestros afectos, de verlos desde afuera.
El bien y el mal,
la belleza y
la fealdad, las
causas finales y el
libre albedrío son ficciones, no existen más allá de nuestra imaginación. Pertenecen al primer grado de conocimiento, que es el que nos conduce al error. Son modelos imaginarios a los que queremos adaptar los procesos reales. Pero la realidad es perfecta, justamente porque es real. Un niño que se muere de hambre es perfecto porque es real. Pero es malo para él, para los que lo quieren y para todos los humanos. Porque es inútil, es triste, es doloroso. Es una valoración relativa a nuestra condición humana. Lo bueno y lo malo se establecen por criterios de utilidad, utilidad para potenciar lo que cada uno es, su alegría, su vitalidad. Tejemos la realidad con nuestras acciones y en la medida que las tejemos forman parte de lo real. No hay nada posible más allá de lo real. A diferencia de leibnitz, que decía que vivimos en el mejor de los mundos posibles, para Spinoza vivimos en el único mundo posible.
El hombre forma parte de la Naturaleza, es decir de Dios o la Substancia Única, y es, por tanto, una parte de la Totalidad de todas las cosas finitas. Cada cuerpo actúa sobre múltiples cuerpos y estos actúan sobre él. En este sentido, el hombre está siempre sujeto a las pasiones, que son ideas inadecuadas. De lo que se trata es de la posición que tiene con respecto a ellas, si es capaz de distanciarse o está encadenado a ellas. Cuando uno se distancia de la pasión, la idea inadecuada que la sostiene se va transformando en adecuada. La pasión irracional se transforma en deseo racional. Seguir el deseo, cuando es racional, es lo mismo que actuar bien, de manera virtuosa, y de potenciar la alegría. Aquí vemos claramente la base de la afirmación de Deleuze cuando dice que Spinoza plantea una ética y no una moral. Lo cual lo hace nuevamente afín a Nietzsche, aunque las consecuencias de cara a los otros sean diferentes. Diferentes porque la ética de Spinoza conduce al amor, a la armonía con el otro, y la de Nietzsche a la confrontación. Porque si seguimos las ideas adecuadas estas nos conducirán a la alegría y al amor. Al igual que Nietzsche, Spinoza rechaza los sentimientos morales : la culpa, la indignación y la compasión.
Resulta enigmático el sentido de la afirmación que conducirá justamente a Nietzsche a expresar su rechazo a la filosofía de Spinoza ( la actitud es ambivalente porque en su correspondencia había manifestado sus afinidades con el filósofo holandés). Esta afirmación es la que dice que el supremo bien del alma es el conocimiento intelectual de Dios y que la suprema virtud es la de conocer a Dios. ¿ A qué se refiere Spinoza ? Entiendo que el conocimiento de Dios es llegar al tercer grado de conocimiento, que no es otra cosa, como bien plantea Felipe Martinez Marzoa, que la superación entre sujeto y obejo. Ya no se trataría de ideas adecuadas sino la visión del Ser. Visión que es presencia. Hay algo de relación con la
aletheia ( verdad como desvelamiento) de Heráclito o Parménides. O la propia intuición de la Idea de Bien, en Platón. O incluso contradiciones como el hinduismo, el taoismo o el budismo.
La alegría es siempre buena, y la tristeza y el odio son siempre malos. El amor y el deseo puede ser malos cuando tienen un carácter excesivo, irracional.Pero el placer puede ser malo y el dolor bueno porque, a diferencia de los anteriores, que son estados globales del cuerpo estos últimos tienen un carácter parcial. El placer puede generar tristeza y el dolor alegría. El deseo irracional, excesivo, no solo nos esclaviza sino que puede llevar al delirio ( como en la avaricia y en la vanidad ), al igual que el amor ( como en el enamoramiento). El deseo de reconocimiento y la autoestima como amor a uno mismo, si no son excesivos ( como en la vanidad o la soberbia) son buenos. El hombre libre piensa en la vida y no en la muerte, dice Spinoza siguiendo a Epicuro. El filósofo francés Pierre Hadot veía en Spinoza una forma alegre de estocismo, inlfuenciada precisamente por el epicureismo.
El hombre libre vive en sociedad, y sabe que es mayor la libertad que se autolimita por las leyes en las que ha colaborado ( defensa del Estado de Derecho y la democracia), que no la libertad natural fuera de la sociedad. Los humanos hemos de ser solidarios entre nosotros y reconocernos como sujetos de derechos. Pero Spinoza dice claramente que no los animales no tienen derechos porque no forman parte de nuestro mundo y no les debemos ninguna solidaridad.
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