Escrito por Luis Roca Jusmet
Zizek critica radicalmente el liberalismo en diferentes textos. Veamos su critica a Richard Rorty, como un representante postmoderno del moderno Mill. La diferencia entre lo privado, en la que debe existir una libertad perfecta, y lo publico, donde las normas limitan el espacio del otro, se concretan en Rorty en la autocreación y la solidaridad, que no es otra cosa que el respeto a la singularidad del otro. Todo esto está muy bien, dice Zizek, si no hubieran dos problemas. En el problema de la autocreación no tenemos en cuenta la roca del inconsciente. Es decir, que podemos narrarnos nuestra vida como queramos o podemos llevar a termino nuestra fantasía pero no llegaremos nunca a lo que el psicoanálisis considera que nos define realmente, que es el síntoma. Lo real de cada cual se manifiesta en el síntoma, dice el lacaniano, y hemos de atravesar la fantasía que nos atrapa para enfrentarnos a nuestro sin toma y saber que hacer con 'el, que quiere decir que deje de ser motivo de sufrimiento para pasar a ser motivo de goce, nuestro modo singular de gozar.
Pero el autentico problema es para Zizek las consecuencias morales y políticas del liberalismo. Porque para Rorty la ética de la solidaridad con el otro es la que nos permite convivir en un mundo donde cada cual puede realizar su fantasía. Pero este límite, para Zizek, es un imperativo del superyo y el superyo siempre es obceno, siempre retiene un goce. Esto quiere decir que detrás de la solidaridad hay un goce, una obcenidad que nos impide un respeto racional por la ley. No es posible que la moral pública sea neutra porque es patológico, esta impregnada de goce y esto es lo que lo hace peligroso, torcido.
En todo caso si volvemos a Mill, y aquí entra mi reflexión personal, vemos como este también plantea que el deseo de virtud tiene que se un deseo altruista que funciona en la medida en que la educación potencia los sentimientos de empatía y nos hacer querer el bien del otro como nuestro propio bien. Claro que Mill no contemplaba "los dioses oscuros" de los que habla Zizek siguiendo a Freud y a Lacan. De todas maneras,en mi opinión.la crítica de Zizek es una reserva más que una impugnación del planteamiento de Rorty. Con esto quiero decir que en el primer aspecto Rorty entra en el planteamiento no solo de Mill sino también del último Foucault de que la ética es la construcción d ela propia subjetividad. El complemento de Foucualt enriquece su planteamiento, aún aceptando que no hay que olvidarse del inconsciente y aquí hace falta el complemento psicoanalítico. Respecto al punto moral-político hay que reconocer este lado oscuro del superyo que plantea Zizek y ciertamente la ética de la solidaridad debe basarse en un reconocimiento del otro que no pase por la construcción de un superyo rígido. Si esto es posible o no es ciertamente la cuestión a debatir y hay que hacerlo sobre bases no solo teóricas ino también empíricas, es decir acudiendo a la sociología histórica.