Escrito por Luis Roca Jusmet
Conocer un partido quiere decir conocer su origen y su trayectoria. Parte de una plataforma de gente ilustrada catalana ( básicamente de Barcelona) para combatir la hegemonía política y cultural nacionalista del pujolismo. Entre sus impulsores existía diversidad ideológica. Por una parte gente inclasificable ( que luego ha derivado claramente a la derecha política, aunque mantengan sus heterodoxia) como Albert Boadella, Félix de Azúa y Arcadi Espada. gente de la izquierda moderda como Félix Ovejero y Francesc de
Carreras. Gente claramente de izquierda como Félix Pérez Romera, o en su momento inicial Miguel Riera, director de El Viejo Topo. Incluso escritores y profesores que habían impulsado activamente la normalización del catalán como Ferran Totutain y Xavier Pericay. Y muchos otros que no hace falta citar.
El grupo respondía a la necesidad de combatir el nacionalismo, ya que la propia izquierda se había dejado arrastrar por su lógica ( PSC, ICV, EUiA) por el mimetismo de sus dirigentes. Necesidad que sentíamos todos los que, aceptando la necesidad de normalizar, entendíamos el carácter sectario y asfixiante del relato que se iba imponiendo y las medidas lingüísiticas que se iban adoptando. Se presentaron dos manifiestos, los años 2005 y 2006, el segundo bajo los lemas de "Ciudadanía, Libertad e igualdad, Laicismo, Bilingüismo y Constitución". En julio se constituyó como partido, con un comité ejecutivo y una presidencia dominados políticamente por el sector más derechista, el que podríamos llamar liberal. Algunos de los impulsores, como Félix Pérez Romera, abandonaron el partido junto a un núcleo amplio que no se identificó con esta línea política. Los trasvases de otros partidos hacia Ciudadanos fueron diversos y en dos líneas diferentes, desde el PP y desde el PSC. Ciudadanos obtuvo una representación parlamentaria y su lucha principal tenía relación con su combate al nacionalismo. Digamos que, a ojo de buen cubero, su voto procede de sectores populares, sobre todo de clase media, que ve en este partido una defensa de su lengua, el castellano, y de su deseo de formar parte de España. Hubo por tanto una mezcla de republicanismo cívico, contrario a cualquier nacionalismo, y de nacionalismo español. En todo caso si puede observarse una evolución a consolidarse como el partido de la derecha liberal a un PP contaminado por la corrupción estructural y muy vinculado a una derecha rancia. Rivera intenta hacer desde fuera lo que gente como Josep Piqué intentó desde dentro del PP. Y fracasó indudablemente.
Albert Rivera es un político ambicioso que consigue formar un equipo dirigente que quiere ampliar sus horizontes de poder y a partir de aquí surge su proyecto de constituirse en partido español, con lo que pierde su sentido originario de ser una alternativa catalana al nacionalismo catalanista. Si analizamos el programa de Ciudadanos hay elementos que son interesantes y valdría la pena discutir sin descalificar desde la izquierda, como el contrato único y el impuesto negativo. Esto ala margen de sus propuestas regeneradoras de la democracia o de desmantelar organismos burocráticos de dudosa utilidad pública como las diputaciones.
Después de las primeras elecciones aparece la posibilidad de un gobierno sólido y alternativo al PP, formado por el PSOE, Podemos y Ciudadanos. Su lógica es que los que ganaron las elecciones fueron los partidarios de un cambio al PP y que todos ellos tenían elementos comunes.Este acuerdo de mínimos era posible pero no se materializó. Tuvo, como sabemos, muchos factores en contra. Por una parte la presión de dirigentes del PSOE contra un acuerdo con Podemos. Por otra la animadversión política, incluso estética, entre los dirigentes de Podemos y Ciudadanos. En tercer lugar la presión de los diputados soberanistas y la propia confusión de Pablo Iglesias y su equipo en torno a la cuestión del referéndum y el derecho a decir, inaceptable ( con sobradas razones) por el PSOE y Ciudadanos. En todo caso mi percepción es que fueron los dirigentes de Podemos los que pusieron más dificultades. El pacto PSOE-Ciudadanos tenía mucho de progresista pero Podemos se negó a apoyarlo, por miopía y sectarismo.
Ciudadanos, en una zona ambigua entre aliarse con el PSOE y PP se ha inclinado finalmente a pactar con el PP.
En todo caso quiero señalar varias cuestiones. La primera es que hasta que no haya un partido de izquierdas ( que debería ser el PSC, que abandone totalmente las veleidades nacionalistas, un partido como Ciudadanos es necesario. La segunda es que hay una campaña muy sucia en Cataluña contra este partido, que ha llegado incluso por parte de los independentistas a la agresión verbal. El tercero es que también a nivel de España se ha producido una campaña totalmente sectaria contra Podemos que imposibilita una comprensión de lo que es este partido y lo que significa, que no es otra que la de una derecha liberal renovada que debería sustituir al PP.
Falta en España mucha cultura política para adquirir la capacidad de argumentar y de contrastar posturas, sin recurrir a los tópicos o al insulto.Esto ocurre tanto en la izquierda como en la derecha, sin diferencias. Lamentablemente para los que, como yo somos de izquierdas y por tanto nunca votaremos a Ciudadanos. Aunque muchos conocidos, también de izquierdas y catalanes, voten hoy a Ciudadanos como mala menor.