Escrito por Luis Roca Jusmet
Como sabemos, Althusser fue el que intentó una ciencia política materialista basada en la línea Maquiavelo-Spinoza-Marx. Línea confrontada a la ideología contractualista de Hobbes-Locke-Kant-Hegel. Posteriormente Antoni Negri trabajará en el mismo presupuesto para ver en Spinoza al defensor de una democracia radical frente a la democracia liberal. A partir de aquí, Negri reivindicará la idea de multitud como poder constituyente, frente a la dominación de las leyes como poder constituido : el derecho-potencia frente a la ley. Aunque este planteamiento ha producido análisis interesantes me parece que hay que desmarcarse de él para ver otra hermenéutica diferente a partir de los textos políticos de Spinoza.
Ciertamente que Maquiavelo es, con Spinoza, uno de los impulsores de la autonomía de lo político frente a la religión y a la moral. Pero también lo es Hobbes, que tendrá igualmente una gran influencia sobre Spinoza, aunque los que siguen la línea Althusser-Negri lo nieguen. Pero volvamos a Maquiavelo y Spinoza, que en diferentes contextos si tienen en común, aparte de lo anterior ( y también con Hobbes) el realismo político. No quieren partir de concepciones idealizadas del hombre ni de propuestas utópicas. Para ellos el hombre está dominado por sus pasiones, por decirlo en el lenguaje de Spinoza. Las pasiones son, para Spinoza, ideas inadecuadas sobre lo que le ocurre al cuerpo en relación con otros cuerpos, lo cual le hace coincidir con la ignorancia de la que habla Maquiavelo. Es impotencia porque nos dominan causas externas que provocan nuestras reacciones. Estamos, en este caso, a merced de la fortuna, volviendo ahora a Maquiavelo. Porque para Maquiavelo la virtud es justamente la combinación de racionalidad y de voluntad o fuerza de carácter y es ella la que nos impide movernos por influencias externas. La fortuna es también, para Maquiavelo, aquello que no podemos cambiar, lo que para Spinoza ( en la línea del estoicismo) no depende de nosotros, es decir de nuestros actos. La virtud de Maquiavelo se corresponde con la libertad o sabiduría de Spinoza. El sabio de Spinoza es el que domina sus pasiones y. por tanto, aparte de razón ha de tener un carácter fuerte. Maquiavelo y Spinoza, de todas maneras, contra el supuesto elogio de la multitud o pueblo, que no puede pensarse que actúen de manera racional, Esto nos lleva a que para los dos pensadores las leyes están por encima del derecho natural, ya que las primeras expresan una manera racional de articular las potencias y las segundas van hacia el conflicto. Otra cosa es que tanto Maquiavelo como Spinoza reconocen la realidad inevitable del conflicto y que hay que tratarlo, aunque planteen que por la vía de las leyes y de las instituciones. El derecho natural es poder confrontado al poder de los otros. Es desigual y, en este sentido los hombres no nacen iguales. Nacen con la libertad natural que les da su potencia. Una vez establecida la sociedad civil las leyes ( el Estado) es poder y ha de ser superior a los otros poderes. En este sentido el poder constituido de la ley ha de ser superior al poder de la multitud, poder constituyente. Lo cual no quiere decir que se pueda modificar el poder constituido, pero siempre desde lo que permite la institución. La libertad del hombre racional le hace seguir las leyes cuando responde a lo que hoy llamamos un estado de derecho.
En el "Tratado político" Spinoza se refiere dos veces a Maquiavelo. La primera para afirmar que, en contra de lo que a veces se afirma, Maquiavelo defiende la libertad popular, lo cual le hace un precursor de esta república democrática que defiende Spinoza. La segunda, justamente, para señalar que a veces es necesaria la intervención de un gobernante sabio para poner orden cuando los conflictos internos están a punto de destruirlo. De todas maneras parecen contradictorias porque aquí parece defender un gobierno aristocrático. No hay que olvidar que aunque Spinoza habla y valora cada una de las tres formas de gobierno ( monarquía, aristocracia, democracia ) contempla siempre una tendencia democratizadora como al verdad de la política.
Mi conclusión es, en primer lugar, que hay que situar a Maquiavelo y a Spinoza dentro de un realismo político, efectivamente, pero que en él hay que incluir a Hobbes y no, por ejemplo, a Locke y a Rousseau, con lo cual el contractualismo/ no contractualismo no sería lo importante. Locke no puede situarse dentro de esta tendencia de realismo político porque es iusnaturalista y considera que hay unos derechos naturales instituidos por Dios que las leyes deben reconocer. Rousseau tampoco por su concepto ficticio de voluntad general del cuerpo político. Concepto ficticio que parte la negación del conflicto, las pasiones y la imposibilidad de armonía en el cuerpo político. La segunda que Spinoza es un defensor de la república democrática que antes no habían defendido plenamente ni Maquiavelo ni Hobbes. Pero que esta república democrática se concreta hoy en la democracia liberal más que en supuestas democracias radicales que nadie sabe a ciencia cierta lo que son.
En todo caso me parece un ejercicio fundamental volver a estos clásicos, tanto a Maquiavelo como a Spinoza. Aquí me gustaría recordar a otro teórico político fundamental de la modernidad, Claude Lefort, al que también situaría en esto que he llamado el realismo, que no quiere decir conformismo, político y que tambiénreivindica de una manera muy interesante a Maquiavelo.