Escrito por Luis Roca Jusmet
Entendemos por epistemología la parte de la filosofía que trata sobre los problemas relacionados con el conocimiento humano. Tiene una estrecha relación con la ontología, que trata de lo que son que son las cosas. Yo creo que en estos momentos los problemas se puede plantear en torno a cuatro cuestiones.
La primera cuestión es sobre la existencia de una realidad externa a nuestra mente. Se trata de saber si podemos afirmar que el mundo y, en parte, nosotros mismos, no somos una realidad virtual. Los que apuntaron esta problemática, y lo hicieron al comienzo de la modernidad desde diferentes perspectivas fueron Descartes y Berkeley.
Nuestro cuerpo, el mundo físico, los otros y la mente de los otros podrían ser creaciones virtuales de nuestra mente, ya que la experiencia del supuesto mundo, de nosotros mismos como entidad física corporal o de nuestro propio pasado es una experiencia mental que podría ser creadora de esta ilusión de realidad. Se llama solipsismo a esta postura filosófica que considera como única evidencia la realidad mental del sujeto que piensa
La segunda cuestión, una vez descartada la hipótesis solipsista, parte de que hay un mundo real, del que nosotros y nuestra mente forma parte. Se trata de saber cuales son las posibilidades y limitaciones de nuestro conocimiento del mundo. Llamaremos escepticismo a la consideración de que no podemos saber nada con certeza, y realismo a los que consideran que sí. El escepticismo existe desde el helenismo con Pirrón.
La tercera cuestión viene del realismo y nos conduce a otra problemática que es la de saber si lo que conocemos, la verdad objetiva, es un reflejo de la realidad en sí o solo de una perspectiva humana que nunca sabremos si coincide o no con la anterior. Esta problemática fue formulada por Kant, que afirmaba que lo que conocemos es en la dimensión humana, lo que llamaba el fenómeno, y que el noumeno o realidad en sí, es inaccesible.
La última cuestión tiene que ver con la universalidad o relativismo del conocimiento. Se trata de argumentar si es posible justificar una forma universal de verdad, que podría ser la ciencia, o hemos de considerar que somos prisioneros siempre de nuestra cultura. esto lo apuntó Nietzsche al considerar que todo conocimiento es un relato, una ficción construida desde unas categorías lingüístico-culturales ligados a unos valores y relaciones de poder.
Personalmente soy partidario del realismo crítico kantiano, aunque modelado por algunas aportaciones posteriores que marcan los condicionamentos lingüísticos y culturales, aunque sin llegar al relativismo nietzscheano.