Escrito por Luis Roca Jusmet
La teoría de la verdad de Nietzsche está expuesta en primer lugar en un texto juvenil póstumo, escrito en 1873 que es "Verdad y mentira en sentido extramoral". NIetzsche, nacido en 1844, tenía veintinueve años.
Para Nietzsche la voluntad de verdad, entronizada por Platón, es un producto de la soberbia humana, pero también de la voluntad de negación de la vida, de querer reducirla a un ideal abstracto.
La verdad, idea provocada por la vanidad humana, es imposible, dice Nietzsche. Lo es por los múltiples filtros que la distorsionan. El primer filtro es biológico. La percepción humana y las imágenes cerebrales a que conducen son la distorsión común de todos los miembros de nuestra especie. No es lo mismo la percepción de un humano que la de una mosca. ¿ Porqué tendría que ser más veraz la nuestra ?.
El segundo filtro es mental. Es la conceptualización como operación básica de la mente humana. Conceptualizar es igualar lo que es desigual. El mundo está formado por realidades singulares interconectadas entre sí. Conceptualizar es, además petrificar una realidad que es un proceso, que es dinámica.
El tercer filtro es cultural. Cada sociedad crea una lengua que clasifica conceptualmente de diferente manera.
La verdad de cada sociedad es lo que imponen los que tienen poder para hacerlo. La verdad es, por tanto, una relación de poder. Cuando la astucia de los resentidos domina entonces se impone una verdad negadora de la vida, como ocurrió con los siglos de dominio del cristianismo y como sucede después con el nihilismo. La verdad social es la producida por los que tienen el poder de hacerlo. Aquí está clara la influencia de Nietzsche sobre Michel Foucault, que vincula los campos del saber con las relaciones de poder.
En la segunda intempestiva, publicado un año más tarde, en 1874, aparece el término perspectivismo.
En sus escritos posteriores aparecerá el método genealógico, que para Nietzsche siempre es interpretativo. La ciencia, por ejemplo, es una manera abstracta y cuantitaiva de interpretar la realidad. No hay conocimiento objetivo. Todo saber es hermenéutico.
Hay , para Nietzsche, discursos mejores y peores pero el criterio no es desde el valor de la verdad sino desde el valor de la vida. Porque la verdad es siempre, para Nietzsche, una ficción. Hay que señalar, de todas maneras, que hay una cierta ambigüedad, ya que a veces habla de la verdad que cada cual puede soportar. Esta expresión significa que la verdad tiene que ver con alguna realidad que nos interpela.
Hans Vahinger, teórico de la verdad como convención, reivindicará a Nietzsche como su inspirador. La influencia de Nietzsche sobre Michel Foucault, como ya he señalado, es muy relevante.