Escrito por Luis Roca Jusmet
Paul Veyne ( Aix-Provence, 1930 ) es un arqueólogo y reconocido historiador de la Roma antigua que mantuvo amistad y un fecundo intercambio intelctual con Michel Foucault. Marbot ediciones tradujo el año 2009 este libro, publicado en el original francés en 1993.
El libro es, ciertamente, muy interesante. En primer lugar porque habla alguién que conoce muy bien el contexto y los textos de Séneca. En segundo lugar por el profundo realismo de Veyne, con una actitud crítica myt respetuosa con los hechos y poco dado a las idealizaciones. El historiador nos proporciona un retrato humano, humano, de Séneca. Veyne desmitifica la imagen de los estoicos ( entre ellos Séneca) como individuos que son capaces de llevar a cabo de manera radical su ideal de sabio.Veyne es un escéptico y no se lo cree, aunque tampoco considera que lo hagan los epicureos, los cínicos o los budistas ( por referirse a otra tradición). Lo cual no quiere decir que no entienda la filosofía de la época en el sentido de Pierre Hadot, como sectas ( en el sentido de escuela ) que defendían un estilo de vida a partir de unos determinados principios. En el largo prólogo, con el sugerente título de "Séneca hasta su decepción ( años 1 al 63 de nuestra era) seguimos la trayectoria humana, filosófica y política de nuestro personaje.
El grueso del libro lo ocupa el capítulo titulado "Séneca y el estoicismo" . Hay aquí u tratamiento crítico de los principios del estoicismo y de la manera como Séneca los entendió y aplicó, no sin contradicciones, a su vida. La felicidad, la naturaleza, el tiempo, la sabiduría, el bien. El tratamiento que hace Paul Veyne es muy singular y es imprescindible para todo aquel que esté interesado en el estoicismo, en Séneca y en su actualidad. Por supuesto lo es también para los que, como yo, queremos profundizar en la relación entre Michel Foucault el estoicismo. Muchas de las valoraciones que hace son, ciertamente, discutibles, pero son obra de un pensador lúcido y de una amplísima cultura, que sabe de lo que habla. Su estilo, por otra parte, combina la claridad con el rigor, lo cual es siempre una virtud.El epílogo entra a fondo en el análisis de los últimos años de Séneca, del 63 al 65, de su suicidio estoico y de la elaboración de su testamento filosófico : Las cartas a Lucilo.El libro tiene el valor de desmentir muchos tópicos, de cuestionar anacronismos de todo tipo, y aún así atreverse a comparar conceptualizaciones y contextos de la Roma de Séneca con nuestro tiempo. Hay también una reflexión profunda sobre la "política real" en que se mueve Séneca y su relación con Nerón, tema espinoso por el que Veyne no pasa de puntillas. Hay asimismo una amplia bibliografía y una cronología que va bien para orientarse. Un texto, en definitiva, muy útil.