Escrito por Luis Roca Jusmet
El capitalismo es, como sabemos, una economía-mundo que se sostiene en Estados-nación. También sabemos, desde Marx, la importancia que juega la ideología en su mantenimiento.Pero hay un elemento importante, que sin duda tiene que ver con la ideología, que es el deseo. Fréderic Lordon en su libro "Capitalismo, deseo y servidumbre" lo aborda desde un análisis que se basa en Marx y en Spinoza.
Voy a abordar en este texto este aspecto del deseo desde una lectura directa de la teoría de las pasiones de Spinoza. Seguramente en esta sociedad tardocapitalista que vivimos hay tres ideas-pasiones que mueven principalmente a los individuos que viven en ellas : la codicia, la vanidad y la lujuria. No representan nada nuevo, ya que la antigua teoria de los pecados capitales la contemplaba y antes de ella los análisis clásicos sobre las pasiones. Podemos volver a Spinoza, más tardío que estas tradiciones y precisamente contemporáneo del capitalismo naciente.
En el "Tratado de la reforma del entendimiento" analiza, en su introducción, que lo que los hombres analizan como el sumo bien se reduce a las riquezas ( codicia), honor ( vanidad ) y placer ( específica que básicamente el sexual, o sea la lujuria). Spinoza dice que son bienes efímeros e ilusorios, ya que dependen de cosas externas ) nos esclavizan a ellas) y no proporcionan felicidad. Pero Spinoza no es un estoico que plantee eliminar los deseos. De manera moderada son aceptables : a todos nos gusta un mínimo reconocimiento, necesitamos el dinero y no tenemos porque renunciar al placer.
Posteriormente volverá a abordarlos en la "Ética" y se referirá a ellos, en la parte tercera ( "Del origen y naturaleza de los afectos") como deseos inmoderados. Los deseos inmoderados son pasiones irracionales porque están producidos por ideas confusas que nos esclavizan. Lo cual nos lleva a la cuarta parte ( " De la servidumbre o la fuerza de los afectos") que explican como nos atrapan y nos conducen a la impotencia, a la falta de libertad interna.
Es decir que la crítica no estaría en que estos deseos son malos sino que son malos porque nos esclavizan, nos confunde y nos lleva a la impotencia.La maldad, para Spinoza, es relativa. Malo es lo impide que vivamos libres y felices, que nos encadena y nos hace infelices. Lo que nos propone Spinoza no es un ascetismo sino una vida libre y alegre en una sociedad que la facilite.
¿ Era Spinoza un liberal ? En todo caso la propuesta ético-política de Spinoza no es, desde luego, la que nos propone el capitalismo y el neoliberalismo. Spinoza puede ser un liberal, pero en todo caso un liberal republicano que nada tiene que ver con el neoliberalismo tal como lo entendemos hoy.
¿ Era Spinoza anticapitalista ? depende de lo que entendamos por capitalismo. Si entendemos la lógica del beneficio sin límites, la potenciación de los deseos inmoderados antes señalados, la existencia de un Estado que garantiza los intereses del Gran Capital, entonces Spinoza era anticapitalista. Si entendemos una economía de mercado regulada por un Estado capaz de garantizar de manera racional los derechos básicos de los ciudadanos, entonces Spinoza no tenía nada contra el capitalismo. En todo caso lo que sí era Spinoza era antitotalitario y antiautoritario.