Escrito por Luis Roca Jusmet
A Michel Foucault, como todos sabemos, le fascinó la revolución iraní. Básicamente por ser una sublevación contra una dictadura en la que los participantes estaban dispuestos a jugarse la vida. También por la energía desplegada, que llamó "espiritualidad política". Después del primer entusiasmo Foucault quedó decepcionado por los resultados. Pero toda la reflexión en torno al concepto de "sublevación" que elaboró a raíz de estos acontecimientos formó parte de su caja de herramientas teórica. No asumió, en cambio, el concepto de "espiritualidad política" como propio, como manifestó en más de una ocasión. Dijo que con el calvinismo ya sabíamos, por vía negativa, donde conducía la "espiritualidad política". La cuestión es que a Michel Foucault se le ha vinculado al Islam. Christian Jambet publica un artículo al respecto en el libro que recogerá las intervenciones del Encuentro que tuvo lugar en París en 1988 como homenaje a Michel Foucault. Jambet es un filósofo experto en islamismo iraní, discípulo de Henri Corbin. A quién le diviertan las casualidades le diremos que Corbin es 23 años mayor que Foucault (nació en 1903) y Jambet 23 años más joven ( nació en 1949), Comparten con Foucault una atmósfera intelectual del entorno anterior y posterior ( Foucault pertenece a la generación intermedia). Henri Corbin fue en su juventud traductor de Heidegger ( una de las inlfuencias filosóficas de Foucault) y formaba parte, con Lacan ( cuya relación con Foucault también fue importante ) los cursos de Kojève sobre Hegel. Jambet, por su parte, estuvo influenciado también por Lacan y Althusser (que tuvo una influencia directa sobre Foucault) y formó parte de la dirección del grupo maoísta “Gauche proletarienne”, que a principios de los setenta compartió algunas batallas con Foucault). Christian Jambet escribe un sugerente artículo que conduce a una conclusión errónea. La argumentación de Jambet se basa en un paralelismo entre Foucault y Corbin, entre la espiritualidad que defiende en el primero en su última época y la espiritualidad del islamismo iraní que defiende el segundo. En primer lugar los vincula por la crítica que ambos supuestamente sostienen a lo que Jambet llama "naturalismo" y también a lo que llama "historicismo" (que en realidad es el marxismo). Contra "el naturalismo" los dos mantienen, argumenta Jambet, la historicidad de las construcciones y problematizaciones humanas (religión, espiritualidad, sexualidad). Y contra "el historicismo" el carácter autónomo de dichas problemáticas, que no podemos entender como una simple superestructura de una estructura económica.
También considera Jambet que Foucault y Corbin comparten la propuesta de construirse como un sujeto ético autónomo. Y que lo hace mientras se constituye como objeto de prácticas discursivas y no discursivas. Lo anterior es una analogía posible pero estoy en radical desacuerdo cuando busca en el trabajo de construcción del sujeto ético un paralelismo con el aristotelismo, que es la base filosófica del islamismo iraní. En este proceso la materia sería el individuo y la forma este trabajo de construcción del sujeto. Mucho menos podemos seguirle , me parece, cuando busca afinidad entre el trabajo ascético de las escuelas helenísticas y romanas que reivindica Foucault y el de la espiritualidad del sufismo ligado a la espiritualidad iraní. Entre otras cosas porque, como Michel Foucault deja muy claro en múltiples ocasiones, el sujeto ético para él se construye, no se descubre. Hablar del descubrimiento de un yo superior , como hace el sufismo,
conduce al animismo. Foucault nunca puede relacionarse con el animismo, sea cristiano o sufí.
Foucault no fue nunca un espiritualista. Cierto que, inlfuenciado por Pierre Hadot, defiende en el curso "La herménutica del sujeto", "la espiritualidad de la filosofía" o incluso de la filosofía como "ejercicio espiritual". Pero lo hace utilizando este término para referirise al poder transformador de la filosofía. Es decir de una espiritualidad que surge de la materia, no que es independiente de ella,
Foucault se interesó por el islamismo, como del budismo zen e incluso el cristianismo primitivo. Pero, mal que les pese a algunos, no tuvo nada que ver con el Islam. Lo que nunca hizo, por otra parte, fue criminalizarlo ni despreciarlo. Siempre lo respetó.