"En la literatura femenina, los ejemplos de confrontación contra los hombres son rarísimos. censurados. Yo pertenezco a ese sexo que ni siquiera tiene derecho a tomárselo mal. Colette, Duras, Beauvoir, Sagan, toda una historia de escritoras que juegan a mantener un perfil bajo, a dar la razón a los hombres, a disculparse por escribir repitiendo cuánto les aman, les respetan, les adoran y que, sobre todo, no quieren -pese a lo que escriben- echarlo todo por la borda. Todas sabemos que, en caso contrario, la manada se ocupará cuidadosamente de darnos nuestro merecido."
Virginie Despentes: Teoría King Kong, p 114.