Dese el placer de dedicar unas cuantas tardes a la metafísica; pero no lo haga con un libro cualquiera, de esos que ni el mismísimo autor pareciera entender. Avisado queda: el mundo de la metafísica está plagado de pedantes, arrogantes, sofistas y falsarios; no se convierta en su víctima, no alimente al troll. Escoja bien. […]