La migra lo detuvo en la calle en un control rutinario. No tiene papeles así que lo ingresaron en la prisión estatal, donde sigue rodeado de pederastas, asesinos y gentes de similar ralea. Elegante donde los haya, trabajador incansable y extraordinariamente preocupado por la educación de sus hijos —uno de ellos es alumno mío— sufre …
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