Cada uno es nihilista como puede y aquí, en el Mediterráneo, el nihilismo es un género literario. En la Viena de Isabel de Baviera, el nihilismo era el nombre del caballo de la Emperatriz. Cuando se cansaba de leer a Schopenhauer, Sissi o montaba en Nihilismus o se iba con su anorexia a Corfú. Se dice que cuando, el 10 de septiembre de 1898, Luigi Lucheni le clavó el estilete que la llevaría a la muerte, frente al Beau Rivage de Ginebra, ella le preguntó, a la búsqueda de sentido: "¿Por qué me matas si soy de los vuestros?". Lucheni fue condenado a cadena perpetua, aunque él reclamó insistentemente la guillotina. Como protesta, se colgó en su celda con su cinturón.
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