"Los vecinos de la víctima aseguran que están sorprendidos por lo sucedido. No se esperaban un hecho de esa naturaleza. Es más, aseguran que tanto la mujer centenaria como su hija son encantadoras y que también lo es el hombre arrestado".
Realmente todo sería más fácil si nuestro cuerpo enviara señales de maldad al vecindario desde semanas antes de que cometamos un delito. Para la policía todo sería mas cómodo, los índices de criminalidad se desplomarían y los vecinos dejarían de escandalizarse.