"Ha sido muy gracioso por la tarde que iba por la calle y ha comenzado a llover. Como llevaba la capa parva sobre la sotana me he puesto la capucha. Esta capa pequeña (no un mantello) me la hicieron las monjas para Roma por si llovía. Entonces me he cruzado con un grupo de jóvenes con chupas de cuero y aspecto de rockeros, y uno de ellos me ha dicho con toda sinceridad:
- Qué sepas que tu rollo me mola muchísimo.
Lo ha dicho con tal convicción que me he acordado de todos aquellos curas setenteros que siempre siguen repitiendo el viejo estribillo de que estas cosas no conectan con los jóvenes".
Del blog del Padre Fortea