En una conferencia impartida en el destierro y titulada La revancha del individuo, don Fernando de los Ríos recordaba una conversación que tuvo en Rusia con Bujarin. Éste justificaba la necesidad de la dictadura del proletariado y de su deriva espontánea, el terror, con estas palabras: “El terror debe ser tan grande y tan extenso en el tiempo cuanto mayor y cuanto más tiempo perdure la oposición”. A lo que don Fernando preguntó: “¿Qué es la oposición?”. “Toda disidencia publica”, le contestó Bujarin. Don Fernando vaticinó: “Bujarin, ojalá me equivoque, pero lo veo a usted víctima de su propia tesis.”
En marzo de 1938 Bujarin fue procesado. El 13 de este mismo mes fue condenado a muerte. Fue ajusticiado al día siguiente.