Un profesor de cello que quería poner a prueba las habilidades musicales de una alumna recomendada, le pidió a ésta que interpretase la pieza que le viniera en gusto. La muchacha se decidió por "El Cisne", de Saint-Saens. Cuando terminó su interpretación le preguntó al profesor qué le había parecido. El profesor, con voz triste, contestó con un lamento: "¡Pobre animalito!"