I Me ha sorprendido la amplia cogida del artículo de El Mundo sobre el conservadurismo. Creo que el tono poco habitual de la poco habitual defensa de las ideas conservadoras, ha ayudado. Pero es que el tono, a mi parecer, debiera ser una característica conservadora. No hace falta mucho esfuerzo. Basta con negarse a secundar las groserías con las que recibimos y enjuiciamos las noticias hodiernas. Sin duda los medios no renunciarán al titular hiperbólico, al comentario sarcástico y, sobre todo, a la propaganda. Su papel es congregar al máximo número de lectores en torno a una noticia patra vendérselos posteriormente a un anunciante. Los medios de comunicación son medios de publicidad masiva. No soy tan ingenuo como para pensar que las cosas pudieran ser de otra manera. El terreno de la acción política no es el de la verdad, sino el del simulacro. Precisamente por eso es importante el estilo.
II "Estilo" proviene de "estilete", el punzón que los alumnos de las escuelas antiguas utilizaban para grabar sus textos en sus pizarras de cera. El estilo es, pues, en primer lugar, la caligrafía. Y, en segundo lugar… en segundo lugar el estilete puede ser un arma blanca. De esta forma la usaron los alumnos de San Casiano de Imola. Por negarse a sacrificar a los dioses paganos, los jueces romanos condenaron al maestro Casiano a morir en manos de sus alumnos, que se brindaron entusiastas a hacer de verdugos. Lo desnudaron y le desgarraron el cuerpo con sus estiletes. Alguno hubo que recurrió a la ignominia y escribió distintas frases sobre la piel de su maestro, pidiéndole que lo corrigiera si lo hacían mal.
III
El estilo como pasarela del oprobio. Este es un ejercicio paradójico muy propio de humanos.
IV
Yo crecí en una cultura repleta de santos y héroes. De más santos que héroes, porque no había día que no actualizara el martirologio y soñaba con lo valiente que sería en el trascendental momento en que un poderoso déspota pagano me exigiera sacrificar a sus dioses. Hoy sé que vendería mi alma al diablo para que acorte las ligeras molestias que produce, una vez al año, la higienista empeñada en cuidar de mi boca.Toco ayer,.
V
¿Quién sabe si seremos juzgados finalmente por nuestro estilo?
- ¿Cuál fue su estilo? -nos preguntarán en el día del Juicio final.
Si me hicieran la pregunta en este momento podría contestar algo de este tipo:
- Fui una persona mala que apenas tuvo posibilidades de ser malo de verdad y que cuando tuvo alguna, le dio pereza.