Encuentro en el más que interesante libro que ha escrito Jonathan Haidt con Greg Lukianoff, La transformación de la mente moderna (título de claras resonancias bloomianas), un fragmento del discurso que en junio de 2017, John Roberts, presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, pronunció en la ceremonia de graduación de la escuela de secundaria de su hijo. Lo traigo hasta aquí porque es un magnífico ejemplo de resistencia contra el papanatismo de cierta educación emocional:
“Espero que, de vez en cuando, en los próximos años, os traten injustamente, para que así lleguéis a conocer el valor de la justicia. Espero que sufráis la traición, porque eso os enseñará la importancia de la lealtad. Lamento decirlo, pero espero que os sintáis solos de vez en cuando, para que no deis por seguros a vuestros amigos. De nuevo, os deseo mala suerte de vez en cuando, porque así seréis conscientes del papel que desempeña el azar en la vida y que el fracaso de los demás tampoco es completamente merecido. Y cuando perdáis, como os ocurrirá en algunas ocasiones, que de tanto en tanto vuestro adversario se regodee en vuestro fracaso. Es una forma de que entendáis la importancia de la deportividad. Espero que os ignoren, para que sepáis qué importante es escuchar a los demás, y espero que sufráis el suficiente dolor para aprender a ser compasivos. Desee o no estas cosas, van a ocurrir. Y que saquéis provecho de ellas dependerá de vuestra capacidad de ver un mensaje en vuestras desgracias.”