“—Dirijámonos desde luego a esas cosas de que hablamos antes (…), la igualdad, la belleza, la bondad y todas las existencias esenciales, ¿experimentan a veces algún cambio, por pequeño que sea, o cada una de ellas, siendo pura y simple, subsiste siempre la misma en sí, sin experimentar nunca la menor alteración, ni la menor mudanza?—Es necesariamente preciso que ellas subsistan siempre las mismas sin mudar jamás.—Y todas las demás cosas, repuso Sócrates, hombres, caballos, trajes, muebles y tantas otras de la misma naturaleza, ¿quedan siempre las mismas, o son enteramente opuestas a las primeras, en cuanto no subsisten siempre en el mismo estado, ni con relación a sí mismas, ni con relación a los demás?—No subsisten nunca las mismas, respondió Cebes.—Ahora bien; estas cosas tú las puedes ver, tocar, percibir por cualquier sentido; mientras que las primeras, que son siempre las mismas, no pueden ser comprendidas sino por el pensamiento, porque son inmateriales y no se las ve jamás.—Todo eso es verdad; dijo Cebes.—¿Quieres, continuó Sócrates, que reconozcamos dos clases de cosas?—Con mucho gusto, dijo Cebes.—¿Las unas visibles y las otras inmateriales? ¿Estas, siempre las mismas; aquellas, en un continuo cambio?—Me parece bien, dijo Cebes”.Platón, Fedón.En este texto el autor reflexiona sobre la realidad y sus tipos.
- Exponer las ideas fundamentales del texto y la relación que hay entre ellas.
3) Las cosas mudables y cambiantes son perceptibles por cualquiera de nuestros sentidos, mientras que las existencias ideales, inmutables e idénticas, no pueden serlo, sino que son captadas por nuestra capacidad de argumentar y razonar. “Ahora bien, estas cosas tú las puedes ver, tocar, percibir por cualquier sentido; mientras que las primeras, que son siempre las mismas, no pueden ser comprendidas sino por el pensamiento”.
4) Cabe distinguir dos tipos de realidades. Por una parte tenemos aquellas perceptibles por los sentidos y sometidas a cambios y movimientos. Por otra parte tenemos a aquellas que son imperceptibles, inmateriales y sólo comprensibles por el pensamiento.”¿Quieres, continuó Sócrates, que reconozcamos dos clases de cosas? (…) ¿Las unas visibles y las otras inmateriales? ¿Estas, siempre las mismas; aquellas, en un continuo cambio?”.
La relación que hay entre estas ideas es la siguiente. Las tres primeras ideas, que describen distintas realidades y sus propiedades, son premisas que llevan a afirmar una conclusión acerca de los tipos de realidad. Al advertir que hay realidades esenciales no sometidas al cambio y realidades sensibles en continuo movimiento (ideas 1,2 y 3) podemos concluir la existencia general de dos tipos de cosas, las visibles y las invisibles (idea 4).