Son tres banderas muy especiales.
Una es la bandera gitana:
Esta bandera fue establecida por primera vez durante el Primer Congreso Gitano celebrado en Londresen 1971. Se divide en dos franjas horizontales, azul y verde, con una rueda roja en el centro. La parte superior, azul, simboliza el cielo, que es el techo del hogar del pueblo romaní. La inferior, de color verde, simboliza el suelo, el mundo por el que transitan. La rueda expresa los deseos de libertad de circulación más allá de las fronteras establecidas.
Otra es la wipala:
Esta bandera es cuadrangular, de siete colores, utilizada por algunas etnias de la cordillera de los Andes. La variante más extendida es la usada en la actualidad como símbolo del pueblo aimara. Fue reconocida como símbolo del Estado Boliviano por la Constitución de 2008.
Otra más es la bandera de Viriato, adoptada por Zamora:
Cuenta la leyenda que Viriato, en su lucha contra los romanos, gana una batalla y el cónsul al frente de las tropas le entrega una banda roja. Viriato decide atarla a su lanza y hace lo mismo hasta ocho veces en las que vence a los ejércitos romanos. La bandera queda así: un palo o lanza con ocho cintas rojas separadas, a tiras sueltas.
¿Por qué son tan especiales? Porque quiebran identidades, se abren al horizonte y expresan diversidad. Son banderas por las que no hay que morir, pero por las que merece la pena vivir.