Salvador Pániker |
A pesar de mi avanzada edad, que haría suponer que me paso el día pensando en la muerte, la verdad es que apenas pienso en ella. Un jesuita, Anthony de Mello, decía que un síntoma de que una persona está realizada es que le trae sin cuidado lo que vaya a ser de él después de muerto. La muerte es más una preocupación de jóvenes que de viejos. El joven puede temerla, el viejo ya ha dicho todo lo que tenía que decir. Lo que me interesa es deshacerme del ego. Hay que dedicar la primera parte de la vida a crearte un ego fuerte o te come el vecino, pero la segunda parte es para deshacerse del ego, porque sino la muerte es un asunto insoluble. Al deshacerme del ego, me reaparece lo trascendente y con ello la muerte se esfuma.
Yo procuro no pensar en la muerte, pero está ahí. En ese momento, mi parte oriental me ayuda a desdramatizar el asunto. La postura de Occidente respecto a la muerte es un poco histérica y yo creo haberla superado. Y si las cosas van muy mal, espero tener el recurso de la eutanasia. Esto siempre tranquiliza.
Francesc Arroyo, "La muerte solo preocupa a los jóvenes" (Salvador Pániker), El País, 07/12/2013 [cultura.elpais.com]