: … para contrarrestar aquella lectura marcadamente teoreticista (…) de los textos de Platón, puede ser interesante asomarse al modo como plantea este mismo asunto Aristóteles, quien por su parte también distingue dos formas de actividad –formas cuyas tentaciones de interpretación en términos de “saber teórico” están más neutralizadas, pues al texto en el que Aristóteles lleva a cabo esta distinción acostumbramos a llamarle Ethica-, la poiêsis (producción) y la práxis (acción). Mas, a pesar de la ligera variación nominal, el argumento de Aristótelesnos recuerda poderosamente al de Platón: la acción, que también para el Estagirita es la forma superior de actividad, se caracteriza por tener en sí misma su propio fin, es decir, por no servir de instrumento o de medio a nada diferente de ella misma, mientras que la producción tiene siempre un fin situado fuera de ella, su producto. (…) Y esto podemos decirlo ahora en los términos de que la acción no puede desembocar en producto precisamente por ser libre, no subordinada o no instrumental. Si a las acciones libres se les asignase un producto –ya fuera éste el de servir como moneda que podría hacerse valer en el juicio final para alcanzar la felicidad eterna tras la muerte, ya fuera (como sugirió en cierta ocasión un ex ministro español) el de poder canjearse por puntos que acreditarían la virtud ciudadana en una ranking de la vida pública-, entonces las acciones mismas se convertirían en “producciones” que, en cuanto tales, sólo podrían valorarse a la luz del “producto” resultante como saldo. (pàg. 102)
José Luis Pardo, Eso no es música, Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores, Barna 2007