No quiero que se me entienda que cuando los sentimientos tienen una acción positiva tomen la decisión por nosotros; o que no seamos seres racionales. Sólo sugiero que determinados aspectos del proceso de la emoción y del sentimiento son indispensables para la racionalidad.
Intente imaginar no sentir placer cuando contempla un cuadro que le guata o cuando oye una pieza de su música favorita. Inténtese imaginar desposeído para siempre de esta posibilidad, pero consciente del contenido visual o musical, y también consciente de que antaño le había producido placer. Podíamos resumir la situación de este ser humano diciendo que sabe pero no siente. (56)
Antonio R. Damasio, El error de Descartes, Crítica, Barna 2001