El universo está lleno de fuentes de ondas de radio y de microondas. Los electrones que viajan en el seno de los campos magnéticos en estrellas y galaxias, las moléculas que rotan y vibran en las grandes nubes del medio interestelar, los átomos que pasan de un estado energético a otro, son importantes fuentes de emisión que nos ofrecen una información preciosa sobre el cosmos, información que en muchos casos no puede ser obtenida mediante ningún otro tipo de observaciones. Por ejemplo, el descubrimiento accidental del fondo cósmico de microondas, realizado en 1964, es uno de los pilares más sólidos de la teoría del Big Bang. Los proyectos de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI por sus siglas en inglés) también están basados fundamentalmente en el análisis de las señales provenientes del espacio captadas por los radiotelescopios.
Rafael Bachiller, La Tierra aislada, el mundo.es 17/05/2017
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