Que la misoginia, el racismo o las conspiraciones son un fenómeno previo a internet y con causas ajenas al mismo no significa que sus mensajes destructores no hayan encontrado un gran aliado en la cultura de internet. Mientras que la izquierda parece necesitar de análisis, contexto y una cierta estructura de pensamiento previa para la construcción de discurso a la ultraderecha le vienen bien lo fraccionado, la ambigüedad de significantes y la velocidad de información que apenas deja tiempo para detenerse en nada. La razón es sencilla, mientras que la izquierda juega siempre de inicio fuera del sentido común dominante a los ultras tan sólo les hace falta exagerarlo. Así es mucho más sencillo que llegue a tu grupo de Whatsapp familiar un meme con una imagen falsa sobre una niña católica molida a palos por unos moros en Albacete -la niña había sufrido un accidente de bicicleta y era nórdica- que explicar en ese mismo grupo el papel de la OTAN en la desestabilización de los países de Oriente Medio.
Por otro lado, los propios códigos estéticos de la cultura de internet hacen sencilla la participación de cualquiera. No es tan sólo la distribución de contenidos, sino que la baja calidad de los mismos provoca que sea mucho más sencillo construir un gif antisemita o machista que escribir un ensayo o rodar una película de contenido reaccionario. La vulgarización internetera, celebrada a menudo como el fin del elitismo de los profesionales de la cultura, ha abierto las puertas a la difusión del odio entre los jóvenes, sobre todo cuando estos abjuran cada vez más de libros, discos y películas en favor de los contenidos de digestión rápida de la red. Además, el sistema de estatus, fácilmente medible en las redes, dota de una legitimidad nueva a los mensajes, no por la trayectoria y fiabilidad intelectual de quien los emite, sino por su número de seguidores. Trágico final para los tecno-utopistas, que esperaban una revolución pacífica y liberal del conocimiento y se han encontrado con la Rana Pepe enseñando a odiar de forma simpática.
Daniel Bernabé,
Fascismo gif. Cómo la ultraderecha se apropió de la cultura de internet, lamarea.com 24/05/2017
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