... cuanto más áspero, ingrato e inquietante es el presente, tanto más se proyecta esa inquietud en infiernos futuristas donde se concretan los miedos, las predicciones de catástrofe. Con los escombros de las utopías anteriores, el chasqueado siglo XXI construye cárceles distópicas, ergástulas del pesimismo cuando se ha dejado de creer en la perfectibilidad del hombre.
Eugenio Fuentes,
Distopías, El País 26/05/2017
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