Estudios recientes muestran los efectos limitados de la verificación. Por ejemplo, es inusual que las correcciones modifiquen percepciones incorrectas sostenidas por determinados grupos ideológicos con fuertes creencias sobre diferentes temas políticos. Las percepciones incorrectas preexistentes están relativamente blindadas a la información que contradice. Por el contrario, hay casos de “efecto búmeran” cuando, lejos de modificar opiniones erradas, las correcciones fortalecen las creencias falsas. Somos reacios a aceptar correcciones aun cuando los datos contradicen nuestras convicciones. El principal obstáculo es el “razonamiento motivado” por convicciones partidarias, ideológicas y religiosas. Abundan percepciones incorrectas difíciles de modificar. Los ejemplos abundan: el contenido de políticas públicas, el cambio climático, los efectos de la vacunación, el impacto del matrimonio igualitario y las propuestas políticas de candidatos presidenciales.
Hay creencias resistentes a la información, especialmente si están sólidamente engarzadas con identidades individuales y colectivas: si son parte de un “cerebro ideológico” que filtra la realidad según convicciones férreas sobre el mundo. De hecho, la información puede inducir una “resistencia motivada” cuando pone en jaque convicciones y valores personales. Las falsedades son “pegajosas” si están arraigadas en sentimientos de identidad.
David Aparicio,
¿Por qué es tan difícil dejar de creer en la información falsa?, Psyciencia 28/05/2017
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