¿Por qué creemos que ya no son posibles las revoluciones? Asumimos desde el escepticismo que hay reformas que resultan revolucionarias y revoluciones que terminan en nada; las democracias representativas ventilan la pulsión crítica del ciudadano, al mismo tiempo que las vacían de contenido, y creemos vivir en una permanente e ilusoria revolución donde las incertidumbres se han apoderado de nuestros sentidos, sobrecargados ya de estímulos y falsas expectativas.
Miguel Rodríguez Andreu,
Seis revoluciones: las revoluciones de ayer y hoy, esglobal 18/10/2017
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