
El poder es la capacidad para hacer que los demás se conformen con tu voluntad. Una manera de lograrlo es la coacción externa, sea negativa (la amenaza, el castigo) o positiva (la recompensa, el chantaje). Pero este tipo de poder no es tan eficaz como parece: exige una vigilancia constante (sobre los vigilados y sobre los propios vigilantes), es caro (hay que comprar a muchos), y genera un tipo de conformidad «aparente», externa, que deja en el interior de cada súbdito a un probable disidente. Existe otra forma de poder mucho más efectiva: aquella por la que se confunde la voluntad del dominado con la del dominador. Es el poder por convicción. O por coacción interna. No precisa de vigilantes ni de medios financieros. Tampoco da lugar a rebeldías: la gente obedece porque quiere hacerlo, porque está convencida de que es lo que debe hacer. Es la expresión perfecta del poder.Víctor Bermúdez, La obediencia querida, el periodico de extremadura 31/1072018 [https:]]