Cuando se presenta un currículum, se participa en un concurso o se defiende un caso, la posición que se ocupa importa, y mucho. Al menos esta es la conclusión de diversas investigaciones que profundizan en cómo influyen los
sesgos mentales de los jueces, evaluadores o de quien tiene que tomar una decisión importante que afecta a terceros. Una de dichas investigaciones fue realizada sobre jueces en Israel y publicada en una prestigiosa revista académica. Como ocurre en estos estudios, analizaron qué grado de indulgencia tenían sus sentencias. Y curiosamente, antes de los descansos eran menos indulgentes. De hecho, como recogen textualmente los investigadores de la Universidad de Tel Aviv: “Encontramos que el porcentaje de fallos favorables cae gradualmente del 65% a casi cero dentro de cada sesión de decisión y vuelve abruptamente a 65% después de una
pausa”.
... todos tenemos sesgos inconscientes o atajos que nos ayudan a tomar decisiones rápidas. Pero dichos atajos no significan que sean necesariamente eficaces para nuestros objetivos. Podemos estar desaprovechando talento o emitiendo valoraciones poco acertadas, por no hablar de sentencias poco afortunadas. Por ello, si nuestra mente no actúa con precisión ante la presión del estrés o de la falta de referencias, necesitamos conocerlo y actuar en consecuencia. Necesitamos tener una mente descansada para ver con claridad, disponer de tiempo para reflexionar los temas importantes y contar con referencias para tener una perspectiva más realista. Solo así no caeremos en los brazos de nuestros sesgos inconscientes.
Pilar Jericó,
Cuidado con los sesgos inconscientes, pueden arruinar decisiones importantes, Laboratorio de la felicidad. El País 04/02/2019
[https:]]