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La soberanía cambia, pero la nación como comunidad cultural histórica y sentimiento colectivo, inductor de identidad y de movilización, es más fuerte que nunca. Y precisamente como reacción a la globalización. Lo que vivimos en España es el enfrentamiento de dos nacionalismos: el catalán y el español (en realidad tres, si añadimos el vasco –y tal vez mañana el gallego.) El Brexit es una reacción nacionalista. Y sobre todo Trump es un movimiento nacionalista identitario que no se va a disolver por ahora. Los globalizadores han sido nacionalizados. La democracia liberal ha colapsado porque ha perdido legitimidad en las mentes de los ciudadanos en todo el mundo. Y aunque hoy no hay alternativas –porque tienen que ir descubriéndose–, lo seguro es que las formas actuales de democracia se mantienen por inercia o represión. Poca gente se las cree. Y en último término son los humanos los que deciden cómo quieren vivir aunque cueste tiempo, sudor y lágrimas.
Alexis Rodríguez-Rata, entrevista a Manuel Castells: "Los globalizadores han sido nacionalizados. La democracia liberal ha colapsado", La Vanguardia 26/02/2018 [https:]]