El modernismo tiene sus problemas filosóficos y sus debilidades, obviamente, por lo que es lógico que fuera atacado pero hay un tema que es muy importante: la religión y la nueva concepción de Dios. La Ilustración se carga la religión tradicional. Los pensadores de la Ilustración eran deistas, el dios que conciben es un dios distante, un arquitecto que opera por medio de la leyes de la lógica y las matemáticas que describen las ecuaciones de
Newton y
Leibniz y que no acciona la maquinaria del universo. No es un dios personal que intervenga en la vida diaria de los individuos. Al desarrollarse la razón se desarrolla la ciencia y la que pierde es la fe y la creencia en lo sobrenatural. ¿Y qué pasa con los valores? Pues aparece un mundo reduccionista y mecanicista que pone en cuestión el libre albedrío, la espontaneidad y la creatividad porque todo es una consecuencia necesaria de unas causas previas y unas leyes. El individuo es un fin en sí mismo y utiliza la educación, la ciencia y la tecnología para buscar su felicidad y sus propios objetivos con lo que otros valores como la comunidad, la tradición o el deber, quedan en entredicho pudiendo conducir todo esto a una sociedad de átomos aislados y sin raíces.
Y empezamos por el pensador más importante de la Contra-Ilustración,
Kant, que para
Hicks en
Explicando el Postmodernismo es el punto de ruptura clave con la Ilustración y el primer paso hacia el postmodernismo. La primera hipótesis que
Hicks defiende en su libro es que el postmodernismo es el resultado final de la epistemología de
Kant: “El postmodernismo es la primera exposición implacable de las consecuencias de rechazar la razón, consecuencias que se dan necesariamente dada la historia de la epistemología desde
Kant”.
Puede parecer un poco raro que el filósofo que asociamos con la razón,
Kant, sea el autor del principal ataque a la razón de la historia de la filosofía.
Hicks dedica bastante espacio a este tema y lo tenemos que resumir. Básicamente, el argumento es que nuestra percepción de la realidad se debe a los órganos sensoriales y al cerebro y éstos no reflejan la realidad como es sino que de alguna manera la crean. Por lo tanto nunca se puede conocer el mundo exterior. Todo lo que experimentamos son meras representaciones que no tienen existencia propia fuera de nuestra mente. En el fondo, lo que
Kant busca es salvar a Dios. Siendo un hombre religioso necesita defender a Dios del ataque de la razón y su solución es decir que la razón y la ciencia están limitadas a ese mundo de las representaciones y dejan el verdadero mundo real (noumenal, en su terminología) sin tocar, porque es intocable. Al negar el conocimiento deja espacio para la fe ya que nadie puede decir lo que hay o no hay realmente en ese mundo exterior. En la historia de la filosofía
Kant marca un giro fundamental de la objetividad a la subjetividad como estándar. Así que el golpe de mano de
Kant es el siguiente: defiende mucho la razón y principios universales pero corta la conexión de la razón con la realidad, la razón no puede conocer la realidad, no podemos conocer nada fuera de nuestras cabezas. Y la historia del resto de la filosofía alemana es la historia de las extensiones y reacciones a
Kant.
Pablo Malo,
Explicando el Postmodernismo, Evolución y Neurociencias 12/11/2017
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