El pilar principal de la ideología
MarketWorld es la fe en las soluciones
win-win, es decir, que benefician a todos los actores involucrados, generando vencedores, pero no vencidos. Por lo tanto, ningún grupo debería oponerse a ellas, convirtiéndolas en políticamente factibles además de virtuosas. Para las elites globalistas, estas soluciones son como pepitas de un metal precioso, enterradas en una mina platónica. Existen y podemos encontrarlas, aunque solo si somos creativos, osados e innovadores. Pero la fiebre por hallar soluciones
win-win conlleva omisiones importantes. Como subraya
Giridharadas, desparecen los culpables: se señala la falta de medios, pero no al evasor; la contaminación, pero no al contaminador; la precariedad laboral, pero no al explotador. Y lo mismo ocurre con los conflictos de clase, generacionales, raciales o de género; pues ningún grupo puede mejorar su
status quo empeorando el de otro, aunque éste reciba un trato privilegiado.
Pablo Peña Corrales,
Revolucionarios de seda (o las élites que quieren salvar el mundo), esglobal.org 28/06/2019
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