El pasado y el futuro son distintos. Las causas preceden a los efectos. El dolor sigue a la herida, no la anticipa. El vaso se rompe en mil pedazos, pero los mil pedazos no vuelven a formar el vaso. No podemos cambiar el pasado; podemos tener nostalgias, remordimientos, recuerdos de felicidad. En cambio, el futuro es incertidumbre, deseo, inquietud, espacio abierto, quizá destino. Podemos vivirlo, elegirlo, porque todavía no es; todo nos es posible … El tiempo no es una línea con dos direcciones iguales: es una flecha, con extremos distintos (23)
Esto es lo que de verdad nos interesa del tiempo, más que la velocidad a la que transcurre. Este es el núcleo del tiempo. (…)
La física de los siglos XIX y XX (…) se tropezó con algo tan inesperado como desconcertante (…), que el tiempo no existe en las leyes elementales que describen los mecanismos del mundo. (23)
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Carlo Rovelli,
El orden del tiempo, Anagrama, Barcelona 2019