Escrito por Luis Roca Jusmet
Escrito por Luis Roca Jusmet
La verdad, para mí, se dice de tres maneras. Está la verdad de los procesos físicos y sociales reales, está la verdad de la realidad psíquica y está la verdad político-moral. Podríamos decir, con reservas, que una es objetiva, la otra es subjetiva y la última es intersubjetiva. La realidad objetiva existe. Pero como señaló Kant lo objetivo lo construye el sujeto. Este sujeto es el sujeto humano y lo hace a través de unas formas perceptivas y racionales humanas. Estas formas están históricamente determinadas. pero esto no debe llevarnos a un relativismo. Actualmente entendemos lo objetivo con el modelo de la ciencia. Y me parece justo. Pero hay que evitar basarse en los hechos exclusivamente, porque son realidades aisladas del conjunto. La verdad no se refiere entonces al hecho, como dice el atomismo lógico. No vamos de lo simple a lo complejo. Todo es complejo. Hay duración y hay tiempo, lo permanente y lo cambiante. Lo estructural y lo coynuntural. Esta es la perspectiva humana. Cualquier verdad es una aproximación a lo real. Ni es absoluta ni es relativa. Es una buena o una mala aproximación. Los Vedas, los sabios chinos, Heráclito, Platón, Spinoza, Schopenhauer o Heidegger plantean una verdad revelada a través de la intuición, una verdad supralinguistica. Wittgenstein, por el contrario , señala que de lo que no se puede hablar hay que callar y al mismo tiempo que los límites de nuestro mundo son los de nuestro lenguaje. Kant lo niega : la intuición intelectual no existe.
Me parece que la verdad es una propiedad del lenguaje, tal como se ha desarrollado a partir de la teoría aristotélica de la verdad como adecuación La ciencia es un discurso lingüístico cuyas proposiciones son verdaderas o falsas según métodos empíricos. Incluso el pragmatismo entraría en este registro. Una proposición es verdad si se adecua a lo real y lo comprobamos a través de la práctica.
¿ Cual es la conclusión ? Hay una verdad del lenguaje, que es la de una proposición, de un enunciado. Lo formulamos y es verdad si se corresponde con un hecho o conjunto de hechos. Pero es una verdad parcial porque separamos el hecho o conjunto de hechos del proceso global del que forman parte. Hay interpretación porque hemos de cubrir este vacío, de lo que no sabemos. En realidad una explicación no deja de ser una descripción incompleta
Jean-François Billeter, interesante filósofo y sinólogo suizo, dice que lo difícil y lo importante es describir, no explicar ni interpretar. Saber es describir los procesos reales y sus interacciones. Explicar no deja de ser una manera de describir unas determinadas relaciones.
Otra verdad es la del sujeto, que es la de su realidad psíquica. Hay una verdad subjetiva que es la del deseo y las propias fantasías. De esta verdad trata el psicoanálisis. Freud, por otra parte, abre un nuevo horizonte: el de la verdad psíquica. En el fondo también se corresponde a la teoría de la verdad como adecuación. Lo que yo digo de mí mismo o del psiquismo del otro es verdad si se corresponde con los procesos mentales que se dan en el sujeto.
Cuando Wittgenstein habla de lo místico no se refiere a la verdad, se refiere a la ética y a la estética, al sentido de nuestras acciones. Es la tercera verdad, que es también la verdad política. Badiou y Zizek por un lado y Foucault por otro han intentado establecerla contra el relativismo postmodernista ( en el que, de manera injusta y superficial) se les incluye ). Badiou y Zizek intenta rescatar la verdad política como la verdad de la víctima : la del explotado, del oprimido. Foucault lo hace a partir de la noción griega de
parresía : el coraje de decir la verdad.A esta verdad llegamos a través de lo intersubjetivo, de un pensar colectivo sobre lo mejor y lo peor, tal como nos muestra nuestra propia historia.