Escrito por Luis Roca Jusmet
La Constitución española aprobada el año 1976 hay que entenderla en el contexto en que aparece, es decir el de la transición de una dictadura a una democracia, que se da en condiciones especialmente complejas.
El franquismo duró casi 40 años y esta larga duración se explica por la combinación de métodos represivos e ideológicos. Ninguna dictadura puede aguantar, por muy feroz que sea su represión policial, si tiene toda la población en contra. El régimen, por su parte, salió de una guerra civil que duró tres años. Lo cual quiere decir que la población española estaba dividida. Aunque los militares que dieron el golpe representaban los intereses de un sector minoritario ( oligarquía financiera y terrateniente, capital industrial, jerarquía militar y eclesiástica) supo movilizar a amplios sectores populares en su apoyo. La explicación es clara : la ideología. Al ganar la guerra civil el régimen golpista inició una represión atroz y sistemática de todos los sectores que consideraban republicanos. Los hijos de los perdedores tuvieron que sobrevivir callando y se fue creando una despolitización general, un conformismo generalizado. Los defensores activos del franquismo eran tan minoritarios como los luchadores antifranquistas. Ciertamente que se fue creando un movimiento obrero en las grandes fábricas, sobre todo, junto a un movimiento estudiantil que cada vez tenía más fuerza. Esta resistencia estaba sobre todo organizada por el PCE-PSUC y CCOO. Digo sobre porque existían otras organizaciones socialistas, izquierdistas, nacionalistas periféricos y liberales progresistas que formaban parte del conglomerado antifranquista.
Cuando muere Franco, el movimiento antifranquista no tiene suficiente fuerza ni recursos como para organizar y garantizar mínimamente una victoria en la calle sobre el aparato policíaco-militar franquista. Pero las estructuras políticas del franquismo, ya bastante deterioridadas, se debilitan mucho más con la muerte de Franco. Porque Franco era el Bonaparte que unía a todos los sectores. Se había pasado de una Dictadura militar-fascista a una Dictadura militar-bonapartista. Lo cual quería decir que no había un elemento para cohesionar a las diferentes familias del franquismo mientras que el Ejército controlaba el monopolio de la violencia. La situación se complicaba por las acciones armadas de ETA y la crisis económica. Los sectores menos ideologizados y pragmáticos del franquismo ven la necesidad de una reforma política en profundidad sin calibrar exactamente cual sería su alcance, aunque la legalización del PCE-PSUC quedaba excluida claramente de entrada, así como el cuestionameinto del nacionalismo español. Poderes internacionales ( USA y Europa) presionan por una cambio político. Se imponía una negociación pero esta negociación, mal que les pesara, pasaba por el PCE-PSUC, que ya controlaba relativamente el movimiento obrero ( a través de COO) y estudiantil. Pero no hay que olvidar que el movimiento franquista todavía existente se oponía frontalmente al cambio. Y el Ejército vigilaba las líneas rojas ( no legalización del PCE-PSUC, mantener la Unidad de la Patria española). Y, por supuesto, la exigencia de no pedir reponsabilidades por los crímenes y torturas del franquismo ( que para ellos aparecían de otra manera, por supuesto).
En este contexto se elabora una Constitución en la que participó la izquierda ( PCE-PSUC, PSOE) y los nacionalistas ( CDC, PNV). Una Constitución que tuvo sus limitaciones ( mantenimiento monarquía, papel explícito del Ejército para mantener la Unidad de España, mantenimiento trato favorable a la Iglesia..) pero que se se formulaba como la base legal de un Estado de derecho que garantizaba la ciudadanía con plenos derechos de los españoles. Como mínimo era la segunda Constitución democrática que lo hacía en toda la historia de España ( incluida Cataluña y el País Vasco). Y en la correlación de fuerzas existentes dudo que fuera posible una opción mejor. La Constitución debe entenderse como una ruptura del franquismo, no como una continuidad. Los franquistas, los izquierdistas ( en el sentido infantil apuntado por Lenin) y los nacionalistas radicales estaban en contra. El PNV pidió la abstención, que solo ganó en el País Vasco.
La Constitución es imperfecta y mejorable. Pero es un buen instrumento y lo que hay que hacer es aplicar de manera más clara algunos de sus artículos, como el que garantiza el derecho a la vivienda. Y plantear a medio plazo el cambio de el sistema electoral, el replanteamiento de las relaciones con la Iglesia, una reforma territorial a partir de la experiencia de estos años. Y abrirla a la posibilidad de eliminar la monarquía para que sea totalmente republicana. Pero es la única festividad que tiene un sentido democrático. El Día de la Hispanidad, el Aberri Eguna o la Diada son festividades que conmemoran la Nación ( entiéndase de una manera o de otra), no la Democracia. Prefiero celebrar el día de la Constitución que no el de la Nación, sea cual sea esta. Celebro el que tengamos una Constitución democrática y el espíritu que la anima. La letra es mejorable y debe mejorarse, pero partiendo de lo que hay y de su valor como la base de una democracia estructurada para defender los derechos de los ciudadanos.