Escrito por Luis Roca Jusmet
La sesión parlamentaria del 10 de octubre es el definitivo efecto político de la consulta ilegal deel 10 de octubre. El contexto es en parte desfavorable, porque van aumentando el número de empresas que hacen pública su voluntad de cambiar de domicilio social. También la manifestación del 8 de octubre, por mucho que la ningunee, da una medida de que existe una parte muy importante de la sociedad catalana que se movilizará en contra de cualquier declaración de Independencia. Pero, sobre todo, porque a pesar de la jugada del efecto 1 de octubre, ningún Estado europeo manifiesta ninguna voluntad de reconocimiento si el Parlament da el paso.Puigdemont, President de la Generalitat, recibe muchas presiones. A nivel internacional, según parece, muchas personalidades le instan a que solicite una mediación antes de la DUI. Dentro del propio bloque soberanista existen contradicciones importantes. Por un lado un sector importante de pesos pesados de PdeCat como Mas o Mas-Colell, muestran esceptcisimo respecto a la posibilidad de esta Catalunya independiente. Es posible que sectores de PdCat, parlamentarios de JxS, le dijeran a Puigdemont que no le apoyarían. Por otra parte la presión de la mayoría de JxS y, sobre todo y de manera muy beligerante de la CUP de que hiciera una Declaración Unilateral de Independencia, según lo formulado en la Ley de Transitoreidad una vez se supiera el resultado del referéndum. La declaración de Puigdemont es de una ambigüedad calculada. En primer lugar declara la república catalana y, seguidamente la suspende para abrir un tiempo de diálogo. Pero es que además, tampoco hay aprobación parlamentaria. Inés Arrimadas ( Ciutadans ) y Miquel Iceta ( PSC ) con recorridos y estilos diferentes, plantearán la misma alternativa : unas elecciones autonómicas anticipadas. Sobre la base, por supuesto, de una crítica clara al discurso de Puigdemont. Lluís Ravell, de Cataluña Sí Que Pot, mostrará una vez más su claudicación frente a la ofensiva secesionista. La CUP expresará su malestar de una forma inequívoca : acusa a Puigdemont de claudicación y de deslealtad. Posteriormente hay un acto, fuera de la sesión parlamentaria pero en el Parlament, en la que participarán los miembros de JxS ( incluyendo al President, el Vicepresident Junqueras y la Presidenta del Parlament, Carme Forcadell ) y Ana Gabriel, en representación de la CUP. En este documento se expresa el compromiso por hacer efectiva la República catalana. Quim Arrufat, en nombre de la CUP, dará una rueda de prensa en la que manifiestan su ruptura de JxS y su decisión de llevar la lucha a la calle.
Este es el final de estos diez días de alta tensión política en Cataluña. De la consulta ilegal ( con una participación, calculada en términos más que cuestionables) en la que el 30 % de los catalanes votan por la DUI, a la proclamación de la República catalana. Aunque sea en diferido, es evidente que se ha declarado de una manera que se abre un horizonte de total incertidumbre. Con la falsa expectativa de un diálogo posible que, a todas luces resultará imposible. Lo será porque el diálogo que quiere establecer Puigdemont es el de las condiciones de la Independencia. Y el que quiere establecer Rajoy. Presidente del gobierno, es el de competencias y financiación. El supuesto mantra que solucionaría todo el conflicto catalán, según Pablo Iglesias y afines ( incluida Ada Colau) es el de un referéndum legal y pactado. Sin entrar en la idoneidad de esta apuesta ( que no comparto) es evidente que ni uno ni otro lo aceptarían hoy como una solución. Puigdemont porque ya ha dado por buena la consulta ilegal y su colofón, la República catalana. Rajoy porque no osaría cuestionar ( ni frente a su partido ni sus votantes ) la Unidad de España.
Rajoy, con el apoyo de su partido, PSOE y Ciudadanos ha puesto en marcha el protocolo para activar el artículo 155, que no es ni suspensión de la autonomía, ni estado de excepción ni ocupación militar. Es una medida excepcional del gobierno, aprobada por el Senado, en la que el gobierno central se hace cargo de las competencias autonómicas hasta nuevas elecciones. Puigdemont ha sido requerido para que comunique antes del martes 17 que No ha declarado la Independencia y que antes del jueves 19 informará de los medios para volver a la legalidad. Al mismo tiempo, por presión del PSOE, se ha pactado llevar a término en un período de seis meses una reforma constitucional.
La tensión ha bajado pero las espadas siguen en alto. Los sectores más moderados del PdCat y de ERC pueden ser partidarios de ceder, pero tampoco lo tienen fácil porque sería reconocer la derrota. Los sectores radicalizados de PdCat, ERC y, por supuesto, toda la CUP, mantienen que hay que levantar la suspensión y declarar la República catalana. ¿ Con qué apoyos internacionales quieren hacerlo ? ¿ Cómo piensan enfrentarse a las fuerzas policiales y militares del Estado ? ¿ Con los Mossos ? ¿ con la resistencia pacífica que siempre han defendido ?
En todo caso la única salida razonable es convocar en pocos meses unas elecciones. Lo que ocurra en este interregno es imprevisible.
La izquierda, que por principios no puede ser nacionalista, no simpatiza en nada con el gobierno del PP ni es monárquica. Pero ha de entender que frente al movimiento secesionista ha de defender el Estado de derecho, que es una conquista social frente a la lógica de la economía-mundo capitalista. Pero no solo defenderlo sino ser capaz de formular un proyecto español integrador y transformador. Ha de ser capaz de orientar la indignación y la esperanza en un análisis y unas propuestas totalmente diferentes de las que plantea el movimiento secesionista. Podemos Unidos, Ada Colau, Podem, Catalunya en comú y Cataluña Si que Pot están haciendo el juego al secesionista de una forma imperdonable. Solo el PSC ( y con reservas) y otros pequeños grupos ( que confluyen hoy en el Foro de la Izquierda no nacionalista) son capaces de entender que no hay que hacer ninguna concesión a este movimiento, que es identitario e insolidario. La tentación anti-PP no nos debe hacer perder la perspectiva adecuada de quién es hoy en Cataluña el enemigo principal.
Nos esperan tiempos difíciles a la gente de izquierda en Cataluña...