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Michael Walzer |
Ciceró |
Por lo tanto, cuando un resultado experimental arroja un valor que parece contradecir nuestra hipótesis principal lo que termina ocurriendo probablemente es que se rechace alguna de las hipótesis auxiliares.Estas hipótesis no expresadas explícitamente se suelen llamar hipótesis auxiliares y son cruciales en cualquier caso de razonamiento disconfirmatorio. Tanto es así que, en cualquier situación en la que se usa una teoría para hacer una predicción que resulta ser incorrecta, es posible (de hecho muy probable, como demuestran todos los días los laboratorios de prácticas) que la hipótesis principal esté perfectamente bien y que lo que fallen sean algunas de las hipótesis auxiliares.
Spinoza |
En este sentido sólo Dios es causa libre –Dios obra por las solas leyes de su naturaleza y sin ser compelido por nadie (E1p17)-- y su voluntad es causa necesaria –La voluntad no puede llamarse libre, sino solamente necesaria. (E1p32)Con esta definición Spinoza se opone a la tradición, esto es, ser libre no es estar indeterminado u obrar sin causa. Spinoza rechaza pues la doctrina de una voluntad libre o indeterminada:Se dirá libre aquella cosa que existe por la sola necesidad de su naturaleza y se determina por sí sola a obrar; pero necesaria, o mejor, compelida, la que es determinada por otra a existir y operar de cierta y determinada manera.(E1d7)
Los hombres tienen la ilusión de ser libres porque son conscientes de sus apetitos, mientras que desconocen las causas que los determinan. No hay una voluntad libre; todas las acciones están determinadas por causas y están sujetas a la ley de la necesidad. Aún la voluntad infinita de Dios no puede llamarse ‘causa libre’, sino sólo ‘necesaria’, porque está determinada por el atributo de pensamiento. De aquí no se sigue que la libertad sea una ilusión, pues uno debe distinguir entre la necesidad interna de nuestra naturaleza y las necesidades externas. Ser libre no consiste en hacer lo que nos venga en gana, sino en guiarse por la razón.En el alma no hay ninguna voluntad absoluta o libre, sino que el alma es determinada a querer esto o aquello por una causa que también es determinada por otra, y ésta a su vez por otra, y así hasta el infinito. (E2p48)[L]os hombres se creen libres por esta sola causa: porque son conscientes de sus acciones e ignoran las causas que los determinan. (E3p2e)
Y precisamente, la diferencia entre pasiones y acciones, entre pasividad y actividad es la diferencia esencial entre lo que Spinozaconceptúa como esclavitud y como libertad:Aparte de la alegría y del deseo, que son pasiones, se dan otros afectos de alegría y deseo, que se refieren a nosotros en cuanto obramos [activamente]. (E3p58)Como la razón no exige nada que sea contrario a la Naturaleza, exige, por tanto, que cada cual […] busque […]lo que le es realmente útil, y que apetezca todo lo que conduce realmente al hombre a una perfección mayor, y, sobre todo, que cada cual se esfuerce, cuanto esté en él, en conservar su ser. (E4p18e)
[V]eremos fácilmente en qué se diferencia el hombre que es guiado por el solo afecto o por la opinión, del hombre que es guidado por la razón. Aquél, en efecto, quiéralo o no, hace lo que mayormente ignora; pero éste no complace a nadie sino a sí mismo, y sólo hace lo que sabe que es primordial en la vida y que por ello desea en grado máximo; y por eso al primero lo llamo siervo y al segundo libre. (E4p56e)
Para Spinoza, la libertad consiste no en actuar gratuitamente, sin causa ni razón, sino, al contrario, en actuar conforme a la naturaleza necesaria del hombre; en obedecer el conatus racional y predeterminado de perseverar en su ser, actuando en conformidad con ‘las ideas claras y distintas’ que muestran la racionalidad universal. La libertad no sería otra cosa que el cumplimiento con la necesidad propia de su esencia humana.El hombre libre en ninguna cosa piensa menos que en la muerte, y su sabiduría no es una meditación de la muerte, sino de la vida. (E4p67)
Siempre que se clasifican y ordenan elementos, sean estos químicos o no, cobra gran importancia la nominación. Hay que decidir cómo nombrar a los elementos. Sólo cuando hay una palabra para un objeto, un objeto es un objeto, por decirlo como Heidegger. Con los elementos conocidos de casi toda la vida no había demasiados problemas porque solían venir ya con un nombre asociado, pero con los nuevos había que tomar decisiones sobre cómo nombrarlos. La única norma es de mitad de siglo XX: la IUPAC (la IUPAC es la Unión de Química Pura y Aplicada y es como la FIFA de los químicos) dijo que los metales debían acabar en –io, pero la mayoría de los elementos fueron descubiertos antes de esta fecha y no están afectados por este sufijo. Propongo una clasificación de los nombres de los elementos en cuatro grupos. Estos cuatro grupos son simplemente curiosos y no se nos ocurre ninguna utilidad pedagógica para ellos. Naturalmente muchos elementos quedan fuera de estos cuatro grupos y otros podrían considerarse como pertenecientes a más de uno.Miradlos: aquí, los ladrillos del mundo, alineados en pisos, estantes, repitiendo regularmente propiedades, delatando una estructura más profunda, ya no materia eterna e inmutable, sino historia en las estrellas, rastros de tanteos, edificios de niveles y subniveles, nubes de incertidumbre, flores combinatorias. Venimos de más allá de estas piezas, no sabemos hacia dónde vamos, pero ¡qué gozo haber podido comprender tras ellas la belleza de una lógica del mundo!.
Aquesta és una de les novel·les més impactants i sorprenents que he llegit mai. Més que una novel·la sembla una mena d'exercici narratiu al voltant del fet de narrar i de llegir. Perquè, principalment, l'argument tracta de les vicissituds experimentades pel Lector al llarg de la lectura de Si una nit d'hivern un viatger. Amb aquesta premissa, Italo Calvino (1923-1985) desplega tot un seguit de narracions inacabades incloses dins del mateix marc d'aquesta lectura frustrada, i a la vegada, també tot un seguit de reflexions, d'un to quasi metafísic, sobre la forma com interpretem la lectura, i com interpretem el món i a nosaltres mateixos a través de la lectura. Com en el plantejament de Les mil i una nits, la conclusió del relat sempre queda posposada indefinidament, i en l'aventura del Lector per tal d'aconseguir finalitzar la lectura sempre s'inicia un relat nou. A través d'aquests diversos inicis de novel·les, Calvino va parodiant o homenatjant diferents estils novel·lístics del segle XX. El llibre, per tant, és molt més que un conjunt de narracions i reflexions soltes: la trama, per absurda que pugui semblar, és del tot consistent en les seves anades i vingudes. A mi se m'ha fet impossible de deixar, per més densitat conceptual que presenti la prosa de Calvino; ja que, de fet, cap a la meitat del llibre, tot el joc dialèctic i les divagacions metafísiques es transformen en una aventura deliciosa per a ments despertes. Els protagonistes que, sense anar més lluny, al principi de tot del relat són entitats abstractes, van adquirint poc a poc una humanitat i una tendresa que fan del llibre una experiència del tot única i recomanable.La novel·la que ara més desitjaria llegir hauria de tenir com a força motriu només les ganes de relatar, d'acumular una història rere l'altra, sense pretendre d'imposar-te una visió del món, sinó únicament de fer-te assistir a la pròpia creixença, com una planta, un progressiu embolcallament de branques i fulles...
Hablemos, hoy que se celebra el día mundial de la filosofía, de todo aquello que alienta precisamente su destrucción. Y no es que nos pongamos hoy pesimistas: muy al contrario es un sano ejercicio filosófico el apuntar hacia las actitudes concretas que la aniquilan, pues esto nos servirá para señalar también otras formas de vivir y pensar que logran hacer de la vida una experiencia más humana y plena. Pues de esto, y no de otra cosa, se trata en filosofía: vivir de una forma auténticamente humana. Sirva esta lista para desear, no sin sarcasmo en los tiempos que corren, un feliz día mundial de la filosofía a todos cuantos la lean.