Isaiah Berlin |
Què és la felicitat? Per a un nàufrag sol en una illa deserta pot semblar un bé molt difícil d’aconseguir. Però tanmateix, a partir de la filosofia d’Aristòtil, Sèneca i Epicur ho hem intentat. Primer ens hem posat a la pell d’un nàufrag, i hem llençat un missatge esperançat en una ampolla, i després l’hem respost des de la perspectiva d’un d’aquests filòsofs.
De moment, les respostes pengen de la paret de la classe. Properament, n’anirem publicant algunes en aquest blog.
Ja hem començat a construir físicament el nostre petit mur de Diògenes en una de les aules de 4rt d’ESO, que esperem que vagi creixent amb les diferents pedres plenes de consells per a ser més feliços. Enguany hem treballat el tema de la felicitat en anglès, seguint la pauta d’un dels filòsofs actuals que més esforços ha dedicat a la divulgació de la filosofia en general, i a la seva funció de guia per a la felicitat en particular: Alain de Botton i el seu llibre El consol de la filosofia. A classe hem treballat concretament la filosofia d’Epicur, visionant en anglès un dels capítols de la sèrie Filosofia per ser feliços, basada en el seu llibre.
Mur de Diògenes dels alumnes de 4rt d’ ESO
Tzvetan Todorov |
Lorenzo Díaz-Mataix. / NYU |
Gracias a un alumno del curso pasado, me encontré por Twitter con esta frase: “Si repites una mentira durante 2000 años se convierte en religión”. La frase tiene un punto de provocación innegable, pero hay varios aspectos que bien pueden merecer un comentario desde la filosofía. Hace ya varias semanas que lo estuve hablando por twitter, pero no quiero dejar de traerlo aquí. Y es que a la provocación se le puede siempre “contraprovocar”: si repites una mentira durante 2000 años se convierte en ciencia. Así ocurrió, por poner un ejemplo, con el geocentrismo: prácticamente 2000 años vigentes dentro de la ciencia. A la mecánica de Newton le costó menos, aunque también fue menor su vitalidad: apenas dos siglos después Einstein nos mostraba una nueva forma de mirar el universo. La tesis tuitera nos recuerda que la verdad tiene una dimensión histórica y social, y que una mentira que reciba un amplio respaldo social a lo largo del tiempo puede llegar a convertirse en verdad. Una verdad, habría que añadir, histórica y social. Y de fondo, parece darse por supuesto que hay una concepción “magna” de la verdad, quizás la de correspondencia, que está muy por encima de cualquier otra visión de la misma. Por eso algo que “no corresponde” con la realidad puede sin problemas recibir respaldo social a lo largo del tiempo.
Son tantos los presupuestos, que no basta un solo tuit para profundizar un poco en el asunto. Empecemos por la contraprovocación: si algo nos enseña la filosofía de la ciencia, especialmente desde Kuhn, es que la ciencia es también una actividad humana social e histórica, sujeta a los mismos vaivenes que otras actividades similares, como pueden ser el arte, la religión o la filosofía. El geocentrismo no alcanzó el éxito del que gozó por su valor como “espejo” de la naturaleza, sino por toda una maquinaria social y educativa que lo sustentó. Y así ocurre con tantas y tantas teorías: estamos cansados de ver cómo reciben el Nobel “eminencias” cuyas teorías han sido silenciadas durante décadas, pues no contaban con el beneplácito del factor decisivo en ciencia, que no es la naturaleza, sino la comunidad científica. Dicho de otra forma: la verdad en ciencia es una construcción social e histórica, del mismo modo que lo es en religión, y la pretensión de mostrarnos la ciencia como una descripción de hechos ha sido superada hace ya décadas. Es todo mucho más complicado que eso. Y sin perder de vista que la verdad científica y la religiosa son totalmente distintas, pero no por su carácter histórico y social. Dejo apuntada una diferencia crucial: en ciencia hay más espacio para el pensamiento crítico, para el cuestionamiento de lo que se considera verdad y su contrastación por medio del experimento.
El gran problema de la frase es el de todo twitter: nos obliga a simplificar tanto que terminamos empobreciendo el pensamiento. Obligando a que la gracia que provoca, el “deslumbramiento” instantáneo ante una frase original, sea más importante que la discusión y la argumentación. Una mentira repetida durante 2000 años. ¿A qué tipo de mentira nos estamos refiriendo? ¿Con qué concepción de la verdad podemos poner en relación esa mentira? La verdad como correspondencia o adecuación tiene las alas muy cortas como para dar el salto a cualquier saber humano. Ni la ciencia, ni la historia, ni mucho menos la filosofía, la religión o el arte, pueden presumir de “describir” el mundo tal cual es. Más aún: aquellas verdades que son vitales, las que para cada cual tienen un peso mayor, difícilmente se pueden enmarcar en los estrechos límites de la correspondencia y la objetividad. Para tomar conciencia de todas las sombras que rodean ese concepto que creemos tan “luminoso” como el de verdad, basta fijarnos en el derecho: categorías como “culpable” o “inocente” no describen hechos, sino que en cierta forma los “reconstruyen”, y todos conocemos casos dolorosos, en los que aquello que parece haber pasado no llega a demostrarse. E introducimos aquí, otra variable más que dinamitan el concepto de verdad: la apariencia. Algo de lo que puede presumir twitter: estar lleno de apariencias de verdad, cuando esta idea le viene enormemente grande.
El Malson |
by Getty |
A medida que crecemos, nuestra vida cambia y con ella, nuestras expectativas, nuestros deseos, voluntades y objetivos. Esto no puede hacerse sino es acompañado por un cambio en el sentido de la vida.
¿Y qué esto que llamamos Sentido de la Vida?
“(El sentido de la vida) Solo podría ser algo distinto de la vida: otra o la muerte. Es lo que nos condena al absurdo o a la religión. (El sentido de la vida) Solo puede ser el pasado o el futuro. Es lo que nos condena al tiempo. Un hecho cualquier sólo tiene sentido, aquí y ahora, en tanto que anuncia un determinado futuro o resulta de un determinado pasado. El sentido de lo que es, es lo que ya no es o no es todavía.”
Comte-Sponville, A.: Diccionario Filosófico, Ed. Paidós Contextos, Barcelona 2003
Luego, en nuestro rápido quehacer diario, no podemos encontrar lo que es un sentido y mucho menos, buscar el sentido de nuestra vida. Solo el hecho de una parálisis y una reflexión voluntaria pueden hacernos tener ciertas nociones para justificar la significación que tiene mi vida para mí.
¿Y el sentido puede o debe cambiar?
Tal vez este punto, uno debe plantearse lo que decíamos el principio: ¿No cambian nuestras aspiraciones vitales, nuestros deseos y nuestras metas?
Entonces, de ser así, habrá cambios latentes en la significación de nuestra. Otro aspecto podría ser que no nos cercioremos que estos cambios están ahí. Que no hayamos profundizado en lo que significa ahora el nuevo significado de mi vida.
Este caso podría ser dramático, pues ¿qué harías si, de un día para otro, descubres que todo lo que has hecho no significa nada? Podría llegar a causar un colapso vital que nos haría replantearnos el valor o la causa de nuestra vida, llegando a preferir la muerte a una vida sin significado.
Pero si has llegado a este punto plantéate lo que comenta Roxana Kreimer en su libro El sentido de la vida (Ed. Longseller, 2008, pág. 83):
“La pregunta por el sentido de la vida mantiene su vigencia si supone tener en cuenta cuáles son nuestras razones para vivir, y preguntarnos si estamos satisfechos con nuestra vida o si queremos o está en nuestras manos la posibilidad de cambiar de dirección. Saber si vivimos o sobrevivimos parece el más urgente de los asuntos, una cuestión –sin duda- de vida o muerte.
Cuando todo va bien, la pregunta por el sentido de la vida no suele surgir con tanta fuerza como cuando sobrevienen dos crisis seguidas, mueren dos familiares juntos, nos separamos o nos quedamos sin trabajo”
Así pues, llegados a este punto (y antes de que me empecéis a tacharme de coaching barato o de autoayuda simplona) tenemos que dar el siguiente paso. Este es:
¿Preguntarnos cómo hallar el sentido a nuestra vida?
Este será el punto en el que no realizaré unas instrucciones o iré diciendo frases naifs o motivadoras que, seamos francos, no nos van a llevar a ningún sitio. Para buscar el sentido propio de mi vida yo me baso de dos herramientas que nos ofrece la Filosofía: La experiencia y la razón. De la primera hayamos las impresiones sensibles, los detalles minuciosos, los errores y frustraciones y de la segunda la capacidad humana para detectar cuáles experiencias son importantes, cuales determinan mi propia satisfacción y qué detalles marcan la diferencia de mi propia plenitud. Eso, si nos basamos en la experiencia, puede durar para siempre o puede que solo te dure 2 meses. Aun así, la propia búsqueda habrá hecho que tu vida merezca un poco más la pena porque
“La vida reflexionada es la única que vale la pena ser vivida”
Sócrates
Joan Barril |
Es decir, la CIA ya no interroga a presos. Eso es función del Ejército. Pero si en el futuro el Gobierno decide lo contrario ante una situación de emergencia para proteger a los norteamericanos, volveremos a ponernos a sus órdenes y a hacer lo que sea necesario. Según la explicación de John Brennan en este y otros momentos de su intervención, esos interrogatorios (esas torturas) fueron vitales para capturar a Bin Laden e impedir que se produjeran otros atentados terroristas en EEUU. Por tanto, como esas técnicas fueron eficaces, no hay que dudar de que volverían a emplearse.“En cuanto a lo que suceda en el futuro, si se produce algún tipo de desafío contra nosotros, el manual de campo del Ejército es la norma aprobada para su uso en interrogatorios. Nosotros, en la CIA, no estamos en el programa de detenciones. No contemplamos la posibilidad de volver a participar en el programa de detenciones utilizando alguna de esas EIT (iniciales de Enhanced Interrogation Techniques), así que dejo que sean los políticos en el futuro los que tomen las decisiones necesarias para que este país continúe seguro en el caso de que nos enfrentemos a una crisis similar”.
Con estas frases, se entiende mucho mejor la viñeta de arriba.“3.000 norteamericanos murieron el 11S a causa de lo que hicieron estos tipos y no tengo ninguna simpatía por ellos. No conozco los detalles específicos (…). No he leído el informe. (…) Vuelvo a la idea básica y fundamental: ¿tienes que ser amable con los asesinos de 3.000 norteamericanos?”.
forges |
El Roto |