-
-
9:45
»
El café de Ocata
Comienzo hoy en el ARA una serie de cinco artículos que llevan el título genérico de "Filosofía de estiu" y que recogen lo que alguna vez en este café di en llamar "zoosofía". Pretenden ser un pequeño diccionario de aquello que los filósofos han encontrado como digno de ser pensado entre los animales. Se los iré traduciendo.
Aquí, la primera entrega.
-
-
13:17
»
El café de Ocata
Ignacio Ruiz Quintano: columna de hoy en
ABCSupe de lo de Francia por este oportuno tuit de Gregorio Luri: “Pensando en Niza, leo en Donoso: ‘Los llamamos extraños porque no tenemos fuerza para llamarlos enemigos’.”Luri debe de ser el último lector de Donoso, un colgante de Tous, si preguntamos a cualquiera de nuestros candidatos a presidir el gobierno. El penúltimo fue Carl Schmitt, cuya teoría central es la de amigo-enemigo.Más en
SALMONETES
-
10:46
»
El café de Ocata
Caridad Mercader en "La Promenade des Anglais" de Niza pocas horas antes del desfile del 14 de julio.... de 1950.
-
-
23:30
»
El café de Ocata
Conocí a una anciana, republicana y atea, como su marido, que un día se presentó en casa con un Sagrado Corazón de Jesús y lo colocó sobre un mantelito de ganchillo encima del televisor. El marido no protestó, que le daba pereza, aunque de vez en cuando elevaba la mirada de la pantalla y exclamaba con mucho sentimiento: "¡Santo de cintura pa’arriba, cualquiera!” La mujer veía en estas palabras un buen augurio, ya que el anciano estaba justo en ese estado en que cualquier puede ser santo.
Recordé esta historia hace unos días mientras desayunaba en la Plaza de Ocata, cuando, entre risas, un vecino de mi mesa comentaba que con la jubilación se cae más fácilmente en la tentación de ser moralista que en la de seguir las obras municipales. Un cínico diría -ya lo dijo- que los viejos dan buenos consejos para consolarse del hecho de que no pueden dar malos ejemplos.
Sea como fuere, vamos siendo, nos guste o no, los ancianos de la tribu. Y el cargo demanda cierta venia a la hora de dar la lata. Hoy lo he comprobado cuando un anciano ha cogido un papel del suelo que acababa de tirar un niño delante de su madre y se lo ha entregado ésta, diciéndole: "Se lo doy a usted para que pueda darle a su hijo un ejemplo de a dónde hay que tirar un papel".
-
13:23
»
El café de Ocata
Ferran Sáez Mateu ha escrito un libro que él no sabe (¿aún?) que es un tratado de pedagogía elemental. Posiblemente los libreros tampoco lo sepan y lo colocarán vete tú a saber dónde. Como muestra de lo que digo, dos ejemplos:
1. "La idea según la cual la novedad se ha de identificar con el progreso tuvo algún sentido a comienzos del siglo XX, con las vanguardias, pero ahora comienza a ser una ridiculez que paraliza el mundo de la creación musical, plástica y literaria. Se trata de una discreta forma de conservadurismo estético, ¡Pero queda tan bien al lado de los muebles de Ikea!"
2. "Me di cuenta del profundo compromiso moral que implica no escenificar las propias emociones y actuar, simplemente, como un hombre adulto responsable que se enfrenta a un problema, sea del tipo que sea. La opacidad sentimental, que era un valor en la generación de mis abuelos, ahora provoca prevención y desconfianza."
-
8:01
»
El café de Ocata
Leo en Donoso que ese "egoísmo sin virilidad" que nos caracteriza es el que nos empuja "a llamar a los otros extraños porque no tenemos fuerza para llamarlos enemigos". Le doy la razón, pero inmediatamente pienso en cuántos europeos habrá en estos momento culpabilizando a Europa de lo ocurrido en Niza y la palabra "egoísmo" me parece excesiva.
-
-
15:14
»
El café de Ocata
Sir Ken Robinson es muy famoso. Más de 23 millones de personas han visto su "TED talk" titulado
¿Matan las escuelas la creatividad? Pero Sir Ken no es la solución a los males de la escuela, sino su síntoma. Le podríamos aplicar lo que Karl Kraus decía del psicoanálisis, que es la enfermedad que supuestamente ha venido a curar.
Sir Ken nos asegura que estamos gravemente enfermos y que él dispone de la medicina salvadora. Y lo dice de una manera tan encantadora, que le perdonamos que no nos muestre ninguna escuela que haya sido curada gracias a su terapia. Tiene unas intenciones tan nobles, que no las ensuciaremos pidiendo evaluaciones. ¿Quién quiere correr el riesgo de enfrentarse con evidencias que refuten sus buenos propósitos? El hecho de que nadie pueda mostrarnos ni un solo alumno que gracias a Sir Ken haya conseguido mejorar su creatividad, parece irrelevante. Si los hechos no están de acuerdo con lo que dice Sir Ken, ¡peor para los hechos!
Lo sepa o no, sir Ken no hace otra cosa que repetir lo que decía Dewey, que "creative activity is our great need", pero ignora que entre Dewey y él se encuentran las aportaciones de Guilford, Maslow, Torrance, Amabile... y que, a pesar de todo, todavía no hemos encontrado una definición universalmente aceptada de creatividad. Por eso mismo la bibliografía sobre esta cuestión es tan variada y inabarcable. En el "Education Business" hay en venta cientos de programas de desarrollo de la creatividad que han sido seguidos por miles de personas .... sin mucho éxito. Les ocurre como a los programas de desarrollo del pensamiento lógico: que sólo sirven para resolver los problemas que esos mismos programas plantean. ¿No debería empezar sir Ken aclarándonos por qué sólo él sabe cómo resolver el enigma de la creatividad? Limitarse a denunciar la escuela real porque es imperfecta mientras ofrece vaguedades alternativas, es una grave irresponsabilidad pedagógica porque contribuye a debilitar lo que tenemos sin proponernos nada mejor.
Con cada nuevo libro, Sir Ken nos vuelve a hablar de la necesidad de transformar la educación de arriba abajo y de acabar con lo que él llama el modelo escolar industrial. Parece no saber que el propósito de Dewey, a quien tanto dice seguir, fue, precisamente, la creación de la escuela de la sociedad industrial. Sus libros, sin embargo, tienen una importante utilidad: nos permiten constatar que Sir Ken escribe bien, tiene un amplio dominio del vocabulario, utiliza con corrección las mayúsculas y los signos ortográficos, no hace ninguna falta de ortografía y emplea las letras estándar del vocabulario inglés. Es decir, que sabe perfectamente que hay dominios en los que conviene tener la creatividad bien embridada por la disciplina. De hecho, Sir Ken es muy poco creativo hablando de creatividad. Tanto es así que se limita a despotricar contra la clase magistral en una -magnífica- conferencia magistral.
En una entrevista reciente en
El País Semanal, se nos asegura que "Robinson forma parte de una corriente de pensadores que busca transformar el sistema con innovaciones, y que se enfrenta a otra, también muy relevante, que reclama reforzar la disciplina y evaluar de forma sistemática el modelo". Este maniqueísmo tan burdo nos deja fuera de juego a todos los que venimos defendiendo desde hace años las prácticas reflexivas, el compromiso explícito con evidencias, las metodologías que gozan de una amplia evidencia empírica acumulada, el desprecio por las pseudociencias... Seguimos creyendo que lo relevante para el alumno no es lo nuevo, sino lo bueno (sea o no sea nuevo).
-
9:02
»
El café de Ocata
-
4:08
»
El café de Ocata
-
-
17:51
»
El café de Ocata
Sigo leyendo lentamente a Donoso Cortés bajo la hipótesis de que su idea de una civilización católica juega en su obra el mismo papel que el del paradigma de la "ciudad en el logos" en la República de Platón: algo que conviene engrandecer para ver con su lupa la realidad.
Esta mañana me he encontrado con este párrafo: "No parece sino que Dios, al consagrarle [al hombre] Rey de los dominios de las ciencias, substrajo a su potestad y a su jurisdicción una sola: la ciencia del equilibrio. Esto serviría para explicar la impotencia absoluta a que todos los partidos equilibristas aparecen condenados en la historia; y por qué el gran problema de la conciliación de los derechos del Estado con los individuales, y del orden con la libertad, es todavía un problema, viniendo como viene planteado desde que tuvieron principio las primeras asociaciones (...). Los únicos pueblos que han sido a un tiempo respetuoso y libres, los únicos gobiernos que han sido a un tiempo mesurados y fuertes, son aquellos en que no se ve la mano del hombre, y en que las instituciones se vienen formando con aquella lenta y progresiva vegetación con que crece todo lo que es estable en los dominios del tiempo y de la historia."
-
6:07
»
El café de Ocata
Me encuentro con X en un chiringuito de la playa de Ocata. Su hijo de 9 años está sentado a su lado, resolviendo con suma concentración los ejercicios de un cuaderno de repaso de vacaciones. Nada más verme, siente la necesidad de declararse inocente: "No te lo creerás, pero ha sido él quien lo ha pedido, y míralo, tan a gusto está". Casi parece que está justificando un vicio solitario de la criatura.
-
-
15:57
»
El café de Ocata
Ya sospechábamos que para sacar provecho a Internet hay que saber utilizar sus recursos. Por eso los diferentes estudios que han venido mostrando que no es suficiente con tener acceso a Internet para tener acceso a todas sus posibilidades de conocimiento, no nos dicen nada que no fuera intuitivamente previsible.
Lo que no sospechábamos es lo que los últimos estudios están confirmando de manera reiterada: que los que más provechosamente utilizan Internet son los que mejores resultados obtienen en las asignaturas tradicionales. La razón es simple: están mejor equipados intelectualmente.
-
15:31
»
El café de Ocata
-
10:05
»
El café de Ocata
Una niña crecida en un campo de concentración dibuja su casa (1948)Vía
reddit
-
1:09
»
El café de Ocata
El futuro sabe cada vez más a pasado.
Al enterarme de tu muerte he recordado las intimidades que compartíamos en mi adolescencia sin que tú te enterases y estos versos de Fernán-Gómez:
Las hijas de la marquesa
hablan inglés y beben ginebra.
¡Qué cortos son los días
y qué largas sus piernas!
Madre, yo quiero ser un señorito,
aunque sea de Palencia.
-
-
18:52
»
El café de Ocata
"Hegel ha encontrado la última palabra de todo. La desgracia está en que tanta luz como se reúne en la mente de Hegel no podrá ser provechosa a los míseros mortales, porque son incapaces de comprenderle; él mismo es quien lo dice: 'No hay más que un hombre que me haya comprendido, y ni aun éste me ha comprendido'. Con razón ha dicho Lerminier hablando de la intolerable vanidad de este filósofo: 'Hegel se glorifica a sí mismo; se sienta como árbitro supremo entre Sócrates y Jesucristo; toma al cristianismo bajo su protección, y parece pensar que si Dios ha criado el mundo, Hegel lo ha comprendido' (Au delà du Rhin, tomo II)".
-
18:45
»
El café de Ocata
“El nombre de Kant anda en boca de cuantos hablan de la filosofía moderna, y, sin embargo, es probablemente uno de los autores menos leídos, porque serán pocos los que tengan la necesaria paciencia, que en verdad no debe ser escasa, para engolfarse en aquellas obras difusas, oscuras, llenas de repeticiones, donde, si chispea a las veces un gran talento, se nota el prurito de envolver las doctrinas en un lenguaje misterioso que nos recuerda los iniciados de Pitágoras y Platón. Kant ha ejercido mucha influencia en la filosofía de este siglo y muy particularmente en Alemania, donde se reúnen las dos condiciones más a propósito para la lectura de sus obras: paciente laboriosidad y amor de lo nebuloso”.
-
8:51
»
El café de Ocata
"Dicen que el Tiempo Perdido se casó con la Ignorancia, y hubieron un hijo que se llamó Pensé que, el cual casó con la Juventud, y tuvieron los hijos siguientes: No sabía, No Pensaba, No Miré en Ello, Quién dijera".Primer párrafo de La descendencia de los Modorros, texto anónimo del siglo XVII
-
-
19:41
»
El café de Ocata
Dicen que don Pío Baroja, al enterarse de la publicación de un periódico titulado El pensamiento navarro, exclamó: "¿Pensamiento y navarro? Imposible". En realidad no está claro que dijera nada de esto, pero más de una vez un impertinente que se creía con sentido del humor me la ha soltado a la cara tras un prólogo del tipo "¿Así que eres filósofo y navarro? Ya sabrás aquello de Baroja...". Yo suelo contestar siempre lo mismo. "Mire usted, no sé si "pensamiento navarro" es un oxímoron, pero sí que sé que el periódico El Pensamiento Español fue fundado y dirigido por un navarro, Navarro Villoslada, para más señas".
-
16:30
»
El café de Ocata
Encuentro en la Carta-Manifiesto que el pretendiente carlista Carlos VII dirigió a su hermano Alfonso Carlos, el siguiente párrafo: "Procurar que no falte trabajo a los pobres, y que puedan sus hijos, que hayan recibido de Dios un claro entendimiento, adquirir la ciencia, que, acompañada de la virtud, les allane el camino hacia las más altas dignidades del estado".
-
7:46
»
El café de Ocata
“Cuando todos los filósofos disputan, disputa en cierto modo la humanidad misma. Todo hecho que afecta al linaje humano es digno de un examen profundo; despreciarle por las cavilaciones que le rodean, seria caer en la mayor de ellas: la razón y el buen sentido no deben contradecirse, y esta contradicción existiría si en nombre del buen sentido se despreciara como inútil lo que ocupa la razón de las inteligencias más privilegiadas. Sucede con frecuencia que lo grave, lo significativo, lo que hace meditar a un hombre pensador, no son ni los resultados de una disputa, ni las razones que en ella se aducen, sino la existencia misma de la disputa. Esta vale tal vez poco por lo que es en sí, pero quizás vale mucho por lo que indica”. Balmes
-
-
15:52
»
El café de Ocata
... para que nuestra mirada se limitara al horizonte que va de una jarra de cerveza helada a las piernas desnudas de las jóvenes en flor. ¿Quién podrá decir con este calor que el Partenón con todo su esplendor o el sobrehumano -lo dijo Wittgenstein- quinteto de cuerda en do mayor de Schubert sean más hermosos que estos paisajes...?
-
10:05
»
El café de Ocata
Τῆς παιδείας ἔφη τὰς μὲν ῥίζας εἶναι πικράς, τὸν δὲ καρπὸν γλυκύν.
-
-
9:01
»
El café de Ocata
Sigo con el post anterior.
Comienza Dewey Experience and Education haciendo una llamada contra el frentismo pedagógico: “Le compete a una teoría de la educación inteligente cerciorarse de las causas de los conflictos existentes y después, en lugar de tomar un bando u otro, indicar un plan de operaciones que proceda de un nivel más profundo y más inclusivo que el representado por las prácticas e ideas de las partes contendientes”. Lo que pretende llevar a cabo es –en términos hegelianos- una integración superadora de las experiencias de las escuelas norteamericanas. No quiere “encontrar la vía media” ecléctica entre ellas, sino conseguir un nuevo modo de hacer las cosas.
“Aquellos que miran hacia el futuro (…), deberían pensar en términos educativos más que en términos de un ismo, aunque sea un ismo como el de progresismo. Porque cualquier movimiento que piense y actúe en términos de un ismo, se encuentra tan comprometido reaccionando contra otro ismo que acaba siendo controlado por él.” El criterio que nos ofrece para trascender nuestros ismos es el siguiente: “todos los principios por sí mismos son abstractos. Se concretan solamente en las consecuencias que resultan de su aplicación.” Ha comprobado que la escuela, en general, y la progresista en particular, prefiere evaluarse a sí misma más por la altura de sus ideales que la de sus resultados.
Una teoría es dogmática, añade, si no es capaz de evaluar sus propios principios. Por eso la escuela progresista no puede limitarse a enfatizar la libertad del que aprende. Debe preguntarse “qué significa la libertad y en qué condiciones se puede realizar”. En esta dirección, critica a los que opinan que “los conocimientos y habilidades de una persona madura no poseen ningún valor directivo para la experiencia de los inmaduros” o a los que rechazan el valor del conocimiento histórico. Si se rechaza éste, ¿cómo familiarizar a “los jóvenes con el pasado de manera que esa familiarización sea un potente agente en el aprecio del presente en el que viven”?
Dando un paso más en su actitud crítica sostiene que “experiencia y experimento no son ideas auto-explicativas (…). Para conocer el significado del empirismo, debemos saber qué es la experiencia”, porque no todas las experiencias son educativas. Las experiencias educativas “no son como las demás.” Hay, incluso, “experiencias des-educativas”.
El lector espera que concrete al máximo su posición, pero se encuentra con generalidades que no sé si llamar espencerianas o darwinianas: “Una experiencia es des-educativa –nos dice- cuando tiene el efecto de detener o distorsionar el crecimiento de la siguiente experiencia”. Pero una vez rechazadas las experiencias deseducativas, nos surge esta pregunta: ¿Todas las experiencias que contribuyen al crecimiento de la experiencia son educativas?
Parece evidente que no. Pero Dewey no nos aceptaría que impusiéramos desde el exterior un atractor a la experiencia. La escuela no tiene, para él, fines externos al desarrollo de su propia experiencia crítica. Si a veces parece hablar de fines externos, lo hace convencido de que la experiencia escolar, al afirmarse a sí misma, se proyecta más allá de la escuela. Por ejemplo, la experiencia de una comunidad democrática de aprendizaje, permitiría aprender a vivir democráticamente. La trascendencia de la escuela sería la coherencia discursiva de su inmanencia.
Pero me temo que nos encontramos aquí con una creencia ideológica más que con una generalización inductiva. Para comprobarlo, podemos acudir a su Logic, donde presenta la investigación como un tipo particular de experiencia en la que intervienen la experimentación consciente y la reflexión con el objeto de favorecer el paso de lo indeterminado a lo determinado. “Crecimiento de la experiencia” parece significar, pues, determinación.
He mencionado a Spencer y a Darwin porque una serie de ideas que se originan en Darwin y son teorizadas por Spencer, parecen ser frecuentemente el sustrato no explicitado del pensamiento de Dewey. La principal es la identificación de la evolución con el progreso. Dewey acepta esto, pero critica a Spencer porque defiende el conocimiento científico ignorando la metodología científica. Si lo interpreto bien, el método científico sería para Dewey el término medio entre movimiento y progreso.
Si Dewey critica la clase tradicional no es porque no ofrezca experiencias, sino porque ofrece malas experiencias. “Si planteo esta cuestión –añade- no es por el deseo de condenar íntegramente la vieja educación”, sino porque lo que importa no es la intensidad de la experiencia, sino su “cualidad”.
El “problema”, entonces, es “seleccionar el tipo de experiencias que vivirán de manera fructífera y creativa en las siguientes experiencias”. Pero Dewey más que plantear una solución parece estar presentando un problema, puesto que reconoce a continuación que la educación progresiva necesita “una filosofía de la educación basada en una filosofía de la experiencia”. Necesita “una coherente teoría de la experiencia”. Si no consigue desarrollar esta teoría, está dando “a los reaccionarios” una “victoria fácil”. ¿Pero para evitar esta victoria no debería demostrar que no hay nada en esa filosofía que no esté basado en la experiencia? No dudo de la confianza de Dewey en la experiencia. Pero la confianza es una categoría científica pobre. Lo que debemos pedirle son argumentos porque su pedagogía de la experiencia se sostiene o se hunde según se sostenga o se hunda su filosofía de la experiencia.
La filosofía de la experiencia de Dewey tiene su fuente principal referente en la metodología científica. “El hecho de que las ciencias empíricas ofrecen ahora el mejor tipo de organización intelectual que puede encontrarse en cualquier campo, muestra que no hay razón por la que, nosotros, que nos consideramos empiristas, podamos ser una presa fácil en cuestiones de orden y organización”.
Las categorías propias de una filosofía de la experiencia serían la de continuidad (sólo las experiencias integradas en una trayectoria son educativas, ya que sólo ellas forman hábitos) y la de integración de los factores externo e interno de la experiencia.
Dewey recalca que “los intentos prácticos de desarrollar escuelas basadas en la idea de que la educación se funda en la experiencia vital están obligados a mostrar inconsistencias y confusiones al menos que estén guiados por alguna concepción de qué es la experiencia, y qué diferencia la experiencia educativa de una experiencia no-educativa o des-educativa.”
Insiste también en que, para reorganizar la experiencia, es imprescindible el fortalecimiento de un principio interno de autoridad en el niño. Mal podría asumir esta responsabilidad una persona dispersa o inmadura. Por eso recalca que “la única libertad que es de importancia permanente es la libertad de la inteligencia, es decir, la libertad de observación y juicio ejercida en nombre de fines que intrínsecamente merecen la pena”. La libertad de movimiento o de acción sólo es importante, asegura, en tanto que “medio para alcanzar la libertad de juicio y la libertad de conducir deliberadamente los fines escogidos hacia su ejecución”. Esta libertad exige algún tipo de control de los impulsos y deseos porque “pensar es posponer la acción inmediata, el ejercicio de control interno del impulso mediante la unión de observación y memoria. Esta unión es el corazón de la reflexión.”
La conclusión es firme: “El objetivo central de la educación es la creación de una capacidad de autocontrol”.
Dewey cree que la autonomía es el resultado de la experiencia crítica de la propia autonomía. Como ocurre en buena parte de la ética moderna, está más pendiente del “autós” de la autonomía que del “nomos”. Ello podría ser debido a que sigue pendiente de la dicotomía educare-educere. Lo que opone a la imposición externa de una forma (Bildung) es –por decirlo con el vocabulario de Hegel- la dehiscencia –el desarrollo- progresivo de la forma.
En botánica se conoce con el nombre de dehiscencia la maduración natural de una planta que libera espontáneamente sus granos de polen o sus semillas. Hegel reconocía que esta imagen resumía su filosofía. Resume también el núcleo de la fe pedagógica del romanticismo.
En 1915, Eugeni d'Ors descubrió en el vocabulario de Dewey una terminología “centrífuga” (“expresión”, “expresar”…) allí donde un pedagogo empirista emplearían una terminología “centrípeta” (“impresionar”, “impresión”...). Pero no creo que las cosas humanas se puedan explicar de esta manera. Podría ser incluso que la naturaleza de las cosas humanas no pueda comprenderse científicamente si nos negamos a aceptar que el hombre necesita algún tipo de orientación sobre lo bello, lo bueno y lo justo que no está inscrita en su naturaleza nativa.
A mi modo de ver hay en la pedagogía de Dewey una tensión permanente entre la voluntad manifiesta de explicar el progreso educativo por las causas eficientes de la experiencia científica y la imposibilidad de prescindir de algún criterio externo a la experiencia que nos permita juzgarla.
“El problema central de la educación –nos insiste, de nuevo - es el de procurar la dilación de la acción inmediata, poniendo el deseo entre paréntesis, hasta que la observación y el juicio hayan intervenido”. Este punto es “totalmente relevante para las escuelas progresistas”. “Subrayar el énfasis en la actividad como un fin, en lugar de en la actividad inteligente, conduce a la identificación de la libertad con la inmediata ejecución de impulsos y deseos”.
¿Pero si el criterio para evaluar la acción es la acción inteligente, ha de explicarse bien cómo la acción da lugar a la acción inteligente, pues en caso contrario deberemos postular la existencia de algo llamado inteligencia que se encuentra fuera de la acción. Dewey apunta hacia aquí cuando escribe que es responsabilidad del educador “seleccionar” aquellas experiencias que poseen la promesa o potencialidad de presentar nuevos problemas que estimularán nuevas formas de observación y juicio en experiencias futuras. De nuevo parece pisar terreno inseguro cuando considera necesario añadir que “la educación progresista es nueva. Apenas ha dispuesto de una generación para desarrollarse. Por eso era predecible un cierto grado de incertidumbre y laxitud en la elección y organización de los contenidos. No hay motivos para quejarse por ello. Pero sí hay motivos para quejarse cuando el presente movimiento de la educación progresiva es incapaz de reconocer que el problema de la selección y organización de los contenidos para el estudio y el aprendizaje, es fundamental”.
“Nada puede ser más absurdo en educación que fomentar la variedad de experiencias mientras se olvida la necesidad de la organización progresiva de la información y de las ideas”
-
-
16:56
»
El café de Ocata
Foto de Monica Fontana Abad, de la Facultad de Educación de la UCM
Así comenzaba mi conferencia en el acto inaugural del XVI Congreso Nacional y VII Congreso Iberoamericano de Pedagogía:
"Posiblemente no haya hoy en el mundo educativo un ejercicio más necesario y más difícil que el de conseguir una perspectiva crítica objetiva sobre la obra de John Dewey.
Es necesario porque Dewey sigue suministrando argumentos para articular tanto el descontento con la escuela realmente existente, como la ilusión de la posible. Pero es difícil porque él no siempre ayuda. Filósofos tan distintos entre sí como Russell, Arendt, Maritain, Nagel o Peirce han llamado la atención sobre las ambigüedades de su vocabulario. Frecuentemente da la sensación de que está polemizando al mismo tiempo con varios contendientes innominados, lo cual no nos ayuda a entender el debate subyacente y de vez en cuando el lector se encuentra con oscuridades impenetrables. Reto a quien quiera comprobarlo a leer el capítulo XVI de su
Logic.
Sus defensores han insistido en que no era un ingenuo pedagogo romántico, pero sus detractores aducen que, por ejemplo, que en
The Child and the Curriculum (1902) aconseja permitir “que la naturaleza del niño siga su propio destino.” Esto último es lo que ha animado a Richard Hofstadter a sostener que fue incapaz de proporcionar a los profesores fines claros hacia los que dirigir el impulso del niño. Comparto la opinión de Hofstadter, pero no sus argumentos. Esto es lo que me propongo demostrar, pero al hacerlo no me anima ningún afán iconoclasta, sino la voluntad de preservar lo que me parece que es el principal legado de Dewey: La reivindicación de la filosofía de la educación.
Me ha parecido que la manera más directa de alcanzar mi propósito es el análisis, inevitablemente sucinto, de 3 obras que Dewey escribió entre 1938 y 1939:
Experience and Education,
Logic. The Theory of Inquire y
Freedom and Culture. Sospecho que 1938 sorprende a Dewey con el paso cambiado y las defensas bajas, por lo que es más fácil ver en estas obras el estado de las costuras de su sistema. Comienza a pensar que la evolución de la pedagogía progresista no ha sido la que había previsto. Si bien en estos momentos es mayoritaria en los Estados Unidos, le crecen las críticas, alentadas a veces por prácticas escolares poco rigurosas.
Por otra parte, la situación internacional le produce un gran desasosiego. En la URSS, donde lo recibieron con los brazos abiertos en 1928, lo consideran ahora un pedagogo imperialista y lo critican –como Hofstadter- por no establecer objetivos educativos concretos. En 1931, el Comité Central del PCUS aprobó una resolución que prohibía “terminantemente la experimentación en la escuela de instrucción general”. Al mismo tiempo, en Alemania, la nación más cultivada del mundo, donde el método científico se había desarrollado con más firmeza, la ciudadanía parecía satisfecha entregándose a Hitler.
Ahora es más consciente que nunca de la necesidad de fundamentar con coherencia y rigor su filosofía de la educación en una filosofía de la experiencia.
Dos notas a pie de página:1. Dewey fue apreciado tanto por los ministros de educación de la Rusia zarista como por el primer comisario de educación soviético, Anatoly Lunacharsky. En 1928 fue invitado a visitar la URSS y se reunió con Lunacharsky y eminentes pedagogos, como Albert Pinkevich y S.T. Schatzsky. Durante los primeros años de la revolución el periódico
Asvieta recogía con frecuencia comentarios laudatorios para sus ideas. Al regresar a Estados Unidos, escribió una serie de artículos ensalzando la experimentación educativa soviética en
The New Republica.2. También tuvo Dewey partidarios entre los pedagogos nacionalsocialistas, como Friedrich Schönemann, Eduard Baumgarten y Günther Jacoby.
-
-
17:41
»
El café de Ocata
"La reiterada afirmación de que los niños deben descubrir por sí mismos el conocimiento no está respaldada por estudios científicos; por el contrario, los estudios indican que el aprendizaje requiere instrucción. Las investigaciones en el campo de la psicología cognitiva validan la importancia de la enseñanza directa y la ejercitación deliberada, en un contexto en el que el profesor sabe qué está enseñando y diseña meditadas estrategias para enseñarlo."
John R. Anderson, Lynne M. Reder y Herbert A. Simon, Radical constructivism and cognitive psychology, en Diane Ravitch (ed.), Brookings Papers on Education Policy.
-
9:20
»
El café de Ocata
-
7:40
»
El café de Ocata
Lo he comprobado: los estudios que aseguran que los deberes no sirven para nada han sido elaborados a partir de las opiniones de los alumnos, que no parece la perspectiva más objetiva.
-
-
23:57
»
El café de Ocata
-
18:32
»
El café de Ocata
"El examen reciente de la literatura científica que supuestamente apoya el aprendizaje por descubrimiento revela que realmente no existe evidencia válida al respecto. Parece que diferentes entusiastas del método de descubrimiento han estado apoyándose entre sí en sus investigaciones (...) citando las opiniones y afirmaciones de unos y otros como si fueran evidencias y generalizándolas a partir de resultados equívocos e incluso negativos".
Esta cita no es de ningún quisquilloso enemigo de la "nueva educación", sino de alguien que he encontrado mencionado como referente en los documentos de algunos centros de vanguardia de esta "nueva educación", de Ausubel: D.P. AUSUBEL, Educaitonal psychology: A cognitive view, Holt, Rinehart and Winston. Nueva York, 1968.
-
-
19:36
»
El café de Ocata
Artículo en el diario ARA (07/02/2016)
Todos estamos de acuerdo en que la escuela debe garantizar que lo aprendido puertas adentro se aplicará puertas afuera. Pues bien, la capacidad para proyectar lo que sabemos más allá del contexto en el que ha sido aprendido es lo que la psicología llama transferencia, que se presenta, por lo tanto, como la competencia intelectual que hace productivo lo que sabemos. Es tan importante, que la bibliografía sobre esta cuestión es literalmente inalcanzable. Sin embargo, sigue siendo muy complicado garantizarla. Aunque nos guste creer lo contrario, haciendo a menudo ejercicios de creatividad no se aprende a ser creativo, sino a resolver ejercicios de creatividad. Quizás lo que llamamos inteligencia no sea, en última instancia, más que otro nombre para la transferencia.
Los psicólogos cognitivos suelen distinguir entre transferencia próxima y remota. La primera tiene lugar entre dos tipos de problemas con un enunciado muy similar (hemos aprendido a sumar peras y pasamos a sumar manzanas). La segunda es más compleja porque nos cambia el contexto del problema. Pensemos en una suma de este tipo: "En una cueva completamente oscura hay mezcladas piedras blancas y negras. ¿Cuál es el número mínimo de piedras que tengo que coger para estar seguro de que tengo dos del mismo color?".
¿Hablamos de dos tipos diferentes de transferencia o de dos gradaciones diferentes de la transferencia? Algunos científicos piensan que la transferencia debe verse como una tensión que va en aumento a medida que la analogía explícita entre dos situaciones se debilita. Pero no hay consenso sobre las características de la transferencia remota. Y este desacuerdo es parte de nuestro problema a la hora de saber de qué hablamos cuando hablamos de transferencia. Hay más acuerdo, en cambio, para establecer las razones que explican la dificultad de la transferencia:
1. Cuanto menos conocimiento tenemos de un tema, mayores son nuestras dificultades para distinguir entre la información relevante y la anecdótica. Cualquier detalle que para el experto puede ser irrelevante, para el aprendiz puede ser motivo de confusión. Nunca debemos dar por hecho que cuando presentamos un problema de "fracciones de pizza" todos los alumnos hagan hincapié en "fracciones".
2. En toda didáctica hay una paradoja interesante: todo lo que nos ayuda a acercar un nuevo problema a la situación concreta de un alumno (familiaridad, accesibilidad, relevancia personal, etc.) puede producir equívocos que dificulten la transferencia.
Continuará...
-
12:33
»
El café de Ocata
Iba yo al veterinario a comprar unas pastillas para Bacallà Salat -mi gata- a la que comienzan a pesarle los años como a mi las rodillas, cuando me he encontrado con X, que asegura que vende felicidad en la puerta de un banco. En realidad, sólo vende cupones de la ONCE, pero no es esto de lo que quiero hablar, sino de su ingenioso arte para estar siempre rodeado de mujeres. Él me llama a mí Gabo y yo lo llamo a él maestro. Poco a poco voy arrancándole sus secretos aunque sé, pobre de mí, que nunca los podré aplicar, porque uno no puede ser superior a sí mismo. A X le gustan las mujeres, eso es obvio, pero le gustan de la manera que a ellas les gusta gustar. Y aquí está la clave. Una vez me dijo mi amigo J. que no se puede ligar si no se sabe escuchar. Yo he ligado muy poco. Hay hombres que son un portento escuchando a las mujeres. Pero X. me dijo algo más: "Hay hombres que cuando miran a las mujeres las desnudan, yo cuando las miro, las visto". Me explicó lo que quería decir. A él de las mujeres le gusta todo: su cara, su figura, su peinado, el lóbulo de sus orejas, las uñas de los pies, el codo izquierdo, las sinuosidades del cuello, sus párpados, la ropa que se ponen, la manera como se peinan, cómo mueven las manos cuando hablan, etc. Y todo esto, me aseguró, le gusta de verdad y esta sinceridad de su mirada "ellas la captan al vuelo". "Ante mi", me dijo, "ellas saben que gustan por ser como son".
-
9:09
»
El café de Ocata
Balmes está leyendo la Historia de Alejandro Magno de Quinto Curcio.
«Y sucedió que después que Alejandro Macedón, hijo de Filipo, que fue el primero que reinó en Grecia, salido de la tierra de Cethim, derrotó a Darío, rey de los persas y de los medos; dio muchas batallas y conquistó las fortalezas de todos, y mató a los reyes de la tierra. Y pasó hasta los confines del mundo, y se apoderó de los despojos de numerosas gentes, y la tierra calló en su presencia...».
Aquí se detiene: "Cuando uno llega a esta expresión el libro se cae de las manos y el asombro se apodera del alma. En presencia de un hombre la tierra calló..."
Balmes, El criterio.
-
-
20:45
»
El café de Ocata
"Creen algunos que, con respecto a los países donde está en vigor la libertad de imprenta, no es muy difícil encontrar la verdad, porque teniendo todo linaje de intereses y opiniones algún periódico que les sirve de órgano, los unos desvanecen los errores de los otros, brotando del cotejo la luz de la verdad. «Entre todos lo saben todo y lo dicen todo; no se necesita más que paciencia en leer, cuidado en comparar, tino en discernir y prudencia en juzgar». Así discurren algunos. Yo creo que esto es pura ilusión, y lo primero que asiento es que, ni con respecto a las personas ni a las cosas, los periódicos no lo dicen todo, ni con mucho, ni aun aquello que saben bien los redactores, hasta en los países más libres.(...)Hasta en política no es verdad que los periódicos lo digan todo. ¿Quién ignora cuánto distan, por lo común, las opiniones que se manifiestan en amistosa conversación de lo que se expresa por escrito? Cuando se escribe en público hay siempre algunas formalidades que cubrir y muchas consideraciones que guardar; no pocos dicen lo contrario de lo que piensan, y hasta los más rígidos en materia de veracidad se hallan a veces precisados, ya que no a decir lo que piensan, al menos a decir mucho menos de lo que piensan. Conviene no olvidar estas advertencias, si se quiere saber algo más en política de lo que anda por ese mundo como moneda falsa de muchos reconocida, pero recíprocamente aceptada, sin que por esto se equivoquen los inteligentes sobre su peso y ley".
Balmes, El Criterio, IX.
-
-
20:04
»
El café de Ocata
“Es un hecho notable en la historia de la filosofía que para combatir un error se suele caer en el opuesto, verificándose el famoso dicho de que el espíritu humano es como un borracho a caballo, que cuando se lo endereza por un lado se tuerce por el otro”.Balmes, Filosofía elemental, LIX:
Y basta de Balmes por hoy. Me voy a darme un baño, que a esta hora la playa de Ocata comienza a despoblarse. Tengo que hacerlo porque, de lo contrario, mi amiga B., que lleva cuenta de mis cosas, me echa una bronca.
-
18:38
»
El café de Ocata
"¡Qué distinta hubiera sido nuestra suerte si el primer explorador intelectual de Alemania, el primer viajero filósofo que nos trajo noticias directas de las universidades del Rhin, hubiese sido don Jaime Balmes y no don Julián Sanz del Río! Con el primero hubiéramos tenido una moderna escuela de filosofía española en la que el genio nacional, enriquecido con todo lo bueno y sano de otras partes, y trabajando con originalidad sobre su propio fondo, se hubiese incorporado en la corriente europea para volver a elaborar como en los mejores días algo sustantivo y humano. Con el segundo caímos bajo el yugo de una secta lóbrega y estéril, servilmente adicta a la palabra de un sólo maestro, tan famoso entre nosotros como olvidado en su patria".Menéndez Pelayo, Dos palabras sobre el centenario de Balmes.
No es fácil compartir ni el entusiasmo profético de Menéndez Pelayo con Balmes, ni los duros calificativos que dedica al krausismo, introducido en España, como es bien sabido, por Julián Sanz del Río. Pero lo curioso del caso es que Balmes, que no nombra a ningún pensador español en su Curso de filosofía elemental (1847), dedica las últimas páginas de este ensayo a arremeter contra Krause, como si ya intuyese que su filosofía, al fin al cabo una corriente anecdótica de la cultura europea, acabaría deslumbrando a tantos españoles -a Giner de los Ríos entre ellos.
-
15:06
»
El café de Ocata
En algún momento de esta pasada noche, este Café de Ocata ha alcanzado los dos millones de visitas.
En tanto que ustedes son los responsables del evento, para todos ustedes mi sincero y sorprendido agradecimiento.
-
-
18:30
»
El café de Ocata
El primero fue el de la invitación para inaugurar el XVI Congreso Nacional y VII Congreso Iberoamericano de Pedagogía, cosa que hice el pasado día 28. Un lujo. Hable de Dewey y parece que gustó lo que dije. Estaba en el congreso cuando me llegó el segundo regalo: Una invitación para dar una conferencia en la Universidad de Milán. Nada más llegar a casa, me encontré con el tercero: Otra invitación, esta vez proveniente de la Universidad de Montevideo. Hoy he ido a La Gleba y he vuelto a casa cargado de exquisiteces, porque la gente de aquellas tierras tiene el bendito vicio de la cordialidad. Pero al llegar a casa me he encontrado con
El Hígado de Prometeo y esto comienza a parecer ya una conspiración felicitaria:
El hígado de Prometeo es el último libro de Jorge Bustos, una persona que me resulta entrañable. Es -con su permiso- algo así como mi sobrino. Además comienza así: "Me propusieron una disertación sobre las raíces culturales del futuro". Se lo propuse yo y la disertación tuvo lugar en Madrid el 1 de diciembre de 2014. Aquel mismo día conocí, por cierto, a Carlota Fominaya (otro regalo). Jorge Bustos ha sido también el prologuista de mi libro de aforismos. Seguro que él entenderá que si coloco su libro entre tanta exquisitez, es porque este es su lugar.
-
18:03
»
El café de Ocata
cada vez me interesan menos los análisis políticos. No es que les pida inteligencia a los analistas, no exijo tanto, sino que les pido ficción, creatividad, y no hay manera. La realidad es mucho más creativa que sus intérpretes y llevo tiempo sospechando que para captar la realidad, hay que mandar a sus cronistas al carajo.
-
-
21:34
»
El café de Ocata
Cada vez estoy más convencido de que la racionalidad pedagógica es sui generis. Quizás ello se deba a que no puede pedírsele que vaya más allá de la racionalidad política.
Imaginemos una situación -un paradigma, diría Platón- en la que las opiniones pudiesen cambiarse por verdades. Podemos pensar que en las ciudades hubiera algo así como recicladores de opiniones en los cuales tú verterías una opinión y saldrías con una verdad. De esta manera, se acabarían las discusiones, las tertulias, los debates, las sesiones parlamentarias, las polémicas deportivas, las broncas familiares, las rencillas con la pareja, etc. Conviene pensar a fondo en ese mundo porque cuanto más lo pensemos más nos daremos cuenta de que un mundo así no sería humano. En el mundo humano, es decir, el mundo político o mundo de la vida en común, nos aferramos a nuestros símbolos, opiniones y creencias.
Pero si la filosofía es el intento de sustituir las opiniones por verdades, podrá comprenderse pronto que tal proyecto es imposible.
El reciclador de opiniones por verdades podría funcionar gracias a un método riguroso de análisis de nuestros pensamientos al que podemos dar el nombre de método científico. En nuestra ciudad paradigmática, el término medio entre la opinión y la verdad sería, pues, ese método científico, que a todos nos igualaría en la evidencia de nuestras certezas comunes.
Volvamos ahora a la ciudad real y preguntémonos cuál es el intermedio entre nuestras opiniones y nuestras conductas. Sea el que sea, no es, desde luego, el método científico. Más bien parece ser una especie de maquinaria con engranajes de todo tipo y no siempre bien coordinados, pues los pistones de las emociones, las bujías de los símbolos, los faros del conocimiento, los pedales de las sospechas, fobias, filias; el freno de mano de la vergüenza, y, sobre todo, el combustible de las buenas intenciones van un poco a su aire cada uno. Además parece que el que pone en marcha esta estrambótica máquina es nuestro estado de ánimo. ¿Cuál es el resultado de todo esto? Pues que nuestra conducta no suele dejarse guiar por evidencias empíricas o por el rigor lógico, sino que acabamos tomando las decisiones que nos hacen sentir mejor.
¿Exagero mucho si digo que una maquinaria de este tipo es la de la racionalidad pedagógica?
-
8:52
»
El café de Ocata
-
-
23:32
»
El café de Ocata
Esta misma tarde una anciana a la que conocí recientemente, me ha contado que en la Universidad de Moscú fue alumna directa de Luria y de varios discípulos de Vygotsky. Uno se encuentra con la historia donde menos lo espera.
-
10:17
»
El café de Ocata
... o es gilipollas:
-
-
23:09
»
El café de Ocata
El que no piense como yo, no es demócrata.
-
13:00
»
El café de Ocata
1. Rajoy está consiguiendo galleguizar al electorado.
2. "España es irreformable", dicen algunos por Cataluña. Yo miro los resultados de Cataluña y callo.
3. El voto de los demás es siempre incomprensible.
4. Vamos a unas terceras.
5. La sorpresa gesticulante de algunos es sólo un testimonio de su ignorancia. Que la reconozcan y dejen de gesticular.
6. Quien no esté dispuesto a convivir con la decepción, que no se meta a político.
7. Al primero que diga "el pueblo nos ha dado un mandato claro" o algo parecido, me lo borro para siempre.
8. No ha habido nadie -espero- que haya votando queriéndose hacer daño.
9. El movimiento en política también se demuestra huyendo, así que dime cuántos huyen de mí y te diré hasta donde llegas.
10. Rajoy parece ser el político más capaz de convivir con el desorden y hacer de su convivencia un valor político.
Llego a Atocha.
-
11:41
»
El café de Ocata
"El arte de pensar bien no se aprende tanto con reglas como con modelos"
- Balmes, El criterio.
-
-
9:54
»
El café de Ocata
Recojo en una única entrada dos artículos que he publicado en el ARA sobre la memoria:
"Memorizar o entender?" Esta era la disyuntiva excluyente que recogía un titular de este diario el día 26 de mayo, como si fuera imposible memorizar y entender. "¿Qué es más eficaz en matemáticas, saberse de arriba abajo las fórmulas y las tablas de multiplicar como quien memoriza la lista de los reyes godos o asimilar los porqués?", se preguntaba el articulista. Planteando las cosas así la alternativa parece tan obvia, que el articulista puede concluir que "los alumnos que menos memorizan sacan mejor nota". Concluye diciendo que "la memorización como estrategia de aprendizaje puede servir con problemas fáciles; pero es poco eficaz cuando nos enfrentamos a problemas complejos de matemáticas ". Su argumentación se sostendría en los datos de un informe de la OCDE (PISA in focus) que analiza la relación (no la exclusión) entre memorización y resolución de problemas.
Hay que puntualizar que este informe se confeccionó a partir de las percepciones subjetivas de los alumnos sobre su esfuerzo memorístico. No creo que esta percepción sea uniforme entre los jóvenes de 15 años de todos los países de la OCDE, pero dejemos eso de lado. Lo más relevante es que, efectivamente, no es suficiente con poseer un mapa de carreteras. Hay que saber interpretarlo, incluso en el caso de que contemos con la ayuda de Siri. Pero esto es precisamente lo que matiza el informe, que, siguiendo la versión inglesa, concluye así: "En algunas situaciones la memorización es útil, e incluso necesaria. Puede ofrecer a los alumnos datos concretos sobre los que reflexionar; puede limitar la ansiedad al reducir las matemáticas a un conjunto de simples hechos, reglas y procedimientos; puede ayudar a desarrollar el dominio de los números en edades tempranas, antes de que tenga que enfrentarse a problemas más complejos. Sin embargo, si quieren estar entre los mejores, los alumnos de 15 años deben aprender matemáticas de una manera más reflexiva, ambiciosa y creativa, que permita explorar métodos alternativos a la búsqueda de soluciones, establecer relaciones, adoptar diferentes perspectivas y buscar el significado. Así pues, puedes utilizar la memoria, pero úsala estratégicamente ".
La edición francesa de este informe es un poco más explícita: "En una palabra: la memoria es una herramienta preciosa ... siempre que se utilice de manera inteligente".
La memoria no es un blindaje contra la comprensión sino, por el contrario, es una facultad que hay que aprender a utilizar para facilitar la comprensión. Esto es lo que siempre hemos sabido y lo que decía Bloom en los años cincuenta con su famosa taxonomía del dominio intelectual.
Los psicólogos cognitivos hace tiempo que nos aseguran que en el dominio de las matemáticas es esencial enseñar a los alumnos a diferenciar entre la estructura profunda y la superficial de un problema. Es decir: hay que enseñarles a leer los enunciados de los problemas. Pondré un ejemplo:
1) ¿Si un carpintero hace una silla de madera al día, cuántos días tardarán 5 carpinteros en hacer 20 sillas si trabajan todos a este ritmo?
2) Un barco que navega a 5 millas por hora tarda 5 horas en ir del puerto A al puerto B. ¿Cuántas horas tardarán 5 barcos en hacer el mismo recorrido si navegan a esta misma velocidad y salen todos a la vez?
La estructura superficial de los dos problemas parece la misma y eso es lo que confunde a menudo a los alumnos, que no se dan cuenta de las diferencias de su estructura profunda. Cada vez veo más claro que en la raíz de la mayor parte de los fracasos escolares hay un déficit de comprensión lingüística.
¿Cómo se aprende a leer problemas? Básicamente, resolviendo muchos problemas de diferente tipo y reflexionando sobre sus semejanzas y diferencias. Es necesaria la repetición porque la transferencia -la aplicación de lo aprendido en un campo a otro- es más compleja de lo que nos gustaría creer. No hay atajos para aprender a utilizar de manera inteligente la memoria. La repetición también nos ayuda a conseguir los autom atismos que hacen más fácil la resolución de problemas.
El 24 de mayo, PISA in Focus publicaba otro informe, dedicado a las actitudes de los alumnos de bajo rendimiento ante los problemas de matemáticas. Decía que lo que caracteriza a estos alumnos es su débil perseverancia. Ante las dificultades, abandonan rápidamente porque tienen la sensación de que su esfuerzo es inútil. El informe añadía un dato interesante: los alumnos de bajo rendimiento que participan en actividades extraescolares de matemáticas tienen más interés en esta materia que los que no participan. "Estos resultados parecen indicar -concluía- que las actividades extraescolares relacionadas con las matemáticas [...] son quizás más estimulantes de lo que se tiene tendencia a creer".
-
-
0:12
»
El café de Ocata
"De todas las escuelas, ésta [la del liberalismo] es la más estéril, porque es la menos docta y la más egoísta (...). Esta escuela no domina más que cuando la sociedad desfallece: el periodo de su dominación es aquel transitorio y fugitivo en que el mundo no sabe si irse con barrabás o con Jesús, y está suspenso entre una afirmación dogmática y una negación suprema. La sociedad entonces se deja gobernar de buen grado por una escuela que nunca dice afirmo ni niego, y que a todo dice distingo. El supremo interés de esta escuela está en que no llegue el día de las negaciones radicales o de las afirmaciones soberanas; y para que no llegue, por medio de la discusión confunde todas las nociones y propaga el escepticismo, sabiendo, como sabe, que un pueblo que oye perpetuamente en boca de sus sofistas el pro y el contra de todo, acaba por no saber a qué atenerse y por preguntarse a sí propio si la verdad y el error, lo justo y lo injusto, lo torpe y lo honesto, son cosas contrarias entre sí, o son una misma cosa mirada desde puntos de vista diferentes. Este periodo angustioso, por mucho que dure, es siempre breve; el hombre ha nacido para obrar, y la discusión perpetua contradice a la naturaleza humana, siendo, como es, enemiga de las obras. Apremiados los pueblos por todos sus instintos, llega un día en que se derrama por las plazas y las calles pidiendo a Barrabás o pidiendo a Jesús resueltamente, y volcando en el polvo las cátedras de los sofistas."
Donoso -¿quién, si no?-, Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo.
-
-
23:54
»
El café de Ocata
Esta es la opinión de Donoso: "Si el género humano no estuviera condenado irremisiblemente a ver las cosas al revés, escogería por consejeros entre la generalidad de los hombres a los teólogos, entre los teólogos a los místicos, y entre los místicos a los que han vivido una vida más apartada de los negocios y del mundo." Tengan ustedes en cuenta la estructura condicional de la proposición.
-
21:45
»
El café de Ocata
IAquí estamos de nuevo, teniéndonoslas que ver con el mundo tal como es y con su tozuda resistencia a ser como lo habíamos programado.
IIDentro de un par de semanas comenzarán a publicarse ensayos sesudos sobre las causas de lo que ha ocurrido; es decir, sobre las causas que nos pasaron desapercibidas mientras estaban ocurriendo.
IIILa democracia está muy bien... siempre que no se espere mucho de ella. De hecho es la constatación de que, a falta de inteligencia política, necesitamos recurrir a las mayorías.
IVNos gusta pensar que los políticos son taimados, retorcidos, quizás malos, pero inteligentes. Es falso. No hay inteligencia política. Y si la hay, está en manos del azar. No sabemos crearla cuando no la tenemos ni transmitirla cuando parece que la tenemos.
VIntuyo que la triunfadora del referéndum británico ha sido Alemania.
VILos ingleses no se fían de los continentales. Nadie ha de sorprenderse por ello. Lo sorprendente es que los continentales tampoco nos fiamos de nosotros mismos.
VII¿Lo de Gran Bretaña es populismo? Creo que no. El populismo es básicamente un vicio continental.
VIIICuando Europa no avanza, retrocede.
IXSigo soñando con ser ciudadano europeo.
XEl futuro siempre es indefinido.