Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, publicó en el año 2008 “Las cinco mentes del futuro”. En este libro plantea qué habilidades deberíamos tener en el futuro para tener un buen desarrollo de nuestras capacidades en los ámbitos personal y laboral. En él expone una doble preocupación, por un lado, cuál es el modo de educar las mentes de los estudiantes actuales para estar lo mejor preparados posibles y también, cómo podrían activar sus capacidades y aptitudes aquellos que ya están inmersos en el mundo laboral.
Las habilidades del futuroEn los últimos años está muy presente esta preocupación acerca de qué habilidades tendremos que desarrollar en el futuro para poder movernos en un mundo que ha cambiado sustancialmente y lo sigue haciendo a un ritmo vertiginoso. En el informe “The future of Jobs” (2016) del Foro Económico Mundial de Davos se detallaron qué habilidades deberán tener los trabajadores del futuro, en la que llaman la Cuarta Revolución Industrial. Deberán ser más creativos, más críticos, con una mayor capacidad de resolución de problemas, de toma de decisiones, flexibilidad e inteligencia emocional. Y para estar preparados apuestan por liderar el cambio en el ámbito educativo.
Las cinco mentes del futuro según H. GardnerGardner, en su libro, apuesta por cultivar las que denomina las cinco mentes del futuro: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética. Estas cinco mentes utilizan las distintas inteligencias, explica Gardner, y considera que serán las más valoradas en el futuro.
Las tres primeras mentes (disciplinada, sintética y creativa) abordan esferas cognitivas y las otras dos (respetuosa y ética) giran en torno a las relaciones con otras personas.
La mente disciplinada se refiere a dominar los modos de pensar del ser humano (ciencia, matemática, historia, filosofía…) y transferirlo al área profesional, evaluar estos conocimientos y actualizarlos. Una mente disciplinada… “es capaz de aplicarse con diligencia, de mejorar a un ritmo constante y de continuar su formación una vez finalizada la educación formal”.
La mente sintética recaba información de diversas fuentes, la comprende, evalúa y agrupa para que tenga sentido para uno mismo y para los demás. La capacidad de síntesis es muy decisiva en la actualidad debido a la gran cantidad de información que recibimos y debemos filtrar. “Selecciona la información decisiva a partir de ingentes cantidades de información disponible; expone la información de modo que tenga sentido para uno mismo y para los demás.”
La mente creativa es la mente que abre nuevos caminos. Presenta ideas nuevas, plantea nuevas preguntas, fomenta nuevas formas de pensar. “La creatividad incorpora una o más disciplinas establecidas y requiere un “campo” informado en el que emitir juicios acerca de la calidad y la aceptabilidad de la creatividad.”
La mente respetuosa observa y acepta las diferencias entre individuos. Trata de comprender a los otros y trabajar con ellos de forma efectiva. “Trata de entender y trabajar con los que son diferentes; va más allá de la mera tolerancia y de lo políticamente correcto.”
La mente ética va a un nivel más abstracto que la mente respetuosa y reflexiona acerca de las necesidades y deseos de las sociedades. Plantea el modo en el que los ciudadanos trascienden sus intereses personales y actúan de forma interesada para mejorar su entorno. “Distinguir los rasgos esenciales del rol que uno cumple en el trabajo y los que uno ejerce como ciudadano y actuar de manera coherente con esos conceptos; se esfuerza por hacer un buen trabajo y ejercer una buena ciudadanía.”
Gardner señala: “Indudablemente sería ideal que educadores, formadores y supervisores apreciaran e incorporaran estos cinco tipos de mente.”
La entrada Las cinco mentes del futuro se publicó primero en Aprender a pensar.
Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, publicó en el año 2008 “Las cinco mentes del futuro”. En este libro plantea qué habilidades deberíamos tener en el futuro para tener un buen desarrollo de nuestras capacidades en los ámbitos personal y laboral. En él expone una doble preocupación, por un lado, cuál es el modo de educar las mentes de los estudiantes actuales para estar lo mejor preparados posibles y también, cómo podrían activar sus capacidades y aptitudes aquellos que ya están inmersos en el mundo laboral.
Las habilidades del futuroEn los últimos años está muy presente esta preocupación acerca de qué habilidades tendremos que desarrollar en el futuro para poder movernos en un mundo que ha cambiado sustancialmente y lo sigue haciendo a un ritmo vertiginoso. En el informe “The future of Jobs” (2016) del Foro Económico Mundial de Davos se detallaron qué habilidades deberán tener los trabajadores del futuro, en la que llaman la Cuarta Revolución Industrial. Deberán ser más creativos, más críticos, con una mayor capacidad de resolución de problemas, de toma de decisiones, flexibilidad e inteligencia emocional. Y para estar preparados apuestan por liderar el cambio en el ámbito educativo.
Las cinco mentes del futuro según H. GardnerGardner, en su libro, apuesta por cultivar las que denomina las cinco mentes del futuro: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética. Estas cinco mentes utilizan las distintas inteligencias, explica Gardner, y considera que serán las más valoradas en el futuro.
Las tres primeras mentes (disciplinada, sintética y creativa) abordan esferas cognitivas y las otras dos (respetuosa y ética) giran en torno a las relaciones con otras personas.
La mente disciplinada se refiere a dominar los modos de pensar del ser humano (ciencia, matemática, historia, filosofía…) y transferirlo al área profesional, evaluar estos conocimientos y actualizarlos. Una mente disciplinada… “es capaz de aplicarse con diligencia, de mejorar a un ritmo constante y de continuar su formación una vez finalizada la educación formal”.
La mente sintética recaba información de diversas fuentes, la comprende, evalúa y agrupa para que tenga sentido para uno mismo y para los demás. La capacidad de síntesis es muy decisiva en la actualidad debido a la gran cantidad de información que recibimos y debemos filtrar. “Selecciona la información decisiva a partir de ingentes cantidades de información disponible; expone la información de modo que tenga sentido para uno mismo y para los demás.”
La mente creativa es la mente que abre nuevos caminos. Presenta ideas nuevas, plantea nuevas preguntas, fomenta nuevas formas de pensar. “La creatividad incorpora una o más disciplinas establecidas y requiere un “campo” informado en el que emitir juicios acerca de la calidad y la aceptabilidad de la creatividad.”
La mente respetuosa observa y acepta las diferencias entre individuos. Trata de comprender a los otros y trabajar con ellos de forma efectiva. “Trata de entender y trabajar con los que son diferentes; va más allá de la mera tolerancia y de lo políticamente correcto.”
La mente ética va a un nivel más abstracto que la mente respetuosa y reflexiona acerca de las necesidades y deseos de las sociedades. Plantea el modo en el que los ciudadanos trascienden sus intereses personales y actúan de forma interesada para mejorar su entorno. “Distinguir los rasgos esenciales del rol que uno cumple en el trabajo y los que uno ejerce como ciudadano y actuar de manera coherente con esos conceptos; se esfuerza por hacer un buen trabajo y ejercer una buena ciudadanía.”
Gardner señala: “Indudablemente sería ideal que educadores, formadores y supervisores apreciaran e incorporaran estos cinco tipos de mente.”
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Con este mismo título, Roberto Colom, Doctor en Psicología y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ofreció una conferencia en el XVIII Congreso Internacional del Philosophical Inquiry with Children Coming of Age que se celebró en junio de 2017 en Madrid.
El objetivo del congreso era ofrecer una discusión abierta a los diferentes enfoques con que trabajar la comunidad de investigación filosófica en la educación formal, no formal e informal.
Colom, planteó si es o no posible mejorar nuestras capacidades cognitivas, qué repercusiones tendría si fuera posible y cómo debería hacerse. La ponencia del profesor Colom se puede ver en su totalidad aquí.
Colom, argumentó basándose en diversos estudios qué relevancia tiene este asunto en diferentes ámbitos, no solo el académico y, planteó la necesidad de que los alumnos desarrollen sus habilidades de pensamiento para aprender mejor y desarrollar todas sus capacidades.
Definió la inteligencia, de acuerdo al consenso que se establece entre los psicólogos, como la capacidad mental general para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas y aprender con rapidez. De acuerdo con esta definición y los estudios que presentó, defendió que la mejora de solo 3 puntos en la capacidad cognitiva de las personas tendría un efecto en la sociedad muy significativo en tres ámbitos: la reducción del fracaso escolar, la prevención de los delitos y la reducción de los índices de pobreza.
Expuso que lo que se ha hecho hasta ahora en intervención temprana para mejorar las capacidades cognitivas funciona temporalmente, pero, se disipa su efecto con el tiempo. Por ello argumentó que era necesario buscar procedimientos que mantengan ese tipo de mejoras que pueden conseguirse de manera eficiente.
A partir de una serie de estudios en los que se analizaba cómo cambia el cerebro combinando diversas actividades de estimulación (cognitivas y de otro tipo), concluyeron que solo se mejoraban las capacidades cognitivas en los pertenecientes al grupo que solo estimulaba su cerebro cognitivamente porque lo hacían durante más tiempo. La conclusión que se recoge es que lo que tiene relevancia es la dosis. Es decir, solo lo que se practica durante más tiempo puede modificar nuestro cerebro. Por lo tanto, es necesario que un programa de estimulación cognitiva se extienda en el tiempo para que tenga efectos significativos y perdurables.
Roberto Colom explicó que lo que le sedujo del programa de Filosofía para Niños es que es un programa de estimulación cognitiva que se extiende durante muchos años (desde los 3 hasta los 18 años y se hace extensivo a lo largo de la vida). Y considera que ese es el motivo por el que se encuentran efectos positivos y perdurables en los alumnos que han seguido un programa de Filosofía para Niños.
Roberto Colom forma parte del grupo de trabajo que investiga el impacto del programa de Filosofía para Niños (FpN) en los alumnos que lo practican. En este enlace se puede conocer el estudio longitudinal sobre el impacto del programa FpN. Roberto Colom, Félix García Moriyón, Carmen Magro, and Elena Morilla: The Long-term Impact of Philosophy for Children: A Longitudinal Study (Preliminary Results). Analytic Teaching and Philosophical Praxis, Volume 35, Issue 1 (2014).
En esta obra coordinada por Félix García Moriyón: La estimulación de la inteligencia. Madrid: Ediciones de la Torre, 2003 hay más información acerca de esta y otras investigaciones. En este libro se expone un sistema de evaluación del desarrollo del programa y es de especial utilidad para las personas que trabajan en programas de mejora de la inteligencia o pensamiento complejo.
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Con este mismo título, Roberto Colom, Doctor en Psicología y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ofreció una conferencia en el XVIII Congreso Internacional del Philosophical Inquiry with Children Coming of Age que se celebró en junio de 2017 en Madrid.
El objetivo del congreso era ofrecer una discusión abierta a los diferentes enfoques con que trabajar la comunidad de investigación filosófica en la educación formal, no formal e informal.
Colom, planteó si es o no posible mejorar nuestras capacidades cognitivas, qué repercusiones tendría si fuera posible y cómo debería hacerse. La ponencia del profesor Colom se puede ver en su totalidad aquí.
Colom, argumentó basándose en diversos estudios qué relevancia tiene este asunto en diferentes ámbitos, no solo el académico y, planteó la necesidad de que los alumnos desarrollen sus habilidades de pensamiento para aprender mejor y desarrollar todas sus capacidades.
Definió la inteligencia, de acuerdo al consenso que se establece entre los psicólogos, como la capacidad mental general para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas y aprender con rapidez. De acuerdo con esta definición y los estudios que presentó, defendió que la mejora de solo 3 puntos en la capacidad cognitiva de las personas tendría un efecto en la sociedad muy significativo en tres ámbitos: la reducción del fracaso escolar, la prevención de los delitos y la reducción de los índices de pobreza.
Expuso que lo que se ha hecho hasta ahora en intervención temprana para mejorar las capacidades cognitivas funciona temporalmente, pero, se disipa su efecto con el tiempo. Por ello argumentó que era necesario buscar procedimientos que mantengan ese tipo de mejoras que pueden conseguirse de manera eficiente.
A partir de una serie de estudios en los que se analizaba cómo cambia el cerebro combinando diversas actividades de estimulación (cognitivas y de otro tipo), concluyeron que solo se mejoraban las capacidades cognitivas en los pertenecientes al grupo que solo estimulaba su cerebro cognitivamente porque lo hacían durante más tiempo. La conclusión que se recoge es que lo que tiene relevancia es la dosis. Es decir, solo lo que se practica durante más tiempo puede modificar nuestro cerebro. Por lo tanto, es necesario que un programa de estimulación cognitiva se extienda en el tiempo para que tenga efectos significativos y perdurables.
Roberto Colom explicó que lo que le sedujo del programa de Filosofía para Niños es que es un programa de estimulación cognitiva que se extiende durante muchos años (desde los 3 hasta los 18 años y se hace extensivo a lo largo de la vida). Y considera que ese es el motivo por el que se encuentran efectos positivos y perdurables en los alumnos que han seguido un programa de Filosofía para Niños.
Roberto Colom forma parte del grupo de trabajo que investiga el impacto del programa de Filosofía para Niños (FpN) en los alumnos que lo practican. En este enlace se puede conocer el estudio longitudinal sobre el impacto del programa FpN. Roberto Colom, Félix García Moriyón, Carmen Magro, and Elena Morilla: The Long-term Impact of Philosophy for Children: A Longitudinal Study (Preliminary Results). Analytic Teaching and Philosophical Praxis, Volume 35, Issue 1 (2014).
En esta obra coordinada por Félix García Moriyón: La estimulación de la inteligencia. Madrid: Ediciones de la Torre, 2003 hay más información acerca de esta y otras investigaciones. En este libro se expone un sistema de evaluación del desarrollo del programa y es de especial utilidad para las personas que trabajan en programas de mejora de la inteligencia o pensamiento complejo.
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Para celebrar este día una cita fundamental:
“La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón: he aquí el lema de la Ilustración. La pereza y la cobardía son causa de que una tan gran parte de los hombres continúe a gusto en su estado de pupilo, a pesar de que hace tiempo la naturaleza los liberó de ajena tutela; también lo son de que se haga tan fácil para otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo no estar emancipado! Tengo a mi disposición un libro que me presta su inteligencia, un cura de almas que me ofrece su conciencia, un médico que me prescribe las dietas, etc., así que no necesito molestarme. Si puedo pagar no me hace falta pensar: ya habrá otros que tomen a su cargo, en mi nombre, tan fastidiosa tarea.”
Kant, I.: “¿Qué es la Ilustración?” (1784), en Filosofía de la historia
¿Por qué celebrar el Día Mundial de la Filosofía?Aunque la UNESCO comenzó a celebrar este Día en 2002, no fue hasta el año 2005 que declaró su conmemoración oficialmente el tercer jueves del mes de noviembre.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la filosofía proporciona las bases conceptuales de los principios y valores de los que depende la paz mundial: la democracia, los derechos humanos, la justicia y la igualdad. Además, la filosofía ayuda a consolidar los auténticos fundamentos de la coexistencia pacífica y la tolerancia. El Día Mundial de la Filosofía celebra la importancia de la reflexión filosófica y anima a las personas de todo el mundo a compartir su herencia filosófica entre sí.
Los principales objetivos del Día Mundial de la Filosofía son los siguientes:
Estos objetivos se logran mediante la promoción de intercambios universitarios y del mundo académico, pero también mediante el acercamiento de la filosofía al público en general, que ha mostrado siempre un vivo interés por esta actividad. (Información extraída de Naciones Unidas).
El colectivo Más Filosofía ha programado sendas actividades en Madrid para celebrar el día mundial de la Filosofía con el objetivo de visibilizar las distintas formas de hacer Filosofía.
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Eugenio Ibarzabal* nos comentaba a lo largo de uno de sus magníficos cursos que todas las personas actuamos en base a nuestros paradigmas; es decir, a modelos mentales que nos conducen a interpretar la realidad de una forma concreta, seguramente diferente de la de otra persona que tengas bien cerca.
Así es, cada cual cuenta con sus vivencias, sus aprendizajes, sus sentimientos y experiencias. Todo aquello que va conformando nuestra forma de ser y de vivir; también de pensar e interpretar la vida.
Es necesario ser consciente de esta realidad, dado que lo contrario te anclará en unos paradigmas inflexibles, normalmente origen de desavenencias, desacuerdos y falta de consenso a la hora de afrontar retos. Dado que el proyecto educativo de un centro es un reto grupal, es muy importante que las aportaciones de los individuos se entiendan como puntos de vista, válidos y convergentes; Se defiendan con sinceridad y honestidad, pero también con la flexibilidad que exige un consenso necesario, soporte de un proyecto estable y firme.
En educación conocemos algunos paradigmas, o modelos mentales, que conducen al inmovilismo; a una praxis dudosa; a dificultar los deseos y necesidad de cambio y mejora. Seguramente, todos hayamos escuchado alguno de estos paradigmas. Por citar algunos:
– “Esto es otra moda que ya pasará”
– “Estas cosas las llevo yo haciendo toda la vida con otro nombre”
– “Nosotros no aprendimos con tanta sofisticación y mira qué bien nos ha ido”
– “Yo ya estoy mayor para cambios”
– “Yo ya cambiaría pero no nos dejan”
Quién no ha escuchado estos y muchos otros modelos mentales. Pero, ¿qué ocultan realmente?, ¿ocultan miedo, pereza, intranquilidad, comodidad, impotencia, indefensión? Quizás no se deba generalizar y cada cual tenga sus razones para anclarse a uno o varios paradigmas. Lo cierto es que el alumnado sometido a paradigmas limitantes docentes, se queda estancado y en el siglo XXI, si no te mueves, te extingues.
Y lo cierto es, también, que un equipo de profesores con paradigmas limitantes no puede sentir el éxito de sacar adelante un proyecto educativo común. Ese proceder, en el día a día de cualquier empresa, la llevaría a la quiebra inequívocamente en un plazo cortísimo de tiempo. ¿En educación vale todo? Los que pensamos que no, no tenemos miedo a movernos, a intentarlo, a errar, a pedir perdón y volver a empezar. La recompensa, en cambio, es la felicidad en las caras de profesionales que saben que su agotamiento es el granito de arena que dejan en el futuro que están ayudando a construir.
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