-
-
16:42
»
El café de Ocata
"... el primer lord Liverpool, de quien Acton dijo: 'El secreto de su política es que no tenía ninguna' y de quien un francés dijo que si hubiese estado en la creación del mundo habría dicho: 'Mon Dieu, conservons le chaos'"
- Michael Oakeshott, Ser conservador y otros ensayos escépticos.
-
-
21:46
»
El café de Ocata
En un artículo publicado en la revista
Politics (junio de 1944) Victor Serge cuenta lo siguiente sobre el suicido del poeta ruso Serguéi Yesenin, ocurrida el 28 de diciembre de 1925:
El teléfono sonó: “Ven rápidamente, Yesenin se ha suicidado.” Salí corriendo, perplejo. Subí a su habitación en el Hotel Internacional. Apenas podía reconocerlo. No parecía el mismo. La tarde anterior habíamos estado bebiendo juntos y se mostraba normal. Cuando se despidió dijo: “Quiero estar solo…”. Se despertó con tristeza y sintió la necesidad de escribir algo, pero no tenía ni lápiz ni pluma. Tampoco había tinta en el hotel, pero encontró una cuchilla de afeitar con la que se hizo un corte en la muñeca y con una pluma oxidada mojada en su propia sangre, Yesenin escribió sus últimos versos:
“Adiós, amigo mío, adiós…
… No hay nada nuevo por lo que morir en esta vida,
pero no parece haber tampoco nada nuevo por lo que vivir”.
Lo encontraron colgado, con una correa de maleta alrededor del cuello, su frente se había magullado al caer, una vez muerto, contra una tubería.
“Podría pensarse en él como en un joven soldado que muere solitario”, me dije, “tras haber sido amargamente derrotado”. Treinta años, en la cumbre de su fama, casado ocho veces… Era nuestro gran poeta lírico, el poeta de los campos rusos, de los cafés de Moscú, el cantante bohemio durante la revolución.
Vladimir Mayakovsky, segundo en popularidad tras Yesenin dijo en su despedida:
"Este mundo no está muy bien equipado para la felicidad
Debemos buscar la felicidad en algún tiempo futuro"
Mayakovsky no tardó en matarse a sí mismo con una bala en la cabeza; pero esta es otra historia. A través de la noche nevada, llevamos el cuerpo de Serguéy Yesenin. No es este un tiempo adecuado para sueños o poemas. Adiós, Yesenin.
-
17:53
»
El café de Ocata
Alain Finkielkraut, L'Identité malheureuse (2013):
Qu'est-ce qu'un classique, en effet? C'est un livre dont l'aura est antérieure à la lecture. Nous n'avons pas peur qu'il nous déçoive mais que nous le décevions en n'étant pas à la hauteur. Nous admirons avant de comprendre et, si nous comprenons, c'est parce que l'admiration a tenu bon et forcé tous les obstacles.
-
-
16:05
»
El café de Ocata
Claude Monet -
Matinée sur la Seine (1897)
-
13:14
»
El café de Ocata
Jules Bastien-Lepage - Pas Mèche - (1882)
National Galleries of Scotland.
-
-
18:04
»
El café de Ocata
El 1 de mayo de 1943, anota Victor Serge en su diario:
“Díaz de León, en casa de los Pivert cuenta la historia de “mi tío Gorgono” –su tío verdadero-, personaje famoso en Aguascalientes. A los 17 años engañó a una tía. Se puso a frecuentar un cabaret famoso en el que los jóvenes del pueblo medían su valor apagando las luces a tiro limpio para pelear en las tinieblas a navajazos. Una vez en un exceso de valentía uno se abrió el vientre y se puso a masticar sus propios intestinos… Gorgono mató pronto a una mujer golpeándole la cabeza con una piedra y tiró su cuerpo a un arroyo. Condenado a muerte, el abogado no vio otro medio de evitar la ejecución que el de aconsejarle que matara a alguien en la prisión a fin de pasar por segunda vez ante los tribunales y ganar tiempo. En la prisión de Aguascalientes, Gorgono era zapatero y se ganó el respeto general. Mató de un fuerte golpe a un detenido que le había faltado el respeto. Condenado de nuevo, permaneció mucho tiempo en la cárcel. La revolución lo liberó. Volvió a su casa con una barba con forma de río y constató que ya no le quedaba vivo ningún familiar. Se acordó que había matado a todos hacía tiempo. Se puso en la boca un cartucho de dinamita y encendió la mecha. Los hijos de Gorgono aún viven en Aguascalientes rodeados de admiración. Díaz de Leon escribió con esta historia una pieza de guiñol que el público consideraba inmoral.
La prisión de Aguascalientes, por otra parte, no tenía ni grillos ni guardias. El criminal era conducido a ella por la policía. El jefe de la prisión salía a recibirlo y, con un cuchillo, trazaba vivamente en el suelo la línea en la que estaba la entrada y el prisionero daba su palabra de no traspasarla.
Díaz de León cuenta también una leyenda de México. En la calle Juan Manuel, que hoy es una prolongación de la Venustiano Carranza, vivía un hombre rico que salía por las noches, pedía la hora a un transeúnte y cuando se la daba, exclamaba: “Dichoso tú, que conoces la hora de tu muerte”. Y lo mataba.”
Podemos confirmar que existió un Gorgonio Esparza en Aguascalientes. Nació el 9 de septiembre de 1880. Debió ser una buena pieza, porque de él se decía que lo protegían “los espíritus del mal”. El escritor Antonio Acevedo Escobedo, basándose en su leyenda, compuso una “farsa popular para el teatro guiñol” titulada “Ya viene Gorgonio Esparza! El matón de Aguascalientes.”
Acevedo sitúa el primer acontecimiento sangriento de la vida de Gorgonio en la cantina “El hombre libre”, donde se juntaba con el Bigotes y el Pataseca, a la luz de un aparato de Petróleo. Pataseca solía presumir de las muchas muertes que había causado, entre ellas los quince miembros de una familia. Un día Gorgonio le pidió a un músico que le tocara “esa canción del silencio de la noche”, que le gustaba tanto y él mismo comenzó a cantarla, lo que provocó las bromas de Pataseca que le dijo “con esos gemidos hasta parece marica”. Gorgonio retó a los tres a una pelea con la luz apagada. Acevedo le hace decir a Gorgonio en un verso que dirige a Pataseca: “Ora, recoja sus tripas, porque ya me tropecé”, a lo que responde el interpelado: “Válgame mi mala pata, ya no me levantaré”. Cuando se hizo el silencio, se encendió la luz y se encontraron tres cadáveres junto a Gorgonio. Pero no fue detenido por esto, sino porque las autoridades encontraron a su mujer muerta en un pozo de su huerta. Le había partido la cabeza con una piedra al descubrirla riéndose con un cuñado suyo. En la cárcel aprendió el oficio de zapatero. Mató a otro preso y lo sentenciaron a muerte. Estando frente al juez para conocer su sentencia, estalló la revolución. Gorgonio aprovecho el jaleo para golpear al juez y escaparse.
Por lo que sé, a Francisco Díaz de León lo llevó su padre a la cárcel de visita siendo aún un niño y allí conoció personalmente a Gorgonio. Una vez adulto, rescató su sangrienta vida del olvido escribiendo un resumen de la misma. Antonio Acevedo se basó en él para escribir su obra. En la última escena, muestra a Gorgonio lamentándose de la soledad a la que lo ha condenado su mala vida. Sólo le queda un familiar, Pancho Díaz de León. Decide suicidarse, pero no encuentra más arma que un petardo que le sobró de las fiestas del pueblo. Se lo metió en la boca y lo hizo estallar.
Díaz de León prologó en 1944 la farsa “Ya viene Gorgonio Esparza!” de Acevedo, que se había estrenado el 13 de junio de 1941.
¿Cómo no comprender a Dalí cuando en una visita a México aseguró que no pensaba volver nunca más porque no soportaba que existiese un país más surrealista que sus pinturas?
-
-
17:57
»
El café de Ocata
... I like to kiss you with tongue, with gusto
with socks still on. I love you like a vulture loves
the careless deer at the roadside.
...
- Traci Brinhall, "
Love Poem Without a Drop of Hyperbole in It"
-
14:30
»
El café de Ocata
"Personalidad": así titula Victor Serge la entrada de su diario del 25 de enero de 1943:
Una mujer me dice: "Considero que este tipo de arte no vale nada, etc." Tengo ganas de responderle: "Está muy bien que piense, señora, pero sería mejor que pensara bien. Pues su pensamiento -admitiendo que eso sea pensamiento- no vale a causa de usted, sino usted la que debería valer a causa de su pensamiento".
En todas las cosas hay una verdad que no es de ninguna manera personal, que expresa necesidades independientes de nosotros y, por eso mismo, hay que esforzarse en comprender antes de hablar. El pensamiento superficial, que sólo es apariencia, simulacro, juego de conversación o una manera de colmar el vacío de uno mismo admirándose en un espejo intelectual de pacotilla, se complace oponiéndose a los conformismos con pequeños esquemas de pensamiento ya hechos. No inventa su propio pequeño conformismo y sólo alcanza a desarrollar un juego social poco interesante. La verdadera victoria sobre esta inercia (el conformismo) es el fruto del rigor desinteresado, impersonal, en el conocimiento de la realidad, la búsqueda de la verdad. Así se afirma una personalidad real.
Leo el texto un par de veces. La primera pienso que Serge está jugando un juego peligroso, a borde del narcisismo intelectual. La segunda, concluyo que es honesto, y eso me inquieta más, porque todo lo que aparenta honestidad tiende a ganar verosimilitud. ¿Es acaso realizable el programa intelectual y moral que propugna Serge? ¿Y, si no es realizable, por qué encontramos a tantos intelectuales bien intencionados y honestos que siente necesidad de defenderlo?
¿La honestidad también puede ser una forma del conformismo que critica Serge? Recordar a Nietzsche, etc...
Todos nos rendimos más de una vez al día a la impaciencia de la opinión. A veces, nos rendimos criticando la impaciencia de la opinión.
Efectivamente, nuestro pensamiento no vale porque sea nuestro. El problema es que en la vida cotidiana no podemos pararnos a reflexionar si todo aquello que decimos es estrictamente verdadero...
¿Qué sería de nosotros sin todos esos pequeños conformismos que el hábito ha ido adhiriendo a nuestro lenguaje?
-
-
9:42
»
El café de Ocata
El 4 de agosto de 1949, Joaquín Maurín le escribió una carta a Vlady, el hijo de su buen amigo Víctor Serge. En ella le decía entre otras muchas cosas: "Estoy en discrepancia con la mayor parte de mis antiguos amigos políticos [los militantes del POUM]. (...) Últimamente he publicado en el órgano del partido socialista español, EL SOCIALISTA, un artículo sobre De los Ríos que ha tenido la virtud de indignar a muchos de mis antiguos amigos. Pero, ¿qué puedo hacer? Entiendo que mi deber moral es expresar claramente lo que pienso."
El artículo al que se refiere es sumamente interesante. Con el título de "Don Fernando de los Ríos" apareció el 14 de julio de 1949. Extraigo tres párrafos del mismo. Sin duda el que más indignó a sus antiguos camaradas fue el segundo.
I"Me preguntó [Fernando de los Ríos] si había leído su libro "El sentido humanista del socialismo".- Lo leí en la cárcel de Bilbao en la primavera de 1927.-¿Y qué opina de mi tesis?- La experiencia de la Revolución rusa va dando cada vez más valor a su libro. En efecto, el socialismo debe partir del hombre. Si ha de anularlo, como ocurre en la Rusia de Stalin, el socialismo encarna un retroceso moral, un retorno a la barbarie, que nada tiene que ver con la interpretación que le dieron sus fundadores.-Veo con sorpresa y satisfacción -comentó- que estamos aún más cerca de lo que creía."El sentido humanista del socialismo" no es un libro muerto. Muy al contrario. Conviene desempolvarlo y hacer que lo lea la nueva generación obrera.Si se tiene en cuenta que la desgracia de la España contemporánea ha sido la división del movimiento obrero en dos bandos antagónico: los socialistas marxistas y los socialistas libertarios, quizás De los Ríos ha sido quien ha calado más hondo teóricamente, puesto que ha formulado una doctrina en la que pueden converger libertarios y socialistas.
IIUno se pregunta: ¿Por qué De los Ríos no fue presidente de la República? La elección de Alcalá Zamora, el primer presidente, fue un grave error político, porque dejó a las derechas republicanas sin un gran líder. A la caída de la República contribuyó en gran medida la falta de un fuerte partido republicano de derecha, que contrapesando adecuadamente a la izquierda, ayudara a establecer el equilibrio de las instituciones republicanas. La elección de Azaña, el segundo presidente, fue igualmente otro error político por toda una serie de razones.
III"Me recordó [de los Ríos] que a comienzos de siglo, siendo estudiante en Alemania, hizo una excursión a Weimar con el exclusivo objeto de visitar a la hermana de Nietzsche. Una curiosidad juvenil le impelía a ver los lugares donde el autor de "Así hablaba Zaratustra", apagada la razón, pasó los últimos años de su vida. La hermana del filósofo le dijo que Nietzsche, en uno de sus momentos de lucidez, como oyera que hablaban de España, exclamó: "España es un pueblo que ha querido demasiado...".- Sí, hemos querido demasiado... -comentó De los Ríos.
-
-
10:01
»
El café de Ocata
-
4:04
»
El café de Ocata
“Con una maleta a la espalda, atada a la gabardina y a paso de marcha avanzamos hacia el sur dejando detrás de nosotros miles de vehículos paralizados, la carretera no es suficientemente ancha para ellos. Unos ríen, otros lloran… El día 13, creo, o sea, un día antes de que los nazis entren a París”.
El anterior es un fragmento del diario de un joven republicano español que tras muchas peripecias, pasó la frontera francesa en 1939 y, tras una temporada en un campo de refugiados, creyó ingenuamente haber encontrado un futuro en París. Su huida hacia el sur acabará en otro campo de refugiados y, tras escaparse del mismo, en Marsella, en Casablanca, en Veracruz... hasta que vuelva anciano y ciego a España. Sus cenizas se dispersaron en el Mediterráneo.
Ya sé que el pasado está condenado, porque el presente se alimenta más de esperanzas de futuro que de recuerdos de lo pretérito y que vivir es en buena manera olvidar, pero leyendo experiencias como las de este compatriota, me pregunto si es inteligente olvidar tanto como olvidamos y, sobre todo, si es inteligente utilizar la memoria como arma arrojadiza en lugar de hacerla servir para comprendernos más cabalmente a nosotros mismos y a nuestras fuerzas. Pero también me pregunto si no hay un deber moral de memoria, si no somos moralmente responsables de tanto olvido.
-
-
0:49
»
El café de Ocata
-
-
17:59
»
El café de Ocata
De la revista "La Révolution Prolétarienne", 25 de julio de 1933
-
-
7:22
»
El café de Ocata
En el
archivo de Angelica Balabanova, revolucionaria italiana que fue la primera secretaria de la III Internacional, se encuentra su testamento, en el que puede leerse lo siguiente: "Por favor, destruid todas las cartas y el resto de papeles" (inventario num. 5). Por supuesto, gracias a que no le hicieron caso, existe este archivo.
Un texto muy interesante de Balabanova: "
Reflexions sur Lenine".
-
-
11:37
»
El café de Ocata
Ortega lo dice de Sevilla en su Introducción a un don Juan pero podríamos decirlo también de todas esas ciudades a las que no querríamos llegar como extranjeros: Granada, Córdoba, Toledo, Santiago...:
“En una ciudad milenaria como Sevilla, que ha servido de lecho y de cauce a tantas civilizaciones, se halla todo impregnado de densas advertencias: cada cosa palpita cargada de mil alusiones, y es para el viajero sensible llegar a Sevilla penetrar en un sonoro enjambre de abejas espirituales, hechas de oro y de temblor, que le asaltan presurosas e innumerables y aspiran a dejar en el alma transeúnte, a la vez, su aguijón y su miel.”
-
-
18:29
»
El café de Ocata
El rey Don Amadeo de Saboya –a quien Ocata le debe, por cierto, grandes favores, entre otros, su apeadero-, como buen ‘galantuomo’ que era, se trajo de Italia una joven que, según decían, vivía más tiempo en palacio que en su hotel. Los ingeniosos aseguraban que le leía al rey los cuentos de Bocaccio “de corrido”. El caso es que la reina estaba a punto de llegar a Madrid y para evitar el escándalo en aquella situación constitucional tan precaria, Sagasta, entonces ministro de gobernación, se decidió a aplicar aquello de a grandes males, grandes remedios.
Al entrar un día la italiana en palacio, varios polizontes la detuvieron y la introdujeron primero en un coche y después en el tren que la llevaría a la frontera. Media hora después, don Práxedes se presentó a despachar con el rey las cuestiones corrientes. Pero esta vez apareció con cara compungida y le contó al monarca que se había abortado un complot contra su real vida. “Ya se sabe”, le añadió, “que en toda conspiración, a la fuerza ha de figurar una mujer. La buscamos y la encontramos cuando ya había entrado en Palacio, posiblemente tras haber sobornando a algún servidor de la entrada. - ¿Está presa? –preguntó don Amadeo.- En la madrugada llegará a la frontera, custodiada por dos agentes de confianza del gobierno.
Pasaron los días, llegó la reina; pasaron más días y el rey se encariñó con otra joven, en este caso española. Pero como los días continuaban pasando, el rey se aburrió de su compañía y llamó a Sagasta, pidiéndole que la desterrase en cuanto pudiera.
- ¿Y los derechos individuales? ¿Y la inviolabilidad del domicilio? ¡Si V.M. supiese los disgustos que me dan estas cosas en las Cortes! -le respondió muy dignamente Sagasta. Conviene aclarar aquí que estaba bromeando sobre sí mismo, pues más de una vez se refirió a los derechos individuales llamándolos derechos inaguantables.
¡Qué gran Sagasta! Quizás no haya habido otro parlamentario más brillante, más ágil, más mordaz que este riojano. Se llegó a decir que no había nacido en toda la historia de Andalucía un gitano más gitano que él. Nadie ha contado más chistes que Sagasta desde la tribuna de las Cortes. Siempre tenía una anécdota para ilustrar un argumento. Nadie hizo reír más a sus partidarios y nadie desarmaba dialécticamente con más facilidad a sus adversarios políticos. Uno está tentado a decir que políticos como Sagasta, Cánovas, Pi Margall, Salmerón o Castelar se merecían otro país. Claro que si me leyera lo que acabo de escribir, Sagasta se reiría a carcajada limpia de mi, como se rió de Moyano en aquella ocasión en la que este último se interesaba por lo que hubiera ocurrido de no haberse producido la revolución del 68. Sagasta le contestó: “S.S. me recuerda lo que le pasó a uno que se entretuvo toda su vida escribiendo una obra de muchos volúmenes para demostrar los milagros que hubiera hecho un santo, si tal santo hubiera venido al mundo.”
-
-
19:00
»
El café de Ocata
Sagasta a Silvela en el Congreso, el 12 de mayo de 1876:
“Esto me recuerda el cuadro de un pobre loco que víctima de la manía de creerse un gran pintor, tenía en la celda que le estaba destinada en el manicomio un gran lienzo tapado con una gran cortina. Cuando alguno de los que visitaban el establecimiento se llegaba a aquella celda, y era persona digna, en opinión del loco, de admirar aquella maravilla, le llamaba aparte y le decía con mucho misterio: "voy a enseñar a Vd. un gran cuadro;" y tomando todas las precauciones necesarias para que ninguna otra persona le sorprendiera, iba poco a poco descubriendo el lienzo, en el cual no había ni una línea, ni un trazo, ni una pincelada; y cuando lo había descubierto todo, decía muy satisfecho a la persona que le acompañaba: - Aquí tiene Vd. el paso del mar Rojo.El visitante, atónito al no ver nada, le preguntaba: - Pues, ¿y el mar?. - El mar se ha retirado -contestaba el loco-, para dar paso a Moisés.- ¿Y los israelitas?- Todos han pasado ya. - ¿Y has huestes de Faraón? - Esas todavía no han llegado.
-
-
20:47
»
El café de Ocata
Aviso para navegantes:
Mi amiga B. me ha enviado desde París un libro. Pero si ella lo envía, no es sólo un libro.
Si algo es evidente es que B. da siempre en la diana. Tenerla a ella de consejera literaria es como disponer de un embajador en el Parnaso. Libro que me recomienda, libro que está condenado a tener éxito de manera inmediata.
Quede constancia, pues, de lo evidente.
Gracias, B.
Al comenzar a leer el libro me ha sorprendido lo familiar que me resultaba el texto. ¿A qué se debía? Al finalizar el primer párrafo, no tenía duda: yo había leído eso. ¿Pero cómo podía ser posible si estaba seguro de no haber leído el libro? De repente he caído en la cuenta: El 19 de abril del año pasado
escribí en un post:
Esta mañana he encontrado esta joya en The New Yorker que me permite comprobar, de nuevo, la actualidad de los clásicos:A FATHER’S FINAL ODYSSEYBy Daniel Mendelsohn
Y así se cierra el círculo, permitiéndome constatar, de nuevo, que todo lo que rima es verdadero.
-
16:45
»
El café de Ocata
-
11:31
»
El café de Ocata
A los Reyes Magos no hay que alterarles ni una coma.
Y punto.
Hay cosas que son sagradas, los Reyes Magos o el caballo blanco de Santiago, por poner dos ejemplos. En esto último coincido con Maeztu, que consideraba necesario defender la participación del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo sobre un caballo blanco, sin transigir ni con que fuera tordo.
Maeztu, hoy tan olvidado, era, según aseguraba Ernesto Giménez Caballero, un ciudadano de tal honestidad “que se iba a protestar al Ayuntamiento de Madrid porque le cobraban poca contribución, y de esta manera no podría tener nunca bien arregladas las calles.”
Los que no entienden el valor de las tradiciones suelen destapar lo olvidado de su origen. Los que las respetamos sabemos que, como defendía Hume, es altamente conveniente someterse a las tradiciones que hemos encontrado establecidas en el país en que nos tocó vivir, sin entrometernos demasiado en su origen.
-
-
11:24
»
El café de Ocata
Sostenía recientemente un buen amigo que la democracia se sustenta en la cultura y que, en consecuencia, a más cultura, más democracia. Debió leerme en la cara un tic escéptico, porque me preguntó si no estaba de acuerdo.
No lo estaba,
"Creo -le contesté con la intención de provocarlo- que la necesidad de una moralidad básica, de una decencia común, no puede ser suplida por un bombardeo masivo de la población con sonetos".
Nos enzarzamos en un largo debate en el que yo le iba poniendo ejemplos de grandes intelectuales -filósofos, poetas, novelistas, artistas...- que apoyaron a tiranos y de países cultos que se rindieron incondicionalmente a dictadores y él iba modificando el significado de la cultura.
Me guardé para el final el argumento definitivo, Aragon, el poeta -gran poeta- que ensalzaba el terror y cantaba a la terrible GPU:
Il s'agit de préparer le procès monstred'un monde monstrueuxAiguisez demain sur la pierrePréparez les conseils d'ouvriers et soldatsConstituez le tribunal révolutionnaireJ'appelle la Terreur du fond de mes poumons…Je chante le Guépéou nécessaire de France
Por supuesto, no convencí a mi amigo, porque lo que en el fondo daba por evidente es la existencia de una relación, para mi incomprensible, entre incremento de la cultura y de la moralidad, con lo cual, de hecho, estaba condenando a los iletrados a la inmoralidad y a los catedráticos universitarios a la excelencia moral.
Si Leo Strauss es, a mi parecer, uno de los grandes filósofos del siglo XX es por haber visto con más claridad que nadie el ambiguo papel político que juegan los intelectuales.
-
-
5:02
»
El café de Ocata
... aunque quizás fuera más justo decir, "pepinos con sentido el humor".
-
-
12:32
»
El café de Ocata
Una afirmación de Marcelino Domingo, que encuentro en su libro Libertad y autoridad (1928), me retiene: "El espíritu dispuesto a recibir al Mesías es el Mesías".
Marcelino Domingo no está hablando de religión, sino de política pero es difícil no dejarse llevar por la interpretación religiosa de estas palabras.
Unas líneas más adelante aclara un poco su pensamiento: "No hay Mesías que redima a los pueblos que no ponen su voluntad en redimirse".
Cierro el libro y me quedo con el paladar inundado por el fuerte sabor de esta idea. El sol entra a raudales por la ventana de mi cuarto este primer día del año. El cielo es de un azul cansado, desgastado, desvaído. Una ligera brisa mueve las copas de las jacarandás de la calle. El aroma del cocido que está hirviendo en la cocina inunda la casa. Marcelino Domingo me ha provocado un ataque de historia.
-
-
13:35
»
El café de Ocata
Hace cinco años, una maestra me comentó que había ido de excursión con sus alumnos de 9 años a la montaña y que éstos se lo habían pasado muy bien jugando entre los árboles porque, según su expresión literal, "era como estar en un videojuego".
Esta mañana mi nieto Bruno estaba jugando en la Plaza de Ocata y de vez en cuando decía "¡Play!". Cuando le he preguntado por qué usaba tanto esta palabra, me ha contestado que era para comenzar a jugar, porque estaba jugando a que era un videojuego.
-
11:12
»
El café de Ocata
... recordad que...
-
-
11:54
»
El café de Ocata
Refiriéndose a las pataletas que monta su primo Gabriel (3 años), mi nieto Bruno (8 años) me comentaba ayer mientras comíamos los dos solos en un restaurante de postín:
- Es que, yayo, a veces hay que decir que no. Esta bien decir que sí, pero a veces, hay que decir que no. Porque con el no también se educa.
Me lo quedé mirando. Hablaba con una gran seriedad, con la convicción de estar tocando un tema importante y yo pensaba que, sin duda, los niños se comportan con frecuencia a la altura de lo que creen que esperas de ellos. Y ayer estuvo a una buena altura porque a los postres me preguntó qué significaba "interferencia".
Claro que después subimos a la azotea del hotel en el que acabábamos de comer y comenzó a correr y a saltar de lado a lado gritando "¡Libre! ¡Soy libre! ¡Al fin respiro!"
-
-
17:46
»
El café de Ocata
Recojo del
Testamento literario de don Armando Palacio Valdés la siguiente anécdota del gran don Emilio Castelar.
Desde muy joven Castelar adquirió un prestigio inmenso en España (...). Si hubiera hablado en una catedral, tal vez sería necesario remontarse hasta un Bossuet para encontrarle un rival.
(...)
La primera vez que lo vi fue en una ocasión dramática. Don Amadeo de Saboya, elegido dos años antes rey de España por el Parlamento, había presentado a éste su renuncia. (...). La noche de su partida, el Congreso de los Diputados deliberaba sobre tan grave asunto. Una muchedumbre turbulenta se agitaba en los alrededores del Congreso, exigiendo de los diputados, pidiendo a gritos, que se proclamase la república. (...) El Congreso estaba cerrado y los faroles de las calles adyacentes apagados. El pueblo rugía de un modo cada vez más imponente; se preveía el momento en que las puertas saltasen y la multitud invadiese el edificio para imponer su voluntad. En aquel instante se abrió con estrépito una de las ventanas del piso de abajo, vi brillar en la oscuridad unos espejuelos y percibí el bulto de un hombre. Castelar estaba en pie sobre el alféizar. Como por ensalmo, en aquella multitud fragosa se hizo un silencio profundo. "¡Castelar!", oí murmurar a los que estaban cerca.
(...)
Comenzó a hablar Castelar. Y lo hizo con acento colérico, vibrante de indignación, increpándonos con la mayor dureza. Veníamos a profanar el templo de las leyes. Nada teníamos que hacer allí. ¡Marchaos, marchaos inmediatamente! Ellos eran los únicos y legítimos representantes de la patria y nosotros debíamos esperar tranquilamente su resolución. ¡Retiraos al instante! Si no lo hacéis, quedará demostrado que no sois dignos de llamaros ciudadanos de un pueblo libre, sino viles esclavos destinados a gemir bajo el látigo de un tirano.
(...)
Todos nos retiramos lentamente (...). Tal era el prestigio de aquel hombre y el poder de su palabra.
-
10:57
»
El café de Ocata
-
-
9:54
»
El café de Ocata
Justo el día de Navidad, Caridad Mercader tuvo su primera bisnieta. Desde aquí felicito a los padres y abuelos de la criatura. Y para confirmar que esta mujer sigue viva, en el ABC se acuerdan de
El cielo prometido, cosa que, por supuesto, agradezco.
En el ABC
-
-
20:07
»
El café de Ocata
Ando dedicando este día de San Esteban a la lectura del que me parece un magnífico libro, la
Vida de Torres Villarroel.
En sus páginas me acabo de encontrar con esta tajante afirmación del autor: "Yo me conozco, que estoy dentro de mí".
¿Pero es tan obvio que nos conozcamos por creer que estamos dentro de nosotros? ¿Estamos realmente dentro de nosotros? ¿No hay unas cuantas instancias oscuras en nuestro interior que nos tienen vedada la entrada?
¿Hay un dentro en nosotros que se manifieste autónomamente, en ausencia total de algo externo que lo convoque?
¿No somos el encuentro de lo que llevamos dentro con lo que llevamos fuera, con nuestra circunstancia, que diría Ortega?
Con frecuencia se olvida que lo importante del famoso "yo soy yo y mi circunstancia" es la "y". Por eso añade Ortega que si no salvamos a nuestra circunstancia no nos salvamos a nosotros.
¿Pero acaso podemos salvar nuestra circunstancia? ¿No es esta una empresa desmedida?
A veces me veo como un recipiente de latón lleno de abolladuras. Lo de adentro es sólo lo que no es de afuera. A veces es sólo aire, un vacío. Otras veces reúne los guisos más extraños, etc. Lo que conozco de verdad de mí son mis límites y estos se han hecho manifiestos limitando.
Una idea me entretiene estos días: por razones narrativas tendemos a imaginarnos la vida como una punta de flecha que se adentra en el futuro marcando una trayectoria. Así se escriben las biografías, como una narración lineal. Pero me resulta más creíble la imagen vital de un frente amplio, de un ejército invadiendo un enorme país extranjero de orografía y clima muy heterogéneo. Somos la vanguardia y la retaguardia pero, a su vez, la vanguardia es sólo una parte de la linea de avance. En algunos sitios parece precipitarse hacia el futuro, pero tarde o temprano algún impedimento la retiene, mientras que aquella parte que parecía rezagada adelanta y en poco tiempo se pone en cabeza. Esta imagen me permite ver qué pocas son las fortalezas que conquistamos y hacemos nuestras. Avanzamos, es cierto, pero irregularmente, y dejando demasiadas fortalezas sin conquistar o a medio conquistar a nuestras espaldas. Por eso tarde o temprano -quizás en una Nochebuena- nos llegan noticias del pasado, que se nos subleva y la retaguardia se nos convierte en vanguardia lastrada.
-
-
16:00
»
El café de Ocata
Ironizaba Voltaire sobre la oración diciendo que rezarle a Dios es como intentar convencerse a uno mismo de que con palabras puede alterar el rumbo de la naturaleza. Que esto lo diga Voltaire tiene su guasa, porque sus palabras alteraron profundamente el rumbo de la naturaleza.... humana, o, más precisamente, de eso que Aristóteles llamaba "las cosas humanas", que es el reino de la política.
Sí, en efecto, en las cosas humanas las palabras tienen consecuencias. Por eso el buen político es el que provoca con sus palabras las consecuencias que persigue. En política la cadena de causas y efectos no está mediada, como en las ciencias, por leyes empíricas, sino por discursos retóricos.
Y ahora vamos a las elecciones catalanas.
Me parece a mí que cuanto más tiempo pase, más claro se verá -pero sólo para quien quiera verlo- que el triunfador auténtico de estas elecciones ha sido el famoso 155. En primer lugar, porque todos los que se han presentando a las mismas lo han legitimado de facto y, en segundo lugar, porque los que proclamaron la república catalana ahora prometen cuatro años de estabilidad constitucional a los que parece que quieren dar el nombre de "construir la república".
Puigdemont es bueno lanzando palabras como cebo dialéctico a la plaza del pueblo. Es bueno presentándose a sí mismo con una mano como el resistente heroico que ha triunfado por negarse a ceder, mientras con la otra renuncia a la vía unilateral para la independencia y vuelve a sacar el argumento del referendum pactado. Puigdemont es bueno situando los debates en el terreno que a él más le benefician. Es un político con una enorme capacidad retórica. Sabe que quien discute contigo partiendo de tus premisas y utilizando tu lenguaje, ya puede darse por derrotado.
La paradoja política es que ha ganado el 155 al mismo tiempo que ha perdido el PP.
Con respecto a Ciudadanos la importancia efectiva de su indudable triunfo electoral, se calibrará por su capacidad para hacerlo efectivo en las municipales del 2019. Será entonces cuando pueda hacerse con un poder institucional que, hoy por hoy, sus escaños sólo le dan de manera parcial.
En definitiva: ha triunfado el 155, pero su triunfo ha sido matizado porque sólo hablan de él quienes aseguran que ha sido derrotado, ocultando así su sometimiento al mismo. De esta manera hacen creíble la ruptura dialéctica entre causas y consecuencias.
Las palabras, efectivamente, modifican el curso de las cosas humanas.
-
-
13:48
»
El café de Ocata
Mientras estoy en la cocina, liado con una sopa de marisco, oigo a mi mujer y a mi nieto Bruno, que tienen sus más y sus menos a la hora de montar el pesebre.
Todo se ha iniciado con la mayor harmonía, pero las diferencias han comenzado cuando Bruno ha decidido poner una vaca sobre el pesebre y al "caganer" dentro del mismo, entre el buey y la mula. La abuela no ha cedido ni a lo uno ni a lo otro. Lo de la vaca le parecía simplemente físicamente imposible y lo del "caganer", poco teológicamente estético.
Las divergencias se han agudizado cuando Bruno ha querido poner tres -3- niños Jesús y la abuela se ha negado en redondo. Bruno argumentaba que si bien niño Jesús sólo había uno, bien podía haber ocurrido que hubiera otros recién nacidos en el portal o que incluso María hubiese tenido un parto múltiple. Ante tamaño problema teológico, la abuela ha vuelto a lanzar un no que parecía un anatema.
Al final Bruno ha tenido que conformarse poniendo el resto de las figuras como ha querido... siempre que siguiera las instrucciones de la abuela.
La sopa, muy rica.
-
8:36
»
El café de Ocata
-
-
12:25
»
El café de Ocata
Esta misma mañana.
Me ha apetecido hacer croquetas de pollo, que me salen muy ricas, y estaba yo comprando un pollo.
En la pollería nos encontrábamos la pollera y yo solamente. La mujer, discreta y diligente, bajita y delgada, de unos 40 años, me ha enseñado varios ejemplares para que eligiera en que más me conviniera y me ha dicho que por cada pollo regalaba media docena de huevos. Y entonces ha llegado un señor. Me resulta difícil describirlo: Unos 70 años, encanecido, barba de varios días, barriga prominente, gafas. Me he fijado en él porque nada más situarse a mi derecha ha comenzado a hablar con la pollera de cuando se murió.
La mujer ha reaccionado con tanta normalidad que no he tardado en darme cuenta de que estaban reanudando una conversación anterior que por lo que fuera habían interrumpido no hacía mucho rato.
El hombre describía de manera muy viva su experiencia. Se murió en el quirófano y se vio a sí mismo elevándose sobre su cuerpo y entrando en la luz, mientras experimentaba una gran calma. Ha insistido en la profundidad de la calma. Yo intentaba aparentar que escuchaba una confesión anodina sobre cualquier tema trivial. Pero no ha sido fácil, porque la pollera le ha contado también su experiencia de la muerte y de la luz y de cómo se elevaba y si bajaba la cabeza para la derecha veía a su madre en la habitación de al lado haciendo punto y si la bajaba hacia la izquierda, a su padre, que estaba sentado junto a su cuerpo muerto.
Me ha dado el pollo, la media docena de huevos, me ha cobrado y allí los he dejado a los dos, hablando de sus cosas.
-
-
14:44
»
El café de Ocata
-
13:18
»
El café de Ocata
Me encuentro en Mark Lilla (La mente naufragada) com una cita de El hombre sin atributos de Musil que no recordaba, pero que me viene como anillo al dedo: "Un hombre no puede enfadarse con su propio tiempo sin sufrir algunos daños". Ni con su propio tiempo ni con su propio pueblo, conviene añadir.
Veo enfados, decepciones y entusiasmos por las redes sociales, pero incluso estos últimos parecen demasiado estridentes como para no sospechar que ocultan alguna decepción. Hay tantas paradojas en los resultados electorales que cuesta hacerse con un análisis coherente de los mismos.
Por ejemplo: ¿Cómo es que el electorado independentista le quita votos a la CUP al mismo tiempo que le entrega las llaves de la gobernabilidad de Cataluña?
¿El triunfo de Ciudadanos no tiene un sabor a ocasión perdida? ¿Y no podemos decir lo mismo del fracaso de Junqueras frente a Puigdemont?
¿El famoso "cinturón rojo" de Barcelona, era rojo o rojigualda?
¿Si yo fuera un empresario con intenciones de invertir en Cataluña, estos resultados me animarían a hacerlo?
Me da la sensación de que lo que nos pasa hoy es que no sabemos muy bien dónde estamos y cuando no se sabe dónde se está no importa mucho qué camino tomar.
¿Dónde estamos?
Pues estamos en el lugar en el que alguien consiga hacernos creer que estamos. Al único que veo dispuesto -hoy por hoy- a situarnos en un lugar preciso (evidentemente, en un lugar interesado, pero eso no importa, lo que importa es que sea verosímil) es a Puigdemont.
Un amigo se enfada conmigo -es imposible escribir sobre lo que nos pasa sin decepcionar a alguien- y me pide que recuerde dos cosas:
1. Que el independentismo ha obtenido 170.000 votos menos que el constitucionalismo (no estoy seguro de que los Comunes se sientan cómodos con la etiqueta "constitucionalista", pero...
2. Que todo el que se ha presentado a estas elecciones ha legitimado el 155 (peor yo creo que eso depende de las consecuencias de las mismas).
Otro amigo me trata de exagerado por decir que la CUP tiene las llaves de la gobernabilidad de Cataluña, porque JXC y ERC pueden gobernar perfectamente prescindiendo de esta gente. ¡Ya veremos!
-
0:13
»
El café de Ocata
Tenía intención de escribir mis primeras impresiones sobre los resultados electorales, pero me parece más sensato esperar a las segundas o incluso a terceras impresiones antes de hablar de lo que no entiendo. Prefiero hablar de Vigo, donde he pasado los tres últimos días: del sol invernal que nos ha acompañado, de la ría, del viaje a Cangas, de la comida, de la bebida... de los largos paseos... de Almoneda, la librería de viejo que he descubierto esta mañana en la rúa Joaquín Yañez.
En realidad, más que librería es una tienda de antigüedades, que reúne un poco caóticamente un batiburrillo de objetos de todo tipo y, entre ellos varias estanterías de libros muy bien seleccionados y bien ordenados.
Me he comprado el
Testamento literario de
A. Palacio Valdés y
Libertad y autoridad, de Marcelino Domingo, dos grandes sorpresas.
El librero, un gallego elegante, atento y parlanchín, se ha lamentado de que ya no quedan compradores de libros de viejo. La última generación que quedaba en Vigo, ya se ha muerto. Ahora lo que hay es hijos que se deshacen de cualquier manera de las librerías que sus padres fueron haciendo con cuidado. "¿Qué van a hacer con ellas, si desconocen el valor de los libros? Ya ni los niños entran a curiosear. No les interesan las monedas antiguas, ni los sellos. ¿Qué coleccionan ahora, los niños?". No le he sabido contestar. "Este ya no es oficio para jóvenes, tampoco. ¿Qué joven va a querer andar entre cosas viejas. A lo más pondrá una tienda vintage en una zona bien de la ciudad, eso sí."
... Bueno... sí diré algo sobre los resultados electorales: estoy de acuerdo con lo que escribió hace unos días Rachel Donadio en
The Atlantic: "Los catalanes no se ponen de acuerdo en lo qué significa 'independencia'"
-
-
9:05
»
El café de Ocata
Ayer se presentaba en la librería La Central el "panfleto" de Jordi Amat
La confabulación de los irresponsables. Llegué con un poco de tiempo y me entretuve en la sección de cómics, donde me encontré con uno dedicado a Puigdemont. No pude resistir la tentación de echarle una mirada.
La portada:
La última página
"
En Bélgica he podido comprobar cómo flamencos y valones se odian en cordial harmonía. Este es el futuro que quiero para Cataluña".
Ha habido abundantes ejemplos de irresponsabilidad en esta campaña electoral. El primero, a mi parecer, nos lo han proporcionado quienes han defendido explícita o implícitamente que no somos UN pueblo, sino dos. Si esta tesis se impone, habría fracasado la estrategia que se marcó el PSUC en la transición con su lema "Un sol poble" (Un solo pueblo) y que Jordi Pujol se jactaba de hacer suya. Este sí que sería el fin del "régimen del 78" en Cataluña, que tanto parecen desear los aprendices de brujos.
-
-
9:41
»
El café de Ocata
"Un día llegó al estudio de Whistler una nueva discípula y se puso a pintar un paisaje con magnífica púrpura y verdes estupendos.Whistler mira el lienzo y pregunta:- ¿Qué está usted pintando?Ella entorna sus verdes ojos soñadores y responde:- Pinto la Naturaleza tal y como se me presenta. ¿No es esto lo que debe hacerse, señor Whistler?- Bien, bien -responde el maestro-. Pero no olvide -le hace observar- que la Naturaleza no se presenta nunca como usted la pinta"
Federico M. Alcázar, "Teatro de acción y teatro de ideas", en Espíritu Español.
-
-
18:30
»
El café de Ocata
Viaje a Madrid. Frío navideño, que es lo corresponde en esta época del año, y cordialidad, que es lo habitual en esta ciudad.
En la
Librería el 7 (Moratín 30) me topé con dos libros.
El primero,
Lo que siento y lo que pienso, no lo compré por el autor, que no conocía, sino por el prologuista, el buen Zozaya. Su lectura me confirma la idea de que hay que buscar entre los abuelos las palabras que necesitamos para explicarnos a nosotros mismos lo que nos pasa.
El segundo es este otro, más conocido, de Federico M. Alcázar:
- ¿Le gusta a usted Alcázar? -me pregunta el librero, un hombre simpático, pero que se queja de que ahora la juventud no conoce a nadie, porque no lee.- Sí, un poco...- Tiene un libro muy bueno sobre tauromaquia.-
Tauromaquia moderna.- O sea, que lo conoce.
Federico M. Alcázar tenía la peculiaridad de ser a un tiempo filósofo (escribió unas
Observaciones sobre el origen de la filosofía racionalista y su ilusión era ser profesor de filosofía en un instituto), pedagogo (fue maestro -confiesa- "en varios pueblos de las riberas del Júcar y de la vertiente sur de la sierra del Segura" y autor de
El problema de la educación), crítico taurino (
Sánchez Mejías. El torero y el hombre;
Tauromaquia moderna;
Toro, torero y afición...)...Salí dejando en los estantes el "Curso de filosofía" de Juan Zaragüeta. Pero ya me tengo domado y me pongo un tope de gasto cada vez que entro en una librería de viejo. Sin embargo el abandono de un filósofo al que ya nadie recuerda, me producía una cierta mala conciencia. Para compensar la deslealtad de la renuncia, el destino ha querido que al llegar a casa me haya encontrado con un regalo que me han enviado de lejos:
¡Qué bien que las cosas encajen!
Posiblemente eso que llamamos felicidad consiste en esto, en la experiencia de que las cosas encajan y que nada (o casi nada) sobra, ni nada (o casi nada) falta.
Añado mi última colaboración en
El Subjetivo: Teoría del soberano
-
-
19:11
»
El café de Ocata
Me llamó hace dos semanas una periodista para concretar una entrevista. Para situarme en el ambiente de su revista me dio los nombres de las personas a las que había entrevistado previamente, dando por supuesto, no sé por qué, que yo estaba en su onda.- Pero yo poco tengo que ver con los nombres que me has citado -le hice observar.- ¿Qué quieres decir?- Pues que comparado con todos ellos yo soy un conservador y casi un carcamal.- ¡Ja, ja, ja!- ¿No te lo crees?- No, porque me han dicho que eres muy majo.- No sé como tomarme eso de majo- ¡Oye, que me estás asustando!- Mira, hacemos una cosa. Te informas mejor sobre mi y me vuelves a llamar... o no.
Me volvió a llamar la semana pasada.- Me he leído algunas cosas tuyas y estoy bastante de acuerdo. Me habías asustado.- ¿Por qué?- Porque creía que lo de conservador iba en serio y me iba a encontrar con alguien de derechas.
Ayer tuvimos la entrevista y hoy nos hemos intercambiado varios mensajes.- Estoy muy contenta, ha quedado muy bien.- Pero estarás conmigo en que poco tiene que ver con tus anteriores entrevistas.- Me has hecho pensar.- Eso siempre está bien.- Pero ya te dije que fui con miedo pensando que podrías ser de derechas.
-
-
23:33
»
El café de Ocata
Don Gumersindo de Azcárate, comentando el libro Monarchy and Democracy, del Duque de Somerset (1880), escribe estas inquietantes líneas, que se supone que resumen la opinión del Duque:
"La educación es una carga nacional y un deber del Estado. Tocqueville llamaba la atención sobre este punto importante para apartar los peligros que traería de otro modo el triunfo de la democracia, y bajo el gobierno de Luis Felipe se estableció un sistema de educación nacional de que se prometía Cousin maravillosos resultados (...).
Pero en Francia no se produjeron los beneficiosos efectos anunciados: no sirvió la educación para disipar ilusiones populares, ni para asegurar el orden (...). ¿Es que el sistema de educación es deficiente, o es que hay otras causas que neutralizan sus buenos efectos? Si el pueblo francés ha aprendido moderación, lo debe, no a la enseñanza de la escuela, sino a los desastres de la guerra y a las tristes consecuencias de las derrotas.
¿Ha producido la educación en Alemania la tranquilidad y el contento social? (...) ¿Ha sido una panacea para los males sociales de los Estados Unidos? Según un escritor americano, las nueve décimas partes de los jóvenes encerrados en las penitenciarías han asistido a escuelas: 'nuestros hijos, dice, tienen su pobre cerebro lleno de toda especie de cosas (...), pero no hay sitio en él para las verdades más sencillas del honor, del deber, de la moralidad."
Gumersindo de Azcárate, Resúmenes y juicios críticos, 1883
-
11:45
»
El café de Ocata
Admiro a don Gumersindo de Azcárate (1840-1917), un intelectual serio y riguroso del que siempre se aprenden cosas, además de un hombre insobornable que estuvo, literalmente, hasta el último minuto de su vida, al servicio de la concordia entre los españoles. Sufrió un ataque cerebral en el transcurso de una reunión del Instituto de Reformas Sociales, que dirigía.
Al ver en Iberlibro que sus
Resúmenes y juicios críticos estaban a la venta por 12,50 euros, no dudé en comprar el libro... sin fijarme en los detalles.
Me llegó ayer y ya lo he devorado. Pero lo curioso es que procedía de Delhi, en la India, donde la editorial Reink Books se dedica a copiar y me imagino que a imprimir según pedido, una gran cantidad de libros. Hace algún tiempo me llegó de la misma manera, aunque de una editorial con otro nombre (Isha Books)
La revolución y los intelectuales, de Maeztu. Si la internacionalización es esto, bienvenida sea.
-
-
23:29
»
El café de Ocata
Tras escribir "Querido amigo" me ha parecido que no hacia falta añadir nada más.
Así que no he añadido nada más.
-
7:41
»
El café de Ocata
"Un par de años antes de su muerte, Isaiah Berlin imaginaba su funeral como un concierto: Alfred Brendel tocando una sonata de Schubert. Así fue. El 14 de enero de 1998, en la ceremonia a su memoria en la sinagoga de Hampstead, en Londres, Alfred Brendel tocó el andantino de la sonata en La Mayor de Schubert (...). Brendel fue uno de los últimos grandes amigos de Berlin. Los unía, naturalmente, el amor por la música. También un perfecto trío de odios: el ruido, el humo del cigarro y los fanáticos.
"En la misma ceremonia, Bernard Wilson, uno de los hombres más cercanos a Isaiah Berlin, dijo que [lo recordaría] escuchando su música. Concentrado en la melodía, moviéndose ligeramente, perdido en un lugar más allá de las palabras, los argumentos, la historia".
Jesús Silva-Herzog,
La idiotez de lo perfecto.
A las 19:35 recibo un mail de Daniel Capó, que es un sabio y un sabio melómano, que corrige el texto de Silva-Herzog y, por lo tanto, me corrige también a mi. Dice lo siguiente:
"Brendel, en realidad, no interpretó el andantino de la D959 -como se había anunciado previamente- sino el Andante Sostenuto de la última sonata de Schubert, la D960. La gracia se encuentra en la anécdota y en el misterio. Berlin había pedido, en efecto, que en el servicio su amigo Brendel interpretara el andantino de la D959, pero el pianista moravo optó por el Andante Sostenuto. El motivo de ese cambio constituye un secreto que desconozco y, como todos los misterios, prefiero que siga sellado en la intimidad de los dos amigos. Además de Brendel, Isaac Stern interpretó ese día la Sarabande de la Partita número 2, de Bach. Dos mundos muy diferentes, por cierto.Puede leer algo más de la historia de ese día aquí
[notesonnotes.org] Los libros de Brendel, por cierto, son magníficos."
p.p1 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Helvetica; -webkit-text-stroke: #000000} p.p2 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Helvetica; -webkit-text-stroke: #000000; min-height: 14.0px} p.p3 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Helvetica; color: #4787ff; -webkit-text-stroke: #4787ff} span.s1 {font-kerning: none} span.s2 {text-decoration: underline ; font-kerning: none}
-
-
18:34
»
El café de Ocata
Tarde de domingo productiva y feliz. Acabo de enviar un texto de 90.000 caracteres a México y al repasarlo me he sentido cómodo con él y conmigo. A veces cuando escribo algo, noto que me falta un argumento o que me sobra retórica. Lo segundo es fácil de arreglar con las tijeras; lo primero hay que sudarlo, porque cuesta justificar con argumentos que no tienes las convicciones que sí crees que tienes. Pero en este caso todo ha ido bien y la satisfacción sólo se ve empañada por la falta de un buen whisky para celebrarlo. ¿Hay algo más satisfactorio que un trabajo que consideras bien hecho? ¿Hay algo que más te predisponga a la cordialidad contigo mismo que el esfuerzo recompensado por tu propia mirada crítica?
A falta de whisky, me voy a dar un paseo, hoy elegiré de compañero a Benet Casablancas.
-
15:51
»
El café de Ocata
"Je vis comme un vieux. Je lis un peu des journaux, des morceaux choisis, j'écris quelques notes, je me chauffe et, souvent, je sommeille".
- Jules Renard, Journal, 2 de marzo de 1905
-
3:23
»
El café de Ocata
Daniel Innerarity, ayer en
El País, en un artículo titulado "Contra el antipopulismo", sostiene una tesis que dejará satisfechos, estoy seguro de ello, a buena parte de nuestros demócratas modernos, pero que a mi me produce una cierta desazón. Estas son sus palabras:
"La sociedad democrática es un espacio abierto en el que se plantean muchos desafíos (...) que pretenden al menos revisar si el modo como se ha institucionalizado la política sigue teniendo sentido o ha generado algún tipo de desventaja injustificable. Los que velan celosamente por el orden establecido aprovechan este momento para argumentar que cualquier modificación debe llevarse a cabo a través de los cauces legales establecidos, pero no nos dan ninguna respuesta a la pregunta acerca de qué hacer cuando ese marco predetermina el resultado (y no estoy hablando, necesariamente, de Cataluña). La legalidad es un valor político cuando incluye procedimientos de reforma de resultado abierto; si no, apelar a ella es puro ventajismo".- La sociedad democrática no es nunca un espacio completamente abierto. Por ejemplo, hace muy bien en ser reticente frente a los que niegan el pluralismo o el derecho de las mujeres al voto.
- En todo grupo humano suficientemente amplio, sea del tipo que sea, hay siempre alguien que considera que sufre alguna desventaja. Hay varias razones para ello. Me limitaré a señalar dos. Una es que no sabemos crear instituciones que no prohiban la entrada a los que, por ejemplo, sienten una irrefrenable tendencia a tirar basura al suelo simplemente porque hay un letrero prohibiéndolo. Otra, la más importante, es que hay desigualdades producidas por diferentes aspiraciones a la virtud (incluyendo a la virtud republicana) que tienden a ser vividas por algunos como desventajas.
- Efectivamente, cualquier modificación del orden establecido en una democracia debe llevarse a cabo por los cauces legales establecidos. La alternativa son los cauces ilegales que intentan dar a las situaciones de hecho (de fuerza) carácter constituyente.
- Ningún marco constitucional deja indefinido el resultado de su posible reforma. Y hace muy bien. Una sociedad liberal debe recelar de los que niegan el pluralismo y una sociedad democrática, debería hacer todo lo posible por oponerse a un régimen de castas o estamental.
- Toda sociedad democrática deberá decidir el grado de indefinición que puede aceptar en sus posibles reformas sin ponerse en cuestión a sí misma. Y esta decisión ha de ser fruto de un consenso que difícilmente será unánime.
- Sólo una sociedad que no crea en sí misma estaría dispuesta a cambiar en no importa qué dirección.
- La legalidad es un valor político siempre, porque la necesidad de la ley es mayor que la de su contenido. No quiero decir que estemos dispuestos a aceptar cualquier ley. Sino que estamos necesitados de leyes para constituirnos como ciudadanos. La ausencia de la ley es la ausencia de comunidad.
- ¿Apelar a la ley que no incluye procedimientos indefinidos de reforma es ventajismo? El ventajista es aquel que sin miramientos procura obtener ventaja en las relaciones con los otros. Siempre habrá alguien que se creerá en desventaja ante la ley y, sin duda, más de una vez tendrá argumentos legales para ello. Ahora bien, ¿qué quiere decir exactamente Innerarity? ¿Que si no estamos dispuestos a aceptar como posible cualquier reforma, sea del tipo que sea, estamos actuando sin miramientos? No tengo inconveniente en reconocerle que sí con respecto a algunas conductas que, de hacerse legales supondrían, por ejemplo, o mi cárcel o mi exilio.
-
-
23:37
»
El café de Ocata
"... alguien que haría mejor las cosas si sólo supiera cómo hacerlo".
Oakeshott
-
8:06
»
El café de Ocata
"Comparados con las cuestiones teológicas, metafísicas, morales y aun económicas, sujetas siempre a disputa, los problemas puramente técnicos tienen, sin duda, una objetividad bastante consoladora. Sus soluciones son de una evidencia deslumbradora y fácilmente se comprende que el hombre, después de haber conocido la duda y la incertidumbre en otros dominios, haya buscado asilo en la técnica."
Carl Schmitt, La época de la neutralidad y despolitización