-
-
6:57
»
El café de Ocata
-
-
13:01
»
El café de Ocata
La primera, le he abierto en pijama, que no eran horas aquellas para llamar al timbre. Me ha entregado un paquete y he firmado mecánicamente. Al abrirlo me he llevado la primera sorpresa agradable del día, la biografía de "Don Marcelino" escrita por Enrique Sánchez Reyes. En la primera página he descubierto que el libro había pertenecido a la Biblioteca Municipal de Castro Urdiales. Mal están las cosas por aquellas tierras, me he dicho, si consideran que librándose del genial polígrafo, están soltando lastre. Pero, en fin, gracias a que el 7 de marzo del 2006 este libro fue expurgado, está ahora en mi poder.
La segunda vez, estaba ya presentable. También es cierto que era ni más ni menos que Don Aparisi y Guijarro el que llamaba a mi puerta y no me hubiera perdonado abrirle de cualquier manera. Se trata del primer tomo de sus obras completas, que incluye su biografía, escrita por León Galindo y de Vera, así como pensamientos y aforismos. Bienvenido sea uno de los más grandes carlistas que ha dado Valencia.
La tercera vez me traían un regalo, uno y trino, de Paula Fernández de Bobadilla que confirmaba que mi gusto por lo añejo no va desorientado, pero de esto, amigos, les enseño la foto y me despido, con prisa, de ustedes.
-
-
23:47
»
El café de Ocata
Gabriel Alomar publica este libro sorprendente para defender una aristocracia "democrática", a la que llama "aristarquia", como motor de la política, como alma de la materia política que es la plebe. Esa aristocracia dará origen, en manos de Mussolini, al fascismo y, en manos de Lenin, a la teoría de la vanguardia obrera. Alomar es socialista y acabará afiliado al PSUC, pero en estos momentos -1923- el lector tiene la sensación de que su camino tanto podría llevar a Roma como a Moscú. Magnífica prosa, por cierto. Voy por la mitad y creo que no hay un párrafo en lo que llevo leído en el que no haya subrayado algo, no siempre para mostrar mi aquiescencia, por cierto. Un ejemplo entre mil: "Desgraciados los eunucos, que ni siquiera se ruborizan de exhibir su mutilación, antes bien se envanecen de ella como un certificado de perfecta oveja en un concurso parroquial o en un comicio agrícola. (...) En nuestra sociedad convivimos dos razas: la de los capaces y la de los ineptos (...). Una lenta castración ha actuado sobre el espíritu nacional. Nuestro catolicismo étnico es el principal culpable de ella. Ha cegado los manantiales invisibles de la voluntad."
-
7:37
»
El café de Ocata
Siendo Ganivet un estudiante granadino de bachillerato, su profesor de retórica escribió en la pizarra una columna de diez palabras que debían ser las terminaciones de los versos de una décima y encargó a los alumnos que resolvieran el reto. Todos presentaron sus ejercicios... excepto Ganivet, que se justificó diciendo que para decir tonterías en verso era mejor decirlas en prosa y aún mejor no decirlas, que es lo que él hizo.
-
-
21:08
»
El café de Ocata
Lo cuenta Eugenio d'Ors en la entrada del 27 de febrero de 1925 de La Vida Breve y yo de don Eugenio, me lo creo todo.
El conde Peretti della Roca, poco antes de venir a España como embajador de Francia, trabajaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores francés. Una mañana irrumpió en su despacho Poincaré, con aires de estar muy excitado, llevando en la mano un número de la Nouvelle Revue Française.
- Amigo mío -le dijo a quemarropa a Peretti- le pido que se lea usted para mañana el artículo de Giraudoux que le he señalado. Volveré a visitarlo.
Efectivamente, al día siguiente, Poincaré cumplió su palabra.
- ¿Qué le ha parecido?- le preguntó a Peretti.- La verdad, señor presidente; esas páginas se me antojan lamentablemente faltas de sintaxis...-¡Ah! ¡Lo mismo, exactamente lo mismo, he pensado yo!... Y ahora, ¿le parece a usted que un empleado que escribe tan fantásticamente puede continuar con decoro en el ministerio? Voy a poner inmediatamente una nota para que manden a ese libertino de la lengua francesa a alguna legación lejana.
"Así salió de Francia Jean Giraudoux, por unas páginas algo dadá publicadas en la N.R.F.", dice d'Ors, pero, a continuación añade: "Sin embargo, hay otra versión. Ésta afirma que Giraudoux esmaltaba ex profeso sus expedientes de faltas de gramática; travesura cuyo objeto era darse el gusto de exasperar el clasicismo de Peretti della Rocca y de Poincaré".
-
6:15
»
El café de Ocata
Para los que crean que la crítica del barbarismo lingüístico del krausismo fue una manía exclusiva de Menéndez Pelayo, ahí van algunas perlas de la Polémica sobre el panenteísmo, de Campoamor:
- El krausismo es una "escuela filosófica que acabará por convertir la ciencia en una chifladura y las Universidades en unos tonticomios (...).
- El krausismo es un "rompecabezas metafísico"
- "No hay buzo literario que pueda sacar una perla del mar muerto de la filosofía krausista"
-
-
20:05
»
El café de Ocata
“Hay un problema ético para cada profesor, que consiste en no coadyuvar a la dramática falacia de que es víctima el escolar cuando se le da un título de capacidad sin tenerla. Este problema ético no depende de una disposición ministerial; depende del grado de madurez y sensibilidad de los centros universitarios, y a ellos he apelado ya reiteradas veces y de nuevo lo hago desde aquí”
Discurso de Fernando en los Ríos en 1931 en las Cortes Constituyentes de la República.
-
10:56
»
El café de Ocata
Ayer, en el Congreso Internacional
Be Education, en Madrid, con el amigo Ferran Riera. Hay sitios a los que iría aunque fuera caminando. Intuyo que algo está cambiando en la educación y que este cambio es serio porque viene acompañado de una mezcla de entusiasmo y voluntad de rigor, de un hambre de contrastar ideas, de aprender del que lo hace mejor y, sobre todo, de una decisión de contemplar al hombre desde lo alto y no desde lo bajo. Es decir, está decidido a construir una pedagogía que cuente con el soporte de una antropología. He vuelto a casa con nuevos amigos y nuevas invitaciones. Esta es la prueba de que el viaje ha merecido la pena.
La pregunta "¿Qué es una auténtica experiencia educativa?" es de Dewey. Se la dirigió seriamente a sí mismo en 1938. Y no la supo responder. Era consciente de que ni "experiencia" ni "actividad" son conceptos autoexplicativos. Hay muchos tipos de experiencia y de actividad y no todos son educativos; los hay claramente deseducativos. Descubrió que era incapaz de sustentar conceptualmente su pedagogía del "learning by doing" si no disponía de una filosofía de la experiencia. A dar forma a esta filosofía se dedicó en los últimos años de su vida. El resultado es su
Logic, una respuesta fracasada.
Hoy volvemos a hablar de experiencia y actividad de forma compulsiva, especialmente bajo el amparo del discurso competencial, pero cuando visito un centro y pregunto si me pueden aclarar qué es una experiencia educativa, me miran con cara de perplejidad, como si nunca hubiesen considerado necesario responder a esta pregunta.
-
-
22:59
»
El café de Ocata
-
-
10:04
»
El café de Ocata
Llega el famoso pensador inglés Chesterton a España. Le invito a una excursión a Toledo. En el camino de Madrid a Toledo diviso un grupo de labriegos que están comiendo. Y como sé cómo comen los labriegos, paro el coche e invito a Chesterton a que venga conmigo a verlos comer y que no hablemos. Llegamos; me reconocen algunos de los campesinos y, con frase señera, me dicen: "Don Fernando y la 'compaña', ¿quieren compartir nuestra merienda?" Agradezco; nos sentamos. Ellos están en el surco, en la besana, reposando. Y Chesterton advierte enseguida en qué consistía el espectáculo único: era en la maravilla de las maneras, de los gestos, de la pulcritud con que aquellos labriegos comían. Aquel pedazo de queso y de tocino, con un trozo de pan y un tomate, eran comidos con señorío, con distinción, con elegancia; con tal pulcritud, que cuando terminó la merienda y nos fuimos, Chesterton rompió el silencio para decirme: "¡Qué cultos son estos analfabetos!"
- Fernando de los Ríos, Sentido y significación de España
-
-
22:45
»
El café de Ocata
"Comparaba muy bien Platón la vida del hombre al dado, que siempre tiene destar deseando buena suerte, y con todo eso, se ha de contentar con la que cayere".
La cita anterior se encuentra en la última página del
Viaje de Turquía, atribuido por unos a Cristóbal de Villalón y por otros (entre los que me encuentro) a Andrés Laguna. Esta obra, escrita en 1557, es un diálogo entre tres personajes: Mátalas Callando, Juan de Voto a Dios y Pedro de Urdemalas. Creo que no exagero si digo que es uno de los grandes textos del humanismo español.
-
15:32
»
El café de Ocata
Acabo de leer
El sentido humanista del socialismo, de Fernando de los Ríos (1926), una de esos libros que tenía que haber leído.
Tenía yo a don Fernando por ahí, por algún lugar desubicado de la trastienda de mis piadosas intenciones lectoras, hasta que hace unos años me condujo hasta él doña Caridad Mercader.
Don Fernando era en 1937 el embajador de la República Española en los Estados Unidos y doña Caridad fue a incordiarlo, con más ímpetu revolucionario que sentido común. Conocí así a un hombre que no acababa de entender cómo el mundo se le ponía tan cuesta arriba a la razón y para el cual el frente diplomático era para España tan importante como el militar. En los dos iba perdiendo y esto tampoco llegaba a comprenderlo.
A partir de entonces este libro se empeño en acuciarme. Sin haberlo leído, intuía que en él estaba todo lo que anunciaba Victor Serge en los años 40 con un tono profético. Tras haberlo leído creo poder concluir que don Fernando de los Ríos es más clarividente y riguroso que Serge y, sin duda, elabora con mucha mayor precisión conceptual qué quiere decir eso de "socialismo humanista".
Me han interesado muchas cosas del libro. Hay páginas que he dejado bien subrayadas y con abundantes notas al margen porque me parecen proféticas. Su crítica a Marx es contundente y su defensa de lo que después se ha llamado meritocracia la incorporo, punto por punto, a mi propia defensa de este principio republicano.
"El comunismo no es un humanismo", decía Althusser y fuimos a leer al francés olvidándonos del rondeño. Mi generación no tiene perdón de Dios.
Tras la derrota republicana, Fernando de los Ríos fue contratado como profesor por la New School for Social Research de Nueva York, donde coincidió, entre otros, con Leo Strauss.
-
-
0:15
»
El café de Ocata
Observa Platón en
Las Leyes -aunque no exactamente con estas palabras- que la ciudadanía experimenta la soberanía más en los espectáculos públicos, en concreto en el teatro, que en las asambleas políticas. Al régimen político que tiene una concepción teatral de la soberanía, Platón le da el nombre de la teatrocracia.
Y yo me he puesto a leer a Francisco Montes, Paquiro, a ver lo que decía.
Y, curiosamente, aunque no hable en los términos de Platón, Paquiro nombra explícitamente la soberanía de la que se considera investido el espectador de los toros. Y lo hace con preocupación, porque lo que él pretende es dar "una constitución" a las corridas.
Me pregunto si la soberanía, esto es, la posibilidad de instaurar un estado de excepción, no se aprenderá inevitablemente en los espectáculos en los que una comunidad política participa con más pasión. En Atenas era el teatro, en la España del siglo XIX los toros... ¿y hoy? ¿Los campos de fútbol, quizás?
-
-
14:55
»
El café de Ocata
Normal 0 21 false false false ES-TRAD JA X-NONE
--> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-TRAD;} I“Entre los hombres hay algunos pestilenciales, que con sus dañosas costumbres no sirven sino de perturbar el común estado de la república”
II“En cierta botica de Metz, residiendo yo en aquella ciudad, fue ordenada una medicina que llevaba cantáridas, para cierto novio impotente. Juntamente otra de cañafístula [un purgante] para refrescar el hígado, y los riñones del Guardián de la orden de San Francisco febricitante: y aconteció que trastocándose los brebajes por yerro, el novio (el cual bebió la del fraile) pusiese aquella noche del lodo, y aún peor, la cama, y la novia: y el fraile por otra parte, que tomó la del novio, anduviese por todo el convento (como podéis bien pensar) hecho un endemoniado, que no bastaban pozos, ni aljibes, ni estanques, para resfriarle.”
Andrés Laguna:
Comentarios al Dioscórides
-
13:55
»
El café de Ocata
En gran Andrés Laguna embarcó a principios de 1536 en Rouen con rumbo a España. En una anotación a su traducción del Dioscórides, hecha a propósito de los efectos de los higos, nos cuenta lo siguiente de su travesía:
"Opilan el hígado y el bazo. Dado que no se opiló aquel pupilo que, sobre apuestas, se comió seis libras de higos, los más sucios y enharinados que se pudieron hallar, en el desafiadero de Salamanca; el cual, según tenía los alientos, llevaba un aire de comerse otras tantas si se las pusieran delante. Más, no nos debemos maravillar, porque estudiantes, principalmente pupilos, digerirán el hierro como los avestruces, pues, sin duda, tienen lobos en los estómagos. Tampoco reventó un portugués marinero llamado Jorge Pirez de Alamda (es digno semejante hombre que por su singular garguero sea puesto en crónica), el cual, pasando yo de Ruan a España en un navío portugués y habiéndonos sucedido una muy cruel tormenta, al tiempo que, ya rotos los mástiles y voladas las velas, todo el mundo alzaba las manos a Dios pidiendo misericordia y preparándose para lo extremo, hízome muy de priesa levantar de encima de un cofre suyo sobre el cual yo estaba tendido filosofando conmigo mismo de la inmortalidad del alma; y abierto el tal cofre, cuando pensé que sacaba algunas horas o cuentas para su devoción, sacó una talega de higos muy excelentes del Algarbe, que, a mi parecer tenía más de dieciséis libras, y, sentado con un gran descuido y reposo a par della no cesó de engullir hasta que la despachó toda diciendo: Morra Marta e morra farta. Y que juraba él a Dios que, pues le había costado muy buen dinero, no habían los peces gozar dellos, sino que se los tenía todos de llevar consigo en el buche. El cual hombre honrado, después que se vio sin higos y el peligro pasado, estuvo para echarse en la mar de puro enojo y despecho viendo que en balde se había de una vez tragado toda su hacienda."
-
8:48
»
El café de Ocata
Besos de película
-
-
17:16
»
El café de Ocata
Agotados por el combate, un tanto desconcertados por sus vaivenes y bastante asustados por lo que tiene todo esto de desabrido, los contendientes buscan un terreno neutral en el que poder firmar o la paz o, al menos, un alto el fuego.
En Cataluña parece estar definiéndose este terreno y los procesos judiciales parecen estar, paradójicamente, contribuyendo a ello.
Es, en primer lugar, un terreno de causas compartidas. Hay que elaborar un relato sobre el proceso y quienes lo estarían comenzando a cocinar parecen dispuestos a alcanzar un acuerdo narrativo que sostendría la tesis de que la culpa de todo lo que nos ha pasado la tuvo Aznar y que todos -menos él y los suyos- hemos sido víctimas.
De aquí deducen algunos que, puesto que Rajoy es el sucesor de Aznar, la posibilidad de un acuerdo pasa por un gobierno de la nación en el que no esté el PP. Me lo decía ayer el director de un importante medio.
Si esto es así -y me temo que hay más de un índice que apunta hacia aquí- lo que se busca no es un terreno neutral, sino construir un terreno ideológicamente neutralizado por la corrección política que permita a los contendientes no darse ni por derrotados ni por vencedores. Que permita, en definitiva, jugar la misma partida con otras cartas.
Para ello hay que excluir al PP del bando de los contendientes y colocarlo en el de los enemigos existenciales. La actual debilidad del PP parece incapaz de impedir su propia neutralización, condición indispensable para la neutralización del posible espacio de encuentro.
Puedo estar totalmente equivocado y que todo lo anterior sólo sea el resultado de una mala interpretación de diferentes testimonios escuchados en los últimos días, debida a la pesada digestión del cordero al chilindrón.
O no.
-
1:39
»
El café de Ocata
“Llenarse ha el mundo de verdades y después buscarán quien le habite: digoos que se vendrá a despoblar. (…). No habrá quien viva, ni el caballero, ni el oficial, ni el mercader, ni el amo, ni el criado: en diciendo verdad, nadie podrá vivir (…). Bien pueden cerrar los palacios y alquilar los alcázares; no quedarán cortes ni cortijos. Con tantica verdad hay hombre que se ahíta, y no es posible digerirla: ¿qué hará con un hartazgo de verdades?”
Baltasar Gracián, El Criticón
-
-
14:52
»
El café de Ocata
Bouguereau, Pandora, 1890.
Bouguereau es un grandísimo pintor, con un envidiable dominio de la técnica y un enorme poder para la sugerencia. Aquí nos muestra a Pandora tras abrir la caja famosa. Era tan pequeña que parecía imposible que guardase en su interior nada demasiado grande. Y total... lo que Pandora quería hacer era entreabrir la tapa un poquito con la uña el dedo meñique para ver qué podía husmear del interior. Pero fue suficiente con una rendija para que se escaparan todos los males que había allí guardados. Pandora quiso cerrar la caja inmediatamente. Sólo pudo conservar en el interior la Esperanza.
Somos hijos de Pandora. Se nos nota en la cara cada vez que contemplamos, perplejos, las consecuencias imprevistas de nuestros actos.
-
7:06
»
El café de Ocata
“No existe un solo español, si lo es verdadero, que tenga derecho a llamarse liberal: aquí el liberalismo es una ficción, una hipocresía, un distintivo de tribu para luchar contra otras; nada más. Aquí todos queremos hacer nuestra santa voluntad.. y que los demás se sometan a ella. Así es que nuestra libertad sólo se ejercita en la opresión o en la rebeldía.”
Joan Maragall, Artículos, Obras completas, V: “La espaciosa y triste España” (17-8-1911)
-
-
14:38
»
El café de Ocata
-
10:42
»
El café de Ocata
Este artículo va dedicado a mi amiga B., con quien no siempre coincido, pero con la que siempre es estimulante incluso no coincidir.
En
El Subjetivo
-
-
13:24
»
El café de Ocata
"Estábamos en una fosa, pero a nuestra espalda se extendían ciento cincuenta metros de un terreno llano, tan pelado que a un conejo le habría costado esconderse (...). Un hombre saltó de la trinchera [enemiga] y corrió a lo largo del parapeto, completamente al descubierto. Estaba a medio vestir y mientras corría se sujetaba el pantalón con las dos manos. Me contuve de disparar sobre él, en parte por ese detalle del pantalón. Vine aquí para disparar a los 'fascistas', pero un hombre a punto de perder su pantalón no es un fascista, es, manifiestamente, una criatura como tú y como yo, perteneciente a la misma especie -y uno no siente la más mínima gana de matarlo."
George Orwell, "Looking Back on the Spanish War", en Simon Leys, George Orwell y el horror a la política. En el original francés, Orwell ou l'horreur de la politique. Hay algo que no le perdono al traductor: que no sepa o no quiera traducir del francés el nombre del patrón de Navarra, San Francisco Javier.
-
0:25
»
El café de Ocata
Le había leído la idea a Finkielkraut, pero ahora veo que es original de George Orwell, lo cual, a mi parecer, le da un poco más de valor o, al menos, subraya su relevancia: "En un escritor de hoy puede ser mala señal no estar bajo sospecha por tendencias reaccionarias, así como hace veinte años era mala señal no estar bajo sospecha por simpatías comunistas".
Pudiera ser, incluso, que nadie pueda considerarse un pensador libre si en estos tiempos no ha sido tratado alguna vez de conservador, reaccionario o cosas peores.
-
-
18:11
»
El café de Ocata
Iba a escribir un post sobre las mujeres, tan sensuales, de James Gunn y me he encontrado con este cuadro suyo:
Título:
Conversation pieceAutor: James Gunn (1893-1964)Fecha: 1932De izquierda a derecha: G.K. Chesterton, Maurice Baring e Hilaire Belloc. El encuentro entre los tres tuvo lugar en la celebración del 60 aniversario de Belloc.
-
-
15:52
»
El café de Ocata
La primera: Acabamos de superar los tres millones de visitas. No está nada mal. En realidad debe haber unas cuantas más porque no puse el contador hasta bastante después de abrir el blog, pero da igual. ¡Celebrémoslo! Les invito a lo que quieran. Barra libre.
La segunda: Los rusos me tienen preocupado. ¿Dónde esta aquel interés que mostraban por El café de Ocata? ¿Por qué me han abandonado con lo intrigante que era su compañía? Menos mal que Ucrania, sorprendentemente, parece estar dispuesta a tomar el relevo del mundo eslavo. Los franceses se han puesto en cabeza -estoy convencido que una buena parte de culpa la tiene mi amiga B.- y los norteamericanos y los brasileños andan reñidos por el tercer puesto
Y esto es todo.
-
-
18:36
»
El café de Ocata
-
15:04
»
El café de Ocata
... y se hizo la luz y las cosas recuperaron sus perfiles.
Edward Seago - A Suffolk Farm, Summer
-
-
22:03
»
El café de Ocata
Dios es aquello de lo que no nos podemos reír. Es aquello de lo que ni tan siquiera se nos pasa por la cabeza la posibilidad de reírnos.
Todos, en este sentido, obedecemos a algún Dios.
Una ventaja del creyente sobre el ateo es que aquél sabe de qué no puede reírse porque conoce a su Dios. Pero el cristiano en esto es distinto, no es un creyente más, sino un tipo muy especial de creyente: conoce a su Dios casi todos los días del año, excepto Vienes Santo y Sábado Santo.
El ateo cree que es más libre que el creyente porque se considera capaz de reírse de todo. Especialmente de todo lo que los demás consideran digno de respeto. Pero esta creencia -¡cuánta fe, por cierto, en esta creencia!- le oculta el principio serio que le autoriza a reírse -aparentemente- de todo. Le oculta a su Dios.
Viernes Santo es el día en el que todos se ríen del cristiano y el cristiano contempla boquiabierto aquello de lo que nadie en su sano juicio debiera reírse: la posibilidad aterradora de que no exista nada digno de respeto. Si así fuera, hasta la risa carecería de sentido y los ateos se quedarían sin su Dios desconocido.
El Viernes Santo es San Nihilismo, el día en que Dios se siente abandonado y nosotros nos vamos de vacaciones.
El Viernes Santo es el día en el que el cristiano siente en su alma un profundo vacío. Un vacío enorme porque en sus veinte siglos de existencia el cristianismo no ha dejado de profundizar en el alma del europeo. Este es su gran legado. Pero esa profundidad hoy no tiene fondo.
Hoy no es el día del Dios muerto sino el del temor a que la Muerte sea Dios.
La única manera de vivir con dignidad el Viernes Santo es olvidarse del Domingo de Resurrección. Los que estaban al pie del Crucificado, ¿pensaban acaso en el domingo mientras sentían el goteo de su sangre?
Hoy es el día en el que toda la teología hace aguas y se hunde ante la desolación del Verbo hecho sangre.
Hoy es el día en el que las madres paren lo que la muerte ha tocado.
Hoy es el día en el que la pregunta por aquello de lo que no podemos reírnos provoca lágrimas. O debiera provocarlas.
-
20:33
»
El café de Ocata
"La guerra es algo tan antiguo como el hombre mismo. La paz, en cambio, es un invento moderno".
-Henry Maine, 1875.
-
11:44
»
El café de Ocata
Victor Hugo: "cada escuela que se abre es una cárcel que se cierra".
Felipe Trigo, Socialismo individualista (1912): "La instrucción, aumentada en toda Europa, ha conseguido nada más cambiar la proporción de criminales instruidos, sin alterar la cifra de delincuentes. Bien sé yo esto. De ahí que igual me abstenga de gritar con los ilusos que cierra una prisión cada escuela que se abre."
-
-
17:20
»
El café de Ocata
En 1613 el Cabildo Real de Buenos Aires prohibió la entrada en la ciudad a tres abogados -los tres españoles- "en atención -dice la cédula- a los grandes enredos que estas gentes arman en los pueblos".
Moreno Espinosa, Historia de España.
-
7:36
»
El café de Ocata
ILas primeras palabras de Ortega que oí fueron "...en Heidegger la filosofía visita a domicilio". Creo que fue la primera vez que oí o leí el nombre de Heidegger. Sólo mucho después caí en la cuenta de que Ortega había venido a decir de Heidegger con aquella frase algo emparejable al dicho famoso de Cicerón sobre Sócrates: que éste hizo a la filosofía bajar del cielo a la tierra, hasta hacerla entrar por las casas de los hombres.
Confesiones profesionales.
IISabido es que el pecado de Satán es el pecado de la soberbia. Por ello, y no por otra cosa, pienso hace ya su número de años que la esencia de la Filosofía es la soberbia. En alguna ocasión he intentado mostrar cómo la esencia de la Filosofía y la esencia de la soberbia coinciden fenomenológicamente rasgo por rasgo.
Confesiones profesionales.
IIIMe ha acaecido hartas veces que se me acerca un joven estudiante en demanda de consejo en materia de lecturas.- Maestro, ¿qué libros le parecería a usted que debía leer? Si pudiera usted indicarme una pequeña bibliografía...Cuando era más joven, y aún tenía entusiasmo pedagógico, solía responder:- ¿Tiene usted alguna virtud eminente, o algún vicio francamente tal? ¿Ha llevado usted a cabo algún hecho heroico, o siquiera cometido algún crimen perfecto?Al ver la expresión de desconcierto, rebajaba yo mis exigencias:- ¿No cultiva usted ningún deporte, ni siquiera se pasa la tarde o la noche bailando? ¿No ha hecho llorar todavía a ninguna compañera, ni siquiera, ni siquiera ha sustraído usted disimuladamente un libro de la biblioteca o la librería, ni un mezquino volumen de la Colección Austral?- No maestro.- ¿Para qué quiere usted leer ningún libro?, si no va a entender nada, absolutamente nada, de ninguno, absolutamente de ninguno. Empiece usted por una hazaña o un crimen, hombre: siquiera por echarse a la alberca de la Universidad, a ver si sale a flote y empieza a nadar, o por hacer porque le de den unas buenas calabazas y después hablaremos de bibliografía.
Filosofía e infelicidad.
-
-
6:58
»
El café de Ocata
"Ruego que cada uno sopese cuán gran beneficio es librarse de la tiranía de la ignorancia que es la más grave y horrible de todas las servidumbres... Pues, ¿qué cosa más funesta puede suceder a un hombre que una falsa opinión?"Juan Luis Vives, De disciplinis.
Vives, como buen humanista, sabe que en el diálogo socrático el que gana es el derrotado, ya que es el único que aprende.
Nosotros, como posmodernos cabales, sabemos que el diálogo socrático es mucho más alabado que practicado y que no hay opinión que no se considere blindada por el mero hecho de ser mía. "Es mi opinión", decimos. Y, por si fuera poco, añadimos que "todas las opiniones son respetables."
-
-
9:35
»
El café de Ocata
-
-
12:10
»
El café de Ocata
A veces Ortega llamaba por teléfono a José Gaos a primera hora de la tarde para comunicarle que pasaría a recogerlo. Necesitaba su interlocución para pensar.
Se iban, por ejemplo, a las estribaciones de la Sierra y "sentados en las rocas graníticas, sombreados por la carrasca, aromados por los olores, todos secos, de las hierbas serranas -tomillo, cantueso, romero-, mirando a las dos llanuras castellanas, la parda y la azul, pero sin verlas, absorbidos por la conversación, absortos en ella, Ortega, que precisaba su pensamiento hablándolo, me utilizaba como el oyente perfecto -de esto voy a presumir-, el que se vuelve 'postlocuor' sólo en y por aquellos momentos en que siente que el 'prelocutor' necesita de una breve interrupción, sea para confirmarle, encomiarle y colmar su entusiasmo, con el que proseguir, sea para hacerle un reparo enderezado a ser superado con una invención corroborativa y precisa de lo sostenido, sea para darle el respiro indispensable a la presentación de una idea que se esquiva. Mientras tanto, a alguna distancia, se paseaba por la carretera Lesmes, el paciente chofer vasco de Ortega, con su uniforme, su gorra de plato y visera de charol y sus polainas de cuero, todo color café, que le daba aire de agente de alguna Gestapo encargado de proteger nuestro alejamiento, o más bien de impedirnos salir de él".
José Gaos, Confesiones profesionales.
-
-
5:18
»
El café de Ocata
Leyendo las muy entretenidas e instructivas Confesiones profesionales de José Gaos -aquel del que sus alumnos decían que para entender su traducción de Ser y tiempo había que leer el original de Heidegger-, me encuentro con esta anécdota que no puedo por menos de traer a la frivolidad tertuliana de este café:
"... aquella dama que, ya, por fortuna, antaño me decía: Doctor, asisto a sus conferencias, porque me cuesta tanto trabajo seguirlas, que creo que los esfuerzos que hago me ayudan a adelgazar."
-
-
7:55
»
El café de Ocata
-
3:35
»
El café de Ocata
Tras cerrar, gozosamente, Filosofía en Metáforas y Parábolas (1945), del gran filósofo pamplonés Juan David García Bacca, he abierto el que enseguida me he dado cuenta de que no es el mejor libro del barcelonés Eduardo Nicol, La agonía de Proteo (1981). El suelo ha perdido consistencia y los argumentos cohesión al mismo tiempo que las frases rotundas competían con éxito contra las frases enjundiosas. Creo que lo hubiera dejado de lado muy pronto si no hubiese sido por la compañía de un troll en las primeras 23 páginas.
Al comprar un libro de viejo a veces te encuentras con un intonso cuyas páginas has de ir despegando con un abrecartas (el de Bacca) o con un libro manoseado con notas al margen (el de Nicol); así como en el primer caso la lectura tiene algo inaugural, en el segundo caso la primera lectura tiene algo de relectura.
Aquí están algunos comentarios con los que un anónimo lector mexicano me ha ido zancadilleando, como un troll de los márgenes, la lectura de La agonía de Proteo:
El lenguaje
Nicol: "Nos sentimos más inclinados a aceptar la vieja sapiencia que contiene el lenguaje, que la nueva ciencia del filósofo."
Lector: "¡El lenguaje piensa por el hombre!"
Eidos
Nicol: "Nuestra palabra 'forma' traduce lo que el filósofo llamó 'eidos', que expresa justamente la idea de lo que está a la vista"
Lector: "Es obvio que el 'eidos' de los filósofos es más refinado"
Ser auténtico
Nicol: "El ser auténtico se escurría entre los dedos del filósofo, como Proteo se escabullía de Menelao"
Lector: "Se le escabulle a Nicol".
Definición
Nicol: "La filosofía ha mostrado una marcada renuencia a desprenderse del privilegio que le daban las definiciones formales. Ella tiende a ser esencialista, y las esencias no están al alcance del vulgo"
Lector: "Pero este bestia, sí se permite escribir en griego y justificarlo con 'la vieja sapientia' que contiene el lenguaje!"
El hombre
Nicol: "El hombre, además de inconstante, es superficial".
Lector: "Nicol".
Muerte
Nicol: "Con la muerte muere el hombre y nace el cuerpo".
En este caso el lector dibuja al margen el símbolo pirata de la calavera y las dos tibias cruzadas.
Dermatología
Nicol: "La fenomenología del hombre es una dermatología".
Lector: "Nicol prefiere el reduccionismo a la filosofía".
Por último, en la página 22, al final del primer capítulo, el lector anónimo le dedica estas palabras al autor nominado: "Tu libro no necesita ser ni prohibido ni quemado. Sólo me gustaría devolverlo a ver si hay algún otro estúpido que te lo compra".
Yo he seguido leyendo... 40 páginas más.
-
-
20:10
»
El café de Ocata
... y eso me preocupa... una miaja.
-
0:57
»
El café de Ocata
Sigo, inevitablemente, con un pie en México
En primer lugar, porque tengo en mi poder un manuscrito de una novela inédita que me he traído de allí. Fue escrita en francés con pluma firme ahora hace cien años por un importante intelectual europeo.
En segundo lugar, porque he recibido un mail muy interesante de Esteban Volkov, el nieto de Trotsky. Claudio Albertani -una de las personas que más saben del POUM- nos puso en contacto.
En tercer lugar, porque le he enviado a la hija de Ramón Mercader las fotos que le hice en la comida que compartimos hace unos días.
En cuarto lugar, porque al ver mi entrañable amigo Eduardo Ceniceros una foto de mi hija, se ha apresurado a decirme: "¡Qué linda! No niega la cruz de su parroquia." Y me ha emocionado.
En quinto lugar, porque he empezado, al fin, a ordenar papeles. Los primeros, los de la historia de la interesantísima polémica entre Ramón Gaya y Diego Rivera (algo hablé de la misma en la casa estudio de Diego).
En sexto lugar, porque cada día me siento un rato a los pies de García Bacca, para oírle decir cosas tremendas, como que "los hombres somos metáforas de Dios".
En séptimo lugar, porque uno no puede ignorar lo que lleva impregnado en el alma y, además, los vecinos de Ocata andan empeñados en mantener viva la impregnación: "¿Qué? ¿Qué tal por México?"
En octavo lugar, por estas dos figuritas aztecas que he colocado en la estantería, al lado de Leo Strauss.
En noveno lugar, porque mi hijo se ha quedado con las dos botellas del excelente mezcal que nos vendió Luis Moctezuma en el bar de la colonia Roma que lleva el nombre de su nieto catalán.
En décimo lugar, por el mail que acabo de leer de un estudiante universitario de Puebla.
-
-
5:05
»
El café de Ocata
Augusto Ferrer-Dalmau,
Don Quijote y Sancho Panzao,como también podría titularse, viendo Montjuic allá al fondo,"Don Quijote y Sancho entrando en la playa de Ocata"
-
-
23:06
»
El café de Ocata
Pasan las horas, una tras otra, y ninguna se fija en mi, ninguna me dice nada. Les soy invisible. Me repito que ya está bien y que tengo que ponerme a trabajar. He traído montones de documentos de diferentes archivos de México que debo analizar, clasificar, etc. Pero ahí están. Mirándome también desganados, como las horas. Me digo a mi mismo, un poco como San Agustín le pedía a Dios que lo hiciera casto: Anda y estimula mis ganas de trabajar, pero no aún... Mañana, quizás... Así que vivo entre puntos suspensivos, que no es una manera adusta de vivir, la verdad, pero me resulta un tanto ajena. No me encaja del todo. A las tres de la mañana me intereso por el concepto de individuo en Suárez y pienso que le saca al menos una cabeza en la carrera metafísica al de Santo Tomás. Bebo un vaso de leche. Veo en la televisión programas infectos. Y a las once no puedo con mi cuerpo para sacarlo de entre las sábanas y tengo que tirar de él como de un peso muerto. Sentado en el borde de la cama vuelvo a pensar en Suárez y en la voluntad como primer motor, como "causa sui", y me voy a la ducha a cantar canciones estúpidas que dejan mi orgullo como constructor voluntario de mí mismo a la altura del sumidero. O el jet lag se pasa pronto o, la verdad, corro el riesgo de instalarme plácidamente en esta galbana.... y el jueves toca un acto importante.
-
2:34
»
El café de Ocata
Para combatir con arrojo el jet lag, que me mantiene recluido en el limbo del entrambos, he ido esta tarde a Vic, a dar una charla en el templo romano. Tiene su qué, eso de hablar en el interior de un templo del siglo II. Las palabras resuenan como si desearan resistirse a su inmediato desvanecimiento y uno tiene la sensación de que intentan revolotear en el aire tan denso de historia antes de caerse muertas sobre las losas del suelo. Este templo fue palacio y fue cárcel antes de ser atracción turística y sala de conferencias.
He intentado mantener una compostura digna de los genios del lugar y a escondidas he libado una gota de agua embotellada a los dioses olvidados que un día lo habitaron. Un niño lloraba en la última fila, que es la manera que tienen los bebés de santificar los templos y un púber, en la tercera, asentía a cuanto su padre le susurraba, comentando lo que yo decía.
Uno va asumiendo una cierta veteranía en estas cosas y acepta con normalidad saludos efusivos que proceden del olvido: de aquella vez que cenamos en tal sitio o de aquella charla que diste en tal otro o del libro que me dedicaste... "ya no te acordarás de la dedicatoria...".
Intento hablar sin retórica de lo que creo, mirando cara a cara a quienes tengo delante, esperando que acepten mi sinceridad y que tomen de ella lo que les parezca oportuno. Creo que nos lo hemos pasado razonablemente bien.
La librería de viejo de la ciudad, la gran Costa Llibreter, estaba cerrada -¡sábado por la tarde!-. En la plaza, banderas y consignas independentistas, un grupo reducido de jubilados de Comisiones Obreras pidiendo pensiones dignas y adolescentes esperando que la vida les salga al encuentro.
¡Qué hermosa es Cataluña! ¡Y qué compleja!
-
-
23:33
»
El café de Ocata
Caricatura de Antonio Zozaya a bordo del Sinaia, rumbo al exilio mexicano. Junto a él viajaban Gil Albert, Ramón Gaya, Eduardo Nicol...
Esto es lo que encontramos de Zozaya en la lista de pasajeros de este barco:
-
-
18:14
»
El café de Ocata
He conocido a una mujer que conoció a la mujer más hermosa de la historia de México, que además de ser magnificentemente hermosa estaba convencida de que era la encargada de hacer salir el sol día tras día. Pero sigo sin conocer el significado de "ahorita". He comido chiles rabiosos que le dan un significado escatológico a la pimienta. Pero sigo sin entender el matiz del "ahoritita". He subido a las pirámides del sol y de la luna en Teotihuacán y he bebido mezcales dignos de los dioses. Pero "el ahorita ahorita" se me resiste. He viajado en el metro de México a hora punta en una tarde lluviosa y he acabado con medio cuerpo dormido y tortícolis y he tratado con personas cultísimas de memoria caligráfica en restaurantes de no sé cuántos tenedores. Pero el pinche ahorita de su pinche madre, me desconcierta. He visto salir el sol y la luna y niños más pequeños que mis nietos esnifando pegamentos junto a charcos grasientos en los que se reflejaba rutilante toda la tristeza del mundo y he leído el periódico que escribieron los exiliados del Sinaia camino de Veracruz. Cada día me desaparecía de la habitación del hotel un cuaderno, un lápiz, un boli y un sacapuntas y cada día los renovaba para poder seguir renovándolos. He visto enajenados por las calles con más baches bailando su inocencia hambrienta como si fueran invisibles entre la gente y me he parado con la boca abierta ante los maniquíes más tristes del universo en los escaparates más baratos que lucen lo que sólo pueden comprarse los más pobres. He visto todo esto y mucho más. Pero el ahorita, amigos.... ese ahorita elemental, se me escabulle y cada vez que lo oigo me quedo perplejo preguntándome qué querrá decir quien me lo dice.
-
-
2:57
»
El café de Ocata
Hoy Maritza Macín me ha regalado una primera edición de "El turno del aullante" frente a la casa en la que se crió su autor, Max Rojas Proenza.
Max nació en en México el 4 de junio de 1940. Su padre era el valenciano Arturo Perucho y su madre la francesa Lucienne Gache. Arturo es el autor de una novela con un título que parece enunciar su propia biografía:
Ícaro o la impotencia. Se instaló en Barcelona a primeros de octubre de 1936. Dirigió la revista
Mirador y
Treball, el órgano del PSUC. Se casó con Lucienne Gache, quien murió poco después del parto y entregó al recién nacido en adopción a un matrimonio amigo, formado por Jorge Luis Rojas y Caridad (Cachita) Proenza. Después se dedicó a beber y tuvo cinco hijas.
Y he comido con la hija de Ramón Mercader.
-
-
4:06
»
El café de Ocata
Son tantas las cosas que me interesan de México que no soy capaz de establecer un orden claro entre las mismas, pero, sin duda, entre las primerísimas, se encuentran sus librerías de viejo, donde uno puede encontrarse con los grandes intelectuales del exilio. Con el barcelonés Eduardo Nicol, por ejemplo, al que tanta gente recuerda con agradecimiento en México (un "trasterrado estricto", según mi amigo Xavier G.) y que tan olvidado está en España. He tenido la fortuna de hallar este libro dedicado por el propio Nicol a "Manuel Rodríguez", que quiero creer que se trata del pintor Manuel Rodríguez Lozano.
Manuel Rodríguez Lozano fue marido de Nahui Ollin, "tal vez la mujer más bella que ha nacido en México", me comenta Xavier G. Añado que fue recluso de la cárcel de Lecumberri, ahora transformada en Archivo General de la Nación, donde viviré recluido el lunes y el martes. En 1942 Rodríguez Lozano pintó este mural en Lecumberri. ¿Qué pensaría Ramón Mercader al verlo? El viernes pasado estuvimos contemplándolo mi hijo y yo en el Palacio de Bellas Artes, donde se inauguraba una exposición sobre el arquitecto Carlos Leduc, que colaboró en 1936 y 37 con Caridad Mercader en México y en Nueva York:
En mi estimación personal, un poco por encima de Nicol se encuentra el pamplonés García Bacca, un fenomenal filósofo. Este libro que he comenzado a leer es una delicia.
Junto a los anteriores, otros dos grandes: Ramón Xirau -fallecido el año pasado-, hijo de Joaquín Xirau.
Y, por supuesto, José Gaos.
En México la Fundación SM me ha publicado -a mí, que no espero hallarme nunca a mí mismo en una librería de viejo- este texto, que es una versión ampliada de mi conferencia de clausura del 11 SIEI, que tuvo lugar el viernes 9:
Pero me he encontrado también con la revista "Transatlántica de Educación", que lleva un artículo mío...
... y con este importante libro del gran Martín Gabriel Barrón Cruz, en el que participo también con un texto que recoge algunas noticias sobre Ramón Mercader que no me parecen menores...
Y quizás, dado que las cosas fueron realmente bien en el Museo Casa Estudio de Diego Rivera, quizás...
Pase lo que pase, una cosa está clara: si me acompaña la salud, volveré más veces a México. Este es un país en el que es imposible no hacer buenos amigos.
-
-
6:32
»
El café de Ocata
-
-
4:58
»
El café de Ocata
Llegamos a México el sábado a las 5 de la mañana (hora local) y esto ha sido un no parar. Ese mismo día nos fuimos de picnic a Teotihuacán. Buena y generosa compañía y larga sobremesa. Al atardecer una vuelta por el Zócalo y por la Calle Donceles y a la cama. El domingo, bosque de Chapultepec y Museo de Antropología. Y la experiencia de viajar en metro, que tiene su qué... experiencia rematada con un buen plato de escamole, o sea, de larvas de hormiga güijera. En una librería de viejo me hice con "La idea del hombre" del filósofo barcelonés Eduardo Nicol y con "Filosofía en Metáforas y Parábolas", del pamplonés Juan David García Bacca. Había más cosas interesantes, pero hay que repartir el gasto entre libros y tequilas. Días espléndidos, para pasear despacio, ligeros de ropa y ojos ávidos. En México uno no sabe qué le deparará la siguiente esquina.
Hoy visita al Archivo General de la Nación para conseguir una "credencial de usuario". Se encuentra en la antigua cárcel de Lecumberri. Nadie sabe muy bien dónde estaba la celda de Ramón Mercader. Después a la Esmeralda, en la calle Churubusco, Coyoacán, a consultar el archivo de Teresa Proenza. Encuentro cosas muy interesantes, pero que no tienen nada que ver con lo que andaba buscando. Cerveza en la plaza y comida con Eduardo Ceniceros y su mujer. Sobremesa larga y cordial. Día bien aprovechado que termina con un "mezcaloni", es decir con un negroni que en vez de ginebra lleva mezcal.
Mañana a Puebla.
Mientras tanto aprovechamos para estudiar un poco de mexicano.