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Todo el mundo está a favor de mi ley de educación, dijo el ministro de educación cuando hacía la wertical.
La LOMCE promueve la evaluación externa: todos los contenidos cuentan con el beneplácito de la Conferencia Episcopal.
Mi objetivo, dice Wert, es llegar a ser el último ministro de educación en España.
InGenius es el primer concurso para docentes de Primaria y Secundaria con motivación de toda Europa. Su reto es conseguir que diferentes metodologías pedagógicas se conozcan, se evalúen y se difundan. El concurso se basa en actividades, debates, juegos de rol, visitas y mucho más. Se espera que los docentes establezcan unidades didácticas interactivas ejemplares y transformadoras.
Está dirigido a docentes creativos y con una gran vocación en Ciencias, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas.
Además de los 28 países de la Unión Europea, otros países como Israel, Turquía, Macedonia, Noruega, Islandia, Suiza y principados como Andorra o Liechtenstein podrán participar en este evento.
El concurso inGenius está abierto hasta febrero de 2014. El plazo de envío de candidaturas estará abierto durante el mes de febrero de 2014 y solamente entrarán a concurso las actividades realizadas en los centros desde enero de 2013 hasta finales de enero de 2014.
Las bases del concurso las podéis encontrar aquí: bases del concurso inGenius
Toda la información del concurso la podéis encontrar aquí, así como el formulario de inscripción.
¿Quieres ser uno de los finalistas y asistir a la ceremonia de entrega de premios en Bruselas y al taller de divulgación científica? ¡Concursa en inGenius! Aprende junto a docentes de toda Europa.Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira.
¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.
by Fan Ho |
Hannah Arendt |
El pasado 11 de octubre se celebró el Día Internacional de la Niña, creado en 2011 con el objetivo de reconocer los derechos de las niñas y los desafíos excepcionales que confrontan las niñas de todo el mundo. Este año la celebración se ha centrado en la necesidad de Innovar para la educación de las niñas.
Aunque las cifras de escolarización de niños en el mundo han mejorado, no se han logrado alcanzar los Objetivos del Milenio y las más perjudicadas siguen siendo las niñas. Según la UNESCO, de los 57 millones de niños y niñas en todo el mundo que no reciben educación primaria, más de la mitad, 31 millones, son niñas. Esta situación se agrava principalmente en tres países, Pakistán, Etiopía y Nigeria, en los que más de un millón de niñas no tiene acceso a la educación.
Sin embargo, Naciones Unidas afirma en su mensaje del Día Internacional de las Niñas 2013 que “hay pruebas abrumadoras de que la educación de las niñas, sobre todo en el nivel secundario, es una poderosa fuerza que transforma a las sociedades y a las propias niñas; es un elemento positivo que permanece constante en casi todos los resultados previstos para el desarrollo, desde la reducción de la mortalidad y la fecundidad hasta la reducción de la pobreza y el crecimiento con equidad, el cambio de las normas sociales y la democratización”.
Para incidir en la importancia de mejorar la situación de las niñas en el mundo, la organización The Girl Effect han puesto en marcha la iniciativa, The Girl Declaration”.
Por su parte, la agencia de desarrollo Plan ha difundido su informe Por ser niñas. El Estado Mundial de las Niñas 2013. En doble riesgo: las adolescentes y los desastres, en el cuyo prólogo, Valerie Amos, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios y Coordinadora de Socorro de Emergencia afirma:
“Los enemigos de la paz y el progreso entienden muy bien el poder potencial de las niñas y las mujeres jóvenes. El ataque del año pasado a la niña de escuela paquistaní, Malala Yousafzai, muestra que no hay nada a lo que ellos le teman más que a una niña con un libro; una niña que puede leer, aprender y tomar sus propias decisiones. Ahora depende de todas las personas que trabajamos en el sector humanitario y de desarrollo garantizar que estamos escuchando a las niñas como Malala y ayudándolas a llegar a su verdadero y transformador potencial”.
Se hablaba en estos días de la drástica reducción de inversión pública en I+D. Se cumplía la efeméride de la muerte de Ramón y Cajal, fecha más que propicia para retomar el asunto de los lamentados recortes. Alarmante en cierta manera, aunque sintomático del tiempo que vivimos, el cruce de cifras que se ha desatado: miles de millones de inversión, porcentajes en relación al PIB, etc. En el núcleo del debate parece haber un único centro de interés: la economía. Parece darse por hecho que si la inversión en I+D se justifica es principalmente por los beneficios económicos que genera. Patentes y nuevas lineas de producción que a largo plazo pueden incluso crear puestos de trabajo. Qué mayor motivación que la ganancia económica puede tener un gobierno para invertir en ciencia, más aún hoy que la superación de la crisis parece ser la meta última de todo gobierno. No caigamos aquí en la demagogia: por supuesto que es importante y prioritario el cálculo económico, pero algo falla en el sistema, en la sociedad y la cultura, si la económica es la única perspectiva en juego. Planteado en una pregunta sencilla: ¿Acaso no hay más razones para fomentar la investigación en una sociedad?
Permitámonos hoy la licencia de ponernos estupendos, que diría Max Estrella. Y de tirar de las orejas a aquellos que no ven en la ciencia más que una oportunidad de negocio. El saber es algo que he venido caracterizando a nuestra especie desde hace miles de años: no contentos con ser sapiens, lo somos por partida doble: sapiens sapiens. De alguna manera, aquel gobierno que no valora la ciencia en su justa medida está renunciando a aquello que más y mejor nos define, está fomentando una sociedad menos sabia, menos noble. Porque también se trata de esto: la ciencia y el conocimiento han sido desde hace siglos los ideales más altos a los que podía entregarse un ser humano. Detalle que parece importar bien poco a quienes expulsan del país a los mismos científicos que hace años intentaron repatriar [Nota al margen: llamarles “cerebros” es una forma más de cosificación, que por otro lado ignora lamentablemente que la ciencia viene impulsada también por la pasión]. Y este uno de los efectos no económicos de la ciencia: escuchaba hace años decir a Lledó que se estremeció al entrar por primera vez en la Universidad de Berlín y pensar que allí habían impartido clase varios premios Nobel. Circunstancia, seguramente sin importancia para muchos, de la que ninguna uni española puede presumir.
Invertir en ciencia más allá de la economía, e incluso de los ideales que han venido dando una seña de identidad a occidente desde hace siglos. Deberíamos invertir en I+D por una razón bien sencilla: para crear una sociedad mejor, capaz de enorgullecerse de los logros de sus científicos tanto o más que de los triunfos de sus deportistas. Porque de eso estamos hablando también: el desprecio con el que los distintos gobiernos han tratado a la ciencia transmite un claro mensaje a la sociedad. Volvamos por un momento a la economía: cuando nos dicen que hay un importante porcentaje del PIB que procede del turismo yma la vez se recorta drásticamente en ciencia, un alumno de secundaria avispado puede interpretar sin problemas que su futuro está más asegurado poniendo cafés o agitando copas que en un laboratorio. Seguiremos siendo la taberna de Europa, el lugar ideal al que venir de juerga, con el impacto correspondiente en los sueldos de todos los ciudadanos. Invertir en ciencia es una forma de consolidar una sociedad en la que se respeta el conocimiento y se asume que es una de las vías de progreso de la humanidad. Es dar prestigio a la q tividad científica y situar tu sociedad como una de las que se preocupan y contribuyen al desarrollo de todos. Plantearlo únicamente en términos económicos puede ser peligroso: en el fondo estaríamos siguiéndole el juego a quienes pueden pensar que en tiempos de crisis esta justificado reducir una inversión ya de por sí escasa. La ciencia y la investigación son valores sociales y culturales en sí, muy por encima de la economía.
Que se puede decir de la importancia del pensamiento para una persona, mucho, pero hay algo curioso, cuando una persona se piensa a sí misma lo que obtiene siempre es bueno porque la honestidad y transparencia es total, pero cuando piensa su entorno le lleva a enfrentamientos.
Reflexionar significa pensar críticamente, y pensar críticamente significa buscar puntos débiles a ideas rígidas y convicciones establecidas.
Pensar es peligroso porque pone en entredicho las ideologías y sistemas que a ciertas entidades les ha costado mucho imponer para su propio beneficio.
Se hace mucho por que la gente no piense, se hace mucho por atomizar, enfrentar y entretener a la población. El ocio que triunfa hoy en día es el ocio del entretenimiento, la terapia que funciona al llegar a casa es la terapia de desconectar. En los colegios no se enseña a pensar, se adoctrina, no se aprende, se memoriza.
El determinismo histórico ha alcanzado nuestro día a día. Cuando vemos la historia, vemos la lógica en todos los sucesos acontecidos, pensando que no ha habido otra manera posible de que pasaran las cosas, la historia nos es dada y no hace falta pensarla. Hoy en día parece que ese determinismo, ese “es lógico que las cosas sean así”, nos ha alcanzado. No hace falta pensar la historia, y ya tampoco hace falta pensar el presente.
Parece que incluso se ha instaurado la máxima de que pensar es peligroso, pues ya no se piensa, así quitan algo bueno para nosotros, y algo malo para ellos. Como todo régimen, hay un 50% de buena publicidad para el dictador, y otro 50% de mala publicidad para lo que es diferente.
Llevan nuestra vida por modernas tuberías, mientras que el pensamiento crítico es un río de montaña, que nace en lo más puro y baja con fuerza llevándose toda barrera artificial ¿A quién el puede atraer eso?
¿Este post se llama “los peligros de pensar”? Debería llamarse los peligros de NO pensar.
¿Conoces la banalidad del mal?, concepto de Hannah Arendt que se refiere , sintetizando y a grandes rasgos, a aquella situación en la que personas obligadas o ignorantes de lo que están haciendo realizan actos que se calificarían moralmente como malos en nombre de otra persona o entidad que sí que es promotora de una voluntad maliciosa.
El contexto de Hanah Arendt es la época del nazismo ¿Es posible que una nación entera apoyara el nazismo? ¿Hasta que punto es responsable del horror alguien que está obligado a cometerlo? ¿Es responsable él o quien le obliga?
¿Que puede hacer la negación de uno? ¿Y la negación de muchos?
Bien, visto esto podemos decir que nuestro contexto es el capitalismo, la dominación de las élites y los mercados.
¿Quién nos dice que el futuro no nos juzgará por fumarnos el planeta, por entretenernos con pantallitas mientras se forjan las fortunas que dominarán las futuras sociedades o por haber extinguido el pensamiento crítico, permitiendo así la llegada de peligrosas situaciones?
¿Y qué pasa con todo lo bueno que podríamos hacer y no hacemos? ¿Seguimos permitiendo entre todos esta farsa de democracia como el que ve de lejos un atraco y prefiere ser un cobarde que no hace nada?
Ejercemos el mal diariamente, lo hacemos para beneficio de otro y no lo dudamos, lo defendemos. ¿Os suena esta situación?
El pensamiento siempre es bueno para el que lo ejerce, y malo para el que necesita algo de quien lo ejerce, el único peligro de pensar es para el que se beneficia de la ignorancia y el control ajeno, podemos aplicarlo a todos los tiranos de la historia, la única diferencia es que el tirano que tenemos ahora no tiene cabeza ni castillo, aunque podemos verlo en casi todo lo que hacemos.
A l’ Ateneu Barcelonès dimarts vinent recuperarem la figura i l’obra de Paco Fernández Buey amb la presentació del seu llibre pòstum ‘Por la Tercera Cultura’, publicat a El Viejo Topo.
En Paco va morir un mes abans de la gran manifestació de 11 de setembre de l’any passat que ha canviat el panorama de la política i de les idees. Si això nostre és una ‘revolució’ es fa a partir de Locke i de Mill -i no de Marx. Però un lector de Gramsci i de Marx (del Marx que va escriure que a Espanya els carlins eren més revolucionaris que els liberals i de l’Engels que ecriví que Barcelona era la ciutat més revolucionària d’Europa), reconeixeria els elements nacional-populars del projecte. No seria bo que en l’etapa que estem iniciant s’oblidi gent com en Paco.
JEAN COCTEAU, MORALISTA
Aquest estiu sense pretendre-ho he tornat a llegir Jean Cocteau. Els llibres de Cocteau tenen un regust com de sopar d’estiu amb alguna vella dama, parenta llunyana. Cocteau resulta com aquells coneguts de família de tota la vida, que ja es feien amb el pare i que d’en tant en tant, per no molestar, han continuat passant per casa com per costum. Un dandi vell, agradable si no es fa carregós per repetitiu. Fins i tot entranyable quan exagera l’ego. Si trobeu que sobreactua perdoneu-li l’errada amb un somriure i quan l’encerta endevineu l’esforç que ha de fer per dissimular la intel•ligència. Li agrada disfressar la seva intel•ligència fent-la passar només per enginy, cosa que és un senyal de bona educació. Sempre se’n pot aprendre alguna cosa perquè ha viscut molt encara que exageri els formalismes. A propòsit de la crisi que ens amenaça quan tornem a Barcelona, estaria bé recordar una frase del seu “Diari” ( 17 d’abril de 1943):
«El terrible d’una època és que cal viure-la en detall».
Em sembla exacte: sempre són els detalls allò que angunieja. Per la resta la vida està prou bé. En canvi m’agradaria esmenar-lo quan diu: «El secret de la calma és no témer res, no llegir els diaris i quedar-se a casa» (11 de gener de 1944). Tal com ho veig el secret de la calma és una mica diferent: no témer res, llegir diaris en quatre o cinc idiomes diferents i viatjar una mica. Tot plegat ajuda a relativitzar les misèries.
JEAN COCTEU PER A RESISTENTS
Quan no queda altre remei que tornar a Barcelona, copio un text del seu Diari (3 d’abril de 1944) que des del punt de vista literari no m’agrada gaire perquè està escrit en l’estil carregós dels minyons escoltes quan es fan bons propòsits innocentons; però que recull també l’esperit del temps present.
Un text massa moral, però amb una proposta per pensar-hi i que els vells resistents podem entendre bé:
«No deixar-se endur pel pessimisme, per les converses que us enfonsen més. Treballar, creure, deixar-se veure poc, parlar amb el mínim de persones possible. Fer com si el futur no erigís un enigma espantós. Donar gràcies al cel per la sort de cada dia. Una sola política: la noblesa d’ànima».
Doncs això, tornar-hi!