-
-
0:54
»
El café de Ocata
A Library by the Tyrrhenian Sea — Ilya Milstein
-
-
17:44
»
El café de Ocata
...En primera posición del ranking encontramos el proyecto del BBVA Aprendemos juntos, cuyos vídeos ya han aparecido entre los cinco primeros otros meses, y ahora lo lidera con el vídeo
La atención es el nuevo cociente intelectual, en el que el maestro Gregorio Luri...
En El País Retina
-
13:34
»
El café de Ocata
El peligro de construir los propios aprendizajes
-
9:40
»
El café de Ocata
"Este creador de la filosofía [Pitágoras], lo primero que enseñó a sus discípulos fue el silencio. En su opinión, el primer estudio de quien quería llegar a ser sabio era el de contener completamente su lengua, refrenar esas palabras que los poetas llaman volantes, cortarles las alas, encerrarlas en esa fortaleza de marfil que forman los dientes. El primer elemento de la filosofía era aprender a reflexionar y olvidar el perorar.
No estaba prohibido el uso de la palabra toda la vida, ni todos los discípulos estaban condenados a mutismo de igual duración. Para los hombres graves reducía el maestro a corto plazo la obligación del silencio; para los locuaces prolongaba hasta cinco años esta especie de destierro de la palabra.
... yo debo a mis meditaciones académicas la doble ventaja de saber hablar animosamente cuando es preciso y callarme sin esfuerzo cuando la ocasión lo exige."
- Apuleyo, Las floridas.
-
-
8:22
»
El café de Ocata
Hoy es San Casiano, patrón de los maestros, aunque no por mucho tiempo, me temo, ya que este santo bien podría pasar como paradigma de la incorrección pedagógica. No hay figura más antirousseauniana que la suya en la completa historia de la educación.
Por ser cristiano y negarse a sacrificar a los dioses paganos, las autoridades romanas lo condenaron... no a las fieras, sino a algo mucho peor: a morir en manos de sus alumnos, que se prestaron muy gustosamente a cumplir con lo mandado.
Parece que Casiano no era especialmente apreciado por sus discípulos en su escuela de Imola, ya que ejercía su oficio con un rigor que, si bien resultaba eficiente, no le ayudaba a ganarse su amistad. Cuando las criaturas lo vieron desnudo y sujeto a una columna, se ensañaron con él. Rompieron sus pizarras en su cabeza y le clavaron con saña sus estiletes (de ahí viene "estilo”, del arte de manejar con elegancia el estilete) y navajas. Algunos se afanaron mucho más de lo que lo hacían habitualmente en clase, grabando caligráficamente las letras del abecedario sobre su piel de mártir.
El arma del crimen, pues, fue la tecnología didáctica. Y digo yo que solo por eso ya merece el patronazgo de la docencia.
- ¿Por qué lloras –le preguntó uno de sus infantiles verdugos, que andaba comprobando la resistencia de la piel de un maestro a la punta de un estilete-, si tú mismo nos diste estas cosas y nos dijiste que nunca debíamos permanecer inactivos? Si no escribimos bien las letras, puedes castigarnos.
Nota importante: No confundir el San Casiano mártir con el monje Juan Casiano (360-435), que en sus
Institutes dio a los monjes este sensato consejo: "Un monje siempre debe huir tanto de las mujeres como de los obispos".
-
-
10:50
»
El café de Ocata
"Los escitas siempre se comían a sus abuelos; los trataban de forma muy respetuoso durante mucho tiempo, pero tan pronto como comenzaban a hacerse viejos latosos y se ponían a contar largas historias, inmediatamente se los comían. Nada podría ser más inapropiado, e incluso irrespetuoso, que comerse a esos parientes tan próximos y venerables; sin embargo, no podríamos, con toda propiedad, acusarlos de mal gusto moral.
- Sydney Smith, On Taste, 1805
-
-
22:00
»
El café de Ocata
... de enigmática Variación Nimrod.
-
8:36
»
El café de Ocata
En los cuadernos de Vlady -hijo de Victor Serge- se encuentran varios dibujos de los hombres del POUM con los que trató en su exilio mexicano. Aquí traigo algún ejemplo:
Gorkin y Gironella
Jordi Arquer
Gironella
Gironella
-
-
7:11
»
El café de Ocata
-
-
23:42
»
El café de Ocata
Playa de Ocata. Anochecía y en los auriculares sonaba "Daphnis et Chloé" del grandísimo Maurice Ravel. El ambiente estaba cargado, pesado, denso, pegajoso. De repente un rayo ha rasgado el cielo y ha comenzado a llover. Gotas grandes, pero pausadas. La tormenta no ha durado más de diez minutos. Los suficientes para, en vez de refrescar, sacar del suelo todo el calor acumulado durante el día. El aliento dulzón de la tierra reseca acogiendo a la lluvia. Se sentía respirar a la tierra. Los últimos bañistas corrían medio desnudos, cargados con sus pertenencias, recogidas precipitadamente. Solo los pescadores veteranos aguantaban impasibles, intentando vencer la impasibilidad de los peces con su propia impasibilidad. 8 de agosto y los plátanos están perdiendo apresuradamente las hojas. Yo también intento pescar, mientras camino y me las entiendo con Ravel, el segundo preciso que me presta la luz declinante para desvelarme lo insólito que se esconde en lo tantas veces visto.
-
-
15:51
»
El café de Ocata
Suelen repetir algunos profetas de lo nuevo que la escuela es la institución que menos ha cambiado en el último siglo y medio. Yo, sin embargo, lo que veo es que entre la escuela de mis nietos y la mía hay tantas diferencias que no sé si es justo referirse a ambas con el mismo nombre.
Camino de la escuela. Módena. 1959. Hoy los padres llevan en coche a sus hijos a la escuela y los dejan en la misma puerta.
Patio de escuela. Tokio. 1964. Hoy la prioridad es que no se hagan daño, alejar de los niños todo cuanto pueda acarrear un riesgo.
"Autobús escolar". 1937. Seguro que había que madrugar mucho para coger el "autobús" para ir a la escuela... No puedo imaginarme cómo sería por dentro.
Escuela para niños tuberculosos, Londres, 1932. Este es el origen de las famosas "escuelas del bosque". Originariamente no planteaban ninguna propuesta pedagógica, sino sanitaria.
-
-
10:18
»
El café de Ocata
El amigo Carlos Ortiz Sanchidrian me envía esta foto con este comentario: "Acabo de encontrar una imagen de la Virgen con el Niño leyendo. Y me han venido todos los recuerdos de tu sesión maravillosa. Está en el Pazo de los Escudos, en Vigo."
La sesión a la que se refiere Carlos tuvo lugar en la entrañable ciudad de Lugo el 5 de mayo. Efectivamente, allí mostré varias imágenes de Nuestra Señora de la Lectura Lenta y, por si fuera poco, me permití convocar a Dios y hacerlo presente en la sala de la conferencia. No fue difícil. Bastaron los primeros acordes del
Locus Iste de Bruckner.
Compruébenlo ustedes mismos.
-
-
16:37
»
El café de Ocata
Ayer al atardecer... pasadas ya las 9 en la playa de Ocata. A esta hora, lo tengo bien observado, el paisaje es camaleónico y va mutando sus colores rápidamente, no sé si siguiendo los estados del alma del espectador o provocándolos. El sol declina, la brisa -aunque tímidamente- se levanta-, de la tierra recalentada, que ha estado absorbiendo durante el día la inclemencia solar, emana como un aliento telúrico; el horizonte se pierde entre el cielo y el mar y los postreros bañistas le dan un toque de melancolía a la playa.
Hay un instante, poco antes del anochecer, en el que todo vira al azul. Comienza con una nube gris que va naciendo en el horizonte y, de repente, lo inesperado. En mis auriculares sonaba el adagio de la quinta de Shostakovich. Aquel arte total que perseguía infructuosamente Wagner se lo regalan al caminante gratuitamente estas tardes de verano.
El paisaje es un estado del alma.
-
12:26
»
El café de Ocata
-
-
12:29
»
El café de Ocata
... o de cómo nuestro carácter nos sobrevive en nuestras tumbas:
-
7:46
»
El café de Ocata
Que quede constancia:
-
-
16:28
»
El café de Ocata
Ayer fui a una gran superficie a comprarme un pijama cómodo de verano y lo hice acompañado por mi nieto Bruno, de 8 años.
Muy pronto vimos que la tarea no iba a ser nada fácil. En las tiendas de ropa de hombre no se venden pijamas o, si se venden, se trata de excentricidades que mi nieto no hubiera permitido, de ninguna manera, que me comprara.
Resulta que para que un señor venerable como yo, a punto de cumplir 63 años, pueda comprarse un pijama, ha de entrar a las tiendas de lencería femenina y buscar por los rincones la sección de ropa interior masculina. Ante tamaña muestra de desigualdad de género, mi nieto lanzó un grito reivindicativo que, debo reconocerlo, no me atreví a secundar en voz alta, aunque no podía ser, en nuestras circunstancias, más justo: "¡Menos bragas y más pijamas!"
En una de estas tiendas me mostraron un pijama que parecía estar bien. Yo me lo hubiera comprado sin problemas. Me parecía cómodo y eso era todo lo que buscaba. Pero mi nieto se fijó en que los pantalones estaban decorados con rosas rosas y me dijo que ni hablar, por las rosas rosas, no pasaba. Así que, cediendo a sus órdenes imperativas, me compré un pijama azul marino. En el pecho de la camiseta lleva la inscripción "I will run tomorrow" en letras blancas y el pantalón luce pequeñas zapatillas deportivas de color gris.
Y después nos hartamos de pollo frito en un KFK.
-
-
19:44
»
El café de Ocata
El partido nazi distribuyó ampliamente por toda Alemania la imagen de esta niña, presentándola como la perfecta niña aria.
Sin embargo, era judía.
Un día se presentó en casa de Jacob y Pauline Levinsons un fotógrafo que pidió permiso para hacer una fotografía a su preciosa hija. Aceptaron sin saber que la foto sería enviada a un concurso organizado por el Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, con el objeto de seleccionar al bebé alemán que mejor representase a la raza aria.
Al reconocer a su hija en las imágenes de propaganda y temiendo lo que pudiera ocurrir, Pauline le confesó al fotógrafo que eran judíos. Él le contestó que ya lo sabía, pero que su intención había sido "ridiculizar a los nazis".
Los nazis nunca se enteraron de quién era realmente la niña. Pero nosotros sí, y conviene recordarlo.
-
-
13:40
»
El café de Ocata
El atardecer de un día de verano en Ocata:
Al fondo, Barcelona.
-
-
13:18
»
El café de Ocata
"Escabechina" en las oposiciones a profesor en la Comunidad de Madrid: menos aprobados que plazas disponiblesHa ocurrido algo semejante en otras comunidades, como Navarra y Asturias.
Lo curioso es que los sindicatos de profesores, que deberían ser los primeros en vigilar la honorabilidad de la profesión, están pidiendo que se apruebe a más opositores para cubrir así todas las plazas. Hay quien protesta, también, que se valoren más los conocimientos que la experiencia. A mí, miedo me da pensar en una experiencia docente sin conocimientos.
-
13:09
»
El café de Ocata
-
-
7:38
»
El café de Ocata
-
-
16:18
»
El café de Ocata
Me envía mi amigo Jordi Nadal el enlace a un artículo del New York Times titulado "
Big Tech's new idea: read some books.
Pues eso.
-
7:04
»
El café de Ocata
“Apreciaba a los hombres directos y pendencieros, y sentía desprecio por abogados, maestros y demás oscurantistas. No era piadoso. Bebía whisky cada vez que sentía frío y procuraba tener un trago siempre a mano. Conocía más blasfemias que fragmentos de las Sagradas Escrituras y también las usaba y disfrutaba más. No creía en la sabiduría infalible de la gente común, sino que los consideraba unos memos y unos pelmazos, y trató por todos los medios de proteger a la república de ellos. Jamás abogó por una cura segura para todos los dolores del mundo, pues dudaba de que existiera semejante panacea. Y no le interesaba nada la moral privada de sus vecinos.
En definitiva, concluye Mencken, de vivir hoy, a George Washington le sería del todo imposible hacer carrera política. "El Senado no se atrevería a darle su confirmación; el Presidente no tendría arrestos para nominarlo". La prensa se cebaría en él considerándolo como un político elitista al servicio del poder del dinero.
H.L. Mencken, Pater Patriae (en “De la felicidad y otros escritos”)
-
-
18:33
»
El café de Ocata
He comenzado a leer este novelón de Jean Malaquais,
Planète sans visa, que se me está insinuando en las páginas que llevo leídas como una obra de arte. Hasta ellas me condujo mi búsqueda de materiales sobre Victor Serge y en ellas me estoy reencontrando con él, bajo el nombre literario de Ivan Stépanoff, con Youra (su hijo Vlady), y con Yvonne Tervielle (Laurette Séjourné, la mujer con la que comparte su exilio).
Yvonne conoce las reacciones de Serge-Stépanoff "mejor que las suyas propias, por adelantado y tan completamente como si se las hubieran explicado de una vez por todas. La clarividencia con que ella recibía sus gestos, proporcionaba a Stépanoff "une vague sensation de bien-être d'internat, de sécurité de crèche, qui parfois lui valait de courtes bouffées d'impatience. La sensation n'était pas détestable en soi, toute sa vie durant Stépanoff avait confusément aspiré à une ombre de sécurité, de quiétude platement bourgeoise, un matelas sans punaises, un morceau de sucre dans son thé, un boulet de charbon dans son pôle, ne fût-ce que pour mettre un peu d'ordre dans des idées, un peu de méthode dans ses papiers, mais ce qui le gênait c'était la façon un rien ostentatoire qu'avait Yvonne de lui manifester sa loyauté".
En esta ligera ostentación de lealtad se anuncian las turbulencias de su vida en común en México.
La acción de la novela se desarrolla en Marsella, "l'égout collecteur de l'universelle purulence". En sus bares del Vieux Port los existencialistas huidos de París intentan aparentar que siguen en el Dôme, en Les Deux Magots, en La Rotonde, en el Flore y ensayan la recuperación imposible de los debates ético-estéticos que la derrota había interrumpido. A su alrededor, hay quien no tiene qué llevarse a la boca y quien hace dinero. La ciudad vive una extraña opulencia, como si hubiera sido invadida por buscadores de oro.
"Comment trouvez-vous notre café, Monsieur?""Excellent! fit le Colonel à haute et forte voix. "Excellent! Manquant un peu d'arôme, de même que de sucre, peut-être un rien trop aigre, plutôt réfractaire sans doute, mais à part cela ex-cel-lent. Or, dites-moi, Monsieur: êtes-vous sûr que c'est du café?"
Mi ejemplar es de 1947. Se trata, pues, de la primera edición, que salió a la luz casi a la par que Serge dejaba la vida en el interior de un taxi en las calles de México.
-
-
9:08
»
El café de Ocata
La elección de Pablo Casado como Presidente del PP es políticamente muy relevante y ello por varias razones.
1) Porque esa convicción de que "gato blanco o gato negro, lo importante es que cace ratones", se desmorona en cuanto se dejan de cazar ratones. Cuando esto ocurre se descubre que no sólo no tienes ratones sino que ni tan siquiera tenías gato. Tienes, en todo caso, la vaga metáfora de un abanico en un local con aire acondicionado.
2) Porque las ideologías no sólo no han muerto sino que es muy probable que estén de vuelta y que el conservadurismo se haya dado cuenta de ello y se esté rearmando teóricamente.
3) Porque las descalificaciones -¡qué facilonas! ¡qué de manual de primeros auxilios!- que ha recibido Casado desde la izquierda muestran una ceguera que solo puede beneficiarle.
4) Porque si la izquierda española parece satisfecha con una mezcla de nuevas políticas identitarias y viejo antifranquismo, la derecha española parece insatisfecha consigo misma y esta es una buena noticia para ella... siempre y cuando esta insatisfacción no ponga en peligro ni su unidad ni la claridad de sus mensajes.
5) Porque la izquierda -me temo- es demasiado narcisista para soportar mucho tiempo a Pedro Sánchez.
Casado tiene, sin embargo, un gran reto a corto plazo de cuya resolución depende en gran medida su credibilidad: debe demostrar que es capaz de afrontar de manera contundente la corrupción en su partido. Los militantes del PP me podrán objetar -ya lo han hecho alguna vez- que su corrupción es menor que la del PSOE. Si, a pesar de ello, la sociedad es más exigente exigente con las corruptelas de los conservadores que de los socialistas, esta es también una magnífica noticia para el PP. Por eso mismo debe apresurarse a estar a la altura de lo que socialmente se le exige.
Y una pregunta para acabar: ¿En qué punto del arco político debe estar situado quien ve a Casado en la extrema derecha?
-
-
8:16
»
El café de Ocata
-
-
8:57
»
El café de Ocata
Me sorprende que la ministra Carmen Calvo se niegue a ser considerada una "carga pública", pero me temo que yo no estoy hecho para comprender la cabeza de esta mujer, que parece firmemente decidida a demostrar que hay algunas formas del feminismo que son incompatibles con la vida adulta.
Carmen Calvo no tiene inconveniente en enmendarle la plana a la RAE, ella que afirmó haber "sido cocinera antes que fraila", que cree que "un concierto de rock en español hace más por el castellano que el Instituto Cervantes", que quiere pensar en términos tan planetarios que le ha pedido a la Unesco que "legisle para todos los planetas", que confunde "anglicismo" con "anglicanismo" y que para protestar contra un senador que se atrevió a decir "Calvo dixit", replicó que "ni Pixie ni Dixie"... Carmen Calvo, que usa de manera tan creativa la lengua española, se niega, sin embargo, a que un periodista la trate de "carga pública". En este caso quiere seguir siendo "un cargo público".
-
-
10:46
»
El café de Ocata
Carlos Manuel Pellecer es una de esas personas relevantes cuyo oficio principal es ser discreto y, si la discreción es imposible, ofrecer imágenes falsas y algo estrambóticas de sí mismo. Si no aparece en los libros de historia es porque hizo su trabajo muy bien.
Nació en Guatemala en 1920 y fue un importante diplomático y un miembro relevante del comunismo internacional. Fue profesor de la Universidad de Lomonosov en Moscú y conoció personalmente a Boris Paternask y Alexander Soljenitzyn.
Oficialmente rompió con el comunismo a principios de los años sesenta y su ruptura fue publicada por Costa-Amic en México en 1963 (sin duda con el amparo de Julián Gorkin) con el título de
Renuncia al comunismo, que fue un libro de un gran éxito. Yo sospecho que la ruptura fue programada con la organización con la que desde hacía algún tiempo trabajaba, la CIA, para poder así participar en una operación de espionaje de altos vuelos diseñada por los americanos tras la crisis de los misiles con la intención de debilitar al gobierno cubano y que tenía como cebo una supuesta información confidencial de alto valor que Pellecer habría entregado a la CIA.
En los años 40 Pellecer colaboró estrechamente con Manuel Irujo, nombrando cónsules honorarios de Guatemala en diferentes países de Europa oriental a discretos afiliados al PNV. Irujo ayudó cuanto pudo con los norteamericanos con la esperanza de que estos supieran corresponder en el futuro a los favores recibidos y por eso puso su red de "cónsules" a su servicio.
Pero de lo que quiero hablar es de un documento de la CIA de 1954, que no me resulta fácil interpretar, porque, obviamente, es difícil de creer que vaya en serio... así que podemos suponer o que es una fenomenal broma o que lleva algún mensaje codificado:
La imagen de un Stalin fantasmal apareciéndose a Pellecer para decirle que va por buen camino, me parece digna de ser traída a este café y guardarla entre sus documentos más memorables.
-
-
20:47
»
El café de Ocata
"Era la noche muy profunda, su tienda la alumbraba una luz no muy clara y todo el campamento estaba en silencio. Él, envuelto en sus razonamientos y reflexiones, creyó sentir que alguien se acercaba. Girando la vista a la entrada, ve una imagen terrible y singular, de un cuerpo extraño y temible, colocado en silencio a su lado. Tomando ánimo, dijo: ¿Quién, hombre o dios, eres?, ¿qué quieres de mí?. El fantasma respondió con voz baja: Bruto, soy el daimon de tu desgracia; volverás a verme en Filipos. Y Bruto dijo, sin turbarse; ¡Te veré!"
- Plutarco, Vida de Bruto.
El año 42 antes de Cristo, Bruto, al ver perdida la batalla contra los vengadores de César, se suicidó arrojándose sobre su espada para evitar ser capturado. Marco Antonio honró al enemigo caído, por considerarlo el más noble de los romanos.
-
10:37
»
El café de Ocata
Al escéptico auténtico, el antiguo, le daba pereza hablar. "¿Total, para qué?", se preguntaba. Y no hallaba respuesta, así que permanecía mudo.
El escéptico no le pone mojones a nada, decían los pirrónicos. Y comenzar a hablar ya es poner un mojón en el flujo general de las cosas y, lo que es peor, querer hablar es pretender hablar de algo, para lo cual hay que definir. Y la definición era el absurdo, para el escéptico.
Aceptar la definición era aceptar la conformidad que sustenta la política frente a la inconformidad esencial de la naturaleza.
El pirrónico es un heraclitiano consecuente.
A veces a mí también me da pereza hablar, pero lo mío es pura mandra, porque si comienzo a hablar corro el peligro de iniciar una conversación y se está tan bien en el silencio compartido...
Sin embargo cuando me quedo en casa de Rodríguez, por no poder soportar el silencio de la soledad, a veces hablo conmigo mismo en voz alta.
-
-
12:14
»
El café de Ocata
Entro en una peluquería del barrio de Horta. Podríamos estar en cualquier barrio periférico de cualquier otra gran ciudad de España. La puerta está abierta de par en par, con la ilusa pretensión de que corra un poco de aire. Hay dos peluqueras de unos 40 años y tres clientas, entre ellas una señora mayor. Les pregunto a ver si tienen un hueco y me dicen que en media hora. Les contesto que bien, que estaré en el bar de enfrente tomando un café en la terraza y que en media hora vuelvo. No me hace esperar tanto. A los 15 minutos una de las peluqueras viene a por mi.
¡Cómo me gustan estas peluquerías de barrio: marujanudas, pequeñas, sin aire acondicionado, en las que se habla de todo sin conciencia de lo políticamente correcto y además, te cortan el pelo bien y barato! Estas peluquerías son uno de los últimos reductos de la libertad de palabra de este mundo, especialmente después de que las peluquerías masculinas fueran copadas por los hipsters.
Me siento ante un espejo a la izquierda de la señora mayor, a la que no le acaba de gustar cómo la están dejando. La peluquera que la atiende intenta justificar lo que hace diciéndole que al ir perdiendo pelo por delante, es mejor echarle un poco del centro sobre la frente. La señora mayor no contesta pero es evidente que no se siente cómoda con la imagen de sí misma que ve en el espejo. "Yo siempre me he peinado de la misma manera", me dice a mi. "¿A usted le parece que tengo poco pelo?". "¡Yo la encuentro guapísima!", le digo, sin miedo de que me expulsen de allí por machista, como a Francisco Ayala de la universidad a la que a lo largo de su vida ha donado más de un millón de dólares.
La mujer me toma confianza y me cuenta que cuando su hija se va "a vete tú a hacer qué", la trae a la peluquería y aquí la deja hasta que viene a buscarla. "Mejor eso que abandonarla en urgencias de Vall de Hebrón", le dice una peluquera. El Hospital de Vall de Hebrón está aquí mismo. "Eso sí", acepta la anciana. "Pero a mi no me gusta este corte de pelo, y después dicen que el que paga manda". La peluquera sigue en sus trece y le dice que así es como está bien. "Vendrá a por mí cuando le parezca, que nunca tiene prisa en estos casos", se me lamenta la mujer, refiriéndose a su hija.
Las dos peluqueras y una clienta que acaba de entrar comienzan a hablar de sus hijas adolescentes. "De los 12 a los 14 son tonterías, que cansan, pero son tonterías, pero a partir de los 14, no. ¡De tonterías nada!". "Tranquilícese, señora", le digo. "¿Qué me tranquilice?", me pregunta. "Sí, que la adolescencia no dura para siempre, para los 30 años se supera". Se echan a reír y comienzan a nombrar casos de adolescentes de 30 años que andan por el barrio "al buen tun-tún".
Me acaban de cortar el pelo. 5 euros. Antes de salir, me despido de la anciana, a la que han dejado como la peluquera ha querido. "¡Aún tardará un rato en venir!", me dice.
-
-
14:49
»
El café de Ocata
Llego, finalmente, a la última agenda de Victor Serge, la de 1947.
Serge murió el 17 de noviembre de este año, supuestamente de un ataque cardiaco en el interior de un taxi. El taxista no se enteró de lo ocurrido hasta que no llegó al destino. Me imagino que al morir llevaba esta agenda en el bolsillo de la americana. La última anotación es del día 15, pero en la última página hay garabateado con pulso tembloroso un texto en ruso que le he enviado a un amigo moscovita para que me lo descifre y traduzca, si puede ser. No negaré que estoy impaciente por recibir la respuesta. ¿Y si fueran las últimas palabras se Serge?
Nada más abrir la agenda se ha caído al suelo una estampita. Al principio me ha parecido entrever a una santa, pero no, la imagen es la de arriba. El autor de la misma es Jesús Helguera. O sea, Jesús Enrique Emilio de la Helguera Espinoza (1910-1971), hijo del emigrante español Álvaro de la Helguera.
La primera anotación es la del martes 31 de diciembre de 1946: "Minuit chez Eleonora [Carrington]".
-
-
8:17
»
El café de Ocata
-
-
21:12
»
El café de Ocata
Jean-François Revel cuenta en un capítulo de sus memorias (El ladrón en la casa vacía) su experiencia como profesor en Italia y entre otras cosas dice lo siguiente: “La ciencia y paciencia del profesor pueden recorrer la mitad del camino para acudir al encuentro con el alumno, pero no pueden reemplazar el esfuerzo inherente al acto de aprender. Históricamente y hasta el final de los tiempos, no ha habido ni habrá resultado educativo si la mitad del camino no está recorrido por la curiosidad y voluntad del alumno”. Por eso el mensaje “¡Atrévete a saber!” se puede expresar también de esta manera: “¡Atrévete a ser activo, a salir al encuentro del saber!” O de esta otra: “Atrévete a transformar y experiencia y la ajena en ideas ordenadoras de tu conducta”.
-
-
19:58
»
El café de Ocata
-
13:15
»
El café de Ocata
... que es lo que nos falta.
La verdad es que todos somos hijos de Epimeteo.
-
-
22:56
»
El café de Ocata
Me falta la agenda de 1944. Una pena, pero estas cosas suelen pasar. Han transcurrido muchos años y lo sorprendente es que haya conseguido todas las otras.
La agenda de 1945 confirma varias cosas que ya se insinuaban en las anteriores: la soledad creciente de Serge; que la vida con su compañera, Laurette, es un campo minado de depresiones y silencios lacerantes, de situaciones en las que la ruptura definitiva parece inminente a las que suceden, a veces, como por milagro, tardes plácidas en las que parece posible la esperanza; el predominio de las páginas en blanco; la aparición de páginas con una sola palabra, "rien"; y la reducción de la letra, cada vez más difícil de leer...
Entre las sorpresas que me ha deparado esta agenda, resalto estas dos:
En primer lugar, el encuentro, el 6 de septiembre, con el socialista español Fernando de los Ríos, que mucho antes que Serge ya había defendido un socialismo humanista y que se atrevió a reivindicar ante Lenin la importancia existencial de la libertad.
En segundo lugar, ese objeto: ese pequeño y humilde lápiz, que me parece un objeto íntimo, muy personal, y, por eso mismo, emotivo: es el lápiz de un escritor.
-
18:26
»
El café de Ocata
Siguiendo las pistas de sus agendas, he reseguido con las yemas de los dedos el viaje que hizo Victor Serge desde la Ciudad de México a Guadalajara del 19 al 27 de agosto de 1943.
Hay topónimos que te ofrecen toda su sugerencia cuando detienes su dedo en su grafía en un mapa y a miles de kilómetros de distancia los pronuncias despacio, pasando sus sílabas por el paladar como un caramelo que está a punto de quebrarse y soltar el sabor escondido que lleva dentro.
Les puedo asegurar que aunque estaba en mi cuarto, sus paredes se han dilatado para ser capaces de acoger desde lagos a volcanes.
El 19 llega (llegamos, porque a mí Serge me lleva en su bolsillo, entre las hojas de su agenda) a Morelia y Pátzcuaro. Al día siguiente nos espera el volcán Paracutín, el lago de Pátzcuaro y Janitzio. Dormimos en la Posada de Don Bosco.
El 21, Erongarícuaro.
El 22, Uruapán y San Juan Parangaricutiro. Pasamos la noche en las faldas del volcán, en la cabaña del Dr Atl.
El 23, regreso a San Juán. Uruapán. Nos alojamos en el Hotel Progreso.
24. Guadalajara.
26 Noche en Morelia.
27 México.
Estoy de veraneo aquí, frente al ordenador y las agendas. Viajando entre palabras exóticas y abriéndome camino entre recuerdos ajenos. La tarde se pasa así en un vuelo. Ha llegado la hora, pues, de ir a darme un baño a la playa de Ocata, que el mar tampoco sabe de fronteras y seguro que me entiende.
-
2:08
»
El café de Ocata
2 de la madrugada. Tengo la ventana abierta de par en par, pero apenas un hilillo de brisa antojadizo viene a consolarme de vez en cuando.
Sobre la mesa, las agendas de Victor Serge tan abiertas como mi ventana.
Me entretengo revisando los teléfonos de Cristina Kahlo, Bullejos, De Negri, Paalen, Pivert, Lupe Marín, Gorkin, la redacción de Cuadernos Americanos...
Por supuesto, sería absurdo llamar a ninguno de ellos. Ni tendría línea ni, de tenerla, daría con las personas mencionadas. Hace tiempo que salieron de viaje... Y sin embargo... hay algo en estos apuntes que me permite jugar con complicidades fantásticas. Esos teléfonos, en cierta forma, me ayudan a mantener desvelados a los muertos y me dejo llevar por la imaginación de una llamada imposible.
¡Tendría tantas cosas que preguntar a cada uno de ellos!
Dejo las agendas abiertas. Ya no tomo notas. Sólo las miro para intentar ver a través de ellas lo que la incitación de estos números reclama, como aldabonazos en la puerta de una casa deshabitada.
Tengo las agendas abiertas de par en par y un hilillo caprichoso de la imaginación se me va enredando en los ojos.
-
-
9:50
»
El café de Ocata
¡Cómo nos tenemos que ver!
-
-
23:46
»
El café de Ocata
-
8:40
»
El café de Ocata
-
-
0:26
»
El café de Ocata
Mi nieto Bruno (8 años) ha creado "El Luri Team", grupo musical formado por mi otro nieto -su primo Gabriel, de 4 años-, su perro Pancho, y un servidor.
Por ahora nos dedicamos a componer canciones y a registrarlas en el móvil. Hemos decidido que improvisar es divertido... si se nos ocurre algo, pero si no es así, quedarse en blanco o decir tonterías mientras se está cantando es poco lírico; así que primero buscamos una palabra, por ejemplo, "araña" y hacemos una lista de palabras que rimen con ella y, a partir de aquí, vamos hilvanando versos. Cuando ya tenemos algo que pueda cantarse, nos ponemos a ello, utilizando la originalidad que está a nuestro alcance que, se lo aseguro, no es poca.
Me fascina ver a Bruno fascinado por el poder musical de la rima y por las cosas que pueden decirse y no pueden decirse con palabras rimadas.
Nuestra canción "piloto" lleva el nombre del grupo, "El Luri Team 2". Lo del número 2 es muy largo de contar. Dice así:
"El Luri Team canta con retintín,El Luri Teamcancïones sin fin.El Luri Teames un equipo afína las rimas en "in"y a las cosas "asín".
Creo que la cosa promete, ya que esta tarde me ha llamado por teléfono Bruno, porque estaba escribiendo una canción con una amiga y no encontraba la manera de dar con una palabra que no fuese "pito" para rimar con "bonito".
Ya tenemos canciones dedicadas a los gorriones de Granada, al pato atómico, a los tres primeros números, al polo Calipo, al tren, a la mama e incluso una titulada (por obra y gracia de Gabriel) "Tayikistán y Papayuu".
Seguiremos con los deberes de verano, pese a quien pese.
Por cierto, Pancho ladra con mucho entusiasmo cada vez que cantamos una medio rumba que hemos compuesto, pero, en general, pasa de nosotros. La verdad es que sólo aporta imagen al grupo.
-
-
0:55
»
El café de Ocata
Entre las sorpresas que me están deparando las agendas de Victor Serge están estas tres, que me acabo de encontrar. Son de agosto de 1941. El día 2 llegó a Mérida de Yucatán, procedente de La Habana, y dos días después, el 5, aterrizó finalmente en la ciudad de México. Pues bien, el día 7 aparece el nombre de Frida Kahlo en su agenda.
El día 25 nos encontramos con el nombre del inefable Diego Rivera...
...y el 28 con el de la actriz Dolores del Río.
Nada dice en su diario de lo que pudo ocurrir con estas tres personas. ¿Las visitó? ¿Las telefoneó? ¿Les envió un mensaje por mediación de alguien? No lo sé. Sólo sé que sus nombres están ahí, del puño y letra de Victor Serge. Algo no meramente anecdótico debió animarlo a dejar constancia de los tres.
Añado (2 de julio, 8:50) que en el día 5 de octubre se lee lo siguiente: "Coyoacan, chez Christine Kahlo".
Añado a las 9:57 otra anotación, ésta del 3 de enero de 1942: "Frida Kahlo Rivera. Avenida Londres 123. Coyoacán. Natalia Sedova. Calle Venecia. Coyoacán."
-
-
17:53
»
El café de Ocata
El 22 de agosto de 1940, Serge, que esta intentando huir de Francia y en estos momentos se encuentra cerca de Marsella, se entera por la radio a la 1 de la madrugada que ha muerto Trotsky.
-
-
23:48
»
El café de Ocata
Tengo en mi poder algo que me produce una emoción tan grande que me resulta difícil trasmitir, porque además de su valor intrínseco, es el fruto de muchos, muchos meses de búsqueda. Se trata de las agendas personales de Victor Serge desde 1939 a 1947, año de su muerte.
Me he preguntado muchas veces qué demonios quiere decir "conocer" y he llegado a la conclusión de que conocer es domesticar, es decir, hacer que algo o alguien pase a formar parte de nuestra casa, que sea una presencia habitual en nuestra vida. Al principio el encuentro con el desconocido siempre es difícil porque se producen malentendidos frecuentes y no sabes en qué lugar exacto de tu casa debes ubicarlo, pero poco a poco él va encontrando su lugar natural en tu vida y el diálogo comienza fluir con franqueza. Entonces empieza el verdadero conocimiento. Debo añadir que a veces el desconocido habla lenguas que no dominas bien (o no dominas en absoluto), o escribe de una manera jeroglífica o te descubre datos que te hacen ver que hay aún muchas facetas ocultas en él. Por eso no se puede conocer si se carece de amigos. Con amigos como B., que, desde París, me descifra sin problemas la letra más enrevesada o como V., que desde Moscú, me aclara lo que tenga que ver con el ruso; o...
En definitiva, conocer es domesticar... siempre que tu casa sea también la casa de tus amigos.
Aquí, en las agendas hay algo que no se encuentra en los artículos o en la autobiografía del autor. Aquí hay algo muy personal que, en cierta forma, te convierte en un intruso en su vida. Aquí está ese apunte inmediato, arrancado al lápiz o a la pluma como un grito, un lamento, una alegría... según sea el caso.
Limitándome a la agenda de 1939, descubro, por ejemplo, esas notas del jueves 26, "Chûte de Barcelone", y del viernes 27, "À La Vaudoué avec Liuba." Liuba Russakova era la mujer de Serge, que estaba cayendo en el pozo negro de la locura, del que no saldrá.
O la anotación, que es como una herida, en la que Serge deja constancia para sí mismo de que su amigo Ernst Toller se ha suicidado en Nueva York.
Aquí el lector descubre la presencia continuada de E. Mounier...
... de Gorkin y de otras personas del POUM...
... del pacto entre Hitler y Stalin...
... de un nuevo encuentro con A. Gide...
... o con Jean Malaquais, cuyo "Planete sans visa" (edición de 1947) está aquí, al lado de las agendas, esperando que tenga tiempo para ponerme a leerlo...
... con esas anotaciones en las que una vida, al final, se resume: "reçu" y "payé".
Vuelvo al principio. Conocer es domesticar, pero es algo más: es una actividad aventurera. En ella un humilde cuarto de trabajo se va ampliando y ampliando hasta abarcar una parte del mundo y de su historia. Al mismo tiempo que tú domesticas lo nuevo, lo conocido te transforma, rehabilitando tu casa.
-
19:11
»
El café de Ocata
Después de que la ambulancia se llevara a Trotsky hacia México [es decir, de Coyoacán a la Ciudad de México], el comandante Galindo se dirigió hacia Sylvia [Ageloff] y le dijo: "Está usted detenida". Logré convencerlo de que me dejara subirme al auto de la policía en que la hizo subir. Adelante estábamos el chófer, Sylvia y yo; atrás el comandante Galindo y dos de sus agentes. Yo conocía a Sylvia desde 1934. Empecé por lo tanto a tratar de hablar con ella. Ella lloraba, sufría un ataque de histeria, y sólo decía algo que repetía y repetía: "¿Por qué dejaron entrar a Jacson?" "¿Por qué dejaron entrar a Jacson?" Y yo le decía: "Pero Jacson es tu marido, ¿no?". "¡Sí! -repetía sin cesar-, pero ¿por qué lo dejaron entrar?" Entonces comprendí que ella sabía algo, que conocía al menos una razón por la que no deberíamos haber dejado entrar a Jacson en la casa. Ante mis incesantes preguntas no pudo responderme más que una cosa: que sabía que estaba mezclado en 'asuntos sospechosos' con un tipo llamado Bills o algo así que se encontraba en el Edificio Ermita... "Pero si lo sabías, si fue publicado después del proceso que Siqueiros tenía su despacho en el Edifico Ermita ¿por qué no nos previniste?" No me contestaba nada. Llegábamos ya a la Jefatura, se la llevaron, ya no pude hablar más con ella.
- Declaraciones de Octavio Fernández a Olivia Gall recogidas en el libro Trotsky en México (1991).
-
8:07
»
El café de Ocata
El tapado soy yo. A mi derecha, mi nieto y mi hijo. Sobre nosotros, el cielo explotando. A veces la condición de abuelo te obliga a arrostrar compromisos de heroicidad. La fotógrafa, mi Agente Provocador.
-
-
17:42
»
El café de Ocata
Revista "Así", 11-10-1941