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HE AGAFAT AQUEST TEMA PERQUÈ SEMPRE QUAN ES PARLA DE TEMES RELACIONATS AMB LA RELIGIÓ SEMPRE HI HA GRANS DEBATS.
-COM JA SABEM A FRANCA EL HIJAB ESTÀ PROHIBIT EN LES ESCOLES PÚBLIQUES, EN ELS TREBALLS PÚBLICS ETC,CREUS QUE AQUÍ A ESPANYA HAURIEN DE FER EL MATEIX?
-QUAN UNA DONA MUSULMANA ES POSA HIJAB ÉS BO PER LA SOCIETAT O NO?….
-QUI PORTA HIYAB ÉS LLIURE…
-QUE EN PENSES DE LES COMPANYES DE CLASSE QUE PORTEN HIYAB…
MI OPINIÓN:El velo islámico es obligatorio a partir de que una niña empieza a producirse en ella cambios en la pubertad.
En mi opinión el hiyab es una decisión que toma una mujer musulmana aunque a veces no es del todo una decisión porque hay mujeres a las que obligan otras que se lo ponen para verse mejor y pocas que si se lo ponen por su propia voluntad para obedecer a dios. El hiyab no es un símbolo machista aunque creo que la mayoria de la sociedad piensa que si lo es, el hiyab es una costumbre musulmana en los paises árabes desde hace mucho tiempo y aún se conserva .
Yo pienso que el hiyab no se puede prohibir, como en Francia que dicen que las mujeres deben tener libertad y no lo cumplen. No sé porque no lo aceptan si solo cubre el cuerpo y la cabeza pero no el rostro. Eso seria un niqab o burka.
by Antón Patiño |
Estamos muy acostumbrados a hacer muchas cosas a través de la palabra. Pedir, preguntar, amar, insultar, odiar, alabar. Podríamos ir enumerando una infinidad de infinitivos (valga la expresión). Vivimos en el lenguaje, que es el medio específico en el que se desenvuelven nuestras ideas, pasiones, filias y fobias. Y el que, por cierto, nos marca los límites de todo aquello que crece más allá de las palabras, en un terreno ignoto del que, ya nos advirtió en su día el sabio, “hay que callar”. El hablar y el escuchar, el escribir y el leer recorren toda nuestra vida, que es también una sucesión de tiempos verbales. Por eso resulta tan sugerente buena parte de la filosofía realizada a partir de lo que suele llamarse “giro lingüístico”: al dirigir nuestra mirada directamente hacia el lenguaje estamos en realidad mirándonos a nosotros mismos, eso sí, desde un espejo bien particular. El lenguaje es un nosotros creado de una forma no directiva: nadie lo ha planificado, ni existe organismo internacional alguno capaz de regularlo o determinar su evolución y desarrollo, por mucho que las diferentes academias intenten establecer pautas. Siendo esto así, encontraremos en el lenguaje signos de lo mejor y lo peor del ser humano.
Es esta una de las ideas más interesantes de la ética del discurso de Habermas, que presentábamos y discutíamos en clase en la última semana: el lenguaje anticipa la utopía. O si se quiere: hay pequeñas utopías cotidianas que se dan en el lenguaje y que llamamos acuerdo. Después, ampliando la teoría de Habermas, cada cual puede poner el sustantivo que más le guste: encuentro, agradecimiento, perdón, colaboración, solidaridad, reconciliación… y todo ello se articula a través del diálogo, pero entendido de una forma particular: en un auténtico diálogo ético, escuchar es tanto o más importante que hablar. Intercambiar palabras con otro pasa necesariamente por reconocerle como igual, por asumir que cuenta con una dignidad similar a la nuestra y que podemos llegar a puntos en común, a ponernos de acuerdo. A este respecto, tiene Habermas toda la razón: el lenguaje lleva dentro de sí prerrogativas de la moral humana. Enseñar a hablar, podría decirse, no sólo uno más de los pasos necesarios para humanizarnos, sino incluso para poner de manifiesto nuestra dimensión moral, dotándonos de herramientas que van mucho más allá de eso que en el mundo educativa se llama competencia lingüística. Nos estaríamos adentrando, más bien, en la competencia social y ciudadana.
No es este, sin embargo, el único punto de vista. A veces la comunicación falla por los dos lados. Del lado del hablante porque cree encontrarse en la verdad, esperando de su interlocutor no nuevos puntos de vista u objeciones, sino solamente su aprobación, su respaldo. Por su parte, tampoco pinta la cosa mucho mejor del lado de quien en teoría debería escuchar: no se trata ya de que no preste la atención debida, sino fundamentalmente de que no está dispuesto a aceptar que el otro pueda tener razón. Y es más que probable que tenga preparada una batería de razones para responder a lo que con toda seguridad no se interpreta como una búsqueda común de la verdad o del acuerdo, sino como una auténtica guerra de palabras. Lo vemos a diario en la política, el periodismo o, si queremos ejemplos más cercanos, en las comunidades de vecinos. Cuesta ponerse de acuerdo. Y hablamos no tanto con la intención de dejarnos impregnar de las palabras del otro, de caminar juntos en busca de lo que nos pueda unir. Más bien, la meta última es la imposición del propio criterio. Por eso se podría replicar a la ética del discurso (y Habermas es bien consciente de ello) que la comunicación no implica necesariamente pone en juego prerrogativas morales, sino más bien instrumentalizar a los demás para lograr que mi punto de vista se imponga sobre el resto. Ante tan negra perspectiva, queda una pequeña llama para la esperanza en el logos, que quizás pueda acercanos al lado de Habermas: ¿Quién de nosotros estaría dispuesto a hablar con alguien de quien sabemos a ciencia cierta que no está dispuesto a buscar un acuerdo común? Es plausible contestar que nadie: todos esperamos que a través de la palabra seamos capaces más de construir que de destruir.
24th November, 1992
Dear Alex Allan,
I am sorry I did not reply earlier, but I was in the States.
Thank you for offering me this honour: I am very pleased. But for some time now I have been wondering, "But where is this British Empire?" Surely, there isn't one. And now I see that I am not the only one saying the same.
There is something ruritannical about honours given in the name of a non-existent Empire.
And there is another thing. When young I did my best to undo that bit of the British Empire I found myself in: that is, old Southern Rhodesia.
And surely there is something unlikeable about a person, when old, accepting honours from a institution she attacked when young?
And yet...how pleasant to be a dame! I would adore it. Dame of what?
Dame of Britain? Dame of the British Islands? Dame of the British Commonwealth? Dame of ....? Never mind.
Please forgive my churlishness. I am sorry, I really am.
Yours sincerely,
Doris Lessing
La Agencia Española de Cooperación (AECI) y la ONG Entreculturas han presentado el informe Derecho a aprender. Educación de calidad, educación transformadora, cuyo objetivo es poner de relieve la importancia de la calidad educativa.
Este informe de la ONG Entreculturas y la Agencia Española de Cooperación pone de manifiesto que cerca de 250 millones en edad de cursar Educación Primaria no saben leer, escribir, o hacer operaciones. Los principales motivos son: la falta de acceso a la educación, el abandono temprano de la escuela y la calidad insuficiente de la educación que reciben.
El informe ofrece una aproximación integral al concepto de calidad educativa y analiza sus características, aunque se centra de manera especial en la equidad y la participación. Plantea los factores que inciden en su mejora, la importancia de las evaluaciones y sus principales limitaciones y potencialidades. También presenta algunas estrategias y propuestas
orientadas a la mejora de la calidad educativa.
Finalmente, el informea aborda tres proyectos concretos:
Descargar el informe Derecho a aprender. Educación de calidad, educación transformadora
Recibía el pasado fin de semana un correo de uno de los lectores más veteranos de esta web, preguntando por si hubiera llegado ya el final de la misma. Nada más lejos de la realidad: no está en los planes que la web desaparezca, pero sí que se resiente en la actualización de contenidos del blog. El motivo es fácil de explicar: la frecuencia de años anteriores es imposible de mantener por diversos cambios personales y laborales. Cuento con menos tiempo en el instituto y también en casa, por lo que no siempre llego a volcar por aquí las discusiones del aula, que son la principal fuente de inspiración de esta bitácora. Así que hay boulesis para rato, aunque el blog estará durante un tiempo, seguramente largo, con una frecuencia de actualización bastante menor. Y el motivo de mantener la web activa es sencillo de entender: afortunadamente, hoy en día boulesis es mucho más que un blog, y cuenta en la sección de didáctica con recursos educativos que pueden resultar de interés. En cualquier caso, que nadie piense que este parón estaba planeado, porque lo que no faltan son precisamente planes para la página.
El primero de ellos, consistía (y consiste) en festejar como se merece el décimo aniversario de la web. Con motivo del mismo, llevo un tiempo haciendo una tarea de recopilación doble: por un lado las mejores anotaciones y por otro todas las relacionadas con los derechos humanos. Este trabajo de selección se ha concretado en dos textos que están disponibles para Kindle al módico precio de 1 euro, céntimo arriba céntimo abajo en función de la cotización con el dólar. Los enlaces directos a ambos textos aparece a continuación:
Estoy tratando de ver cómo se pueden publicar ambos libros en otras plataformas (google books o Itunes) pero de momento me conformo con Amazon. Entre otras cosas por la falta de tiempo que comentaba antes: ando también pendiente de que se realice la información armonizadora de las pruebas de acceso, para publicar una nueva versión de los apuntes de Historia de la Filosofía para Castilla y León, totalmente actualizada a los cambios que, según adelantaron en la última reunión, iban a aparecer. Y por si todo esto fuera poco, debería estar a puntito de llegar un cambio radical en el aspecto de boulesis, con una nueva versión de la página que llevamos anunciando años, pero que parece que podrá estar lista para finales de 2013 o inicios de 2014.
Y para terminar: se lanzó hace algo más de un mes el concurso de Mastechofía, que ha sido un fracaso rotundo de participación. Chof, chof: así ha sido el nivel de participación. No sé si porque la idea no resultaba suficientemente clara, porque no pude promocionar el asunto en las redes sociales como hubiera merecido o simplemente porque no interesaba. El caso es que ahí están, Platón y Aristóteles, huérfanos de alguien que desee tenerles encima de su estantería, librería o mesa de trabajo. Todo un detalle que mezcla artesanía y filosofía, y que no merece terminar en manos de quien lo compró con otras intenciones. Así que, como se acerca ya la navidad relanzamos un concurso mucho más sencillo: basta con que cualquier visitante asiduo envíe una felicitación por el décimo aniversario de la web, indicando sencillamente qué es lo que más le ha gustado/ayudado/servido (póngase el participio que proceda) en estos diez años de andadura filosófica. El plazo para enviar las felicitaciones terminará exactamente dentro de un mes, el 18 de diciembre. Entre todas las recibidas sortearemos ambas figuras. El mejor procedimiento para hacernos llegar tu texto: el formulario de contacto de boulesis. Esperemos que en lo que llega la fecha logre un poco más de tiempo para publicar alguna de las ideas y discusiones que me rondan la cabeza.
Paul Lafargue |
Quizás sólo quisiera provocar. Pero, en realidad, la verdadera emancipación del proletariado no debería consistir sólo en recuperar el pleno dominio sobre su fuerza de trabajo, sino en no tener ni la necesidad ni la obligación de usarla. Si para curarse de la alienación religiosa había que acabar con Dios, para terminar con la alienación del trabajo, habría que liquidar con el mal que la genera."Una extraña locura se ha apoderado de las clases obreras de los países en que reina la civilización capitalista. Esa locura es responsable de las miserias individuales y sociales que, desde hace dos siglos, torturan a la triste humanidad. Esa locura es el amor al trabajo, la pasión moribunda del trabajo, que llega hasta el agotamiento de las fuerzas vitales del individuo y de su prole. En vez de reaccionar contra tal aberración mental, los curas, los economistas y los moralistas han sacro-santificado el trabajo".
by Max |
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by Max |
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Este esfuerzo, cuando se refiere al alma sola, se llama voluntad, pero cuando se refiere a la vez al alma y al cuerpo, se denomina apetito […] Además, entre el apetito y el deseo no hay ninguna diferencia, sino que el deseo se refiere generalmente a los hombres en cuanto son conscientes de su apetito […] El deseo es el apetito con conciencia de él. (E3p9e)
Cada cosa se esfuerza, cuanto está en ella, por perseverar en su ser. (E3p6)
El esfuerzo con que cada cosa se esfuerza por perseverar en su ser, no es nada aparte de la esencia actual de la cosa misma. (E3p7)
Todos los afectos se refieren al deseo, a la alegría o a la tristeza […]Pero el deseo es la naturaleza misma o la esencia de cada cual; luego, el deseo de cada individuo se diferencia tanto del deseo de otro, cuanto la naturaleza o la esencia del uno difiere de la esencia del otro. Además, la alegría y la tristeza son pasiones por las cuales es aumentada o disminuida, favorecida o reprimida la potencia o el esfuerzo de cada cual para perseverar en su ser.(E3p57dem)