-
-
19:28
»
El café de Ocata
“Y si quiere saber alguno la causa por qué nacemos así, para entenderlo hase de advertir, lo primero, que la sustancia de la naturaleza del hombre, ella de sí y de su primer nacimiento es sustancia imperfecta, y como si dijésemos, comenzada a hacer; pero tal, que tiene libertad y voluntad para poder acabarse y figurarse del todo en la forma, o mala o buena, que más le pluguiere; porque de suyo no tiene ninguna, y es capaz para todas, y maravillosamente fácil y como de cera para cada una de ellas. Lo segundo, hase también de advertir que esto que le falta y puede adquirir el hombre, que es como cumplimiento y fin de la obra, aunque no le da, cuando lo tiene, el ser y el vivir y el moverse, pero dale el ser bueno o ser malo; y dale determinadamente su bien y figura propia; y es como el espíritu y la forma de la misma alma, y la que la lleva y determina a la cualidad de sus obras; y lo que se extiende y trasluce por todas ellas, para que obre como vive y para que sea lo que hace, conforme al espíritu que la califica y la mueve a hacer.”
Fray Luis de León, De los nombres de Cristo.
Me quedo con ese "figurarse" que he puesto en negrita: La naturaleza del hombre es singular por la misma singularidad de este figurarse a sí mismo.
-
-
11:02
»
El café de Ocata
¡Cómo he disfrutado leyendo este libro con el que he descubierto a un enorme pensador político español, Nicolás Ramiro Rico! No ha quedado página sin subrayados, ni margen sin notas apresuradas, por urgentes. Ramiro Rico es inteligente, erudito, valiente (la prudencia no es una virtud intelectual), muy leído y un escritor riguroso e irónico que, al mismo tiempo que sabe dialogar con los problemas y autores de su tiempo, incorpora con toda naturalidad a ese diálogo las voces de la tradición intelectual española. ¿Qué más se puede pedir?
La historia del pensamiento español está repleta de monumentos olvidados en los márgenes de las modas a los que, sin embargo, es urgente recurrir, porque en ellos se encuentran esbozadas reflexiones que el presente, por las razones que sean (principalmente, por el peso combinado de la rendición intelectual a las modas ajenas y la desidia a la hora de dialogar con los nuestros) no ha desarrollado. A los pies de esos monumentos se encuentran plantas mustias que un día se plantaron en honor del maestro al que están dedicados y que ya nadie riega. Pero no están muertas. Solo están esperando a que las humedezcamos un poco para mostrarnos lo que pueden dar de sí.
Sobre Ramiro Rico:- En Filosofía en español:
Nicolás Ramiro Rico: 1910-1977- Ricardo Chueca Rodríguez:
Nicolás Ramiro Rico: el maestro recatado- Francisco Murillo:
Una muerte silenciosa.- Real Academia de la Historia:
Nicolás Ramiro Rico
-
1:01
»
El café de Ocata
Esta tarde en vez de seguir la playa hacia el norte, en dirección a Mataró, como suelo hacer habitualmente, me he dirigido hacia el sur, hacia Mongat. Me gusta más la primera alternativa porque al tener el suelo de tierra se camina por él, creo yo, de manera más blanda y descansada. El paseo que bordea el mar en dirección a Montgat está adoquinado y me resulta más duro.
Ya les he comentado alguna vez que a mi lo que me gustaría ser es inspector de nubes. ¡Cuantas veces me sacan de mi estudio, en casa, y me empujan hasta la playa, para verlas mejor!Playa de Ocata, al fondo, Montjuic.
Probablemente el nombre de Ocata proceda del griego Écate, la diosa de la media luna. Esta es la forma que tiene la costa desde Ocata a Montgat (es decir, el Monte de Écate), como puede verse en esta foto:
El reclamo del horizonte...
He vuelto a casa cuando ya anochecía, volviendo a cada paso la mirada hacia atrás, hacia el esplendor de la tarde declinante.
-
-
22:03
»
El café de Ocata
Ese instante preciso en que cada color pide la palabra.
-
-
21:25
»
El café de Ocata
Me envía mi amigo Xavier Guzmán desde México la entrevista grabada que le ha hecho a un venerable izquierdista mexicano, Luis Prieto. He llegado relativamente sereno hasta aquí:
Xavier: ¿Te suena el nombre de Carmen Brufau?Luis: ¡Claro! ¡La conocí!Xavier: ¡No me digas!Luis: Deliciosa mujer, bellísima, y cabroncísima.
¡Que bote que he dado! He parado la grabación. Me he servido una buena copa de vino. Me he cenado los espaguetis que me han sobrado del medio día (vuelvo a estar de Rodríguez) y me dispongo a seguir la conversación.
-
10:01
»
El café de Ocata
Decía ayer que la Hispanidad es para mí la sorpresa de recibir desde La Paz una llamada telefónica de una cadena de radio invitándome a visitar Bolivia. Añado hoy que es también la alegría de ver publicada en Colombia una nueva edición de
La escuela contra el mundo, la satisfacción de haber podido presentar este libro ante mil docentes colombianos, y enterarme, ayer mismo, de que
El deber moral de ser inteligente puede encontrarse en las siguientes librerías:
MÉXICO
Colofón
colofon@colofonsadecv.com
https://www.facebook.com/colofonlibros/
https://twitter.com/colofonlibros
COLOMBIA:
FARO EDITORES (GRUPO MONSERRATE)
Avda. Carrera 40, nº 20ª – 89 BOGOTÁ
gemonserrate@gmail.com
ECUADOR
IBERO LIBRERÍAS
Correo Electrónico: ecordova@ibero.com.pe
Facebook:
[https:] Twitter:
[https:] GUATEMALA
Sophos
ph@sophosenlinea.com
https://www.sophosenlinea.com/
https://www.facebook.com/SOPHOSENLINEA/
https://twitter.com/sophosenlinea
PERÚ
Distribuidora de libros Heraldos Negros
walter.sanseviero@gmail.com
REP. DOMINICANA:
REPÚBLICA DOMINICANA
Centro Cuesta Nacional
HKuehn@ccn.net.do
En definitiva, la Hispanidad es parte de mi futuro.
-
-
9:38
»
El café de Ocata
Ayer por la tarde salí a dar un largo paseo por la playa de Ocata con los aforismos de Gómez Dávila bajo el brazo. El mar estaba embravecido, las olas chocaban con fuerza contra las rocas de la playa y el cielo del atardecer acompañaba con un punto de dramatismo el hondo rumor del oleaje. Llevaba bien adelantado el paseo cuando sonó el teléfono. Me llamaban desde una emisora de radio de La Paz, Bolivia, abriéndome la posibilidad de un viaje a este país. Y volví a experimentar así, de nuevo, qué es la Hispanidad.
-
-
13:42
»
El café de Ocata
Domingo 23 de septiembre
17:00. Hotel Portón de Bogotá. Bogotá. Colombia. Tumbado en una cama inmensa que debe tener no menos de 2,5 metros de ancho.
Me ha sorprendido la nitidez del aire nada más salir del avión, su transparencia, que permitía perfilar con nitidez las montañas del Oriente y he recordado cómo bautizó Humboldt (que también estuvo por aquí) al valle de la Ciudad de México: La región más transparente. La verdad es que después, en las calles de la ciudad, la transparencia se hizo menos evidente, pero la primera impresión que te ofrece una ciudad cuenta mucho en tu consideración global de la misma, aunque después los hechos la corrijan.
Ayer por la noche vino Laura, la hija de Ramón Mercader, al Hotel María Cristina. Le entregué lo que me había pedido que le trajera de España: una bota de vino y un porrón de cristal.
Hablamos, como no podía ser de otra manera, de su familia. Ella me insistió mucho en la gran ternura de su abuela Caridad. Tenemos ya suficiente confianza entre nosotros como para reconocernos que la versión de cada uno es una perspectiva parcial sobre unos personajes poliédricos y complejos. Yo le repliqué con ejemplos que mostraban una Caridad muy poco tierna. Sin duda, los dos teníamos razón. Laura recordó también, con tristeza, el vacío que le hicieron a su padre sus camaradas del PCE y del PSUC cuando se instaló en Moscú, en 1960. Se sentía solo, abandonado, relegado. Era alguien cuya conducta había dejado de ser heroica para convertirse en “un caso” del que era mejor no contaminarse con ninguna proximidad. A veces padecía pesadillas terribles en las que se ponía muy violento. En alguna ocasión llegó a morder a su mujer, Roquelia, con la misma saña con que Trotsky lo mordió a él tras descargarle el piolet en la cabeza. Sólo Laura, podía, en parte, calmarlo. “Mi padre me consentía todo”. Con mayor tristeza aún recordó la enfermedad mortal de su padre, el cáncer de huesos, que lo mantuvo en la cama de un hospital con los dos brazos enyesados. Se le iluminaron un poco los ojos al rememorar cuando se hacía el dormido al recibir alguna visita que le resultaba molesta. En estas ocasiones, Laura le cogía la mano y se comunicaban entre sí con pequeños apretones.
Yo, por mi parte, le transmití mi última versión de lo ocurrido aquel 20 de agosto de 1940 en que Ramón Mercader acabó de forma tan dramáticamente violenta con la vida de Trotsky.
-
-
13:49
»
El café de Ocata
Sábado, 22 de septiembre
9:00. La Casa de los Abuelos, desayunando.
Ayer estuve en un lugar mítico, el Colegio Madrid. Me acompañaban el Consejero de Educación, Enrique Cortés de Abajo, y Luis Cerdán Ortiz-Quintana, Secretario General de la Consejería.
Había quedado con ellos en el Ateneo Español y me encontré con que estaban haciendo “limpieza” en la biblioteca. Me dieron la oportunidad de elegir lo que quisiera y contuve con aplomo la tentación de cargar con cuanto me parecía interesante. Elegí un libro. Uno solo, editado en México en agosto de 1940 por la Editorial Séneca, fundada un año antes por exiliados españoles, Bergamín en cabeza. Es Concordia y discordia, de Luis Vives. Esto, de por sí, ya me hubiera bastado para elegirlo, pero es que, además, lleva la firma de José Puche, que fue quien lo donó al Ateneo Español de México. Este eminente científico murciano, fue rector de la Universidad de Valencia durante la Guerra civil. Al poco de llegar a México, fundó el instituto Luis Vives.
Con este libro en la mano acudí al Colegio Madrid, un injerto de la Institución Libre de Enseñanza que ha crecido frondoso en la Ciudad de México, envuelto en el mayor prestigio. Se fundó con recursos de la JARE (Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles) y aunque no fue el único levantado de esta manera, creo que se puede afirmar que ha sido el más consolidado. Siempre ha estado dispuesto a prender de su propia experiencia y a integrar todas aquellas experiencias ajenas de éxito que pudieran ayudarlo a crecer y a desarrollarse. Tuve el honor de abrazar a su directora, Rosa María Catalá, y dirigirme al claustro de profesores para hablarles de mis preocupaciones pedagógicas.
A las 11:00 he quedado en el hotel con Xavier Guzmán, de la Secretaría de cultura del gobierno mexicano. ¡Voy para allá!
12:45. Hotel María Cristina.
Reencuentro breve, pero intenso, con Xavier Guzmán. Como ocurre siempre con los amigos, seguimos las conversaciones que dejamos abiertas ayer. Vuelvo a asegurarle, por ejemplo, que existe en el pueblo navarro de Vidangoz, en el Valle del Roncal, un trío de mariachis, padre y dos hijos, que se hacen llamar Los Tenampas y cantan corridos en español y en euskera. Uno de sus éxitos se titula Un charro en San Fermín. Xavier está a punto de publicar un libro sobre Teresa Proenza, amiga de Caridad Mercader, y tengo el honor de haberle dado alguna pista interesante para el mismo. Teresa Proenza es, entre otras cosas, la diplomática cubana que recibió a Lee Harvey Oswald, el asesino de Kennedy, en la embajada cubana en México. En el transcurso de la conversación me entero de que Xavier estudio en el Colegio Vives, fundado por José Puche.
Y ahora voy a ver si consigo llegar al Hospital 20 de Noviembre, donde está ingresado mi amigo Martín Barrón.
22:00. Hotel María Cristina
Decía un proverbio griego antiguo que un mal amigo es peor que un mal puerto. Hay que evitarlo. Obviamente, un buen amigo es un buen puerto, incluso en sus peores momentos.
El Hospital 20 de Noviembre se encuentra en Coyoacán, el barrio en el que vivía Trotsky y en el que fue asesinado por Ramón Mercader. A punto he estado de pedirle al taxista que se demorara un poco por sus calles, para coger fuerzas anímicas para enfrentarse a Martín.
Me he perdido intentando llegar a la cama 2304. He acabado en un pasillo sin salida. Una doctora se ha apiadado de mi y me ha conducido casi de la mano hasta mi destino. He abrazado a Martín y tras las frases de rigor, nos hemos dicho lo obvio: una leucemia admite pocas ironías.
Martín es un criminalista importante, de prestigio, al que conocí en el transcurso de mis investigaciones sobre Ramón Mercader y con el que he acabado colaborando en un libro… dedicado al catalán más universal del siglo XX.
Le he comentado algunos de mis últimos descubrimientos. Por ejemplo, que Ramón, a pesar de estar condenado a 20 años de reclusión, salía de la cárcel cuando quería. Le bastaba con decirles a sus carceleros la hora en que volvería. Martín no se ha extrañado. En la cárcel de Lecumberri sucedían cosas que serían imposibles de creer en cualquier otra parte del mundo. Había, por ejemplo, una banda de ladrones de coches que salía cada noche a ejercitar su oficio y, tras dejar los coches robados en un lugar determinado, regresaban a sus celdas. Por la mañana, unos carceleros que colaboraban con ellos, iban a recogerlos para llevarlos a quienes los vendían. No era raro, tampoco, que un preso saliera unos días de la cárcel dejando a un familiar en su lugar, como garantía de su retorno.
Nos hemos contado nuestros proyectos, siempre más provisionales de lo que querríamos, nos hemos conjurado a ser fieles a las personas que nos quieren y nos hemos despedido, quizás, hasta otra ocasión, con un fuerte abrazo.
He decidido bajar a la planta baja por las escaleras. Una mujer de unos sesenta años, regordeta, como escapada de un cuadro de botero, con falda de tubo y zapatos de tacón, que se veía obligada a bajar los peldaños de medio lado, me ha contado, sin más ni más, que por el hueco de esa escalera se “aventó” una enfermera y ha añadido muchos más detalles de los que yo hubiese querido escuchar.
-
-
13:25
»
El café de Ocata
Viernes 21
6:35. Hotel María Cristina. Ayer estuve en Puebla, reencontrándome con la amistad.
Salí de la Ciudad de México acompañado por una nutricionista de Chiapas, a eso de las 12:00 en dirección a Calpulalpan, siguiendo por la carretera que discurre por un paisaje verde, hermoso y escasamente poblado, entre los volcanes. A la izquierda, el Parque Nacional de La Malinche y a la derecha, el Parque Nacional de Iztaccihuatl-Popocatépetl.
Di una conferencia en la IEU, universidad privada, defendiendo, de manera un tanto osada, que las condiciones sociales condicionan, pero no determinan los resultados de ninguna escuela. Lo hice siendo plenamente consciente de que en México hay en torno a un 30% de niños desnutridos. Sostuve que el fatalismo sociológico acaba dejando las cosas como están, mientras nos exonera de la responsabilidad de interponer nuestra acción entre las causas económicas y los resultados culturales. Son los mismos datos estadísticos los que nos muestran con toda claridad que dentro de cada nivel socioeconómico los resultados de las escuelas son muy dispares y que puede haber más distancia entre ellos que la que hay entre escuelas de diferente nivel. Nada nos impide actuar ni, desde luego, actuar bien. Nada nos impide aumentar el conocimiento de un alumno, enseñarle una palabra nueva, una estructura sintáctica, hacerle conocer un cuadro, un poema…
Quise regresar a la Ciudad de México por el mismo camino, pero el conductor me advirtió de que no era conveniente: era una ruta poco transitada y por la noche había “mala gente al acecho”.
8:30. Desayunando en La Casa de los Abuelos. México es un país maravilloso… hasta que caes en la tentación de abrir la prensa del día. Hoy me he encontrado en la portada de La Jornada con este titular: “Secuestradas 840 personas en el país de enero a agosto.” En el interior me esperaba algo más grave: “En los primeros 8 meses de este año se abrieron 18.000 carpetas de homicidio doloso”. Es decir: se contabilizaron oficialmente 18.000 asesinatos. Cierro inmediatamente el periódico. O ocultas la realidad o no sales del hotel.
Hablo por teléfono con mi buen amigo Luis Moctezuma, a quien me temo que no voy a tener tiempo de saludar personalmente. Nos pasamos datos sobre Victor Serge y sobre su mujer, Laurette Séjourné.
- Ella –le digo- es mucho más interesante que él. Narrativamente más entretenida. Serge es un tipo pedante, beato, engolado, aburrido al que distan mucho de conocer todos los que lo admiran como el último revolucionario de octubre.
- ¡Un apacho!
Me explica que “apachar” viene del náhuatl “patzoa”, que significa “magullar, aplastar”. Efectivamente, Serge era un tipo aplastado por la imagen que se había construido de sí mismo.
11:00. Ateneo Español de México. Con la buena y muy eficaz gente de la Consejería de Educación de la embajada española. Siempre que entro aquí algo de mi se conmueve. Aquí una parte de España, amputada, vivió trasterrada.
José Gaos, acuñador del término “trasterrado”, sostenía que desterrado es el que tiene que dejar su patria y pasar a un lugar que le es ajeno, mientras que el “transterrado” es el que se encuentra en otro lugar como “empatriado”. No sé si logró empatriarse Armonía del Vivir Pensando. Sé que lo intentó el vasco Juan Larrea, que sintió que en México renacía el Espíritu europeo que había muerto en los campos de batalla de España. Defendió esta tesis en una obra singular titulada Rendición de espíritu, que vio la luz en 1943, el mismo año que se exhibió en el café La Blanca de la ciudad de México el espectáculo de la crucifixión de un faquir que se hacía llamar Harry Wieckede. Cuando lo visitó el ministro Maximino Ávila Camacho, hermano del Presidente de la República, Wieckede, que permaneció crucificado 488 horas y 45 minutos, le solicitó la nacionalidad mexicana. Murió poco después de ser desclavado a causa de un trombo en la vena cava, causado por su prolongada inmovilidad. En uno de mis viajes a México me aseguraron que el faquir Harry Wieckede era en realidad un exiliado andaluz que no había encontrado otra manera de no morirse de hambre. No he conseguido saber su verdadero nombre.
-
-
20:28
»
El café de Ocata
La Caballé y Plácido Domingo cantando una jota navarra:
-
-
20:57
»
El café de Ocata
Jueves 20 6:58. Hotel María Cristina. Ciudad de México.
Un día intenso, el de ayer. Tras el desayuno en la Hacienda Galindo, me han traído a la Ciudad de México. Y como, por mucho que sueñe con aventuras inéditas, soy un animal de hábitos, he vuelto a lo seguro, al Hotel María Cristina, que conozco bien, y desde el cual, tengo referencias precisas en el horizonte que me permiten orientarme por las colonias cercanas.
A las 2.30 toca pulquería.
Desde que tuve conocimiento de Gorgonio Esparza, el matón de Aguascalientes, una destartalada versión de ser humano que se reunía con sus amigos, el Bigotes y el Pataseca, en la pulquería “El hombre libre”, he estado intrigado por las pulquerías…
En una ocasión, a Gorgonio y a sus amigos les dio por competir en bestialidad y como ninguno admitía ser más humano que el resto, para dirimir la cuestión apagaron las luces de El hombre libre y se liaron a navajazos. El escritor Antonio Acevedo Escobedo, que versificó con irónica mala uva lo sucedido, cuenta que en medio de la trifulca, Gorgonio le pidió a Pataseca: “Ora, recoja sus tripas, porque ya me tropecé”, a lo que éste, con el mismo tono educado, contestó: “Válgame mi mala mata, ya no me levantaré”.
Gorgonio acabó preso, pero no por esto, sino porque se encontró una mujer muerta en el pozo de su huerta a la que le había abierto la cabeza con una piedra al descubrirla riéndose con otro hombre. La prisión de Aguascalientes, donde lo recluyeron, no tenía ni celdas, ni grillos, ni guardias, ni paredes. Cuando el carcelero recibía un nuevo inquilino, trazaba en el suelo una línea con la punta de un cuchillo y exigía al preso que diera su palabra de que no la rebasaría. Y eso era todo. Gorgonio no tardó en matar a su compañero de celda, asegurando que le había faltado el respeto, y fue condenado a muerte. Su abogado defensor le aconsejó que matara a otro preso para postergar la ejecución, ya que legalmente el nuevo juicio sería prioritario. Este proceder podría haberse repetido indefinidamente de no ser porque, mientras declaraba ante el juez, estalló la revolución y Gorgonio aprovechó la ocasión para arrearle un puñetazo a Su Señoría y volver a su casa. Pero en lugar de hallar la paz que buscaba, descubrió que no le quedaba ningún familiar vivo. Echó cuentas y los había matado a todos. Dicen que se puso en la boca un cartucho de dinamita que destacaba como un gran puro sobre su barba con forma de río y encendió la mecha. Y así murió Gorgonio, el Matón de Aguascalientes.
México no está hecho para racionalizarlo, sino para vivirlo.
Me contaron que en la calle Juan Manuel, que hoy es una prolongación de la Venustiano Carranza, vivía un ricachón que salía cada noche a pedir la hora a un transeúnte elegido al azar y cuando éste se la decía, le contestaba: “¡Dichoso tú, que conoces la hora de tu muerte!”
Mi querido amigo, el abogado Eduardo Ceniceros, hijo del abogado defensor de Ramón Mercader, se ha ofrecido, por fin, a acompañarme a la pulquería (o pulcata) “Las Duelistas”, en la caótica calle Aranda, junto al ayuntamiento, en el centro histórico, que resulta ser una de las más antiguas del país. Me ha puesto, eso sí, dos condiciones: que no se me ocurra ir elegante y que nos acompañen, como guardaespaldas, por si acaso, su hijo y su yerno. Por supuesto, he accedido inmediatamente.
La experiencia no me ha defraudado, aunque no me haya encontrado exactamente con lo esperado… ¡Qué sé yo! Un antro con el suelo de serrín húmedo y penumbras, borrachos desahuciados, navajas insinuadas en la cintura, trapicheos y miradas de soslayo. Ciertamente la entrada intimidaba un poco, pero el interior no era desagradable, a pesar de estar repleto y de que las mesas chocaban unas con otras. El ambiente era de camaradería. Un mural cubría paredes y techo con motivos aztecas, en una sucesión vertiginosa de imágenes que pesaban más que la presencia de los clientes. Parece que, en contra de lo que me dijo el conductor que me llevó a la Hacienda Galindo, los jóvenes vuelven a las pulquerías y que incluso hay una apropiación generacional de las mismas en la que los Gorgonios están siendo sustituidos por universitarios locuaces. He probado –más de lo conveniente- el pulque, bebida de los dioses, que fue la preferida de la aristocracia azteca: el de avena y el de tomate (este último, picante), pero creo haberme mantenido sereno todo el tiempo. Después hemos ido a comer a la cantina La Ópera, en el cruce de la Avenida 5 de mayo y Filomeno Mata, un lugar denso de historias, que conserva como un documento histórico, el agujero que dejó en el techo un balazo de Pancho Villa. Eduardo había reservado mesa justo debajo de tan insigne huella de la revolución. Inevitablemente, hemos comenzado con tequila.
Les he contado la historia del anarquista Mariano Sánchez Añón, nacido en 1909 en Mas de las Matas, Teruel. Frente amplia, perfil griego, mirada intimidante. Murió en la Cervecería Modelo, donde había intentado inútilmente refugiarse de la policía, que lo perseguía tras un asalto. Viéndose rodeado y sin salida, se pegó un tiro. Su compañera, también anarquista y española, gritaba a su lado: “¡Así! ¡Así mueren los hombres!” Se llamaba Armonía del Vivir Pensando. Recientemente un grupo de anarquistas mexicanos ha fundado la “Célula Insurreccional Mariano Sánchez Añón”, que se estrenó asesinando a sangre fría a un policía de tráfico. Así creen algunos que se hace la revolución.
Tras la comida, decidí volver andando al hotel, prometiéndole a Eduardo que le enviaría un mensaje en cuanto llegase. Necesitaba un poco de ejercicio. También hubiera necesitado un poco de aire libre, peor de eso no hay en la Ciudad de México. Antes de meterme en la cama visité a Larrea, que me proporcionó lo que al principio tomé por un buen resumen del día: “Uno no es más que un balón, recibe patadas de un lado y de otro hasta que alguien un día grita gol.” Pero, tras darle vueltas al aforismo, pensé que no, que no me convencía, y sin saber muy bien por qué no me convencía, me dormí.
-
-
23:39
»
El café de Ocata
Lunes, 17 de septiembre
8:00. Aeropuerto del Prat. Barcelona.Hay en el inicio de todo viaje a las lejanías la esperanza latente de una aventura inédita, aunque sea pequeña, que nos permita regresar a casa con la cabeza alta, porque un viaje que responsa, día a día, a lo programado es casi como una derrota. Claro que uno tiene ya avanzada la sesentena y sabe bien que Penélope queda atrás y que, inevitablemente, lo que redescubrirá es la añoranza de Ítaca en el sabor –quizás- de una cerveza exótica… o de cualquier otra aventura probable.
23:30 (hora mexicana: 6 horas más en España). Hacienda Galindo. San José Galindo, a unos kilómetros al sur de Querétaro. México.Esta asombrosa hacienda barroca me ha permitido descubrir el significado de la palabra “hacienda”. Aquí me sorprende todo: las dimensiones del latifundio y las de la casa (168 habitaciones, 17 salones…), la perfecta geometría en que está departamentalizado el espacio, el rumor del agua en los patios interiores, el silencio monástico que, sin duda, no se corresponde con el bullicio que acogería en los días de labor esta monumental hacienda. Todo poder se expresa es una organización determinada del espacio y aquí da que pensar que junto a la monumentalidad de la casa se encuentra una humilde iglesia, con un Crucificado tan humilde que está rodeado de cardos pintados con purpurina, como un pantocrátor de la humildad. Nada más bajar del avión he visto, por fin –en mis anteriores viajes a México se me habían escondido-, la cumbre nevada de Popocatépetl y el perfil, a su lado, de la Mujer Dormida, iluminados por la luz casi horizontal de un sol declinante. Un conductor me ha acercado a San José Galindo tras atravesar procesionariamente la Ciudad de México en época de lluvias. El viaje ha sido lento, interminable. Había que abrirse paso entre el fragor de la tormenta intentando no perder de vista las difusas luces de los faros de los coches. El chofer, muy amable, se ha interesado por los motivos de mi viaje y yo he aprovechado la conversación para meter baza y pedirle que me explicase los matices de un adverbio de tiempo que me resulta muy elusivo: “ahorita”. El hombre se toma mi pregunta muy en serio. Carraspea, toma aire, y se esfuerza en explicarme las cosas como son.- El mexicano cantinflea un poco –me dice-… Quiero decir –me aclara- que es como que dice pero no dice, ¿me entiende?Lo entiendo. La conversación deriva del ahorita al pulque y el hombre se lamenta de la desaparición de las pulquerías “Solo van los pobres, gente baja, inquietante, como cargadores, obreros, albañiles y así.”
Martes, 18 de septiembre 0:00. Habitación de la Hacienda Galindo. Ahora sé que estoy en el antiguo Camino Real que llevaba al Norte. El capricho de las palabras que vienen a visitarme mientras intento dormirme: “caerse el alma a los pies”, “echarse el alma a las espaldas”, “arrastrar el alma”, “desalmado”… Me imagino que es el efecto del jet lag.
15:16Me llegan –acabo de escribir “me llagan”: ¡cuánto saben de nosotros nuestros errores- ruidos de fondo de España y desde aquí, desde un México desbordado por urgencias gravísimas, el ruido es solo ruido al que no apetece prestar atención. Voy a intentar tomarme vacaciones de España durante unos días.De todos los consejos que les he dado a mis hijos, si tuviera que quedarme con uno solo, elegiría uno que he tomado prestado de Epicuro: cuando vayas al mercado, no te olvides de hacer un amigo. Un viaje se mide por las puertas que te abre o te cierra.He hablado esta mañana ante 200 directivos de una asociación de escuelas mexicanas y les he contado, entre otras cosas, que el día antes de morir, Sócrates se empeñó en aprender a tocar una cancioncilla con una flauta de caña. Alguien le preguntó, insolente, a cuento de qué dedicaba sus últimas horas de vida a semejante menester. “Pues para aprender a tocar esta canción antes de morir”, contestó el filósofo. Estudiar, les he intentado explicar, es una de las formas que tiene el alma de proporcionarse experiencias de orden y equilibrio, ya que el alma tiende a mimetizarse con aquello que conoce.
17:12. Un banco de piedra en los jardines de la hacienda, junto a la antigua alberca, ahora una enorme piscina. Le he preguntado a un jardinero los nombres de las plantas que nos rodean y me los he tenido que apuntar para saber pronunciarlos, porque se me enredaban en la lengua: garambullo, capulincillo, anacahuitle…La voz de dos mujeres jóvenes me hace levantar la mirada. Las dos han asistido a mi conferencia esta mañana y quieren que les explique qué he querido decir cuando he dejado escapar que el sentido de la posibilidad y el de la realidad se mueven en sentido distinto. - Que el incremento de uno se realiza en detrimento del otro-, les contesto.Como me miran desconcertadas, me veo en la necesidad de dar más explicaciones.- Las sociedades tradicionales son conservadoras porque tienen muy poco desarrollado el sentido de lo posible. Les cuesta imaginarse que las cosas puedan ser de otra manera. Poseen una imaginación desnutrida. Las sociedades modernas, como la nuestra, por el contrario, se han rendido al innovacionismo porque tienen tan desarrollado el sentido de la posibilidad que no pueden soportar la estabilidad de las cosas, que no sean ya de otra manera.- ¿Pero se puede abandonar, sin más ni más, el sentido de la realidad? –me pregunta una de ellas.- ¡Y tanto que se puede! Pero él se venga… - ¿Cómo?- Haciéndonos sentir una gran incomodidad con todas y cada una de las elecciones equivocadas que hemos hecho a lo largo de nuestra vida.Y hablando, hablando, me entero de que, según la leyenda, Hernán Cortés le regaló esta hacienda a la Malinche, que estaría enterrada en algún lugar de la misma. 23:00. Habitación del hotel.Decía Aristóteles que la ciudad está hecha de diferencias. Esta noche le he vuelto a dar la razón. He cenado con un cura mexicano que ha resultado ser un hincha del Español (Fútbol Club), que ha contado un chiste de judíos en la homilía y que cree que tras Puigdemont se esconde el Diablo, porque “todo lo que separa es obra del Maligno”.
-
9:50
»
El café de Ocata
-
-
18:22
»
El café de Ocata
Una fundación madrileña trae a Sir Ken Robinson a Madrid para grabarle un vídeo. Me invitan a participar, pero declino la invitación, no puedo. Me piden entonces que les diga qué es lo que le preguntaría yo al defensor de la tesis de que la escuela mata la creatividad. Les propongo estas cuatro preguntas:
1) Si las escuelas matan la creatividad, ¿son las sociedades sin escuelas las más creativas?
2) ¿A qué se debe la creatividad entre los judíos? ¿Acaso no tienen escuelas?
3) ¿En que consiste su colaboración en la Blue School?
4) Usted defiende sus ideas disruptivas en un inglés académicamente perfecto, con el que se muestra muy poco creativo. ¿No podemos extraer de aquí ninguna conclusión sobre la relación entre creatividad y disciplina? ¿Y si para ser creativo en algo no hay que pretender ser creativo en todo?
-
-
19:39
»
El café de Ocata
Hay cosas que se hicieron bien desde el principio.
Incluso podemos decir que nacieron perfectas.
Tres casos evidentes: la cuchara, la rueda y el libro.
Podríamos añadir más, pero con estas es suficiente para mostrar que la innovación está bien... pero no es obligatoria en todos y cada uno de los casos.
Ya sé que llevamos miles de años con un diseño circular de la rueda, mientras han cambiado tantas y tantas cosas en el mundo. Pero el hecho de que muchas cosas hayan cambiado, no significa que estemos en condiciones de innovar con el círculo. Digo esto pensando en quienes critican a la escuela porque, según ellos, apenas ha cambiado desde el siglo XIX. Esto, obviamente, no es cierto. La escuela a la que van mis nietos no tiene nada que ver con la escuela a la que iba yo (y, por cierto, no estoy seguro de que haya cambiado uniformemente a mejor), pero aunque no fuera así, es decir, aunque la escuela no hubiera cambiado nada en absoluto eso, por sí mismo, no sería un argumento para cambiarla.
Conviene pensar bien la paradoja en la que vive la escuela moderna:1. Nunca ha habido tantos partidarios de cambiarla como ahora.2. Nunca ha habido tantas propuestas que se autoproclaman innovadoras e incluso disruptivas.3. Es obvio que todo el mundo quiere hacerlo bien.3. Sólo algunos tienen éxito (y ninguno con el total de sus alumnos). Se caracterizan porque no viven obsesionados ni con querer cambiarlo todo ni con aplicar cambios disruptivos. Simplemente están interesados en ir mejorando reflexivamente sus prácticas de acuerdo con definiciones claras de qué es un buen maestro, qué es una experiencia educativa, etc.
-
-
22:33
»
El café de Ocata
Un adolescent devant son lycée, avec son Virgile et son Corneille sous le bras. Il lit un journal, tableau d'horreurs en grosses lettres.
— Qu'est-ce que tu fais là?
— Bonjour, Monsieur. Je fais mes inhumanités.
-
Paul Valéry (1871-1945).
-
1:52
»
El café de Ocata
Bogotá.
Fisgoneando en la casa donde vivió Gómez Dávila.
Mitómano, rindiendo culto a mis mitos.
-
-
14:45
»
El café de Ocata
Gracias al Colegio Madrid de México he conocido la existencia de un pequeño cuadernillo editado en la imprenta Gutemberg de Guadalajara el 31 de mayo de 1931 con el título de “Mandamientos republicanos”, que son los siguientes:
El primero, amar a la justicia sobre todas las cosas;
El segundo, rendir culto a la Dignidad;
El tercero, vivir con honestidad;
El cuarto, intervenir rectamente en la vida política;
El quinto, cultivar la inteligencia;
El sexto, propagar la instrucción;
El séptimo, trabajar;
El octavo, ahorrar;
El noveno, proteger al débil;
El décimo, no procurar el beneficio propio a costa del perjuicio ajeno.
A la luz del quinto mandamiento, mi libro “El deber moral de ser inteligente” adquiere un nuevo significado que lo enlaza bien con otro anterior titulado “Por una educación republicana”.
-
-
5:41
»
El café de Ocata
-
-
3:08
»
El café de Ocata
-
-
23:07
»
El café de Ocata
Un balcón sobre los naranjos,
un largo pasillo que recorro despacio, porque cada ventana es una promesa,
la fuente cantando a las bouganvillas qué es eso del fluir,
la iglesia, minúscula, en su sitio, en pie, cumpliendo con su deber: recordarnos que somos árboles inversos,
un san José tan humano...
un altar esencial, el Crucificado rodeado de cardos plateados...
... el tiempo relegado.
Hacienda Galindo. San José Galindo. México.
-
12:35
»
El café de Ocata
Llegué ayer a México, a las cinco de la tarde, hora local, y me estaban esperando el Popo y la Mujer Dormida, es decir, el Popocatepelt y la Ixtacuihatl. Los he visto por primera vez, imponentes, con la cumbre nevada, pero envueltos en la luz cálida del atardecer, parecían dos dioses protectores. Así de ambiguo es este maravilloso país, que tanto cantinflea, porque sus sís, como sus ahoritas, nidel todo sís, ni del todo ahoritas.
He recordado a Henry Schnautz, un joven trotskista norteamericano, que, tras enterarse del fallido atentado contra Trotsky protagonizado por Siqueiros, se ofreció como guardián, porque él sí que era capaz de responder con fuego al fuego de los asaltantes. Llegó a la Ciudad de México el 1 de julio de 1940 y el día 12 ya estaba al servicio del revolucionario ruso. En su diario se entretiene comentando los pequeños detalles de sus guardias nocturnas y refleja bien su fascinación por la línea tenue del perfil del Popo y de la Mujer Dormida. El 10 de agosto fue sábado. Schnautz describe la transición del sol poniente hacia el ocaso y las diferentes tonalidades que van tiñendo el Popo en su declive. Es lo que he visto yo hoy boquiabierto. Al cerrarse la noche, aquel 10 de agosto comenzó a caer una ligera lluvia que, diez minutos después, se había transformado en un auténtico chaparrón. La oscuridad era casi completa y solo la rompían los relámpagos que rasgaban de luz la lejanía. También ayer comenzó a llover al anochecer y camino de Querétaro la lluvia s epuso a cantinflear con su mansedumbre y acabó en un diluvio del que emergían, como rayos de luz difusa, los faros de los coches.
El 21 de agosto, un día después del atentado mortal contra Trotsky, Schnauts se siente absurdo haciendo su guardia nocturna como cada día. Pero no puede evitar referirse a la belleza del cielo y de las nubes que se acumulan en las cimas de las montañas. Añade que el Popo y la Mujer Dormida son para él una inspiración constante. Tras un comentario sobre las ramas caídas de los eucaliptos, confiesa que "las lágrimas corrían por mis mejillas”.
-
-
1:00
»
El café de Ocata
I
El tiempo relegado es el título del epílogo que incluye este libro, titulado, a su vez el tiempo regalado. Un paradójico y sutil juego de palabras que encaja perfectamente con el contenido y la forma de este inteligente y creativo ensayo. El epílogo mencionado es de Gregorio Luri, que, filosóficamente, complementa la creación de Andrea Köhler; en él, dice de la obra que presentamos: «¡Pero qué poco hemos reflexionado sobre la espera! Esto es algo que el lector descubre nada más abrir este hermoso, denso y profundo libro que, al mismo tiempo, es una reflexión y un acicate para el ejercicio del pensamiento reflexivo, puesto que “de te fabula narratur”. No podemos preguntarnos por la espera sin que nuestra propia existencia se vea envuelta en la pregunta. Por eso mismo, esta aparente “nadería” de la espera es una cuestión metafísica de gran calado que no se puede relegar sin relegar algo propio de nosotros mismos» (p. 147).
C. Galán de Mera.
IIPero este tiempo regalado tiene otro regalo con un epílogo de Gregorio Luri que pide a gritos un libro propio. Son unas pinceladas en las que directamente alude a la muerte como clave para entender la vida: el hombre consciente de que está vivo, porque ha sido tocado por la muerte.
Pablo Velasco QuintanaEditor de CEU Ediciones ElDebatedeHoy.es
-
-
20:34
»
El café de Ocata
-
-
22:14
»
El café de Ocata
-
-
16:00
»
El café de Ocata
Normal 0 21 false false false ES-TRAD JA X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-TRAD;}
IEn Sofista 241d, el Extranjero le pide a Teeteto que no lo mire como un parricida. - ¿Qué quieres decir? –le pregunta Teeteto.- Pues que nos será necesario –contesta el Extranjero- poner en cuestión la tesis de nuestro padre Parménides y establecer por la fuerza que el no ser es; y que el ser no es.
Resaltemos este “por la fuerza” porque Parménides aconsejaba al lector de su Poema: “Que nada te fuerce a aceptar el ser del no ser”.
IIPara mejor entender de qué va esto del parricidio, comencemos por el Fedón (74d-75e).
Sócrates desarrolla un análisis fenomenológico muy fino de la percepción de lo que está presente inmediatamente a los sentidos y es precisamente el rigor del análisis lo que le permite descubrir que la percepción no es la adscripción de una sensación a un instante, sino algo así como el esbozo de un relato del ser del fenómeno. Lo que se da en el mero instante está siempre impulsado por una tensión (boúletai) hacia el sentido, es decir, hacia otra cosa (la permanencia de sí) que no está presente en el instante. La tensión de lo dado (de manera evanescente en el presente) hacia el sentido es la tensión del fenómeno hacia su forma.
El concepto central de este pasaje es el de "boúlomai" que significa "querer", "preferir", "pretender", "aspirar". En este verbo está presente tanto la dirección hacia algo como la procedencia desde algo. Es decir en la tendencia del fenómeno hacia la forma se manifiesta también la carencia inherente a toda tendencia (que no es otra cosa que la voluntad de responder a una demanda de sentido, es decir, a una demanda de unidad). Toda percepción tiene lugar en el doble sentido de la aspiración y de la deficiencia. Lo que está presente es más deficiente que su sentido completo, dice Sócrates.
Una sensación que, estrictamente, se consumiera en el instante de su aparición, agotaría la totalidad de su sentido en su emergencia instantánea y, por eso mismo, sería inefable e incognoscible.
En definitiva: la comprensión del dado en el presente como presente, pide ser completado con un cierto sentido no presente, o, expresado de forma negativa, la captación de su deficiencia (endeestérôs: aquí ya está sugerida la "estéresis" aristotélica).
A esta remisión hacia la unidad, Sócrates le da el nombre de "reminiscencia" (o participación en su sentido positivo) y de “khorismos” (en el sentido negativo de la deficiencia). Esto quiere decir que conocer es responder a una demanda de sentido que nos precede. A esta respuesta Platón le da el nombre de "tomar parte" o "participar".
Platón ha descubierto la existencia de un profundo desequilibrio entre la deficiencia de contenido presente en el aparecer del fenómeno y la información complementaria que el alma demanda para hacer posible la comprensión. Esta conciencia es el corazón del platonismo. Si la comprensión siempre dice más que la sensación, es porque hay en el alma una demanda de estabilidad -de sentido- que no se satisface con el sentido presente en el fenómeno.
III
Volvamos ahora al parricidio.
El extranjero del Sofista sostiene que cuando hablamos del no-ser no nos estamos refiriendo en realidad a ninguna cosa opuesta al ser, sino más bien a algo que es ser de otro modo (a un heterónimo del ser). El “no” del no-ser no niega el ser, puesto que es portador de un cierto significado. Cuando afirmamos que algo es no-grande no negamos su ser, sino que lo afirmamos de otro modo.
Hay, pues, un ser del Ser, un ser del no ser y un ser de lo presente en la percepción. En el ser de esto último es donde se encuentran el ser y el no-ser. El no-ser nombra su deficiencia (aquello que le falta para alcanzar una forma) y es la marca de una cierta indefinición que acompaña siempre al fenómeno como lo “otro de la idea”. Es la materia, la “causa errante” del Timeo. El ser, por el contrario, nombra la promesa de la forma, que es lo que permite entender el conocimiento como zêtêsis (como un "echar de menos", como un "deseo para recuperar algo perdido").
El ser del fenómeno se presenta, pues, como una unión (koinonía) a la que Platón se suele referir con términos formados con prefijo "syn-". En el Filebo, por ejemplo, afirma abiertamente que la duplicidad es tan innata al fenómeno que éste ha de ser visto como sýmphyton (nacido con, natural, innato), symploké (entrelazado, entrecruzado), synekhés (íntimamente unido) o symmixis (unido, mezclado, fundido). Este último término refuerza el significado de "meixis" que significa tanto "unión" como "coito".
Los filósofos -resume Platón en el Sofista- han venido llevando a cabo una gigantomaquia sobre el ser ( 244b), enfrentándose quienes consideran que el ser del ser es puro movimiento y quienes lo tienen por algo estable y fijo. Platón no se declara explícitamente miembro de ningún bando. Más bien parece que quiere dirigir nuestra atención hacia el lugar de fricciones entre los dos grupos, dando a entender que la resolución de la cuestión consiste precisamente en romper con la unilateralidad de cada parte. Pero si afirma el ser del ser como symploké, ¿no está tomando partido por el movimiento, dada la inestabilidad inherente al “syn”?).
IV
Leemos en el Filebo (17 a) que lo que distingue la dialéctica de la erística es el respeto de la primera por las mixturas. En este diálogo el mundo entero, en su totalidad, es definido (16d) como una mixtura (metaxy) de lo indefinido y la unidad.
¿Qué es lo que nos permite captar la mixtura del ser. La respuesta de Platón es doble: la propia mixtura del lenguaje y del alma.
En el Sofista leemos que el logos es sym-pkoke y en el Teeteto que la esencia del discurso es una symploké de palabras. Por ello un elemento (stoikheîa) sin contexto relacional no encuentra lugar en el logos y carece de significado. Las cosas, entonces, sólo tienen sentido porque nos remiten a tras cosas, pero por ello mismo, en toda cosa hay una indefinición que resulta inherente a su ser.
Si con algo nos topamos una y otra vez en el corpus platónico es con dificultades para subsumir el fenómeno bajo una idea precisa. No es nada fácil delimitar la manera como las cosas participan de las ideas y la afirmación de la teoría de las ideas suscita necesariamente grandes dificultades en el momento en que se sostiene su existencia y la necesidad de delimitar cada idea como algo en sí. Es extraordinariamente difícil delimitar en el logos la idea del Bien, separándola del resto de ideas. Y, sobre todo, es muy delicado delimitar con precisión los asuntos humanos, pues desconocemos incluso si el alma actúa como una unidad o si tiene partes independientes. Son tan grandes las dificultades que en el Timeo encontramos una abierta confesión de pesimismo: Debido a nuestra naturaleza somos incapaces de delimitar con claridad las cosas. Las dificultades son tantas que, a veces nos sentimos "como si hubiéramos sido abandonados en un laberinto" (Eutidemo 291b). Por eso a menudo lo más prudente se conformarse con un límite (horos) suficiente. Pero, atención, esta prudencia es, precisamente, el corazón de la filosofía política. El extranjero del Sofista advierte que insistir en separar todo del todo es ignorar completamente las musas y la filosofía.
-
-
16:26
»
El café de Ocata
"La conciencia es la percepción del alma en los fenómenos actuales".
-
-
7:43
»
El café de Ocata
Si todo ser es ser relativo y la relatividad es la auténtica naturaleza del ser, la realidad puede pensarse orgánicamente, ya que todos los elementos que la constituyen son relativos entre sí y, de esta forma, conforman un todo.
Y una vez llegados a este punto, es inevitable pensar en el Timeo.
Para Amor Rubial, como para Platón, el Universo es una obra de arte (aunque de categoría distinta a las obras artísticas del hombre) y -si los entiendo bien- precisamente por ello hay ley moral y hay hombres.
Para Amor Ruibal, como para Platón, el Universo es un cuerpo.
La ley moral podría verse como un imperativo categórico que nos impusiera el deber de respetar la naturaleza artística del Todo y sería ese respeto (la sumisión a la ley y la generosidad con la tradición) lo que haría del hombre un hombre.
-
-
21:41
»
El café de Ocata
En el Eutifrón, Platón lanza una bomba en medio de la tertulia de los teólogos. ¿Qué es lo piadoso?, se pregunta. ¿Es piadoso aquello que los dioses instituyen como tal o los dioses sólo pueden considerar piadoso aquello que por sí mismo es necesariamente piadoso? Platón que es discreto, habla de piedad, pero el lector de Platón, que ha de ser indiscreto, allá donde lee "piedad", puede entender "bueno", "bello", "verdadero", "justo"...
Si lo piadoso es lo que mandan los dioses, en un acto libérrimo de su voluntad, lo que es piadoso hoy puede no serlo mañana, porque los dioses pueden cambiar de opinión, mientras que si lo piadoso es aquello que los dioses necesariamente reconocen como piadoso, hay principios superiores a los dioses que hasta los mismos dioses se ven obligados a respetar.
Esta cuestión es recogida por Amor Ruibal aplicándola al principio de contradicción.
Si el principio de contradicción fuera una verdad eterna, independiente de los entes a los que se aplica, sería superior a Dios, puesto que al mismo Dios lo sometemos al principio de contradicción. Es decir, si objetivamos el principio de contradicción esta objetivación sería Dios.
Así pues, o bien Dios no está sujeto al principio de contradicción (suponiendo que el principio dependa de ÉL) o bien el principio de contradicción es superior al mismo Dios.
La respuesta de Amor Ruibal, que resumo hasta hacerla formularia, es que, de acuerdo con su teoría relacional, el principio de contradicción no es nada en sí fuera del ser y el ser no es nada si no realiza el principio de contradicción.
-
15:17
»
El café de Ocata
Ruibal es platónico sin saberlo.
Voy a intentar ofrecer alguna pista complementaria a la del apunte anterior.
No hay duda de que para el canónigo compostelano la realidad, toda ella, es una mixtura, una mezcla. Esto es lo que decía también Platón, pero Ruibal intenta marcar distancias con él, debido, sin duda, a una lectura de los diálogos demasiado lastrada por la hermenéutica idealista; pero, como si, de alguna manera, se diera cuenta de su proximidad, intenta resaltar sus diferencias precisamente allí donde más cerca se encuentra de lo que explícitamente dice el discípulo de Sócrates, por ejemplo cuando explica cómo el ser de las cosas finitas lleva en sí mismo un no ser, que es lo sostenido en el
Sofista (como muy bien se muestra en el comentario luminoso de este diálogo que llevó a cabo Heidegger en uno de sus seminarios).
"La razón del no ser en los entes contingentes está en su mismo ser relativo y es como el constitutivo íntimo de la relatividad." Esto es lo que dice Ruibal y podía haber dicho perfectamente Platón (y, sin duda, también Heidegger). Para Ruibal, el ser y la nada no se oponen, puesto que es posible un medio entre ellos, que es el ser de lo contingente. ¿No es esto puro platonismo?
Toda la filosofía relacional de Ruibal puede explicarse por la realidad erótica de Platón (y Eros, como daimon, es un metaxy, un entrambos). La filosofía relacional, insiste Ruibal, ha de partir del lugar en el que las relaciones se presentan al entendimiento: el de la realidad individual, que es "base fundamental de toda ciencia ontológica y psicológica, y constituye el punto de partida y el término objetivo donde comienza y acaba toda especulación filosófica". Pues bien, ¿qué es un diálogo de Platón, sino una determinada experiencia de este comenzar y acabar?
-
-
18:36
»
El café de Ocata
¿Si se hiciera una encuesta sobre los filósofos más relevantes de nuestro siglo XX, qué nombres aparecerían en ella? Me imagino que en cabeza andarían Ortega, Unamuno, d'Ors... y, detrás de ellos, Santayana, Zambrano, Zubiri, Marías, García Bacca...
¿En qué lugar aparecería Amor Ruibal?
¿Aparecería?
No creo que, por capacidad analítica, Ángel Amor Ruibal sea inferior a ninguno de los de cabeza y, por ambición teórica, quizás sea superior a cualquiera de ellos. ¿Pero quién se acuerda de él en estos tiempos en los que la filosofía prefiere ser más literaria que rigurosa?
Amor Ruibal ya no se reedita. Para encontrar sus libros hay que escarabajear por las librerías de viejo. Es lo que he hecho aprovechando mi último viaje a Madrid. He regresado a casa con alguna cosa sobre él...
que me ha animado a hincarle el diente en serio, de una vez por todas, a una de las obras mayores de nuestra filosofía:
Y en eso estoy, disfrutando de la elegante sutileza analítica de un hombre que tiene toda la historia de la filosofía en su cabeza. Amor Ruibal parte de donde creo yo que se ha de partir, que no es ni de Aristóteles ni de Tomás de Aquino, sino de Platón, y, más en concreto, del carácter daimónico -él, que yo sepa, no utiliza este término, pero tanto da- de todo cuanto se nos presenta al conocimiento. Recuerden que para Platón lo daimónico es un entrambos, aquello que se halla entre lo alto y lo bajo, la forma y la materia, lo finito y lo infinito, la unidad y la pluralidad... lo daimónico es Eros y, por lo tanto, partir de lo daimónico es partir de la naturaleza erótica del ser o, lo que es lo mismo, de la naturaleza relacional de todo cuanto hay en el mundo. Ser, para Platón y Amor Ruibal, es ser relativo.
La relación rige el mundo y es el fundamento de toda ley (científica, histórica o moral). La relación es la dinámica trascendente que constituye a todo ser y a todo obrar, porque es la condición de su misma existencia. Si esto es así, una primera conclusión se impone: "O el problema del conocimiento es un problema, no ya inexplicable, sino positivamente absurdo, o la causalidad del espíritu en la materia, y de la materia en el espíritu, es tan natural como la que se ejerce en la naturaleza toda, de la cual, en último término no es sino una de tantas manifestaciones".
Seguiremos...
-
-
10:33
»
El café de Ocata
“Los filósofos definen la ira como una úlcera de la mente, que a veces se cronifica, generalmente causada por la debilidad del intelecto".
- Amiano Marcelino
-
-
9:27
»
El café de Ocata
-
-
18:27
»
El café de Ocata
-
-
19:57
»
El café de Ocata
"The island-state has much to teach the world. But other countries are reluctant pupils. One reason is that Singapore favours traditional pedagogy, with teachers leading the class".
En The Economist
-
-
19:21
»
El café de Ocata
"El supuesto primordial de España como problema es una Europa aproblemática"
- Nicolás Ramiro Rico (citado por Carl Schmitt).
-
9:46
»
El café de Ocata
La política es hacer creer.
-
-
11:09
»
El café de Ocata
Respondo al artículo de David Ruiz Marull.
1) La primera en la frente. Mejor hablar de cociente intelectual que de coeficiente. El C.I. es el resultado de dividir la edad mental por la edad cronológica, es decir, un cociente. En este sentido lo que el articulista viene a decir es que la relación entre la edad mental y la cronológica se está alterando por el descenso progresivo de la primera.
2) Los especialistas, comenzando por James R. Flynn hace tiempo que venían observando que, desde que comenzó a medirse la inteligencia, hasta finales del siglo XX había tenido lugar un incremento sostenido del C.I. Es lo que se dio en llamar "el efecto Flynn" o "efecto de las ganancias generacionales de capacidad cognitiva".
3) Conviene observar que, aunque el C.I. se incrementase, como lo hacía en todos los segmentos, las diferencias internas en la población permanecían estables. El efecto Flynn sabía poco de equidad. La ganancia global era notable, pero eso no afectaba a la distribución de los resultados.
4) Pero visto de cerca, el "efecto Flynn" deparaba algunas sorpresas interesantes: no todas las capacidades intelectuales progresaban por igual. Algunas habían crecido vertiginosamente y otras de manera mucho más discreta.
5) Las capacidades intelectuales que más crecían eran las que tenían que ver con lo que podemos llamar, en general, razonamiento. Las que menos crecían eran las que tenían que ver con aquello sobre lo que se razona: datos, matemáticas y lenguaje. Digamos que el motor intelectual había aumentado de manera notable su potencia, pero al volante había un conductor que no parecía dispuesto a sacarle partido a las nuevas prestaciones de su coche. La buena -magnífica- noticia era que las capacidades cognitivas pueden mejorar. La mala, que se descubrían desequilibrios inquietantes en el incremento del C.I.
6) Y lo que se temía que pasara, pasó: Esos desequilibrios acabaron reflejándose en un descenso del C.I.
Este descenso sigue, actualmente, con su tendencia negativa.
7) Como era de esperar, las explicaciones de este deterioro son muy diferentes, pero el deterioro está ahí. Algunos intentan justificarlo alegando que el concepto de C.I, está desfasado, que en la era digital la inteligencia está cambiando, y que el C.I. no puede capturar las inteligencias múltiples. A mi modo de ver esta justificación es una solemne tontería. La inteligencia sigue -y seguirá- siendo lo que era: la capacidad de integración: la capacidad de organizar lo diverso que hay en nosotros para dar una respuesta eficaz a un reto. Ya saben ustedes que yo no creo demasiado en eso de las "inteligencias múltiples". Entre otras razones, porque siendo todos distintos, no todas nuestras conductas tienen el mismo valor. Hay conductas muy inteligentes y conductas muy poco inteligentes y lo que se pone de manifiesto en unas y otras es la totalidad de la persona.
8) Se ha dicho también que el crecimiento se debió al incremento de la calidad de la nutrición, pero esto podría explicar el crecimiento, no el declive.
9) A mi modo de ver, las ganancias parece que se deben a un notable incremento de los estímulos intelectuales ambientales. No hay duda de que los estímulos intelectuales a los que se ve sometido hoy un niño son más numerosos y mucho más sofisticados que hace 20 años. El desarrollo de la capacidad cognitiva es real.
10) En cuanto al descenso, la única explicación que me parece creíble tiene que ver, como ya apuntaba antes, con el desfase entre las capacidades intelectuales y los contenidos sobre los que esas capacidades operan. Por eso el descenso no es homogéneo. Allá donde los contenidos forman parte esencial del aprendizaje, el C.I. sigue su proceso ascendente. Este es uno de los elementos que me empujan a sospechar que estamos asistiendo a la emergencia de una nueva clase cognitiva.
Lo que dice Roberto Colom, que es el que sabe de estas cosas:
AQUÍ
-
0:20
»
El café de Ocata
Hoy me voy a limitar a recoger un artículo de David Ruiz Marull aparecido en La Vanguardia (14/06/2018) y espero tener tiempo mañana para comentarlo. Les recuerdo en todo caso a los clientes habituales de este café que James R. Flynn es un viejo conocido nuestro.
El artículo dice así:
Desde la Segunda Guerra Mundial las puntuaciones de coeficiente intelectual (CI) de los jóvenes no habían parado de crecer. Pero ha llegado un momento en que no solo se han estancado, sino que están bajando a gran velocidad. El declive, de al menos 7 puntos por generación, comenzó con los nacidos en 1976, que alcanzaron su edad adulta a mediados de la década de los noventa.
Los investigadores del Ragnar Frisch Center for Economic Reserach apuntan, en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que el deterioro podría deberse a cambios en la forma en que se enseñan las matemáticas y los idiomas o al hecho de abandonar progresivamente la lectura de libros para pasar el tiempo ante la televisión y los ordenadores.
No olvidan, sin embargo, que la naturaleza de la “inteligencia” esté cambiando en la era digital y no se pueda capturar las inteligencias múltiples (teoría desarrollada por el psicólogo estadounidense Howard Gardner en 1983) con las pruebas tradicionales sobre el coeficiente de inteligencia. Es decir, que no es una cuestión genética.
El análisis realizado por Bernt Bratsberg y Ole Rogeberg se ha centrado en los resultados de los tests de CI hechos por personas de noruega nacidas entre 1962 y 1991 y han encontrado que las puntuaciones aumentaron en casi 3 puntos porcentuales durante cada década para los nacidos entre 1962 y 1975, pero luego experimentaron una disminución constante para los nacidos después de 1975.
Estudios similares en Dinamarca, Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos, Finlandia y Estonia han demostrado una tendencia similar a la baja en los resultados del coeficiente de inteligencia. ”Las causas de estos cambios hay que buscarlas en los factores ambientales”, apunta Rogeberg en un comunicado.
Entre estos factores determinantes se incluyen los cambios en el sistema educativo, en la nutrición, la importancia de la lectura, la importancia de internet... El aumento de hace 60 años se debió al “efecto Flynn”, una subida continua, año por año, de las puntuaciones de cociente intelectual y que se vio en la mayor parte del mundo.
El investigador neozelandés James R. Flynn estableció también que no aumentaba toda la inteligencia de igual forma. Entre las explicaciones a este fenómeno se encontraban el hecho de tener una mejor nutrición, una tendencia hacia familias más pequeñas, una mejor educación, una mayor complejidad en el ambiente y la heterosis (mejoramiento selectivo).
La teoría de Flynn daba una importancia a los genes en el crecimiento de la inteligencia que esta nueva investigación pone en duda. La inteligencia es hereditaria y, durante mucho tiempo, se creyó que las personas con CI más altos tendrían hijos que también obtendrían puntuaciones por encima del promedio.
De igual forma se pensó que las personas con menor coeficiente intelectual tendrían hijos con resultados menores en los test, lo que contribuiría a una disminución en los resultados con el tiempo y un “embotamiento” de la población general. Es lo que se conoce como la teoría de la fertilidad disgénica (la perpetuación en la población de rasgos defectuosos o desfavorables).
Para poner en tela de juicio esta extendida creencia, Bratsberg y Rogeberg compararon los cocientes de hermanos nacidos en años diferentes. Los investigadores encontraron que, en lugar de ser similares (como sugiere la explicación genética), las puntuaciones de CI a menudo diferían significativamente.
Los expertos destacan que el acceso a la educación es actualmente el factor más concluyente que explica las disparidades en inteligencia. Incluso hay estudios que afirman que permanecer en la escuela durante más tiempo equivale directamente a resultados de CI más altos. La cuestión es encontrar nuevas pruebas que sustituyan a las tradicionales y se adapten al cambiante mundo actual.
-
-
21:25
»
El café de Ocata
"Alma Werfel se había casado con los tres hombres de más talento del mundo germánico de la época: Gustav Mahler; Walter Gropius, el fundador de la Bauhaus; y Franz Werfel, novelista y dramaturgo. Dejo de lado al pintor Oskar Kokoshka."
"[Alma] sabía que podía ser la reina de no importa qué baile que decidiera honrar con su presencia."
"Poseía un poder erótico-artístico y era dueña de la fórmula alquímica que transformaba su trabajo en oro... producía un calor protector que estimulaba el proceso creador".
"Sus intuiciones fulgurantes tenían una fuente misteriosa. Era una de las raras mujeres mágicas".
"Todos los que contaban algo en la sociedad querían conocerla, en particular los músicos: Maurice Ravel, Alfredo Casella, Arnold Schönberg, Darius Milhaud y Francis Poulenc."
"Tras diez años de vida en común, Franz y alma se casaron... Franz tenía diez años menos que ella."
"Durante los años dorados, Franz Werfel se convirtió en uno de los novelistas y dramaturgos más importantes de Europa... Todo comenzó a degradarse. En la primera representación en Praga del
Wozzeck de Alan Berg, dedicado a Alma, Franz fue abucheado: "Chusma judía, chusma judía"
"Tras el Anschluss, se instalaron en París".
"En el
Grand Hôtel du Louvre et de la Paix, en Marsella, a donde habían acudido para escuchar una ópera, se enteraron de la rendición de París".
"En la estación de Burdeos reinaba el mayor desorden. Perdieron sus equipajes: "He llorado sobre todo la pérdida de los manuscritos de Gustav [Mahler] y el de la tercera sinfonía de Bruckner", escribió Alma en su diario. Pasaron una noche excelente en un burdel vacío".
"En Lourdes se encontraron en la calle con Walter Mehring y Hertha Pauli... Alma declaró que era un milagro que se hubieran encontrado los cuatro sanos y salvos. Había que celebrarlo: ¡Champagne! Cuando les contó la promesa que Franz había hecho a Bernardette Soubirous [escribir su historia si los ayudaba a salir de Francia], Mehring les confesó que había lanzando una botella al mar con un mensaje en su interior, a la dirección de Thomas Mann en Princeton, en New Jersey".
Frases subrayadas de este libro que estoy devorando:
Alma y Franz consiguieron cruzar los Pirineos andando. Alma se encontró una herradura. La recogió y la guardó entre sus joyas. Finalmente llegaron a la frontera española, donde fueron muy bien acogidos por la policía de aduanas. Con ellos viajaba Golo Mann. Uno de los policías lo reconoció. "Me siento muy honrado por conocer al hijo de tan gran hombre", le dijo. Y a continuación telefoneó para que un coche viviera a buscarlos.
-
-
17:24
»
El café de Ocata
“No hay hombre en el mundo que no sea avisado, porque las mudanzas del tiempo avisan a todos; pero son muy pocos los que toman de los avisos aviso, y de este descuido se engendran los yerros, creciendo y multiplicando cada día.”- Joaquin Setantí, caballero catalán de la Orden de Montesa, en sus Centellas de varios conceptos y avisos de amigo (1614)
-
8:30
»
El café de Ocata
-
-
18:19
»
El café de Ocata
"Queremos una sociedad puramente física, con gendarmes y sofistas, y hay motivos para pensar que llegaremos a esa obra maestra de la civilización. Tendremos entonces una infancia sin inocencia, una vejez sin sabiduría, una muerte sin consuelo, y todo esto será suficiente ara que la vida acabe en la nada."
- Chateaubriand (traducción de Armando Zerolo).
-
7:56
»
El café de Ocata
-
0:13
»
El café de Ocata
Diciembre de 1933. St. James' Park Open-Air School (Londres)
Ya lo he dicho alguna que otra vez, pero conviene repetirlo. Las llamadas "escuelas del bosque" que sacaban a los niños de las aulas para hacerlos vivir al aire libre y que hoy son tenidas por algunos como referentes de la innovación pedagógica, no seguían ningún proyecto pedagógico revolucionario, sino un programa estrictamente terapéutico: lo que hacían en realidad era sacar a los niños con síntomas de tuberculosis de las ciudades y llevarlos a respirar aire libre, lo cual está muy bien (especialmente si aún no se ha descubierto la pirazinamida), pero conviene situar las cosas en su sitio.
-
-
20:03
»
El café de Ocata
Recordando la carta que el propio Quevedo le escribiera al doctor Serrano del Castillo, me pongo a teclear:
"Señor don Francisco, hoy sumo yo sesenta y tres años (y un día), y en ellos cuento yo otros tantos entierros míos. Cada año que se cumple es un entierro al que perplejo asisto. Murió mi infancia irrevocablemente; murió mi niñez, mi adolescencia, mi juventud, murieron los años en los que me creía ya a punto de alcanzar la edad adulta y ya estoy asistiendo a la defunción de esta edad sin haber tenido conciencia clara de haber merecido el título de adulto. Esta es mi vida: una incipiente vejez que mora entre sepulcros, siendo yo mismo el entierro de todo cuanto he sido. Y, sin embargo, espero -con vehemencia, incluso- antes vivir como sepultura de mi propia vida que acabar en el entierro del enterrador. Lo deseo -y se lo cuento quedo- porque en el fondo sé que todos estos aspavientos melodramáticos sólo son formas un poco narcisistas de decir que sigo vivo.
Usted y yo bien sabemos que el último afecto del que se despojan los hombres es el de la codicia de vida.
Señor, si ha alcanzado usted con su mirada las últimas palabras de estas líneas, quedaré yo muy pagado de mi osadía.
Gregorio Luri
-
-
0:03
»
El café de Ocata
Es inherente a la escuela la búsqueda constante de alternativas para hacer mejor lo que hace. Gracias a esta actitud la escuela ha cambiado mucho (ha cambiado mucho más, decíamos aquí el otro día, que algunos innovacionistas), pero también es inherente a la escuela acabar redescubriendo lo evidente tras cada promesa de sustituir el esfuerzo por el interés: que ni todos tenemos la misma capacidad de aprendizaje, ni todos valoramos de igual manera el conocimiento, ni existe alternativa para el esfuerzo personal. Un buen ejemplo de esto no los proporciona Pedro de Montengón en sus Frioleras eruditas y curiosas, del año 1801:
Cualquiera debe interesarse en aliviar la flaqueza y debilidad de la infancia, facilitando los primeros pasos de su instrucción sin que lo eche de ver el niño, que debiendo comenzar a deletrear hacénsele arduos y penosos tales principios.
Para endulzárselos, por decirlo así, y empeñar al mismo tiempo su fantasía, hay quien imaginó poner a los niños en un cuarto a oscuras y presentarles en la pared un lienzo o papel con las letras o sílabas iluminadas, lo que se consigue poniendo una luz detrás del papel dado de aceite.
El niño, no estando distraído de otro objeto y halagado de la vista de las letras iluminadas, no abandona el objeto de su lección, antes bien llama su curiosa atención, lo que le facilita retener en la memoria aquellas señas que se imprimen mejor por la vista en su fantasía. Se han hecho varias experiencias sobre esto con niños de diversos talentos, con éxito feliz.
-
-
22:28
»
El café de Ocata
Me imagino que, puestos a buscar, daremos con alguno semejante, pero no sé si peor...
Juzguen ustedes:
"Benévolos, prestad plácida oreja
(miembro feliz, que inmóvil se ejercita,
del alma monja siempre abierta reja)."
- De Los ilustres haraganes (1820), obra atribuida a Vargas Ponce.
Ese "miembro feliz que inmóvil se ejercita" y esa "alma monja" con la reja siempre abierta, me tienen okupada la imaginación por asalto y no hay manera de librarme de su zumbido.
Y lo peor es que hay muchos más tercetos con este tono de exaltada cursilería.
-
-
23:49
»
El café de Ocata
Cuenta Apuleyo en Las floridas algunas cosas interesantes sobre Crates, el filósofo cínico, que con mucho gusto traslado a este café.
Comienza por el principio, presentándolo como discípulo de Diógenes el Cínico: “Oyendo Crates a Diógenes… tanto se enardeció su ánimo, que un día fue a la plaza pública y arrojó allí todo su patrimonio como vil carga, más embarazosa que útil. Después, en medio de la multitud que le rodeaba exclamó: ‘Crates emancipa a Crates’. Desde entonces, solo, desnudo, libre de todo, vivió toda su vida como verdadero hombre feliz."
¡Dichosos tiempos aquellos en los que para saber si alguien era filósofo había que observar su vida! Y esto es, precisamente, lo que provoca la admiración de Apuleyo: Crates consiguió amaestrar la virtud del dominio de sí. A esta virtud Sócrates le había dado el nombre de "enkrateia". Si "kratos" significa poder, la enkrateia es la posesión plena del poder sobre uno mismo. Todas las llamadas escuelas helenísticas no son sino formas diversas de aspirar a esta virtud. De todas ellas, la más estentórea, sin duda, fue la de los cínicos.
Apuleyo nos cuenta también cómo se emparejó Crates con una hermosa joven, Hiparquia: "una doncella de ilustre nacimiento, desdeñando a todos los pretendientes jóvenes y ricos, deseó unirse a él. Crates le descubrió sus hombros, entre los cuales tenía una joroba, puso en el suelo sus alforjas, su bastón y su manto, y le dijo que aquellos eran todos sus bienes, y sus atractivos personales ya los veía, añadiendo que consultara seriamente consigo misma, para que no se arrepintiera después. Hiparquia respondió que ya había reflexionado y deliberado bastante; que en parte alguna encontraría un marido más rico y más amable y que podía conducirla donde quisiera. Crates la llevó al Pórtico, y allí, en el sitio más frecuentado, ante todos, y en pleno día, se acostó junto a ella, y ante todos también hubiera consumado el matrimonio, a lo que accedía la joven con igual desenfado, si Zenón no les hubiera cubierto con su manto para ocultar a su maestro de las miradas de la multitud que le rodeaba.” Hay que interpretar esta conducta a la manera cínica. Para los seguidores de Diógenes nada natural podía ser vergonzoso. Si el deseo sexual era natural, su satisfacción también lo era. Por eso Diógenes no tenía inconveniente en masturbarse donde le viniera en gana y si alguien le reprochaba su conducta se defendía diciendo que ojalá pudiera aliviarse el hambre frotándose la tripa. Sócrates, sin embargo, sospechaba que en esta aparente espontaneidad cínica se escondía una inmensa vanidad.
Para resaltar su "enkrateia", Apuleyo compara a Crates con Hércules: "A Crates, discípulo de Diógenes, lo honraban sus contemporáneos en Atenas como un ser casi divino. Ninguna casa le fue jamás cerrada… Lo que los poetas cuentan de que Hércules sometió, venció con su valor tantos monstruos terribles, hombres y fieras, y que purgó de ellos al mundo, puede decirse de la cólera, de la envidia, de la avaricia, de la lujuria, de todos los monstruos y de todas las plagas del alma humana, para las cuales fue un Hércules este filósofo". Además, resalta Apuleyo, "había nacido en Tebas, donde según la tradición, nació Hércules".
Quien posee "enkrateia" puede usar de su cuerpo como un buen marinero usa de un barco, pero si no hay piloto, de nada le sirven al barco sus prestaciones: "Un barco, decía, es bueno hábilmente construido, bien acondicionado y elegantemente decorado por dentro, provisto pot fuera de un timón móvil, de un mástil elevado, de brillantes velas; en una palabra, de cuanto es necesario al equipo, de cuanto puede agradar a la vista. Pero si este barco no tiene piloto que lo dirija, o la tempestad es su piloto, pronto se sepultará con su magnífico equipaje en las profundidades del mar o se estrellará contra las rocas.”