¡Cuántas veces, en el terreno educativo, hemos oído decir: los niños son el futuro… un día harán de este mundo un lugar mejor…! Al decir un día, retrasamos lo que ya podrían hacer hoy. Hemos de fijarnos en sus capacidades y ayudarlos a sacar partido de ellas para mejorar su entorno desde pequeños.
Los jóvenes necesitan nuestra ayuda para desarrollar las habilidades y la mentalidad que permitan que se desenvuelvan con soltura en su día a día, siempre cambiante. Y también, saber que no son simples observadores pasivos, sino que tienen un papel que desempeñar en la transformación del mundo.
Design for Change defiende que no existe innovación completa sin comprender al servicio de quien está. Dentro de este proceso educativo, aprender a pensar y actuar como diseñadores hace que los alumnos desarrollen empatía hacia las necesidades de los otros, y confianza en su creatividad para buscar soluciones a los problemas que surgen a su alrededor. Gracias a ello, cualquier estudiante en cualquier lugar del mundo podrá darse cuenta de que lograr hacer un mundo mejor es algo que está en sus manos.
Sobre Design for Change
Design for Change es un movimiento internacional que ofrece a niños y jóvenes la oportunidad de poner en práctica sus propias ideas para cambiar el mundo desde su entorno. En 2001 Kiran Bir Sethi, una madre preocupada por la educación de sus hijos, decidió fundar la Escuela de Riverside en Ahmedabad. Con ella surgió en 2009 el proyecto Design for Change, que rápidamente se extendió a nivel internacional. Design for Change ha logrado estar presente en más de cuarenta países y llegar a millones de niños, gracias al respaldo de Howard Gardner, la Escuela de Diseño de Stanford, IDEO, y el Instituto de Diseño de la India (NID). Además, su impacto educativo está siendo evaluado por la Universidad de Harvard.
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La entrada Design for Change se publicó primero en Aprender a pensar.
¡Cuántas veces, en el terreno educativo, hemos oído decir: los niños son el futuro… un día harán de este mundo un lugar mejor…! Al decir un día, retrasamos lo que ya podrían hacer hoy. Hemos de fijarnos en sus capacidades y ayudarlos a sacar partido de ellas para mejorar su entorno desde pequeños.
Los jóvenes necesitan nuestra ayuda para desarrollar las habilidades y la mentalidad que permitan que se desenvuelvan con soltura en su día a día, siempre cambiante. Y también, saber que no son simples observadores pasivos, sino que tienen un papel que desempeñar en la transformación del mundo.
Design for Change defiende que no existe innovación completa sin comprender al servicio de quien está. Dentro de este proceso educativo, aprender a pensar y actuar como diseñadores hace que los alumnos desarrollen empatía hacia las necesidades de los otros, y confianza en su creatividad para buscar soluciones a los problemas que surgen a su alrededor. Gracias a ello, cualquier estudiante en cualquier lugar del mundo podrá darse cuenta de que lograr hacer un mundo mejor es algo que está en sus manos.
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Design for Change es un movimiento internacional que ofrece a niños y jóvenes la oportunidad de poner en práctica sus propias ideas para cambiar el mundo desde su entorno. En 2001 Kiran Bir Sethi, una madre preocupada por la educación de sus hijos, decidió fundar la Escuela de Riverside en Ahmedabad. Con ella surgió en 2009 el proyecto Design for Change, que rápidamente se extendió a nivel internacional. Design for Change ha logrado estar presente en más de cuarenta países y llegar a millones de niños, gracias al respaldo de Howard Gardner, la Escuela de Diseño de Stanford, IDEO, y el Instituto de Diseño de la India (NID). Además, su impacto educativo está siendo evaluado por la Universidad de Harvard.
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Las raíces del nacionalismo se remontan al principio del siglo XVIII y aún más atrás, por lo menos en el caso de Prusia Oriental, desde donde el movimiento creció y se extendió. El pensamiento de Herder está dominado por la convicción de que una necesidad básica del hombre, tan elemental como la comunicación o el comer y el procrear, es la necesidad de pertenecer a un grupo. Con más imanación y fervor que Burke y con un rico material de ejemplos históricos y psicológicos, Herder argumentó que cada comunidad tiene un patrón y una forma únicos. Los miembros de las comunidades nacen en una corriente de tradición que conforma su desarrollo emocional y físico en armonía con sus ideas. En efecto, para él, las distinciones entre razón, imaginación, emoción y sensación son en gran medida artificiales. Hay un patrón histórico central que caracteriza la vida y la actividad de cada comunidad identificable, y en particular, de esa unidad que se había convertido en la nación. La forma en que el alemán vivía y la forma en que conducía su vida pública, la canción alemana y la legislación alemana —el genio colectivo, no atribuible a autores individuales, que crea los mitos y las leyendas, las baladas y las crónicas históricas—, todo ello obedecía a lo mismo que conformaba el estilo de la Biblia de Lutero o las artes y las artesanías, las imágenes y las categorías de pensamiento de los alemanes del tiempo de Herder. La forma en que los alemanes hablan o se visten o se mueven, tiene más en común con la forma en que construyen sus catedrales u organizan su vida cívica —es decir, una esencia alemana, por así decir, im patrón y una cualidad identificables—, que con la forma en que actividades similares se llevan a cabo entre los habitantes de China o Perú. Normal 0 21 false false false ES-TRAD X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman";} |
Ningún autor que se haya ocupado de cuestiones sociales o políticas en el siglo XIX dejóde percibir al nacionalismo como un movimiento dominante de su tiempo. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo, de hecho hasta la primera Guerra Mundial, se creía que el nacionalismo tendía a desaparecer. La conciencia de la identidad nacional podrá ser tan antigua como la conciencia social misma. Pero el nacionalismo, a diferencia del sentimiento tribal o de la xenofobia, con los que está relacionado pero a los que no es idéntico, parece casi no haber existido en la antigüedad o en la edad clásica. Hubo, en aquellas épocas, otras fuentes de lealtad colectiva. El nacionalismo parece surgir hacia el fin de la Edad Media en el Occidente; particularmente en Francia, como una defensa de las costumbres y los privilegios de las localidades, regiones, corporaciones y, por supuesto, de la nación misma contra la influencia del poder extraño: la Ley Romana o la autoridad papal, o contraformas relacionadas de universalismo, como la Ley Natural y otras fuentes de autoridad con pretensiones supranacionales. El surgimiento del nacionalismo como doctrina coherente ocurre en Alemania en el último tercio del siglo XVIII -particularmente los conceptos del Volkgeist y el Natioinalgeist- en los escritos del inmensamente influyente poeta y filósofo John Gottfried Herder. Isaiah Berlin, Sobre el nacionalismo (49) |
Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, publicó en el año 2008 “Las cinco mentes del futuro”. En este libro plantea qué habilidades deberíamos tener en el futuro para tener un buen desarrollo de nuestras capacidades en los ámbitos personal y laboral. En él expone una doble preocupación, por un lado, cuál es el modo de educar las mentes de los estudiantes actuales para estar lo mejor preparados posibles y también, cómo podrían activar sus capacidades y aptitudes aquellos que ya están inmersos en el mundo laboral.
Las habilidades del futuroEn los últimos años está muy presente esta preocupación acerca de qué habilidades tendremos que desarrollar en el futuro para poder movernos en un mundo que ha cambiado sustancialmente y lo sigue haciendo a un ritmo vertiginoso. En el informe “The future of Jobs” (2016) del Foro Económico Mundial de Davos se detallaron qué habilidades deberán tener los trabajadores del futuro, en la que llaman la Cuarta Revolución Industrial. Deberán ser más creativos, más críticos, con una mayor capacidad de resolución de problemas, de toma de decisiones, flexibilidad e inteligencia emocional. Y para estar preparados apuestan por liderar el cambio en el ámbito educativo.
Las cinco mentes del futuro según H. GardnerGardner, en su libro, apuesta por cultivar las que denomina las cinco mentes del futuro: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética. Estas cinco mentes utilizan las distintas inteligencias, explica Gardner, y considera que serán las más valoradas en el futuro.
Las tres primeras mentes (disciplinada, sintética y creativa) abordan esferas cognitivas y las otras dos (respetuosa y ética) giran en torno a las relaciones con otras personas.
La mente disciplinada se refiere a dominar los modos de pensar del ser humano (ciencia, matemática, historia, filosofía…) y transferirlo al área profesional, evaluar estos conocimientos y actualizarlos. Una mente disciplinada… “es capaz de aplicarse con diligencia, de mejorar a un ritmo constante y de continuar su formación una vez finalizada la educación formal”.
La mente sintética recaba información de diversas fuentes, la comprende, evalúa y agrupa para que tenga sentido para uno mismo y para los demás. La capacidad de síntesis es muy decisiva en la actualidad debido a la gran cantidad de información que recibimos y debemos filtrar. “Selecciona la información decisiva a partir de ingentes cantidades de información disponible; expone la información de modo que tenga sentido para uno mismo y para los demás.”
La mente creativa es la mente que abre nuevos caminos. Presenta ideas nuevas, plantea nuevas preguntas, fomenta nuevas formas de pensar. “La creatividad incorpora una o más disciplinas establecidas y requiere un “campo” informado en el que emitir juicios acerca de la calidad y la aceptabilidad de la creatividad.”
La mente respetuosa observa y acepta las diferencias entre individuos. Trata de comprender a los otros y trabajar con ellos de forma efectiva. “Trata de entender y trabajar con los que son diferentes; va más allá de la mera tolerancia y de lo políticamente correcto.”
La mente ética va a un nivel más abstracto que la mente respetuosa y reflexiona acerca de las necesidades y deseos de las sociedades. Plantea el modo en el que los ciudadanos trascienden sus intereses personales y actúan de forma interesada para mejorar su entorno. “Distinguir los rasgos esenciales del rol que uno cumple en el trabajo y los que uno ejerce como ciudadano y actuar de manera coherente con esos conceptos; se esfuerza por hacer un buen trabajo y ejercer una buena ciudadanía.”
Gardner señala: “Indudablemente sería ideal que educadores, formadores y supervisores apreciaran e incorporaran estos cinco tipos de mente.”
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Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, publicó en el año 2008 “Las cinco mentes del futuro”. En este libro plantea qué habilidades deberíamos tener en el futuro para tener un buen desarrollo de nuestras capacidades en los ámbitos personal y laboral. En él expone una doble preocupación, por un lado, cuál es el modo de educar las mentes de los estudiantes actuales para estar lo mejor preparados posibles y también, cómo podrían activar sus capacidades y aptitudes aquellos que ya están inmersos en el mundo laboral.
Las habilidades del futuroEn los últimos años está muy presente esta preocupación acerca de qué habilidades tendremos que desarrollar en el futuro para poder movernos en un mundo que ha cambiado sustancialmente y lo sigue haciendo a un ritmo vertiginoso. En el informe “The future of Jobs” (2016) del Foro Económico Mundial de Davos se detallaron qué habilidades deberán tener los trabajadores del futuro, en la que llaman la Cuarta Revolución Industrial. Deberán ser más creativos, más críticos, con una mayor capacidad de resolución de problemas, de toma de decisiones, flexibilidad e inteligencia emocional. Y para estar preparados apuestan por liderar el cambio en el ámbito educativo.
Las cinco mentes del futuro según H. GardnerGardner, en su libro, apuesta por cultivar las que denomina las cinco mentes del futuro: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética. Estas cinco mentes utilizan las distintas inteligencias, explica Gardner, y considera que serán las más valoradas en el futuro.
Las tres primeras mentes (disciplinada, sintética y creativa) abordan esferas cognitivas y las otras dos (respetuosa y ética) giran en torno a las relaciones con otras personas.
La mente disciplinada se refiere a dominar los modos de pensar del ser humano (ciencia, matemática, historia, filosofía…) y transferirlo al área profesional, evaluar estos conocimientos y actualizarlos. Una mente disciplinada… “es capaz de aplicarse con diligencia, de mejorar a un ritmo constante y de continuar su formación una vez finalizada la educación formal”.
La mente sintética recaba información de diversas fuentes, la comprende, evalúa y agrupa para que tenga sentido para uno mismo y para los demás. La capacidad de síntesis es muy decisiva en la actualidad debido a la gran cantidad de información que recibimos y debemos filtrar. “Selecciona la información decisiva a partir de ingentes cantidades de información disponible; expone la información de modo que tenga sentido para uno mismo y para los demás.”
La mente creativa es la mente que abre nuevos caminos. Presenta ideas nuevas, plantea nuevas preguntas, fomenta nuevas formas de pensar. “La creatividad incorpora una o más disciplinas establecidas y requiere un “campo” informado en el que emitir juicios acerca de la calidad y la aceptabilidad de la creatividad.”
La mente respetuosa observa y acepta las diferencias entre individuos. Trata de comprender a los otros y trabajar con ellos de forma efectiva. “Trata de entender y trabajar con los que son diferentes; va más allá de la mera tolerancia y de lo políticamente correcto.”
La mente ética va a un nivel más abstracto que la mente respetuosa y reflexiona acerca de las necesidades y deseos de las sociedades. Plantea el modo en el que los ciudadanos trascienden sus intereses personales y actúan de forma interesada para mejorar su entorno. “Distinguir los rasgos esenciales del rol que uno cumple en el trabajo y los que uno ejerce como ciudadano y actuar de manera coherente con esos conceptos; se esfuerza por hacer un buen trabajo y ejercer una buena ciudadanía.”
Gardner señala: “Indudablemente sería ideal que educadores, formadores y supervisores apreciaran e incorporaran estos cinco tipos de mente.”
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Con este mismo título, Roberto Colom, Doctor en Psicología y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ofreció una conferencia en el XVIII Congreso Internacional del Philosophical Inquiry with Children Coming of Age que se celebró en junio de 2017 en Madrid.
El objetivo del congreso era ofrecer una discusión abierta a los diferentes enfoques con que trabajar la comunidad de investigación filosófica en la educación formal, no formal e informal.
Colom, planteó si es o no posible mejorar nuestras capacidades cognitivas, qué repercusiones tendría si fuera posible y cómo debería hacerse. La ponencia del profesor Colom se puede ver en su totalidad aquí.
Colom, argumentó basándose en diversos estudios qué relevancia tiene este asunto en diferentes ámbitos, no solo el académico y, planteó la necesidad de que los alumnos desarrollen sus habilidades de pensamiento para aprender mejor y desarrollar todas sus capacidades.
Definió la inteligencia, de acuerdo al consenso que se establece entre los psicólogos, como la capacidad mental general para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas y aprender con rapidez. De acuerdo con esta definición y los estudios que presentó, defendió que la mejora de solo 3 puntos en la capacidad cognitiva de las personas tendría un efecto en la sociedad muy significativo en tres ámbitos: la reducción del fracaso escolar, la prevención de los delitos y la reducción de los índices de pobreza.
Expuso que lo que se ha hecho hasta ahora en intervención temprana para mejorar las capacidades cognitivas funciona temporalmente, pero, se disipa su efecto con el tiempo. Por ello argumentó que era necesario buscar procedimientos que mantengan ese tipo de mejoras que pueden conseguirse de manera eficiente.
A partir de una serie de estudios en los que se analizaba cómo cambia el cerebro combinando diversas actividades de estimulación (cognitivas y de otro tipo), concluyeron que solo se mejoraban las capacidades cognitivas en los pertenecientes al grupo que solo estimulaba su cerebro cognitivamente porque lo hacían durante más tiempo. La conclusión que se recoge es que lo que tiene relevancia es la dosis. Es decir, solo lo que se practica durante más tiempo puede modificar nuestro cerebro. Por lo tanto, es necesario que un programa de estimulación cognitiva se extienda en el tiempo para que tenga efectos significativos y perdurables.
Roberto Colom explicó que lo que le sedujo del programa de Filosofía para Niños es que es un programa de estimulación cognitiva que se extiende durante muchos años (desde los 3 hasta los 18 años y se hace extensivo a lo largo de la vida). Y considera que ese es el motivo por el que se encuentran efectos positivos y perdurables en los alumnos que han seguido un programa de Filosofía para Niños.
Roberto Colom forma parte del grupo de trabajo que investiga el impacto del programa de Filosofía para Niños (FpN) en los alumnos que lo practican. En este enlace se puede conocer el estudio longitudinal sobre el impacto del programa FpN. Roberto Colom, Félix García Moriyón, Carmen Magro, and Elena Morilla: The Long-term Impact of Philosophy for Children: A Longitudinal Study (Preliminary Results). Analytic Teaching and Philosophical Praxis, Volume 35, Issue 1 (2014).
En esta obra coordinada por Félix García Moriyón: La estimulación de la inteligencia. Madrid: Ediciones de la Torre, 2003 hay más información acerca de esta y otras investigaciones. En este libro se expone un sistema de evaluación del desarrollo del programa y es de especial utilidad para las personas que trabajan en programas de mejora de la inteligencia o pensamiento complejo.
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Con este mismo título, Roberto Colom, Doctor en Psicología y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ofreció una conferencia en el XVIII Congreso Internacional del Philosophical Inquiry with Children Coming of Age que se celebró en junio de 2017 en Madrid.
El objetivo del congreso era ofrecer una discusión abierta a los diferentes enfoques con que trabajar la comunidad de investigación filosófica en la educación formal, no formal e informal.
Colom, planteó si es o no posible mejorar nuestras capacidades cognitivas, qué repercusiones tendría si fuera posible y cómo debería hacerse. La ponencia del profesor Colom se puede ver en su totalidad aquí.
Colom, argumentó basándose en diversos estudios qué relevancia tiene este asunto en diferentes ámbitos, no solo el académico y, planteó la necesidad de que los alumnos desarrollen sus habilidades de pensamiento para aprender mejor y desarrollar todas sus capacidades.
Definió la inteligencia, de acuerdo al consenso que se establece entre los psicólogos, como la capacidad mental general para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas y aprender con rapidez. De acuerdo con esta definición y los estudios que presentó, defendió que la mejora de solo 3 puntos en la capacidad cognitiva de las personas tendría un efecto en la sociedad muy significativo en tres ámbitos: la reducción del fracaso escolar, la prevención de los delitos y la reducción de los índices de pobreza.
Expuso que lo que se ha hecho hasta ahora en intervención temprana para mejorar las capacidades cognitivas funciona temporalmente, pero, se disipa su efecto con el tiempo. Por ello argumentó que era necesario buscar procedimientos que mantengan ese tipo de mejoras que pueden conseguirse de manera eficiente.
A partir de una serie de estudios en los que se analizaba cómo cambia el cerebro combinando diversas actividades de estimulación (cognitivas y de otro tipo), concluyeron que solo se mejoraban las capacidades cognitivas en los pertenecientes al grupo que solo estimulaba su cerebro cognitivamente porque lo hacían durante más tiempo. La conclusión que se recoge es que lo que tiene relevancia es la dosis. Es decir, solo lo que se practica durante más tiempo puede modificar nuestro cerebro. Por lo tanto, es necesario que un programa de estimulación cognitiva se extienda en el tiempo para que tenga efectos significativos y perdurables.
Roberto Colom explicó que lo que le sedujo del programa de Filosofía para Niños es que es un programa de estimulación cognitiva que se extiende durante muchos años (desde los 3 hasta los 18 años y se hace extensivo a lo largo de la vida). Y considera que ese es el motivo por el que se encuentran efectos positivos y perdurables en los alumnos que han seguido un programa de Filosofía para Niños.
Roberto Colom forma parte del grupo de trabajo que investiga el impacto del programa de Filosofía para Niños (FpN) en los alumnos que lo practican. En este enlace se puede conocer el estudio longitudinal sobre el impacto del programa FpN. Roberto Colom, Félix García Moriyón, Carmen Magro, and Elena Morilla: The Long-term Impact of Philosophy for Children: A Longitudinal Study (Preliminary Results). Analytic Teaching and Philosophical Praxis, Volume 35, Issue 1 (2014).
En esta obra coordinada por Félix García Moriyón: La estimulación de la inteligencia. Madrid: Ediciones de la Torre, 2003 hay más información acerca de esta y otras investigaciones. En este libro se expone un sistema de evaluación del desarrollo del programa y es de especial utilidad para las personas que trabajan en programas de mejora de la inteligencia o pensamiento complejo.
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